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Romina, su sobrina y yo
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Tiempo de lectura: 10 minutos

En las fiestas navideñas del 2019 decidimos pasarlas en Puerto Vallarta, como siempre invitamos a la familia de Romina a que nos acompañaran, por supuesto también nuestras hijas.

Nochebuena y Navidad nos la pasamos sumamente ocupados, llegaron cuñados, mi cuñada, 2 sobrinas (hijas de mi cuñada) todos con sus respectivas familias, excepto Lorena la sobrina de Romina que tiene un enorme parecido con ella, pareciera que ella volvió a nacer años después, ella llego sola, ya que es divorciada por tercera vez y su única hija vive con su ex marido.

Nuestra hija mayor llego sola con nuestros nietos, ya que su esposo tuvo que viajar por motivos de trabajo a los Estados Unidos y ella después de Navidad lo alcanzaría y pasarían el resto de las fiestas por allá.

La menor llego con mi nieto y su marido, estarían con nosotros hasta el día 30, ya que Nochebuena tenían que pasarla con su suegra.

No sabíamos cuando partirían los otros invitados, nosotros estaríamos unos cuantos días del nuevo año por allá, queríamos pasar unos días solos, salir de la rutina y respirar aire con olor a mar.

Se sucedieron los días y poco a poco todos fueron partiendo, faltaba poco para estar solos y disfrutar de nuestra intimidad. Solo restaba Lorena, nos preguntó si no teníamos problema en que se quedara unos días más, no tenía planes y le gustaba mucho Puerto Vallarta, accedimos muy forzados, confiando en que se aburriría pronto y decidiera marcharse.

Cuando estábamos solos no dejábamos de besarnos y acariciarnos, Lorena se la pasaba en la playa o se iba de paseo con recientes amigos.

No recordamos que día de la semana sucedió, después de almorzar nos fuimos a la alberca a reposar la comida mientras disfrutábamos del sol, estábamos solos.

Lorena nos habló la noche anterior para decirnos que no regresaría esa noche a casa, que nos veríamos al día siguiente.

Romina me pidió que le pusiera bronceador quería tomar el sol. Empecé por sus piernas, aplicando la crema hasta el último rincón de su piel, termine y le pedí que se diera vuelta, ahora inicie por la espalda, recorrí su preciosa espalda y me detuve en sus glúteos, le di un vigoroso masaje y no pude resistirme a abrirle las nalgas. Limpie mis manos del bronceador y sin que ella se diera cuenta tome un gel que teníamos en la mesita, me puse una generosa cantidad, yo estaba muy excitado así que con ambas manos abrí sus nalgas nuevamente y le metí el dedo índice, ella levanto la cadera para ayudarme, introduje otro y otro más, al poco tiempo su ano ya estaba dilatado, sin que yo se lo pidiera ella se levantó y me indico que me recostara en el camastro, me quito la bermuda y la trusa, me extendió sus brazos y se colocó de espaldas encima de mí, sin problema clave todo mi miembro en su interior. Abrió sus piernas y las flexiono de esta forma se podía mover con libertad disfrutando que estaba totalmente penetrada.

Yo sobaba sus pechos, su cintura y besaba su cuello, pude observar que tenía los ojos cerrados, yo me concentré en acariciarla y disfrutar los apretones que recibía de sus nalgas.

Sentí que nos miraban y vi que Lorena se mantenía a cierta distancia mirando lo que sucedía sin hacer ruido para no molestar, la mire e intercambiamos sonrisas, la agitación de Romina desencadeno en continuos orgasmos, nos habíamos aguantado varios días sin tener relaciones, por lo que ella continuo moviéndose, le hice una señal a Lorena para que se acercara, sin dudarlo se desprendió de su ropa y sigilosamente se acercó, aprovechando que Romina tenía las piernas abiertas ella se dirigió a su vagina y beso suavemente sus labios vaginales, inicio a darle sexo oral, Romina al sentir se movió bruscamente cerrando las piernas, solo fue un instante ya que intercambiaron miradas y ambas sonrieron, Lorena nuevamente se inclinó Romina la tomo de la cabeza y no dejaba que dejara de besarle.

La excitación que teníamos era increíble, estar disfrutando a Romina y ver otra mujer desnuda, tan parecida a ella me ponía a mil, me concentre en evitar terminar, los jadeos de placer de Romina eran perturbadores, tenía una serie de orgasmos, era su primera ves con una mujer, que por azares del destino era su sobrina, Lorena se esforzaba en darle placer a su tía, varias veces nuestras manos se juntaron en los senos de Romina, después de unos minutos la retira suavemente y le pide que se acercara, sus rostros se unieron y se dieron un prolongado beso mientras ambas se acariciaban los senos, aproveche la situación para decirle que se levantara y así poder liberarme , Romina recuesta a su sobrina y empieza a besarle su vagina, rápidamente fui asearme al regresar me detuve un instante para deleitarme viendo una escena que jamás me imagine ,Romina estaba empinada sobre sus rodillas con su hermoso trasero disponible, le di un beso a cada una de sus nalgas y me coloque a un lado de Lorena , vio mi pene y con una bella sonrisa lo tomo se lo acerco e inicio a darme unas deliciosas mamadas, lo apretaba con sus labios para succionarlo, mientras sus manos la manipulaban de una manera desenfrenada. Vi que sus orgasmos eren continuos, yo ya no podía aguantarme más, le pedí me soltara porque iba a correrme, apretó sus labios y entendí que quería le llenara la boca de semen, con sus manos me atrajo más a ella introduciéndose casi la totalidad de mi pene. Sentía como me succionaba y me apresaba entre sus labios, sin poder resistir más eyacule una gran cantidad de semen, hizo un esfuerzo para tragarse todo lo que recibió. Cuando me separe Romina me estiro su mano para que le ayudara a levantarse, se acercó a Lorena y le dio un beso, ambas con la boca abierta, ambas querían disfrutar del sabor del sexo.

Al separarse, desperté de mi letargo y atiné a preguntar que deseaban tomar, coincidieron en cerveza, el calor nos agobiaba. Todos desnudos nos sentamos al borde de la alberca para disfrutar la bebida y platicar sobre lo sucedido: Pedimos comida, estábamos muy cansados para preparar, comimos entre risas y caricias.

Todos decidimos continuar por la noche, merecíamos un descanso. Yo dormí un par de horas, me levanta para ir a comprar la cena con un gran amigo de muchos años Daniel, que tiene un conocido Restaurante. Al verme me encontró y me dio el abrazo de año nuevo, ya que no habíamos tenido la oportunidad de vernos, mientras salía mi pedido, le platique de lo sucedido y lo invite para que se uniera a nuestra fiesta. Sin dudarlo acepto con una condición, le pregunte cual era esa condición y su respuesta fue, la cena corre por mi cuenta y llevare vino y champagne. Era inútil discutirle, él ya había probado las mieles de los encantos de Romina y tenía mucho morbo al saber que Lorena era una copia de su tía, obviamente más joven.

Cuando regrese, Romina ya se estaba arreglando, me pregunto qué había llevado para la cena, le comenté lo que había planeado y me dio un gran beso, sabía los placeres que recibiría.

Eran alrededor de las 9 nos reunimos en la sala del jardín, la noche era muy agradable, tomábamos unos caballitos de tequila para abrir apetito, le queríamos dar la sorpresa a Lorena por lo que no le dijimos nada, ellas me dieron una, se habían puesto de acuerdo para utilizar unos baby dolls transparentes en color negro, no eran iguales, pero ambos estaban de infarto, así como una diminuta tanga que de no estar depiladas, mostrarían el vello púbico, zapatillas de unos 10 cm de altura correas negras ambas lucían sus hermosos pies, al igual que el baby doll, no eran iguales pero hacían juego, uñas de manos y pies de color negro, sus cuerpos blancos como el alabastro destacaban increíblemente con el color de su atuendo, las luces tenues del jardín y la luz de la luna se reflejaba en la piscina, ofreciéndonos unos destellos muy sugestivos.

Sonó mi celular, era Daniel para decirme que estaba fuera de la casa, abrí el portón y me acerqué para ayudarle a bajar las viandas, las llevamos a donde las bellas damas se encontraban, observe que Lorena trato de cubrirse y Romina le dijo algo, hasta la fecha no sé qué fue lo que le dijo. Tras depositar todo, presentamos a la sobrina, yo me retire para llevar las botellas al refrigerador, dejando solo el champagne que Daniel llevo en una hielera, lista para tomar. Como anfitrión descorché la bebida y serví las copas. Me pidieron hacer el primer brindis, acerté a decir que el año estuviera plagado de gratos momentos como los que había vivido ese día, chocamos las copas, dijimos salud y mientras bebíamos cruzamos miradas llenas de lujuria.

Cenamos y bebimos la primera botella, Lorena y Daniel se gustaron, ya no habría problema de que alguno de ellos desertara de la fiesta. La música ya sonaba, les pedí si nos podían obsequiar un baile cachondo para enervar los sentidos, Ellas se reunieron para ponerse de acuerdo, Romina es fanática de Gloria Estefan y su Miami Sound Machine, por lo que me pidió que pusiera la melodía llamada Conga. Inicia la música y ambas eligen sus mejores pasos y sus más sensuales movimientos, bailaban separadas frente a frente, manteniendo sus miradas fijas, buscando ser cada una la mejor. Mi erección estaba en su clímax, no podía despegar la vista de este par de mujeres tan atractivas, cada uno de sus movimientos eran una invitación al placer. Al terminar la pieza se fundieron en un largo beso, juntando sus cuerpos con un fuerte abrazo, no encuentro las palabras para describir esa escena, nos volteamos a ver Daniel y yo, lo que estábamos contemplando nos subió aún más el morbo, cuando se despegaron, Romina la toma de la mano y la lleva tras de sí, vamos a refrescarnos, regresarnos pronto indico Romina.

Fuimos por otra botella y Daniel me pide empezar con Romina, ya tenía varios meses sin verla y la deseaba con urgencia. Llegaron Tía y sobrina, tomadas de la mano caminando con una cadencia tan espectacular y una sonrisa tan picara, de verdad parecían gemelas, su estatura diferirá en unos 3 cm y Lorena más delgada, como si hubieran escuchado a Daniel, Romina me entrega a Lorena y le dice, “Te lo encargo, sácale toda la leche que puedas y tu (refiriéndose a mi) dale una buena cogida, no la decepciones• con una risita picara, tomo la mano de Daniel y lo llevo hasta un sillón, para posteriormente encaramarse encima de él, de frente con sus piernas abiertas a los lados del sillón, eso fue lo que hasta ese momento vi. Junte a Lorena a mi cuerpo y nos fundimos en un beso lleno de lujuria, teníamos tiempo deseándonos, mientras nos besábamos me desbotono la bermuda y quito el cinturón, cuando ya nada la detuvo, se arrodillo en el césped e inicio a darme sus exquisitos labios, sentía como jugaba su legua con mi glande, con una mano me sostuvo el pene y con la otra jugaba con mis testículos.

Lo estaba disfrutando increíblemente pero no deseaba terminar tan rápido, la separe y la ayude a incorporarse, me quite toda la ropa y la lleve al camastro, justo frente de donde Romina y Daniel se devoraban, le pedí se recostará boca arriba, retire su tanga, tengo la costumbre de aspirar las tangas de las mujeres, siento que olor que las mujeres despiden de su sexo se queda en la tela de la prenda y me excita demasiado, separe sus piernas, con mis dedos abrí sus rosados labios vaginales, recorrí suavemente con mi lengua su sexo, sobando con ambas manos sus senos, sentí como conseguía los primeros orgasmos, sus caderas se movían espasmódicamente.

Me levante y observe el espectáculo que ofrecía mi esposa y mi amigo, ella estaba espaldas a él, de rodillas en el sillón y el dándole duro, no supe si por el ano ola vagina. Ansiaba penetrarla, bajé el respaldo del camastro para que quedara totalmente horizontal, abrí sus piernas y lentamente me fui introduciendo en ella, ya que estuve completamente dentro de ella, subí sus piernas y las coloque en mis hombros, apretaba sus senos, en su rostro se reflejaba el placer que sentía. Puse mi mano en su rostro para acariciarla, ávidamente la tomo y se llevó mi dedo pulgar a la boca, señal inequívoca que deseaba otra verga. Voltee a ver lo que sucedía a unos metros, Romina caminaba rumbo a la casa completamente desnuda, solo con las zapatillas, él había terminado dentro de ella y se fue a asear. Le hice una señal de que se acercara, comprendió y rápidamente tomo la manguera que estaba en el jardín para asearse, pronto estuvo con nosotros y puso su miembro en la boca, aun flácido Lorena lo tomo y con muchas ansias empezó a mamarlo.

Cambiamos de posición, Daniel se recostó de espaldas, Lorena se colocó de rodillas para seguir mamando y con el culo expuesto yo la fornicare desde atrás, en eso estábamos cuando Romina se unió al grupo, se puso justo encima de la cara de Daniel, frente a mí, quería recibir sexo oral y participar en ese trio. Había colocado el aceite justo abajo del camastro donde estábamos, puse un poco en mi mano para untárselo alrededor del ano para suavemente hundir el primer dedo en su culo, yo le daba por la vagina, le daba dedo por el culo, mientras mamaba el pene de Daniel y el a su vez le daba sexo oral a Romina.

Ya que sentí que se había dilatado lo suficiente me retiré e hice la señal de que cambiaríamos posiciones, yo quería sentir su culo, por lo que le pedí a Daniel que el permaneciera como estaba, Lorena se posó de frente a él para lentamente meterse este nuevo miembro en su vagina, me puse detrás de ella y nos fuimos acoplando para que retuviera dentro de ella nuestras vergas, una en cada uno de sus orificios, mi resistencia estaba a punto de explotar, era una lucha interna detener el semen que gritaba por salir, Romina, se había colocado atrás de mí , nos estaba dando unos besos y lengüetazos lo más cerca que podía de nuestros sexos. Lorena jadeaba y dejaba salir unos leves quejidos, se movía lo más que podía para no dejar de sentir el placer indescriptible al tener dos vergas en su interior. Romina cambio de lugar y alternaba sus besos entre los tres, Grite que ya no podía más e inmediatamente ambos inundamos las entrañas de Lorena. Lorena y Yo nos tiramos al césped, mientras Daniel permaneció en el camastro, Romina que aún tenía mucha pila, acudió a mí y empezó a limpiarme con su boca, termino y siguió Daniel, para posteriormente se puso arriba de Lorena, con su sexo hacia su rostro, se agacho para limpiar con su boca y lengua todo lo que emanaba de su vagina, Lorena no pudo contenerse y correspondió dándole placer de la misma forma a su Tía.

Nosotros no habíamos visto en vivo esta situación tan morbosa, es algo que deben de vivir es indescriptible, Daniel se dirigió a su auto, trajo unas pastillas y me ofreció un par, diciéndome, la noche es larga y merecen gozar todo lo que deseen. Ellas terminaron y las dejamos unos minutos que reposaran en el jardín, les llevamos unas copas de champagne, las ayudamos a incorporarse, se las bebieron como si fuese agua y ambas extendieron sus brazos pidiendo más, llene sus copas, Daniel estaba arrodillado en medio de las dos, acariciándoles su pubis. Bebieron pausadamente y se levantaron para dirigirse a la casa. Con voz fuerte les dije que la fiesta continuaba que no se tardaran, Daniel de nueva cuenta se lavó y me aproximé a hacer lo mismo, decidimos meternos a la piscina para refrescarnos y a la vez recuperar un poco de energía. Habrá transcurrido una hora, estuvimos platicando la experiencia recién vivida, volteamos hacia la casa al escuchar unas risitas, si el color negro les favorecía, no tienen idea de cómo lucían con el atuendo rojo que vestían, hasta el color de barniz de sus uñas se habían cambiado, eso nos complació sobre manera porque nos decía que estaban dispuestas a todo lo que venía, seduciendo desde un principio con su arreglo.

Lucían esplendidas, las zapatillas no eran tan altas como las anteriores ni de tiritas, pero lucían parte de sus pies desnudos, algo que nos intrigo es que llevaban una correa en el cuello, de diferente color, uno era rojo y el otro negro, Romina llevaba el negro y tenían una argolla. No sé si Daniel se cuestionó, yo no quise preguntar nada, me deleité con ver semejantes portentos femeninos que estaban bajo nuestra influencia- Quisieron seguir tomando Champagne, estaban muy cariñosas, Romina estaba conmigo, se acercaba y me lamia el pecho, me agarraba la verga, Lorena por su parte hacia algo similar, Romina se separó de mí y llamo a su sobrina, se unieron y empezaron a bailar la música que se escuchaba en ese momento, Samba pa Ti de Carlos Santana, muy pegadas y con sus labios solo rosando, querían que su labial permaneciera más tiempo.

Las pastillas y el espectáculo que veíamos nos pusieron muy excitados, no esperamos que terminara la canción, agarre a Romina por la espalda y la atraje a mí, besándole el cuello y estrujando sus senos, ella echaba hacia atrás su cuerpo para sentir la verga que tenía una dureza de adolescente, escuche que me decía, ¿te percataste de la correa? A lo que asentí con mi cabeza, mascullo, queremos que nos sometan, que nos pongan la cadena y nos den nalgadas mientras damos la vuelta a la piscina, conteste que lo que ella quisiera. Se voltio y se arrodillo, primero para darme una súper mamada, se detuvo y me pidió fuera por las cadenas. Acudí al sitio que me indico y junto a las cadenas había un papel con una anotación donde me decía que habían tomado una estimulante sexual porque estaban cansadas pero que por ningún motivo querían perderse la oportunidad que se había presentado.

Cuando regrese Daniel ya estaba follando a Lorena, le deje la cadena y me vio con cara de WHAT, le respondí que ella ya sabía que hacer, cuando llegue con Romina pude observar que se estaba masturbando con un dildo que no tengo ni la más remota idea de donde lo saco, me dispuse a ponerle la correa y le di un manotazo en su nalga para que iniciara el recorrido, cual si fuese una mascota ella dócilmente inicio el recorrido, de repente se detenía y después de azotarla continuaba. Lorena nos alcanzó, cuando lo hizo empezó a olfatear el culo de Romina, que de inmediato se recostó sobre su pecho y con sus manos abrió sus nalgas para sentir la lengua de su sobrina lo más profundo que se pudiera. Al verla así, Daniel azoto en repetidas ocasiones el culo de Lorena, excitándola aún más.

Por un buen rato no las pudimos separar, una a otra se masturbaba, dejamos que ambas tuvieron unos orgasmos y decidimos jalar las cadenas, cada quien, de su perra, estaban desatadas, exigían un trato rudo, Romina le pidió a Daniel que se la metiera en el culo, Lore, ven hija déjame chuparte mientras estos cabrones me rompen el culo. Daniel se la metió sin miramientos, de un solo golpe, logrando que se le escapara un quejido, de inmediato se puso a cabalgar cual amazona, uno tras otro sus orgasmos fueron incontables, hasta que de manera repentina quedo inerte y cayó sobre mi cuerpo. Estuvimos tan concentrados que nos olvidamos de Lorena, dejamos a Romina en el camastro y fuimos a asistir a la sobrina, que tomo el dildo de su tía y se estaba dando placer. Me toco disfrutar de su culo, jalaba de su cabellera al mismo tiempo que la azotaba con la palma de mis manos, tomo las manos de Daniel y las llevo a sus senos, pidiendo que se los estrujara. Uno tras otro se sucedían sus orgasmos, arqueaba el cuerpo y sentíamos como nos apretaba con su orto y su vagina, hasta que grito que ya no podía más, por lo que apuramos nuestras embestidas, su cuerpo había quedado sin fuerza cuando finalmente terminamos casi al mismo tiempo inundando por segunda ocasión sus cavidades.

Ambas quedaron desfallecidas, por lo que las cargamos y las llevamos a la cama, Daniel se quedó a cuidar a Lorena y yo subí a Romina a nuestra habitación.

Baje a apagar las luces y cheque si tenía mensajes en el celular, eran casi las 6 de la mañana, la noche paso rápidamente.

Espero no haberlos aburrido, sus comentarios son muy valiosos, saludos.

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