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Rancherita cachonda
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Tiempo de lectura: 8 minutos

Sucedió en un pequeño rancho en México, de unas 70 familias máximo, lejos de la ciudad donde vivo, a unos 350 Km. No hace mucho tiempo, es una zona semi desértica y andaba buscando una dirección en mi auto cuando en una intersección encontré gente parada esperando el transporte, vi una chica que me llamo la atención, se veía muy bien de cuerpo y tenía unas deliciosas caderas y unos preciosos pechos, su pelo largo resaltaba y sus ojos negros pronto me miraron y me gusto desde ese momento, no tengo costumbre de levantar personas.

Era como de unos 30 años que cargaba una caja de cartón y le hice señas de que si le daba un aventón, ella acepto diciendo si con su cabeza y rápidamente fue a subirse al mi camioneta, recorrimos, como 4 Km. decidió bajarse en un consultorio pues era enfermera (empírica) de un rancho y se bajó con las supuestas medicinas que había ido a conseguir, yo regrese a la ciudad y en lo poco pude platicar me dijo que era y se veía una linda señorita enfermera y que ahí vivía, me dio su teléfono y quedamos de hablarnos, pero me llamo mucho la atención a mi.

Algunos días después ya nos estábamos comunicándonos en mensajes por celular y ella me decía que yo le había gustado mucho que cuando iba a visitarla, hasta que sucedió el día que tuve que ir por ese rumbo y fui de paso a verla y me quede en un hotel, pase por ella cerca de su casa y me acompaño al cuarto yo pensaba que platicaríamos de nosotros para conocernos, me conto sus problemas, pues tenía muchos y que la regresaría a su casa ese mismo rato, aunque no fue no fue en ese momento, yo decidí bañarme y me desnude casi completo frente a ella, aunque me quede en bóxer, mientras ella esperaba sentada en la cama viendo la tele, cuando escuche que me decía si se podía bañar y acompañarme, no me opuse y se metió conmigo desnuda.

La veía hermosa, su cuerpo era delicioso, nunca me había bañado con una mujer y se me antojo muchísimo y sus deliciosos pechos resaltaban unos exquisitos pezones oscuros sus senos eran muy firmes su mata de pelo vaginal oscura, muy excitante notaba el deseo que tenía, me hice el disimulado y me salí del baño mientras ella se quedó un poco más, mientras me secaba yo también estaba totalmente desnudo solo envuelto en la cintura con la toalla, ella se recostó en la cama, con la toalla envuelta, ella igual iba desnuda solo con la toalla y platicamos, mi miembro estaba un poco excitado pero no muy tieso, pues andaba ganoso.

Así fue como ella me vio y después de haberle dicho que si se iba a ir, pero me dijo que sería temprano que si se podía quedar, yo estaba impaciente por echármela y se excitaba más y yo nada y hasta la sentía casi arrepentida de estar ahí desnuda junto a mis sin hacer nada,. pues creo que sentía que si no era yo homosexual pues en este caso cualquiera se aventaría a poseerla teniéndola desnuda y en su cama, eso me platico después, sentí un poco de frio y fui al baño y cuando regrese totalmente desnudo, ella seguía recostada en la cama tapada con la sabana un poco sacada de onda me acerque y le dije que si le gustaba lo que veía ya estaba muy levantado mi miembro y yo súper excitado y le dije ya que mi amiguito tenía otro tipo de intenciones le dije que lo disculpara pues ella era solo mi amiga y no quería yo ofenderla pensando que fuera una chica fácil, pero que si aun así le gustaría probarlo y me acerque de pie de la cama a su lado, estaba totalmente excitado y también ella.

Seguí con el pene erecto muy cerca de la cama de modo que mi sexo grueso y erecto estaba frente a su cara y se acercó y comenzó a chuparlo acariciarlo y mamarlo con gran gusto, se notaba su inexperiencia pues me lastimaba con los dientes, para entonces mi pene ya estaba al máximo y me recosté junto a ella y siguió mamándolo ávidamente de arriba abajo, tenía unas ganas tremendas y sentía casi me violaba, lo tomaba con su mano jugaba con mis testículos, los mamaba y lamía deliciosamente llenándolo de saliva y de mis jugos que ya escurrían por el placer me pasaba la lengua de mi miembro desde abajo hasta arriba mientras con el otro se recogía el pelo y largo algo mojado ella estaba masturbándomelo deliciosamente mientras veía su desnudo cuerpo y su lindo trasero hasta que por fin explote mis líquidos en su boca en un tremendo chorro que se llenó toda su boca y la mantuvo cerrada ella mientras se fue hacia el otro lado de la cama y se limpió con papel y escupió el semen en él.

Yo quede muy satisfecho y me pregunto ella que si quería subirme, para penetrarla, pero que estaba en sus días y que si no me molestaba eso, con respeto preferí que no pues era algo incómodo para ella en esas circunstancias y para mí, y así no me apetece mucho, además era su primer día y era abundante, solo la acaricie y me deleite con sus hermosos senos mamándole sus pezones y metiéndome lo más que podía sus senos en mi boca y los lamía de gusto y gran placer un buen rato y gemía de placer y le acaricie su mata de pelos pero no lo introduje nada, si la excite para que tuviera orgasmo, pues se derramo y lleno las sabanas de sangre y fluidos suyos como desflorada, la bese por casi todo el cuerpo, le besaba sus oídos, su cuerpo ya creo que hasta se mojó de nuevo y empapo más las sabanas con su regla, pues noté que algo hacía con papel y con las cobijas disimuladamente, era poco incómodo esa situación, me recosté y seguimos platicando y me platico su vida, eran como las dos de la mañana y me quede dormido y ella recostada sobre mí, hasta las cinco cuando ella seguía despierta pues no había dormido y tenía que llevarla a su trabajo, mis intenciones eran otras pues quería hacerla gozar como nunca en su vida y me reserve para la siguiente visita unas semanas después.

Unos días después…

No fue igual la segunda vez que fui, lo planeamos y nos fuimos al mismo hotel, cuando yo la fui a recoger, bueno la recojo seguido, llevaba una blusa súper escotada apenas cubrían sus pezones morenos, ella es una hermosa mujer morena de 36 años 1.65, de un maravilloso cuerpo, delgada 56 Kg. talla 32 y calza del 4 pero viéndola bien si se ve muy bonita con su belleza natural y autóctona de la región, tiene sus manos callosas de tanto trabajo y mucha fuerza en sus brazos y piernas por el trabajo rudo que realiza y con un delicioso trasero que no hay quien no voltee a verla, pero su carita muy seria y bonita, tiene ojos pequeños y una boca chiquita pero le cabe todo entero, no sé si le llegue hasta más allá de sus anginas pues es algo grande, imaginare si yo calzo del casi del 30 y mido 1.72 y peso 92 kg, haz de suponer como esté.

Nos vimos ese día, nos comenzamos a besarnos apasionadamente, yo lo hacía con mucha ternura y pasión, sin tratar de notar mi deseo de poseerla ahí mismo, cuando íbamos en el auto y yo ya la había acariciado y excitado suavemente diciéndole cosas bonitas y excitantes tratando de súper calentarla, ya estaba bien húmeda de su sexo pues me di cuenta cuando le puse mis dedos sobre su vagina y mientras la masturbaba y sus pezones al máximo de paraditos, la manosee todita y le quite los calzones mientras íbamos por la carretera ella jugaba con mi pene y cuando llegamos llevaba una mini falda que le levante y ahí mismo en el estacionamiento cuando llegamos y le hice la primera introducción muy suavemente y despacito.

De frente a mi ella una pierna sobre el asiento y otra al piso me ofrecía su erótica abertura con una preciosa mata de pelo y sus virginales labios rojos y escurriendo de líquido, tratando de prolongar y excitarla al máximo, saliendo del auto con la puerta abierta como dije, su pie sobre al asiento ofreciéndome su dulce tesoro, durante algunos instantes la penetre y le di algunas embestidas, pues le había quitado sus prendas íntimas levante más su pierna hasta mis cintura y saque mi miembro y le di unas clavadas haciéndola sentir placer mientras nos besábamos, la metí cargando y la puse sobre la mesa y ya sin pantaletas me la arrime hacia mí, mis pantalones cayeron a mis tobillos con mi miembro muy excitado se le metí todo entero fue primero muy despacito mi duro pene en su jugosa y a ansiosa vagina, entraba y salía lentamente tratando de prolongar más el placer.

Ella respiraba gozando al máximo y jadeaba y abrazada a mi cuello ahora si con gran fuerza en un abrazo ella y yo sosteniéndola de las caderas me apoyaba para entrar y salir hacia mí, yo entraba y salía brutalmente jadeando un buen rato entraba y salía y seguíamos jadeando excitados ambos casi desvestidos lo hicimos más por gran pasión y la ansiedad que tenia de ser poseída por mi súper excitado miembro en su cavidad húmeda y ansiosa, hasta que explote dentro de ella un primer y gran chorro de mi semen caliente mientras ella se retorcía de placer al sentirlo y se contraía su cavidad teniendo un gran orgasmo juntos, la cargue así con el miembro dentro aun y la puse sobre la cama y me salí despacito y sentí como los líquidos de ambos chorreaban sobre nuestros excitados sexos en mis bellos y hasta mis testículos estaban empapados de nuestros líquidos.

Me fui a lavar y le pedí que me esperara desnuda en la cama, mientras me desvestí totalmente y me di un rápido baño, ella se secaba los jugos con una toalla, se desnudó toda y me espero recostada de lado y sus piernas cruzadas aun sintiendo el placer que le había causado, como una hermosa ninfa morena y la luz tenue de las lámparas del hotel que era cómodo y limpio se veía hermosa escena erótica sensual y bella su pelo largo aun sobre sus senos hermosos firmes y morenos, pero aún faltaba más, yo ya estaba igual con el miembro muy levantado y comencé nuevamente a abrazarla con ternura y a besarla practicamos varias posiciones.

Lo hicimos de lado, encima de ella, con las piernas al hombro, en cuatro patas, de lado con una pierna extendida y yo hincado, y la posición que más le encanto y que más la excitaba era ella encima de mi montada de frente mientras le succiono sus pezones y le pasaba mi lengua sobre ellos o los mordisqueaba con mi boca, pudo terminar ella así hasta cinco veces seguidas en esa posición, mientras la tele estaban pasando escenas porno con el volumen muy bajito le comente que no reprimiera sus expresiones y gritara como los de la tele y el hotel estaba solo y era muy grande estábamos casi al fondo pues era una zona arbolada y muchos jardines y nadie nos oía y que me dijera lo que quisiera.

Yo le decía también cosas como mamacita estas bien buena que riquísimo me los haces, eres maravillosa me encantas, mi cielo, mi amor y fue cuando soltó gritándome mientras gozaba de inmenso orgasmo de placer cabalgaba encima de mí con gran fuerza, se sentía como en el cielo eso decía, pues cerraba los ojos y con la cara hacia el cielo, me decía que quería toda mi tiesa verga en su panocha y me decía más, cojéeme rico papacito así así ah más y más que rico, decía que yo era su hombre, que me la cogiera por donde fuera, notaba el deseo reprimido de tantos años de vivir sola, en una de esas la empine con su cabeza en la almohada y el trasero levantado, y su misterioso ano que hasta hinchado lo tenía y se lo acariciaba y que algún día por ahí tenía yo que entrar, la penetraba incesantemente hasta que la sacaba y podía ver tamaño agujero de su vagina que había yo abierto y la ensartaba en un interminable mete saca.

Le decía que era mi mujer súper cogedora y yo su macho súper cogedor, que la cogía bien rico, que jamás ella había cogido tan sabroso, me decía de todo, que era su papito, que era su macho, su hombre y jadeaba y jadeaba y en ocasiones empinada le sacaba yo tremendos aires que eran excitantes para mi pues le salían de la vagina de tantas veces que le comprimía el aire, y en múltiples orgasmos que tenía jadeaba y exhalaba hasta que terminaba le conté entre unos diez cada vez de entre las seis o siete veces que pude mojarme bien estábamos sudorosos, y ella jamás había sudado así, ella contraía su interior vaginal y escurría rico su liquido suave y tibio, ninguno de mis orgasmos fueron fingidas míos.

Todos los disfrutaba al máximo, jamás había yo cogido tan rico, cuando ella terminaba para hacerla gozar más me detenía y empujaba mi miembro lo más que podía deteniéndome sobre su sexo mientras sentía sus orgasmos.

Estábamos súper excitados y nos dimos cuenta que ya eran las 5 de la mañana comenzamos desde las 6 de la tarde y para reponerme algunas veces que yo me mojaba con agua fría los huevos, iba al baño a lavarme los líquidos mezclados de ambos algunas veces le bajaba la temperatura al agua a casi fría y así pude aguantar y darle batería, yo tenía casi 50 y ella 36 pero nos cogimos más que toda su vida, entre ellas me reserve algunos trucos, como el sexo oral a ella que nunca lo había practicado y fue delicioso, que en futuros encuentros que tuvimos se los fui haciendo, jamás se la habían cogido así, decía que se sentía en el cielo y me platicaba que en su rancho los hombres no están acostumbrados a eso pues sus pacientes mujeres hablaban de ello y así se lo habían platicado, dice que solo se suben terminan y se van.

En otra ocasión cuando me acompaño a ver unos clientes iba tan excitada pues ya la había yo manoseado mientras manejaba le despoje de la ropa e iba totalmente desnuda en mi auto y yo vestido, siempre cargo una cobija por las emergencias y no había tanta circulación en esas carreteras y si era necesario se la ponía cuando pasaba un camión, mis vidrios están un poco polarizados y así íbamos hasta que se le antojaba me detenía y fue cuando por primera vez le bese le chupe y le metí la lengua en sus labios vaginales y chupé su clítoris, ella no sabía el delicioso placer de que alguien se chupara ahí y jamás había sentido nada igual, pues estaba desnuda en el asiento de junto después que yo la había deseado y decidí mamarle su delicioso sexo le abrí de piernas le comencé primero a besar y luego a succionar ávidamente su delicioso clítoris poniéndola a gritar.

Yo gozaba con semejante tesorito ganoso mientras ella se retorcía de placer, introducía mi lengua en su vagina mientras ella jadeaba y me pedía que más y más, al mismo tiempo le metía de uno hasta cuatro dedos en su vagina de tan dilatada que estaba y tantas chupadas como pude hasta que se mojaba varias veces con un chorro delicioso que salpicaba el tablero de mi auto, le gusto tanto que así lo hicimos en el auto varias veces.

Solo de pensar se me pone duro el instrumento, lo hicimos en la camioneta que llevaba, en el auto, en el local que yo tenía y en pleno campo desierto, a la orilla de la carretera federal de esos ranchos y más en el lugar donde ella vive cuando duermo con ella, bueno casi no duermo pues nos damos unas tremendas revolcadas deliciosas y jadeamos de placer la mayor parte de la noche… es una deliciosa mujer y me encanta tenerla y poseerla con pasión y deseo como a los dos nos gusta.

Nunca había yo tenido una mujer así y me encanta no he tenido ninguna como ella ni la tendré… eso ella no lo sabe.

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