back to top
InicioInfidelidadRecibir es entregar

Recibir es entregar
R

el

|

visitas

y

comentarios

Apoya a los autores/as con likes y comentarios. No cuestan nada.

Soy Jackie,  Me plancho el pelo para ser una bonita latina de color, pero ojo que cuido bien mi figura. Es difícil ser una morocha en un pueblo de gente mayoritariamente blanca, ¿por qué la gente blanca es "más atractiva"? No voy a negar que a mí también me gusta que sean blanquitos, es mi gusto, pero las morochas merecemos un lugar también, tenemos nuestra personalidad y un corazón que dar.

Trabajo en un cubículo y a mi costado había dos más, un joven Maxi que estaba de novio con alguien diferente de mi tipo. Me atraía su piel que parecía de un ángel con alas y eso él lo notó, no pude disimular más. La perra de Ailen parecía gustarle que Maxi sea deseado por otras, ella empezó a besarlo cada vez que nos saludábamos, me invadía los celos por dios.

Era la hora del almuerzo y Ailen le habla:

-Voy al mercado a comprar huevos te parece?

-Y compra leche ya que estas.

-mmm en casa tenemos todavía -le dice a Max mientras le acaricia el pechito.

Lo besa y se va de la oficina. Me quede roja mirando como se jactaba de su hombre, mi corazón empezó a latir. Cuando Ailen se fue por la puerta, me levante y cruce mis brazos sobre mi pecho algo molesta pero también frustrada, Max estaba distraído mirando su teléfono, me acerco caminando hasta estar delante de su silla mostrándole el culo para que vea lo que se pierde, quizás mas cerca de lo usual y mis latidos se calmaron. Entonces escucho:

-Jackie qué tal? Te veo alta hoy.

-Soy alta -le contesto mientras me volteo.

-Que pasa Jackie, estas algo modesta -Me dice mientras se pone de pie.

-Estoy bien Max.

En ese momento miro para abajo y el me abraza por la cadera.

-Jackie no te preocupes, podemos arreglarnos luego.

-Arreglarnos? ¿de qué hablas? -Le digo mientras este me acaricia mis posaderas pero tenía mis brazos en plan de no sentirme tan cercana.

-De nuestra conexión.

Por un momento me quedo un poco anonadada pero digo, tenia problemas con su pareja? era un mujeriego? era un sadomasoquista? sentía algo por mi? o simplemente le gusta experimentar? Escucho el sonido de llave de la cerradura y entonces ambos casi por instinto nos separamos, era Ailen con los víveres para cocinar.

Decido seguir trabajando aunque con algo de dificultad y después de unos minutos todo parecía de lo mas rutinario, ella cocino, comimos los 3 y continuamos. Termina nuestra jornada, y veo como se va Maxi con su novia, yo voy detrás de ellos y cuando llegamos al estacionamiento veo como le hace lo mismo que me hizo a mi abrazándola por sus posaderas caídas pero cuando veo como Ailen le rechaza tirándose hacia atrás para evitar sentirse coqueteada me siento mejor.

Ese día hacia calor, estaba con mi musculosa y unos pantalones cortos, como extrañaba a Maxi dios es que no podía dejar de pensar en como me trato!!!, un aprovechado tocándome como si fuera una de cualquiera? quien se cree para hacerme tal cosa? quizás se pregunten por que no le abofetee. Me hizo sentir cosquillas en ese momento, eso es todo, pero esas cosquillas se me iban a convertir en ganas. Estaba cocinando y mientras estaba de pie con las manos sobre mi cadera, empezaron a bajar hasta donde me toco Maxi.

Era como recrear un poco lo que paso, no estaba segura qué sentir en ese momento pero mis glúteos se pusieron duros como piedra. Nunca me puse a notar mis músculos, pensaría que es cosa de hombres pero no imaginaria que a la vez sintiera placer en mi vagina. Seguía Contrayendo mientras me acariciaba mi trasero, ese que Max de seguro se quedo con ganas y que cuando se acostó con su novia, era cogida mientras imaginaba que era yo.

A veces, las mujeres somos capaces de hasta mandar mensajes subliminales para darle el merecido a quien nos incomoda.

A la mañana siguiente, llego a la oficina, Maxi estaba, pero su novia no.

-Buen día -Le digo con una pequeña sonrisa.

-Hola Jackie -No contesta mirando su PC.

¿Se hacia el distraído o es que no le importaba? voy atrás de él tocando el respaldo de la silla:

-Estas ocupado?

-Si, ¿necesitas algo?

-Que te pasa? ¿ahora te haces el interesante? me decías que teníamos una conexión y ahora desaparezco de tu agenda?

Lo agarro de la muñeca y lo llevo al baño porque para mi lo que necesitaba era tocar un seno.

-Ven que tenemos que hablar. Mi corazón está aquí, le digo con su mano sobre mi pecho.

Él me sonríe y me contesta:

-No está ahí, está aquí y bien durita la tienes, tu misma me la expusiste inconscientemente.

-Ahí nene, me estas cachondeando?

-Estas entregándome lo que deseas recibir, después de la jornada, espérame en la esquina de Esmeralda y Tucumán y te vengas de mi novia por un ratito.

-Shhh no lo digas tan fuerte -Le respondo tentada de risa.

Salimos a hacer el sonso hasta el final de la jornada y bueno, la novia sin percibir la conexión.

Me voy a la dirección acordada directo desde la oficina con mi jeans corto y mi remera rosa, era un motel de buen aspecto y enseguida llega Maxi con una flor con pétalos y la mochila del trabajo.

-Que tierno…

-Cuídala bien hasta que lleguemos a la habitación.

Hacemos reserva, llaves y cama nos sentamos. Había un sillón también al frente.

-Te gusta el lugar?

-Se ve cómodo.

-Que piensas de Ailen?

-Es una perra sin escrúpulos! además de presumida, te trata bien?

-No quiere coger, siempre dice que le da dolor de cabeza.

-Creo que no te ama, ¿me amas a mi? -Le pregunto un poco nerviosa.

Él respira, se levanta y se sienta en el sillón, yo me quedo sentada mirándolo y esperando respuesta.

-¿Te gustaría averiguarlo? si es así tráela aquí.

Me acerco hacia Maxi y mientras lo hago saca una cuchara de cocina, hace abrirme los ojos.

-Tu me la entregaste mi vida… así que ya mismo te desabrochas el botón y la cola justo sobre mis piernas -Me dice apresuradamente.

Decido hacerle caso, era solo jugar un rato.

-Por cada azote vas a contar cada pétalo de la flor que te di.

-Ok sss uno, me ama.

Él se encariña y me da un beso justo donde me azoto.

-Ssss dos, no me ama.

-Tres me ama.

-Cuatro no me ama. Su pene empieza a tocar mi cadera.

-Veintiséis no me ama.

-Veintisiete me ama?

Se detuvo mientras estoy respirando por dejarme la cola rosadita. Apoya mi vagina sobre mi rodilla, no me había dado cuenta lo caliente que me dejo y Maxi lo notó. Saca de su mochila uno de esos enchufes con cola de pony.

-Levántala bien -Me dice con ternura.

Respondo con mis aductores abrazándole con fuerza su pierna izquierda, estoy para estar caliente, no hacer de prostituta.

-Nena no quieres vengarte de Ailen?

-Si amor pero quiero excitarme!

Vuelve a azotarme y la pongo dura para evitar el ardor lo que hace que la levante. Ya entonces me la moja con su saliva y ese enchufe rojo que me recordaba como me ardía.

-Bien mojada que estas atrás.

Cuando comienza a entrar, aguanto la respiración y siento que me abre como una flor hasta llegar a la parte mas ancha y mis músculos me aprietan. Cuando termina su recorrido era como si hubiera salido a la superficie, entonces me acaricia al volver a respirar y me mojo sobre su blanca piel.

-¿Que has hecho? ¿Cómo se te ocurre ser tan egoísta?

-Amor estaba roja como el infierno.

-Quieres que te niegue mi espada? Me levanta y me lleva al lado del baño mirando la pared. Escuchaba como se lavaba las manos y la pierna izquierda. Yo estaba sintiéndome resignada ante la idea de no poder darle una probadita, me acariciaba los glúteos intentando recordar cuando parecía desearme, quería seguir con él un poco mas.

Maxi se escuchaba resoplar y recriminándome de que mas vale que lo complazca y cuando cierra la llave del grifo me dice:

-Ok Jackie, has aprendido la lección?

-Si amor -Le digo con temor

-Me tuve que lavar por tu chuchi desvergonzada.

-He sido una chica mala, no volverá a ocurrir… -Por un segundo olvide que estaba tapado mi agujerito.

-No, claro que no bebe.

Me lleva al sillón en posición de pony y me permite su espada desenfundada. Por fin pude obtener el placer que me aguantaba por mi venganza, por unos minutos. Mientras ocurría intentaba expulsar esa cola de pony que me apretaba.

-Ya te diste el gusto?

Le respondo asintiéndole con su sexo entre mis labios, me agarra de la cadera y me lleva de vuelta a la pared de castigo, yo pensaba "otra vez me va a recriminar"?

-Creo que me equivoque en darte el accesorio extra, te daré algo que viene de mi amor.

Respiro hondo para que salga y no me duela pero al final salió con suavidad.

-Ahora recibirás lo que me entregaste.

Su aparatito estaba invadiendo mi zona de confort, me hace recordar cuando estaba en mi departamento tocándome mis músculos. Me hace gemir por su placer.

-Te gusta?

Puse mis manos en donde Maxi me había hecho sentir amor, quería sentirlo como era él por dentro, su corazón es lo que recibo, mi culo es lo que entrego y mi vagina lo disfruto.

Compartir relato
Autor

Comparte y síguenos en redes

Populares

Novedades

Comentarios

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Los comentarios que contengan palabras que puedan ofender a otros, serán eliminados automáticamente.
También serán eliminados los comentarios con datos personales: enlaces a páginas o sitios web, correos electrónicos, números de teléfono, WhatsApp, direcciones, etc. Este tipo de datos puede ser utilizado para perjudicar a terceros.