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Tiempo de lectura: 6 minutos

Hola a todos que dedican su tiempo a leerme. Este es mi primer relato, espero que les guste.

Mi nombre realmente no importa, pero tal vez el pensamiento de mi sea de mayor relevancia; soy un joven de México, 25 años, tez morena, complexión delgada, alto, me atrevería a decir que atractivo, con una deliciosa verga y de las mentes más sucias que podría alguien encontrar.

En mi trabajo actual hicieron un evento por 5 años de la empresa en México, de todas partes del país nos reunimos, había mucha gente que nunca había visto en persona, pero sí que había trabajado con ellos, el evento fue algo muy ameno y divertido, mucha información del crecimiento de la empresa, posibles puestos a escalar, todos estábamos muy motivados, para cerrar el evento el último día se hizo una fiesta con temática de gala dentro del hotel rentado por la empresa.

La noche fue un éxito, muchísimo alcohol y baile, yo estaba ardiendo, no sé si era el clima cálido, los vestidos bien ajustados…

Me acerque a una chica llamada Karla con quién estuve platicando tiempo antes de cosas del trabajo, nos llevamos naturalmente bien.

Y: ¡Hola!

K: ¡Hola! ¿Qué tal está tu noche? Te he visto tomar mucho

Se veía espectacular; cabello largo, ojos café claro y su acento extranjero, todo en un vestido entallado que hacía lucir su figura, delgada con un buen trasero y aún mejor un escote de muerte, tenía unos senos increíbles en un escote en corte "V" con joyería que hacía que desviar la vista a esos increíbles senos…

K: ¿Hola?

(Me había perdido en su escote, ¿se habría dado cuenta?)

Y: Oh sí, me perdí un segundo, te decía que solo me divierto, así siempre soy de alegré, lástima que no me conoces más… Lo sabrías -Contesté cínico, típico de quién ya ha tomado para atreverse.

K: Jaja ¿En qué te perdiste? -Con una risita de juego.

Y: Jaja Es mejor que no te enteres

K: ¿Por qué?

Y: Jaja Será mejor que bailemos, luego te cuento

Notaba en su voz un tono de interés, me preguntaba sobre si tenía pareja o mi edad (la cual aumenté un poco por miedo a que me descartara por eso) ella tenía 9 años más.

Terminada una canción me perdí un poco de ella, no quería que percibiera mucho interés, fui a bailar y a tomar por otras mesas, intenté darle un poco de celos con la idea que despertara su atención, fui y saqué a bailar una chica que ella no toleraba mucho, nos reímos, jugamos. Mientras tanto sentía algunas miradas de ella, la volteaba a ver y mi trabajo había sido bien realizado, fue por mi a la mesa.

Estaba una canción de reggaetón, empezó a bailar muy de cerca y seguí el juego, poco a poco me frotaba más sus nalgas de espaldas a mi, con mis manos alrededor de su cintura, un toqueteo de manos, empezábamos con un juego no verbal de "quién podía más".

Intentaba no verme tan caliente pero era inevitable, sentía sus nalgas chocar conmigo mientras se marcaba la tanga que llevaba de bajo, cuándo se volteaba a mi solo podía pensar en sus enormes senos y como quisiera que me llenará la boca con ellos, estaba ardiendo… No pude contenerlo estaba tan caliente, mi verga empezó a ser más notoria para ella, estoy seguro que le tomó por sorpresa el tamaño, volteo a verme.

K: Voy a ver a mis amigas, que alguien aquí se la está pasando muy bien -Con una risita en los labios dándose la vuelta, en dirección a sus amigas.

Y: Me parece bien, o te seguirás poniendo más nerviosa

K: ¿Yo nerviosa? -Volteó con un semblante de no creer que le dijera eso.

Y: Claro, ¿No me dirás qué lo estoy imaginando?

K: ¡Deberías! ¿Por qué me pondría nerviosa de ti?

Y: Tú dime… -Volteando a verme a mi mismo, buscando expresar todo lo que tengo.

K: – Jaja Me gusta tu seguridad

Se ríe cínicamente, me lanza una mirada juguetona y se va.

En cuánto se da vuelta me preguntó a mi mismo como me he manejado tan bien, en mi interior no estaba seguro de creer que se fijaría en mi, 9 años, me debería ver cómo un niño pero este juego del "Yo puedo más" ya había comenzado y no sería yo el que perdiera, ninguno de los dos tenía nada que perder, si ella tenía pareja no estaba ahí y parecía importarle poco que yo tuviera una relación.

Era ya de madrugada, quedábamos pocos borrachos en la fiesta, todos muy contentos, cuando de pronto me acordé de ella, en el festejo me olvidé un poco.

Creí que se había ido a dormir, fui al baño y saliendo la vi aún ahí, más tomada, con las mejillas coloradas. Pensé que si no era en ese momento no podría hacerlo nunca.

No sabía que estaba haciendo pero esperaba que surtiera efecto.

Y: Te perdiste, ¿Continuamos con lo que dejamos pendiente?

K: Jaja ¿Según tu que dejamos pendiente?

Y: Estabas a punto de besarme, me comías con la mirada

¡Nuevamente me veía sin creer que le hablara así de cínico!

K: Jaja Debes estar mal

Y: Tal vez si, quizá era yo el que no podía quitar los ojos de tus labios

K: Eres un cabrón como dicen ustedes los mexicanos, ¿A qué juegas? -Mientras pasaba la mano mi camisa.

Es ahora o nunca.

Y: Yo a nada, pero se con qué puedes jugar tu

K: jajaja No puedo creer lo que me dices ¿Estás loco?

Y: Jaja Ven a mi habitación, nadie se tiene que enterar si somos discretos

K: Estás loco, no puedo, es un evento del trabajo y además eres mucho mejor que yo

Y: Jaja Como quieras, sabes bien cómo nos divertíamos, digo… Naturalmente somos compatibles y eso no pasa seguido.

No la conocía hace mucho pero sé que su rostro sonrojado no mentira, ella estaba tan interesada como yo, el pensar en lo húmeda que estaría me ponía muy caliente.

K: Estás loco, me tengo que ir

Y: Está bien, vete, ahorita veré con quién me divierto

K: Que ególatra eres.

Había sido el final del juego, me pasé y rompí la liga, pensaba en lo idiota que fui y me preocupaba que lo había arruinado, ni un maldito beso saqué.

Me fui a tomar, ya que no iba a coger, al menos me iba a divertir. La noche siguió, quedamos los últimos de la fiesta, a eso de las 3 am decidí irme a dormir, me despedí de algunos amigos, tome mis cosas, mi orgullo y me fui a la 218.

Escuchó una risa fuera de la 204 camino a mi habitación, era Karla muy divertida con otro compañero del evento, fumaban un cigarro y parecía estar bien, pensé que tal vez el hizo el juego correcto. El chico me llama, me acerco a una plática escueta y me voy, me dije.

Karla se levanta y me secretea al odio:

K: Este pesado no se va

Y: Pues diviértete con el

Me da un golpe en el hombro

K: Inventa una excusa

Y: Oye Héctor ya nos vamos a acostar, ¿en qué habitación estás tú?

H: En la 120 -Claramente borracho.

Y: Uyyy queda un poco lejos, pues que la pases bien

Tomo a Karla de la mano y la llevó conmigo.

Y: Héctor estaba muy pedo, ¿Que te decía?

K: Muchas tonterías… Un pesado, voy a tu habitación y cuando se vaya me regresó.

Que suerte tenía, este cabrón terminó dándome la última ficha en este juego.

Y: Pasa, por favor, sin pensarlo mucho logré traerte a mi habitación

K: ¿Sin pensarlo? Yo creo que fue pura suer…

Me lance a besarla, era la última oportunidad, me regreso el beso.

Empezamos en un juego de ida y vuelta de besos y mordidas, si que besaba bien, empecé a tocar de más, ella me tomaba la mano para medir hasta donde llegaba, yo no desistí y continúe, ella se resistía a la idea de que me la cogiera y yo ganará este juego, claramente no quería darme la satisfacción.

Seguimos besándonos, poco a poco se fue poniendo más caliente, estaban mis manos sobre su cintura y después en sus nalgas, ella me abrazaba y yo seguía comiéndola a besos. Mi lado salvaje salió, de un tirón la coloque de espalda, empuje su cuerpo contra la pared y ella emitió un ligero gemido de sorpresa.

K: ¿Qué haces?

Y: Lo que te he querido hacer toda la noche -Tomé su mano y la puse sobre mi verga bien parada- ¿Te gusta?

K: Que cabrón eres, llevas incitándome toda la noche…

Y: Pues ahora te dejare jugar con ella, que rico te la voy a meter -Le jalé el cabello mientras la empujaba contra la pared.

Ella estaba ya húmeda, continúe besándole el cuello, mientras le decía que me moría por tenerla así, empezó a frotar mi verga cada vez más grande y dura, yo a tocarle esos hermosos senos que moría por chupar, el movimiento de sus caderas estaba delatándola, iba a hacer lo que le pidiera y ella lo sabía. Le di la vuelta y la arroje sobre la cama, empecé a quitarme la camisa y con los ojos le mostré mi siguiente paso, desabroché mi pantalón y saqué esa hermosa verga que se iba a comer, 20 cm, de buen grosor.

K: Que grande la tienes, me pusiste tan caliente toda la noche.

Y: Ponte de rodillas, quiero ver cómo me la chupas.

Obedeció con gustó, se puso de rodillas con un ligero baile, empezó por un beso discreto en la cabecita, poco a poco beso a beso bajo hasta mis huevos dónde subió con una lamida nuevamente… estaba ardiendo, mi verga estaba enorme, nunca la vi así, ella me veía a los ojos mientras se portaba más y más cerda, me masturbaba con una mano mientras me chupaba entre los huevos

Y: Cómetela toda

Intentaba tragársela toda un sonido gutural se escuchaba cada que ella entraba y salía, era mucho mejor de lo que imaginé, en un acto de calentura total la tomé por el cabello y empecé a metérsela hasta el fondo, escuchaba como ella daba arcadas y sus ojos lloraban un poco de sentir la mitad de mi verga hasta la garganta.

K: No puedo, la tienes muy grande

Baje a besarla con la lengua, esto ya era toda humedad, todo lleno de fluidos, la levanté y la avente sobre la cama, le arranque el vestido casi al instante, le quite la linda tanga y seguí a chupársela, ella ya estaba húmeda, continúe en la búsqueda del clítoris mientras sentía como me tomaba de la cabeza, seguí lamiendo con fuerza, quería insaciablemente hacerla venir, sentía que los fluidos me llegaban hasta la barbilla, estaba tan caliente que me masturbaba con una mano mientras ella gemía…

K: Ahí ahí, sigue ahí, ahhh…

Se vino en toda mi boca, un sabor salado y delicioso no podía estar más caliente, subí a su boca, la besé.

K: Métemela ya, estoy tan caliente, que puta me pones.

Mientras la miraba inserte mi verga en ella sin ningún problema, estábamos tan calientes que me sorprendía no haberme venido antes, tomé sus piernas entré mis brazos, me coloqué recto y con un movimiento de caderas empecé a cogerla, a embestir guiado por sus gestos de placer, entraba y salía con tanta fuerza que no sabía cuánto más soportaría. La tomé del cuello, mirándola a los ojos:

Y: Estoy a punto de venirme, que ganas tenía de cogerte

K: Cógeme cógeme

Seguí embistiéndola cada vez más rápido, más fuerte, más animal, no podía más, sentía en mi verga la presión de ella, estábamos a punto de venirnos, un palpitar cada vez más fuerte, mientras ella gemía sin importar que nos escucharán.

Me salí, subí de inmediato a su boca y me vine en ella, caía mi semen en su pecho y en su boca, le pedí que se lo tragara, aun masturbándose con calma al haber terminado pero seguir caliente.

Yo solo podía disfrutar al verla, me dio un último beso en la verga, mientras yo exprimía las últimas gotas para su boca, termino tan colorada de las mejillas que si no me hubiera venido segundos antes estaría listo para cogerla de nuevo.

K: Eres un cabrón, coges riquísimo.

Y: Cuándo quieras voy de visita a cogerte.

Nos despedimos con un beso y se fue a su habitación, aún estaba obscuro, como prometí nadie se daría cuenta.

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