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Reencuentros de secundaria
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Tiempo de lectura: 7 minutos

Hola nenes!! Vaya que si me he ausentado mucho! Lo siento, pero ser mamá y esposa quita mucho tiempo y bueno ahora con estas eventualidades y todo esto de quedarse en casa pues me hicieron recordar que tenía algo pendiente por acá.

Bueno pues les cuento, no pasó a más con mi suegro y mi concuño, se portaron groseros e insistentes, bastante diría yo, pero pues a nadie nos convenía que se enterara de todo lo que pasó aquel día, de repente no faltaba el manoseo por parte de ellos, pero a la fuerza nada, así que lo olvidaron.

Posterior a ello la verdad es que me porté bien, mi primo, mi doctor, Don Carlos (Don Carlos!!!), se convirtieron en solo recuerdos, en momentos de mi vida que en definitiva cuando los recuerdo hacen que me moje y me masturbe pensando en ellos y esos momentos.

Con mi esposo al final el sexo siguió siendo el mismo, digo al final se trata de coger y con lo que me encanta pues trato siempre de disfrutarlo al máximo y hacerlo gozar, reconozco que al final siempre se esfuerza el cabrón y entre que hace bien su chamba y yo le ayudo un poquito al cerrar mis ojitos y recordar mis aventuras, pues hacen que lo disfrute aún más.

Ya actualmente no trabajo, por un tiempo perdí contacto con el exterior ya que fui solo mamá y esposa. A casa de mis papás regresamos y todo a la “normalidad” sin embargo hace poco en esto de las redes sociales y así me salió como sugerencia un antiguo amigo de la secundaria, el más teto diría yo, ya saben, el raro, gordo y feo, pero cuál fue mi sorpresa que cuando vi su perfil obviamente era el pero demasiado cambiado, atlético, le había salido barba, muy muy diferente y obviamente pues ya en la licenciatura y todo el show, casual, le mandé invitación y pum, me aceptó luego y así de repente un “hola”

Nos pusimos al día en ese momento, platica y platica por mensaje de lo que éramos y hacíamos en ese momento. Muy agradable él, como siempre. Ese día se quedó así, como un reencuentro por mensajes, al día siguiente de nuevo escribió, pero ahora con un “he estado viendo tus fotos y vaya que te has puesto muy bien, el ser mamá te vino de 100”.

No contesté, la verdad que no se me dio el stalkaerlo así que me adentré a sus fotos, y pues viaje aquí, viaje allá, fiestas, familia, pero empezaron a salir fotos de él haciendo actividad física, o bien vestido, siempre sonriente a lo que respondí “pues tú tampoco te quedas atrás eh!! Tu muy bien, mira que los milagros existen?” “Por qué lo dices? (Pregunto)” “pues mira que para haber sido el tetó y patito feo del grupo, a estas alturas te conservas, te hiciste guapo, varonil y además estudias, pues así quien no quisiera contigo?” “No es para tanto (siguió) aun así suerte en el amor no he tenido, pero si, al menos chicas si se han presentado”.

Yo solo reía de las contestaciones que me daba ante cada halago tratando de minimizarlo, hasta que en eso no faltó el “bueno, y que si compartimos nudes” yo solo reí al leer el mensaje “ya te habías tardo” (respondí) “auch, disculpa lo atrevido” me dijo.

Y solo pensé lo siguiente y escribí inmediatamente “pues si quieres dale tu primero” solo me mandó una carita de asombro seguida de tres puntos suspensivos. Obviamente me conocía y no podía hacerme la mustia.

Recibí después de un par de minutos la notificación de un mensaje con foto. No la quise abrir inmediatamente, quise darle un poco de suspenso un par de minutos así que me esperé.

Abrí el mensaje y pum, cuerpo entero, marcado, con no mucho, pero si músculo, y con su pene en estado natural, que para mi gusto pues estaba pequeño, seguido de un “lo animas?”

La verdad me llenó el morbo, pues tenía mucho tiempo que no me portaba mal, y pues quizás se presentaba la oportunidad y que más daba que fuera con él. Así que me dispuse a mandarle mi número diciéndole que mejor por whatsapp, me mandó su número y el primer mensaje fue una foto de mis tetas mordiéndome los labios. Le súper encanto que mandó como loco muchos emojis de encanto, sorpresa y satisfacción, me halagó demasiado y pues a quien de nosotras no la gusta eso, acto seguido me mandó ya una foto de su verga erecta, y si, en efecto no se veía tan grande, pero al menos si gruesa, limpia y depilada, me empecé a mojar y pues que le mando una así con el calzón que traía puesto, una cachetero de encaje negro.

En eso solo me escribió “deberíamos de encontrarnos un día, tomar un café, vernos y pues si tú quieres, pues no sé, ir a coger”, pfff me mató con el “ir a coger” hombre sin tanto rodeo y a lo que buscaba, obviamente mi mero mole.

Solo pedí tiempo para darme la oportunidad de que alguien me cuidara a la bendición y que no estuviera mi esposo, o sea un día entre semana, accedió y no fue insistente solo me dijo que le avisara con tiempo cuando pudiera.

Los días siguientes eran pláticas y ya, me gusto el hecho de que había un pacto y era paciente, pasaron dos semanas así hasta que mi mamá accedió a cuidarme a mi hijo para “encontrarme con amigas” según para mi esposo, mi mamá sabía qué onda, solo me dijo “con cuidado y al menos avísame en donde vas a estar”.

Le mandé mensaje “mañana puedo desde temprano tipo las 7 de la mañana hasta las 4 de la tarde”, “dime a donde tengo que pasar por ti (me respondió)”. Le mandé la dirección y me dijo que estaba a las 7:10 ahí.

Estaba completamente a la expectativa y medio nerviosa, tenía ya tiempo que no probaba otra verga que no fuera solo la de mi esposo, actué normal y no la hice de emoción ese día, en el momento que mi esposo se fue a trabajar me paré, me bañé y vestí lo más normal, pero debajo con un conjunto sexy.

Salí y me marcó “ya estoy aquí, ubica un coche rojo, de todas maneras yo estaré esperándote afuera de el”.

Legué e inmediatamente lo reconocí, me recibió muy alegre y con abrazo largo, me subió al coche y platicamos arriba, “vamos a desayunar (me dijo)” ya estando ahí y platicando salió la pregunta “entonces? Nos vamos?” Sonreí y asentí. Salimos del restaurante y pues patitas para que las queremos.

Entramos al hotel, yo un poco nerviosa, pero el tratando de hacerme reír en todo momento, fue demasiado ocurrente con cualquier comentario.

Ya en la habitación me tomó de la cintura, me miró y dijo “de verdad que sigues siendo demasiado hermosa como en la secundaria, pero ahora aparte de hermosa estás bien buena cabrona”.

Nos comenzamos a besar y a desnudar el uno al otro, yo temblaba de la emoción, del gusto de tocar ese cuerpo tan rico y musculoso, fuerte, marcado, me tocaba con unas ansias pero también con delicadeza, me besaba me mordía, ya solo con la ropa interior me susurró “que rico culo Meli, que rico culo”.

No me aguanté más así que le bajé la trusa, era una verga gruesa, de tamaño normal, pero demasiado gruesa, los huevos los tenía normales, los empecé masturbar y así de la nada me bajé, lo contemplé, estaba hermoso, carnosos grueso, cabezon, demasiado efecto, muy roja la cabeza con gotas a través del orificio por donde sale todo, lo besé y lo empecé a besar, a lamerlo, hasta que me dispuse a mamarlo, pero en definitiva era demasiado grueso, pero el solo recordar como lo babeé aquel día, lo trataba de tragar completo me moja demasiado.

Lo estuve chupando por un rato mientras él solo gemía, me decía que lo mamaba rico, me tomaba del pelo e intentaba meterlo todo a mi boca mientras causaba que me ahogara. Era demasiado excitante regresar a las andadas…

Me levantó y me empezó a mamar las tetas, me mordía, me dedeaba y me tocaba el ano, yo estaba en éxtasis total, gimiendo y gozando, solo sentía como me chorreaba y sentir lo duro que seguía, no perdía la erección.

Me tumbó a la cama, y comenzó a comerme toda la panocha, por un momento sentía toda su cara, lamiendo mis labios, metiendo la lengua, me levantaba más y me chupaba el ano era un sube y baja, resbalándose, aprovechando que estaba yo súper mojada.

Se centró en el punto exacto y comenzó a darme la mejor mamada de panocha después de mucho tiempo, era un va y ven de mini orgasmos y más y más líquido que salía, se puso aún más en el punto exacto, lo agarré de la cabeza para fijarlo, creo entendió porque no paró y siguió chupándome de una manera entre rápida y de una manera inexplicable que cuando menos lo supe empecé a correrme todita en su cara, mientras yo tratara de contener la respiración, sintiendo como un calor corría por todo mi cuerpo, me paralizó las piernas y cuando sentí que ya no salía más me deje vencer.

Se posó en mi “no pensé que fueras tan genial, que rico” yo solo sonreí como pude pues estaba totalmente extasiada, en eso sentí como me empezó a penetrar, era tan rico sentir lo grueso de su pene que a decir que he probado buenas vergas esa aunque no era grande como me gustan era lo suficientemente ancha como hacerme sentir mucho mejor que un trozo grande.

Me empezó a bombear, pero no era dolor era aún mejor, tamaño promedio, gruesa y aún con esa erección, ufff increíble (perdón de solo recordar aquella vez me empiezo a mojar) era increíble como sabía manejar ese trozo, lo sacaba, lo metía, sabía cómo coger. Me puso de una y mil maneras, y aun así esa erección la mantenía impresionante. Cuando me puso de a perrito fue de lo mejor, jalándome pelo, apretándome la teta, dándome duro, lento, sacándolo todo y manteniéndolo todo adentro mientras me tiraba fuerte, nalgada tras nalgada y era aún más increíble y glorioso el que mantuviera la erección, la condición física de seguir con el mismo ritmo, aún sin terminar.

Me agarró de las caderas y sin decir agua va me dejó caer toda la velocidad que se pueden imaginar, cogiéndome de lo más rápido y duro, yo fascinada, continuaba extasiada al mil, gimiendo gritando el “más, más, más, así papiii rómpeme, soy tu puta soy tu puta mi amor” era un reto para él, aún seguía duro y sin parar, no sé en qué momento sucedió, pero de nuevo ese calor en mi sentí como llego justo a mi vagina, mi piernas me temblaron, me quedé sin habla y ahí está de nuevo, ese orgasmo con una chorreada impresiónate, eso lo excitó demasiado, pero perdida por un rato y complacida al mil dejé caer mi cuerpo diciendo con lo pude “párteme cabrón”.

Sentí como se salió de un jalón, se posó en mi, se dio unos jalones de su verga aún dura y me dejo caer toda su leche en mi cara gemía y decía “trágatelos mami trágatelos” me impresionó la cantidad de leche que me aventó, fue muchísima a mi parecer, pero me encantó, sin mentir quedé llena de la cara de su leche pegajosa fue tan excitante, me metió su verga medio parada ahora si a la boca mientras seguía gimiendo, cosa que me excitaba aún más a pesar de haber terminado por segunda ocasión.

Todo eso fue una batalla increíble con un aroma penetrante a sexo, los dos caímos uno a lado del otro “eres genial” me dijo.

Después de un rato me levanté y me miré al espejo, era impresionante la cantidad de leche que me había tirado “no mames, parece cómo venida de caballo, fue mucho” “crees? (Pregunto)” “si no mames” y comencé a recogerla con el dedo y tragármela.

Descansamos esa vez un rato y todavía hubo tiempo para otras dos cogidas más, me encantaba la condición que mantenía, apenas si mi esposo me da una sola vez y sé que esa vez la tengo que aprovechar, pero este cabrón me mató. Aún tenía pila para más, pero el tiempo no fue nuestro mejor aliado.

En las siguientes dos ocasiones hizo lo que quiso conmigo, poniéndome de la forma en que quiso, levantándome, tirándome, jalándome, al último se animó a insultarme y al parecer eso lo excitó bastante que hizo se corriera de una manera increíble, aun así la leche ya no era la misma cantidad, pero aun así seguía gastando mucho más, me los llegó a tirar en las nalgas y en las tetas en esas dos últimas ocasiones.

Salimos del hotel, me llevó a casa y en el camino la plática fue de lo bien que lo pasamos, él encantado con mi cuerpo y la forma de coger, yo encantada y maravillada por la verga que tenía y ese cuerpo, y vaya que decir de esa condición.

“De mediano tamaño, pero no mames que trozo y que manera de coger (le dije)” él solo sonrió y me guiñó el ojo.

Me despedí y bajé del coche, entrando a casa mi hijo me recibió contento, mi mamá solo se me quedó viendo y me pregunto “qué tal estuvo?”. “Vengo acabada”, “se nota, anda ve a preparar las cosas y descansa un rato”.

Lo hice, estuve un rato con mi hijo, llegó mi esposo de trabajar, lo atendí y llegada la noche comenté que me sentía muy cansada y que quería irme a dormir.

Abrí mi whatsapp y estaba el mensaje de él agradeciendo el rato, halagándome y repitiendo lo bien que estuve, esperando se volviera a repetir, respondí el mensaje y pues bueno, ahora, ahora tengo de nuevo un amante, y vaya que cabroncito me encontré.

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