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Profesora de matemáticas
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Hola amigos, soy Soledad, la señora Soledad o la profe Soledad, 42, soltera, alta buenamoza, relativamente bonita, pelo negro, grandes tetas y mejores pezones, cuerpo aún firme y bien cuidado, amante del sexo o más bien como me dijo mi sicóloga, casi ninfómana, por lo que acá estoy solterona pues ya no me casaré y gozando de, hasta ahora durante mi vida caliente, de unos 43 hombres de diferentes edades, tallas, cuerpos, vergas y semen.

Puede que sean algunos más, yo creo no es mucho, pero tampoco poco y estoy orgullosa de que aún cace alguno que me gusta y tenga dos amantes activos que me dan satisfacciones muy agradables a pesar de sus años. Ahora, como verán, he sumado un campeón maratonista de la cama y de solo 18 años. Estupendo.

Hago clases de matemáticas en colegio fiscal y aprovecho de hacer clases particulares en mi departamento, generalmente de recuperación a mis propios alumnos y a los que me pidan dejarlos bien para los exámenes de fin de año.

Bueno, vamos al caso.

Un sábado estaba haciendo aseo y ordenando cuando suena el timbre. Creyendo que era un encargo que me tenía que llegar, fui a abrir sin reparar en mi vestimenta. Llevaba un peto corto muy ajustado y algo trasparente que no dejaba nada a la imaginación pues tengo los pezones muy grandes, café claros con una respetable aureola también café claras. Abdomen al aire y una minifalda en juego. Abajo una tanga pequeña y abajo zapatos de taco alto pues me gusta resaltar mi cuerpo.

Abrí y para sorpresa total me encontré con Javier, un alumno de uno de los últimos años.

-Vaya chico, que sorpresa ¿qué te trae por acá?

-Señora Soledad, quiero que me haga unas clases porque ando flaco en mate con el profe Gallardo.

-A ver amor, primero para ti acá soy la Sole, no señora porque me avejentas, jijiji.

-Difícil avejentarla con ese cuerpo profe, y no me despegaba la vista de los pezones.

-¿Te gusto Javi?

-Perdóneme, pero no puedo dejar de mirar esos pezones.

Bastó esa frase para que sintiera un mariposeo en mi vagina y para mejor mis pezones cobraron vida y crecieron erectándose. Me transformé en la ninfómana de inmediato.

-Empecemos la clase Javi, puedes tocarlos a gusto.

-Pero Sole ¿de verdad puedo hacerlo?

-Te facilitaré la tarea Javi.

Y dicho esto me saqué el peto quedando desnuda cintura arriba.

-Tócamelos y chúpamelos delicia que me has dado unas ganas atroces… ¿Cómo andas en la cama?

-Excelente según me dicen las minas que me he culeado.

-Entonces no perdamos tiempo y vamos a la cama.

Lo tomé de la mano y lo llevé al dormitorio que estaba con la cama desordenada. Tomé la ropa y la tiré fuerte sacándola toda y quedando solo el colchón con la sábana y las almohadas. Lo atraje y lo empecé a desnudar mientras el me sacó la tanga dejando a la vista mi matorral de pendejos suaves y abundantes. De inmediato y mientras nos besábamos se apropió de mi concha metiéndome los dedos y acariciándome la champa.

Ya desvestidos seguimos besándonos y nos tendimos lado a lado, le tomé el pico y se lo acaricié, luego me bajé y empecé a chuparlo. Era de dimensiones ciclópeas, creo que de 20 centímetros o a lo mejor más con su escolta de dos bolas grande y peludas. Mientras me acariciaba entera y jugueteaba con los pezones que estaban durísimos y había alcanzado su mayor dimensión de casi tres centímetros cuando ya estaba muy excitada y caliente.

-Avísame cuando vayas a eyacular amor.

-No te preocupes pues soy un maratonista de la cama. Tendrás varios orgasmos antes de que te llene de leche. Ahora abre las piernas para penetrarte.

Lo hice y me montó con las piernas bien arriba, tipo patas al hombro.

Su tronco me quedó perfecto, entro muy ajustado y me lo metió integro. Nada raro pues con mi experiencia tengo una concha enorme y muy abierta igual que mi culo.

-No te apures amor, bombea más lento pues así puedo gozar más y no molesta. Seguro que a tus minas les duele, pero como son jóvenes se la tragan y no dicen nada creyendo que es parte del placer ji.ji.ji… así está mejor mira que me tienes que hacer gozar como nunca pues es primera vez que monta un chico tan joven.

Luego de un rato sentí los síntomas del orgasmo. Me vino y fuerte, escalofríos, tiritones y mis piernas para cualquier lado, lo gemí y lo grité fuerte, él se sonrió, pero siguió dándome sin parar. Obviamente a los tres minutos estaba nuevamente orgasmeando con la misma fuerza que le anterior y él dándome como si nada, luego unos minutos y otro más. Ahora sí que sentí como un mareo y caí lacea. Él se detuvo y me dejó descansar.

-Mi celestial culeador, eres un monarca de las cachas… ¿cómo dejas a las chicas después de horas de culear?

-Jajaja una hasta se desmayó y me dijo que no saldría más conmigo pues la iba a matar a pencazos, jajaja, al otro día me llamó para que la montara de nuevo. Otra quedaba como muerta de tanto orgasmo tenía que esperar que se pusiera bien para seguir. También me llamó en la tarde para seguir culeando pues estaba aún tiritando de las cachas anteriores y quería “regularizarse”. Las mujeres gozan mucho más que uno y me he dado cuenta de que somos nosotros juguete de ustedes y no al revés como dicen.

Descansamos un rato y se quedó chupándome los pezones por lo que luego estaba caliente y le pedí que me penetrara… apuntó a mi ano y me preguntó si podía a lo cual me enderecé y saqué del velador mi suavizante y le pedí que me lo pusiera hasta bien adentro y que se colocara bastante en el pico.

Me colocó de espaldas y me levantó bien las piernas, apuntó y me lo metió suavemente. Entró muy bien, me agradó y sentí que sus pendejos quedaban topándome las nalgas, o sea me lo comí completo.

De nuevo una larga corrida de bombeos y de pronto eyaculó una formidable cantidad de leche. Yo, hirviendo, me seguí moviendo hasta que me vino el orgasmo. Los orgasmos de culo, en general son muy fuertes, pero este fue un terremoto. Perdí el control totalmente tiritando como condenada a muerte y como él se movía fuerte la leche me empezó a correr por las nalgas y a transformarse en merengue. Al final terminé con el culo blanco del semen batido y el hoyo me quedó abierto un buen rato por lo que sentí el aire fresco meterse en él. Muy agradable.

Nos fuimos a duchar lo que dio para una enjabonada deliciosa y él quiso metérmelo nuevamente,

-No mi amor esta bueno, aunque…

Me bajé y le hice una chupada de película. Sin pensarlo me eyaculó en la boca, tragué con fruición la leche blanca, caliente, dulzona y nada de ácida.

Este chico tenía todo magnífico.

Nos tomamos un buen refrigerio y quedamos de que el volvería nuevamente ojalá los miércoles pues tengo la tarde libre.

-¿Y los fines de semana?

-Puta madre mi delicia sería fantástico, pues te vienes a pasar la noche con carta blanca para abusar groseramente de tu profesora de matemáticas… jajaja.

Quedé feliz. Misionero, perrito, patas al hombro, riñones taloneados, secretaria, carretilla, etc. hicimos todas las poses que existen.

Y tuve orgasmos sensacionales. Tragué la leche y me enculó causándome el orgasmo más violento en muchos años.

Bueno espero les haya gustado la historia.

Un beso donde más les guste y ya les contaré otras de mis aventuras sexuales.

Sole.

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