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Rose Mary (Capítulo 5)
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Al día siguiente Rose Mary tenía día libre, así que me había mentalizado en poder hacerlo con ella durante gran parte del día.

Pero llegó mi decepción cuando llegué a su departamento a las 10 de la mañana y al abrir la puerta me dijo en un tono insolente y sin saludarme:

-No puedo hacer nada, estoy con la regla. Y voy a tardar tres días en curarme…

No dije nada, no insistí. Solo me limité a decirle que volvería en tres días y que esté preparada para recuperar el tiempo.

Aunque no lo demostré, me molestó mucho. Yo tenía ganas de cogérmela y ella me había cortado la ilusión sin siquiera ofrecerme algún servicio como chupármela o masturbarme. Todavía le quedaba mucho por aprender, pero no me desesperé, me dediqué a planear como humillarla más y más para saldar la cuenta.

Después de tres días sin eyaculación por mi parte fui al departamento de ella a la mañana. Me abrió y antes de que dijera nada le pregunté:

-Ya te curaste?

-Si… –dijo tímidamente y en voz baja.

-Vos sabés Rose Mary que no me gustó nada tu poca predisposición para darme placer, así que voy a tener que buscar la forma de castigarte.

-No muestres los videos, por favooor –dijo en tono desesperado.

-Ya veremos, vamos a ver como te portás ahora. Sé que en una hora entrás al trabajo, así que empecemos por ir a tu habitación y sacate la ropa.

Inmediatamente fuimos para su habitación y mientras ella se sacaba la ropa yo la filmaba con la cámara que había llevado conmigo. Una vez que se terminó de desnudar la filmé un rato desnuda mientras le pedía que se dé vuelta para filmar de adelante y atrás.

-Veo que no te afeitaste, así me gusta – le dije haciendo un primer plano de su conchita con una cantidad interesante de vello púbico negro.

Puse pausa en la grabación.

-Lo que quiero que hagas es: cuando ponga a grabar me vas a pedir permiso para chuparme la pija y me vas a bajar los pantalones, una vez que ya la hayas chupado un par de minutos me vas a mirar y me vas a pedir que por favor te coja. Está claro?

-Bueno… -dijo con lágrimas en los ojos y resignada.

Esperé a que se le sequen las lágrimas y puse a grabar nuevamente con ella desnuda parada frente a mí mirándome.

-Te puedo chupar la pija Peralta? – dijo con una inocencia típica de ella.

-Bueno Rose Mary, te voy a dar el gusto.

Se puso de rodillas y me desabrochó el vaquero que tenía puesto para bajármelo a la altura de las rodillas. Hizo lo mismo con mi calzoncillo blanco para que quede mi pija ya dura frente a su cara. Sin perder el tiempo se la metió en la boca y la empezó a chupar con movimientos hechos con la cabeza y ayudada con la mano derecha. Notaba su lengua pasar por el glande cada vez que entraba y salía de su boca.

-Que bien que la estás chupando Rose Mary, sos una puta profesional. Como me gustaría que te viera tu mamá… aagghhh

Al cabo de unos minutos de chupármela, tal como le había ordenado se la sacó de la boca me miró y dijo:

-Por favor Peralta quiero que me cojas.

-Bueno Rose Mary, ya que estás desesperada te voy a dar el gusto. Acostate en la cama con las piernas abiertas mientras me saco toda la ropa.

Me desnudé completamente, acomodé la cámara para no perder la acción y la acerqué al borde de la cama para que quede su concha a la altura de mi pija estando yo de pie.

-Ponete tus almohadas debajo de la cabeza, quiero que veas como te entra mi pija. Que te quede claro quién te está cogiendo.

Se puso las almohadas y quedó lo suficientemente levantada como para tener una visión preferencial de cómo iba a penetrarla.

Le metí un dedo en la conchita para comprobar que ya estaba excitada (aunque ella se negara siempre las situaciones la excitaban), y con sus flujo me mojé la punta de la pija para lubricarla.

Apunté a su concha y ella hizo un intento de cerrar los ojos para dejarse llevar por el placer.

-Los ojos abiertos Rose Mary, quiero que mires fijamente hasta que yo te diga lo contrario. No te pierdas ningún detalle.

Con toda su atención en nuestros genitales, empecé a empujar suavemente hasta que la tuviera entera adentro.

-Uhhh Rose Mary, viste que lindo como la tenés toda adentro… No dejés de mirar cómo te cojo.

Empecé a moverme lentamente y aumentar el ritmo de forma gradual, ella miraba fijamente la penetración y de repentes entre cerraba los ojos por el placer que le estaba proporcionando, se notaba que hacía un esfuerzo para mantener los ojos abiertos. Después de un momento le saqué las almohadas de debajo de su cabeza y ella pudo apoyar la cabeza en el colchón.

Yo la agarraba de los dos pies que los tenía a la altura de mi cara, eran hermosos y no dudaba en besarlos y chupárselos mientras me la seguía cogiendo.

Por como se movía se notaba que estaba por llegar al orgasmo; pero eso no iba a suceder, mis planes eran otros. Yo ya estaba al borde también y antes que ella pueda explotar de placer se la saqué para terminar mi trabajo con la mano masturbándome.

-Aaaagghhh… que bueno… uuugghhh… aaahhh

Mientras yo explotaba, mi semen acumulado de tres días sin sexo lo fui derramando en su vello púbico. Pude apuntar bien, y hasta la última gota cayó entre sus pelos mientras ella permanecía totalmente excitada con las piernas abiertas y los ojos cerrados.

-Ahora espárcetelo bien por todos tus pelitos Rose Mary – le dije cuando cayó la última gota.

Ella acercó la mano y con dos dedos empezó a jugar con el semen entre sus pelos púbicos embadurnándolos bien.

Esperaba que la acción siguiera para tener ella también su orgasmo, pero estaba equivocada. Ese era su castigo, no iba a explotar de placer esta vez.

-Bueno Rose Mary ese es tu castigo por lo de la regla, ahora vestite que tenés que ir a trabajar.

No dijo nada, pero se le notaba la frustración en su cara. Se levantó y se fue al baño y agarró una toalla.

-Que estás haciendo?

-Busco una toalla para limpiarme – me contestó en tono molesta.

-Yo dije que te vistas, no que te limpies. Te vas a poner tu bombacha así como está y te vas a vestir sin limpiarte. La próxima vez vas a pensar mejor antes de dejarme con las ganas.

-Nooo, eso es asqueroso!

-Preferís que le muestre los videos a tus familiares?

No contestó, solo se limitó a ponerse su bombacha sobre el semen embadurnado en sus pelos y se vistió con su uniforme. Yo también me vestí mientras ella se peinaba para salir.

-Tranquila, vas a llegar ahora porque te voy a llevar con mi auto. Vamos.

Me siguió hasta el garaje, y se subió conmigo resignada.

En el camino le hablaba de lo bien que cogía, lo buena que estaba, los orgasmos que ella sentía y la cantidad de leche que había descargado en ella. El humillarla me gustaba casi tanto como cogérmela.

Al llegar a su lugar de trabajo se bajó del auto y se fue caminando al local que ella gerenciaba. Se le notaba que estaba incómoda, y lo mejor es que cuando entró estaba esperándola su jefe con cara de pocos amigos y se tuvo que reunir con él y comerse sus puteadas mientras tenía la bombacha con todo el semen seco entre sus pelos. La debe haber pasado muy mal, pero le demostré que yo era el que mandaba y me debía obedecer.

Teniendo esto en cuenta y habiéndola quebrado del todo me puse a maquinar nuestro siguiente encuentro.

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