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Relatos eróticos lésbicos: Mi regalo de cumpleaños
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Tiempo de lectura: 3 minutos

La tercera vez que vi a Beth era mi cumpleaños #25. Estaba hermosa con su vestido negro que llegaba arriba de sus rodillas y dejaba lucir sus hermosas piernas torneadas por el futbol. La parte de arriba ceñía sus tetas, aunque el escote no era pronunciado. Su cabello estaba más largo que la última vez y eso le daba un toque sexy. Beth es más bien, ese tipo de chica que no parece ser consciente de su belleza. En los últimos 2 meses, a pesar de no vernos, habíamos hablado casi a diario por teléfono y mensajes, al punto de construir una relación bastante buena.

Yo tenía novia por supuesto. Para ese momento llevaba 1 año y medio con ella y Beth acababa de comenzar con una chica de su facultad. La nuestra era más bien, ese tipo de relación en la cual podíamos hablar sin problemas de nuestras chicas o los disgustos que llegábamos a tener con ellas, o podíamos hablar de otras chicas que nos parecían particularmente hermosas, o de música, películas en el cine, así como de cualquier otro tema que quisiéramos, sin el menor pudor de por medio. Sin embargo, un martes cualquiera, Beth o yo podíamos comenzar una conversación como esta en cualquier momento de la noche:

Beth: Hola bebé, estás sola?

Alexa: Hola hermosa. Si lo estoy. Que haces?

Beth: En casa bebé. Estoy agotada. Acabo de masturbarme deliciosamente mientras te imaginaba comiéndome el coño. No sabes lo mucho que me mojé. Ya muero por verte y me lo comas de verdad.

Alexa: Amor, que rico! Hiciste que me moje también con solo leerte. No sabes las ganas que tengo de comerte toda completa.

Beth: Voy a dormir amor. Solo quería contarte lo que acabo de hacer para ver si te inspiro y también quieres ir a dormir rico como yo. Te amo preciosa. Beso.

Alexa: Besos amor.

Entonces decidí hacer una fiesta en mi casa, por el día de mi cumpleaños y por supuesto le pedí a Beth que viniera. Ella sabía que Sam, mi novia estaría presente, así que la vi llegar con su vestido negro y la salude con un abrazo y un beso en la mejilla. Se portó de lo más agradable con todos mis amigos, e incluso uno de ellos, me pidió se la presentara con esperanzas de ligarla, lo cual hice porque me pareció divertido. Beth, naturalmente le explicó que solo salía con chicas y él tuvo que irse decepcionado. Bebimos, bailamos y la pasamos bien. A las 12 en punto, Beth se acercó a mí y me preguntó en el oído si quería que me diese mi regalo, le respondí que sí. Me aseguré de que Sam estaba entretenida haciendo competencias de beber más rápido una cerveza con otros 3 amigos, y fui tras Beth, quien subió directamente a mi habitación y cerró la puerta para rodear mi cuello con su brazos y recibirme con un beso muy cachondo en los labios, tras lo cual me dijo "Feliz cumpleaños preciosa" y volvió a besarme bajando sus manos hasta mis nalgas, por debajo de mi vestido y lentamente fue bajando mi tanga hasta mis tobillos. Luego, sin dejar de besarme me empujó levemente hasta dejarme sentada en la cama, no sin antes subirme el vestido hasta mi estómago.

Beth se puso en seguida de rodillas y llevó sus labios a mi coño que ya estaba empapado a causa de sus besos y comenzó por dar leves y deliciosas lamidas. Poco a poco fue subiendo de intensidad y yo abriendo más mis piernas para dejarla comerme toda. Ella succionaba mi clítoris despacio, y me metía su lengua hasta el fondo, después me besaba el coño como si se tratara de la boca, lenta y deliciosamente. Me comía riquísimo. Yo solamente apretaba los puños y me mordía los labios para no gritar, pues aunque abajo el ruido era mucho, no quería que nadie alcanzase a escuchar lo que pasaba al interior de mi habitación. Beth llevó uno de sus dedos a mi vagina y comenzó a dedearme mientras seguía haciendo lo suyo con la lengua, hasta que terminé en su boca y ella saboreó todos mis jugos y finalizó con un: "me encantas bebé, ahora soy adicta a ti". Tras lo cual me puse una tanga limpia y bajamos de nuevo a la fiesta.

Todo seguía muy animado, hasta que a eso de las 3:00 am, varios comenzaron a irse. Sam ya estaba un poco pasada de copas y ya solo quedábamos unos cuantos, yo platicaba con Beth. Entonces Sam fue hasta nosotras y abrazándome por la espalda nos dijo: chicas, han besado alguna vez a 2 personas al mismo tiempo? Ambas respondimos que no y para mi sorpresa, Sam me pidió que besara a Beth. Debo confesar que la simple idea me calentó, así que lo hice y Beth me respondió el beso abrazándome por la cintura. Unos segundos después, Sam se unió, cruzando su lengua con las nuestras y eso fue súper excitante, sin mencionar que nuestros amigos nos animaban a seguir. Brindamos una última vez y repetimos la escena del beso triple un par de veces más. Tras lo cual llevé a Sam a casa.

Beth y yo volvimos y nos quedamos hasta las 5 am hablando de tonterías en la sala. Luego ambas nos sentimos cansadas y decidimos subir a dormir, pero apenas tocamos la cama, nos quitamos la ropa, comenzamos a besarnos de nuevo y Beth me confesó que el beso triple la había dejado muy excitada. Entonces nos tocamos y dejamos que nuestros cuerpos desnudos fueran por donde les diera la gana. Toqué y besé cada parte de ella y ella de mí hasta que finalmente el sueño nos venció y amanecimos desnudas en mi cama. Después de un baño y un rico desayuno, llevé a Beth a la terminal de autobuses, donde nos despedimos con un beso en los labios y un abrazo.

Fui a recoger a Sam, quien me esperaba para ir al cine. Mientras esperaba por ella en el auto afuera de su casa, recibí un mensaje de Beth que decía: "Eres la mejor preciosa, ya quiero verte de nuevo".

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