No era nuestro primer encuentro, compartíamos nuestro gusto por vestir ropa femenina y comportarnos como mujeres de forma privada, mientras yo me inclinaba a ser una hembra sumisa y pasiva, ella era activa y dominante.
En esa ocasión nuestro encuentro había comenzado la noche anterior y ya ella había hecho de todo para feminizarme, humillarme y dominarme, por lo que estaba todo el tiempo excitada y caliente, desde que estaba en su apartamento había tenido que usar varios vestidos, pantis, medias, faldas, camisas, zapatos, sostenes, disfraces, uniformes y todo tipo de accesorios femeninos, me había castigado metiendo dildos adentro de mi culito, me había dado nalgadas, amarrado, penetrado y hasta se había masturbado encima de mi tirando toda su leche en mi boquita, mis labios y mi carita de mariquita, también me había obligado a dormir usando una pijamita con pantis de algodón blancos y toalla higiénica femenina.
Para feminizarme y humillarme me había obligado a hacer todo el aseo del apartamento, había lavado cada baño con un juguete diferente adentro de mi culito, había cocinado vestida como una sirvienta y arreglado la cocina vestida como toda una dama, ella me había usado como su muñeca y me había vestido como una hermosa princesa, me había castigado por manchar mi ropita y mojarla y luego me había obligado a vestir como una campesina, también varias veces me había ordenado vestir como una prostituta callejera.
Durante nuestra sesión habíamos mirado pornografía y habíamos ingresado a salas de chat en las que ella me enseño como coquetear como una mariquita travesti, también me había tomado fotos y videos que compartió para enseñarme a ser una linda mujer que complace a los hombres que quieren ver su cuerpo femenino.
Luego de comer arregle la cocina solo en ropa interior femenina como ella me había ordenado y cuando termine me ordeno que me vistiera con el traje de princesa que me había puesto la noche anterior, yo fui obediente a la habitación notando que ella estaba en una de las salas de chat que habíamos explorado en la tarde, después de desnudarme me volví a vestir completa lo más rápido que pude pues sé que a ella no le gusta esperar, me retoque el maquillaje y me puse los mismos zapatos altos de princesa que había usado antes con el vestido, me los coloque con unas medias de liguero, luego me puse unas pantis blancas de seda y encaje con unos sostenes a juego, luego me coloque varias enaguas que iban con el vestido y me hacía ver más femenina y termine con el vestido rosado de princesa que ella quiera que usara.
Cuando regrese ella seguía en el computador y me ordeno que me sentara en un sillón de la sala, yo me senté y ella me tomo una foto, luego escribió un par de cosas más y se paró de la silla, primero fue a la habitación y regreso con la bolsa en donde sabía que estaban las cuerdas, traía además un collar rosado de perrita con su cadena, solo verla me excito y me puso muy caliente, ella me ordeno ponerme arrodillada en el sillón de espaldas, parando mi colita lo más que pudiera y con las piernas abiertas, así me amarro bien de manos y piernas.
Luego me levanto la falda y me tomo otras fotos, poniendo especial atención en los pantis blancos de seda y encaje que había elegido, tomo la correa de perrita y una mordaza para mi boquita, cuando me tuvo así vestida me dijo que era una linda sumisa mariquita, una travestida, sumisa y feminizada, como ella sabía lo mucho que disfrutaba de tener una verga dura y gruesa en mi culito, estaba segura de que era una hembra y me encantaba ser una puta, así que desde hace algún tiempo tenía la fantasía de prostituirme, de venderme como una puta a un macho y mirar mientras un hombre me rompía el culito y me dejaba abierta y disponible como una puta barata.
Yo la mire asombrada, también muy excitada, no podía creer lo que me decía, iba a ser prostituida y no podía hacer nada para evitarlo, estaba amarrada en su apartamento, no solo estaba vestida como una princesa, me sentía completamente feminizada y sometida, como ella sabía que todo era una sorpresa y no quería que me resistiera me dijo que había puesto algo en la mordaza y que ahora ya me debía estar sintiendo un poco mareada y cada vez más excitada.
Luego me recordó que era su sumisa, su perra así que debía obedecer y me pregunto si iba a dejarme tratar como una puta, yo conteste con mi cabeza con un SI, ella paso atrás de mí y luego de levantar mi vestido me coloco lubricante en mi culito sin bajar mis pantis, y cuando estaba terminando alguien golpeo la puerta.
Ella me arreglo bien las pantis y me bajo el vestido y fue a abrir, yo seguí inmóvil, atada y cada vez más excitada, mientras los escuchaba me sentía humillada pues ella me describía como una puta, como una perra en celo que deseaba ser penetrada, que necesitaba que le llenaran el culito de leche, se colocaron frente a mí y ella tomo la correa de mi collar de perrita mientras él sacaba algo de dinero de uno de sus bolsillos, no sé si sería casualidad pero sentí que ella quería que viera como me vendía, como negociaba mi culito para que me sintiera más humillada, más feminizada.
Él solo quería penetrarme y ella iba a filmar como lo hacía, como él ya estaba excitado, ella repitió el precio que había acordado y él le entrego el dinero rápidamente, después de comenzó a soltar su correa y desabotonar su pantalón, entonces saco su verga justo frente a mi carita, era grande y muy gruesa, ya la tenía muy parada, se veía muy dura, el me la mostro y tomando el collar de las manos de ella se colocó detrás de mí, primero me levanto el vestido y cuando vio mis pantis mojados me dio una nalgada llamándome perrita cochina, puta sucia.
Me bajo las pantis solo lo suficiente para penetrarme toda de un solo golpe, yo grite con mi mordaza, me moví por el dolor, me estaba partiendo, él no le dio importancia y comenzó a montarme como a una hembra, sentía su verga dura y caliente adentro de mí, sentía que me partía en dos, el mientras me montaba me seguía diciendo que era una puta, una perra y halaba de la corra de mi collar de perrita para que pusiera mi culito más parado a su disposición, el dolor de su penetración había ido disminuyendo, pero la excitación seguía aumentando, me sentía muy caliente, disfrutaba mucho de ser penetrada y él me estaba partiendo en dos, sentía su verga dura y gruesa abriendo mi culito.
Él se movía adelante y atrás diciéndome que era una perra, una puta sucia, yo me sentía así, como una hembra en celo, como una puta que disfrutaba la verga de un macho por trabajo y placer, me sentía una perra caliente, ella nos filmaba, tomaba fotos y él se ponía cada vez más caliente, le encantaba montarme así vestida, le gustaba que ella mirara como me penetraba, como rompía mi culito, como me hacia una hembra, entonces comenzó a montarme más duro, más rápido y ella me quito la mordaza de la boca para dejarme gemir como una puta, yo agradecida gemía más duro, lo hacía de la forma más femenina que podía, como una puta en celo.
El disfrutaba de mis gemidos y me penetraba más adentro, más duro hasta que sentí como su verga se puso dura, caliente, se puso más gruesa y comenzó a disparar su semen adentro de mi culito, sentí cuatro chorros muy grandes, me sentí llena de semen como una puta, preñada como una hembra, él se dejó caer encima de mi un momento y sentí como su verga iba perdiendo tamaño, iba saliendo de mi culito abierto, mojado y caliente, él se puso de pie y luego de sacudir su verga encima de mi, subió sus pantalones y salió del apartamento, no sin antes pedir una copia del video.
Yo quede inmóvil, muy excitada, me encantaba sentir mi culito abierto, sentía como el semen comenzaba a salir y mojaba mis pantis que aún estaban sobre mi verguita y la parte de debajo de mi culito, ella termino de tomarme algunas fotos así, luego sentí como metió un plug en mi culito mojado y subió mis pantis mientras me decía que no quería que saliera todo el semen de mi culito todavía, después comenzó a soltar mis manos y mis piernas no sin antes decirme que debía quedarme así como estaba, yo me quede quieta y sumisa, me sentía muy excitada, muy sumisa y femenina, ella me soltó fácilmente y luego tomo el collar de perrita y me ordeno que me fuera caminando en cuatro patas como una perra atrás de ella.
Fuimos hasta la habitación y allí me ordeno que me subiera a la cama, mientras lo hacia ella abrió un cajón de donde saco unas esposas y me las coloco, luego ato mis manos con las correa de perrita dejándolas sobre mis pechos y me tiro a la cama, después de ir por algunos juguetes y lubricantes comenzó a desnudarse, cuando solo faltaba que se quitara las pantis se subió a la cama y se arrodillo con las piernas abiertas a los lados de mi cabeza y justo encima de mi carita, ella me ordeno que sacara mi lengüita y bajo sus caderas para que comenzara a lamber tus pantis,
Yo lamia excitada y comenzaba a sentir con mi lengua y mis labios como su verga se ponía cada vez mas dura adentro de sus deliciosos pantis, ella entonces comenzó a meter sus manos entre mis piernas, levanto mi vestido y las metió adentro de mis pantis llegando hasta mi culito, allí seguía el plug, ella lo estuvo metiendo y sacando un rato mientras me bajaba las pantis y me acariciaba haciéndome poner muy caliente, luego saco el plug y lo limpio en sus pantis para volver a ponerlos en mi boquita, ahora con un sabor al semen que tenía en mi culito y comenzó a meter un vibrador por mi culito haciéndome gemir como una hembra caliente.
Estuvo un rato penetrándome con el vibrador y mientras lo hacía se acostó a mi lado y después de quitarme las pantis sucias y mojadas las metió en mi boquita para que dejara de gemir, así apago el juguete y me comenzó a penetrar así toda mojada, toda caliente, así llena de semen, ella me penetro, me monto así sucia y caliente, metió su verga por mi culito abierto, mojado y lleno de leche mientras me decía lo puta que era, lo perra.
Me decía que era una mariquita travesti, una sumisa, una hembra en celo y mientras lo hacía me penetraba cada vez mas duro, mas rápido, hasta que sentí como ella se venía adentro de mí, como me llenaba el culito con su leche y cuando termino me soltó las manos, me entrego un vibrador y me ordeno que sacara las pantis de mi boquita y me las volviera a poner porque quería me masturbara como una hembra delante de ella, quería que me mojara en las pantis así como una puta, como una mujer, yo me volví a poner las pantis y después de prenderlo metí el vibrador en mi culito y me comencé a tocar así en pantis, me sentía excitada, me sentía feminizada y humillada estando así toda caliente y tocándome delante de ella, todo me hacía poner mucho más caliente, mucho más sumisa, así que me toque metiendo y sacando ese vibrador de mi culito como una hembra, hasta que sentí como me mojaba, como me venía en mis pantis mientras ella me miraba satisfecha.
Como siempre agradezco a quienes leen y disfrutan de mis relatos de fantasía, me encanta escribirlos y siempre me anima mucho recibir mensajes de quienes se excitan leyéndolos, por eso dejo mi correo [email protected] espero volver a publicar relatos de varios capítulos en el futuro para poder describir mejor las situaciones de feminización, sumisión y humillación que tanto me excitan.