Hace ya varios años, en mis años de estudiante, exactamente en el tercer semestre de la carrera, tuve una profesora de inglés muy atractiva, además de ser extremadamente caliente, era bellísima, tenía una piel morena clara perfecta, parecía que siempre estaba bronceada, un rostro delgado, con facciones finas, ojos grandes de color café oscuro, nariz afilada, labios carnosos, cabello negro, lacio y largo hasta la cintura, su figura esbelta, pero con curvas muy marcadas, piernas largas muy torneadas, caderas anchas, cintura pequeña, tetas grandes.
Cabe mencionar que estudié la carrera ya grande, a ella la conocí unos años antes por su hermano menor, con quien tuve una amistad en mis tiempos de desordenada juventud. El día que llegó al salón y me vio, abrió sus grandes ojos y me preguntó ¿tú qué haces aquí?, una mala fama me precedía por el tiempo de parranda y vida loca que viví junto con su hermano menor, por mi parte sonreí, le respondí que estaba estudiando, después de observarme unos instantes, me felicitó, me dijo que sería mi Profesora de inglés y se presentó ante el grupo.
Normalmente vestía con falda corta, minifalda o falda pantalón corto sin medias, blusas sin mangas y escotadas, cuando hacía frío usaba leggins o medias, polos ajustados con abrigos cortos, pero siempre lucía excitante.
Ese día llevaba una minifalda negra, que dejaba muy poco a la imaginación, como soy muy preguntón, me gustaba sentarme justo frente al escritorio de los profesores, ella por su parte, se recargaba en el escritorio, quedando casi sentada, haciendo que su minifalda subiera por sus esculturales muslos, sus movimientos eran todo un espectáculo justo frente a mis ojos.
Ella sonreía dejando ver sus blancos dientes al percatarse del efecto que causaba su figura entre todos los hombres y algunas mujeres del salón, pero posaba su mirada constantemente en mí, cosa que notaron compañeros y compañeras, haciendo mofa de eso al finalizar la clase.
Cuando se fue, me abrazo, me dio un beso en la mejilla, mientras me felicitaba y me decía que le daba gusto que enderezara mi vida, que hablara con su hermano que seguía por el mal camino, algunas clases siguieron su curso de manera “normal” por así decirlo, sus insinuaciones eran cada vez más obvias, al inicio pensé que mis compañeros y compañeras exageraban la situación, pero en esa clase de viernes, me di cuenta que no exageraban nada.
Era un viernes caluroso de septiembre, ya empezaban las celebraciones de las fiestas patrias, ella llevaba puesto un conjunto rojo con orillas blancas de dos piezas, zapatillas cerradas con tacón alto, del mismo color a su conjunto, que consistía en un vestido corto pegado a su cuerpo como guante, y un blazer del mismo tono, el vestido era sin mangas, escotado del pecho y espalda, dejando ver su largo cuello adornado por un collar que hacía juego con sus aretes y el moño que coronaba su peinado de cola de caballo, lucía espectacularmente sensual, sus piernas sin medias eran un deleite a la vista.
Ese día al saludarnos, me dio un abrazo más fuerte que lo acostumbrado, sentí el calor de su cuerpo pegado al mío, en respuesta me empezó a crecer un bulto entre las piernas, su delicado olor era excitante, todo en ella era fuego. Al iniciar su clase se quitó el blazer dejando a la vista su escultural figura, luciendo unas nalgas perfectas, una espalda sexy cuando daba la vuelta, un escote que dejaba ver un par de tetas grandes, el vestido corto hacía lucir sus piernas marcadas y curvilíneas. Después quitarse el blazer, lo acomodó en el respaldo de su silla, se fue a recargar al escritorio, justo frente a mí, abriendo sus piernas más de lo acostumbrado, de pronto con pequeño salto, se sentó sobre el escritorio regalándome una vista maravillosa, por más que lo intentaba no lograba desviar la mirada de sus torneados muslos y un poco más.
Ella me sonreía al darse cuenta, era un hecho que disfrutaba llamar la atención de hombres y mujeres del salón, minutos antes de terminar su clase, bajó del escritorio, caminaba muy cerca de mi pupitre, caminaba entre los demás compañeros, pero en especial pasaba muy cerca de mi lugar, al hacerlo ponía alguna de sus manos sobre mis hombros, al concluir su clase, yo estaba muy excitado, me imagino que al igual que mis compañeros y algunas compañeras. Al despedirse de mí, pegó una de sus piernas a mi verga, que en ese momento estaba durísima, me dijo que si la acompañaba a un convivio de su oficina con motivo de las fiestas patrias, sin pensarlo dos veces, le dije que sí, le pregunté la hora y lugar donde nos veríamos, me respondió que “ya”, que recogiera mis cosas y la viera en el estacionamiento en lo que ella subía a firmar a la sala de profesores.
Me apresuré a recoger mis cosas para salir del salón entre chiflidos y bromas de mis compañeros y compañeras, al llegar al estacionamiento, durante unos minutos de espera me imaginaba mil cosas, desde cogérmela en su auto o ir directo a un hotel al salir de la universidad, sin embargo, nada de eso sucedió. En lo que esperaba unos minutos que se me hicieron eternos, para hacer la espera más corta me fumé un cigarro, finalmente la vi venir, ya la mayoría de alumnos regresaban a la clase correspondiente y los profesores ya estaban esperando en las aulas respectivas, así que el estacionamiento ya casi estaba vacío.
Al acercarse más al estacionamiento, el contoneo de su sensual figura resultaba hipnotizante, la excitación dentro de mi pantalón aumentaba cada vez más, llegó a donde la estaba esperando, le dije que me dijera cuál era su auto para seguirla, me respondió que la acompañara al Instituto de Investigaciones de la Facultad antes de irnos, nos dirigimos hacia los edificios del Instituto de Investigaciones, que debido a la hora y día, estaba casi desierto, fue a un salón en el tercer piso, yo iba detrás suyo deleitando mis sentidos con el contoneo de sus nalgas, ella me miraba cuando volteaba y sonreía.
Yo ya ardía en deseos de abandonar la escuela e irnos para empezar a besar, acariciar ese tentador cuerpo y tener esas piernas sobre mis hombros, pero tenía urgencia por llegar a donde se dirigía, para mi sorpresa el aula a donde llegamos estaba vacía, así como el resto de los salones, ella me miró con una sonrisa llena de lujuria y deseo, mientras me decía “entra, no muerdo, bueno tal vez sí, pero te va a gustar”, de inmediato entré ,ella puso el seguro de la puerta, dejó su bolso en una silla, al tiempo que me decía “estamos solos, aprovecha el tiempo antes de irnos”, al ver la expresión de mi cara, me dijo que estuviera tranquilo, que ese día y a esa hora ya nadie pasaría por esa aula, ni en el piso, incluso en todo el edificio.
Acercándose a mí, me dijo “te voy a confesar algo: siempre me gustaste, pero me caías mal por andar de borracho y mujeriego con mi hermano, además estabas muy chico para mí”, le respondí que sabía que le gustaba, sin darle oportunidad a responder, la tomé de la cintura jalando su cuerpo hacia el mío hasta quedar pegados mientras la besaba, mi lengua abrió paso entre sus labios, respondiendo ella con la misma intensidad, sus labios carnosos se sentían increíbles, nuestras lenguas se enredaban en una lucha de caricias, su boca recorría mi rostro y cuello, mi boca bajó hasta sus hombros desnudos mientras le quitaba su blazer para aventarlo al pupitre más cercano, al llegar a su tetas las besé y acaricié por encima de la tela, eran grandes y firmes.
Mis manos recorrieron su espalda hasta llegar a la parte inferior de su vestido, al sentir la caliente piel de sus muslos, levanté el vestido un poco para sentir la tersa piel de sus duras nalgas, sentí la tela de su tanga de hilo dental, apreté ese par de nalgas redondas, entre tanto, ella desabotonaba mi camisa y besaba mi pecho, para ese momento la levanté de las nalgas, ella pasó sus piernas por detrás de mi cintura y caminé hacía el escritorio, al llegar me quité la camisa, tomé una de sus piernas para empezarla besar, ella ya tenía el vestido hasta la cintura, me detuvo para pedirme que le bajara el cierre de su vestido en la parte de atrás para no arrugarlo demasiado, así lo hice para retirarlo por completo de su escultural y caliente cuerpo, dejándola únicamente con el bra cubriendo parte de sus grandes tetas y la tanga que no deja nada a la imaginación.
Acto seguido, retome los besos en sus piernas, lamiendo lentamente cada centímetro antes de llegar a sus muslos, le dije que era una de mis fantasías sexuales de mi adolescencia, ella soltó una risa sensual y me dijo que aprovechara la ocasión, porque no le gustaban los hombres menores y que examinaría mi desempeño de manera rigurosa, interrumpí sus palabras al llegar a su entrepierna que ya estaba ardiendo, los labios de su vagina estaban húmedos, el pequeño triángulo de tela que la cubría estaba mojado, lo hice a un lado para besar esos carnosos labios, ella ahogó un grito con sus manos y me dijo “ya méteme esa verga, dejemos esto para después”.
Por mi parte ignoré el comentario y metí mi lengua a su mojada vagina, inhalando el agradable olor a hembra caliente, saboreando los jugos, producto de su excitación, inconscientemente abrió sus más sus piernas, así que seguí dando lengua hasta llegar a su botón rosado y firme, para lamerlo y succionarlo hasta hacerla venir, al tiempo que tapaba su boca con ambas manos, cuando explotó en mi cara, sus muslos temblaban por el cúmulo de sensaciones, después de unos segundos, se incorporó para besarme y pedirme de nuevo que le metiera mi verga o me iba a reprobar, mientras hablaba sus manos desabrocharon primero mi cinturón, en seguida el pantalón para liberar y acariciar mi falo erecto.
Al acariciar mi pene me dijo que ya lo quería tener dentro, así que dejé que lo fuera guiando a la entrada de su caliente y mojada vagina, sus muslos estaban también mojados con sus jugos vaginales, era una vista excitante, al meter la punta de mi pene sentí de inmediato la humedad y el calor de su deliciosa vagina, mi pito entró sin dificultad, sintiendo como ella contraía sus músculos apretando mi verga de una forma maravillosa. Yo tenía sus piernas sobre mis hombros, sus manos dejaron libres sus grandes tetas y las acariciaba mientras nos movíamos rítmicamente, cunado llevó una de sus tetas a la boca para besar y morder su pezón mi excitación creció, bajé sus piernas de mis hombros para agacharme a besar sus enormes tetas y morder sus pezones, estaban duros, pero eran suaves, al momento de incorporarme, ella se abrazó a mi cuello, yo la tomé de las nalgas para levantarla, sus piernas abrazaron mis nalgas, nos seguíamos moviendo acompasadamente, mientas nos besábamos, sentía sus grandes tetas en mi pecho, sus uñas en mi espalda.
Los movimientos fueron aumentando de intensidad, los músculos de su vagina parecían exprimir me falo, era una sensación deliciosa, sentía que me iba a venir en cualquier momento, mis gemidos lo anunciaban, ella me decía que aguantara un poco más, en un momento sus brazos y piernas me apretaron, apretó su boca en mi cuello para ahogar un grito, las uñas de sus manos se clavaron en mi espalda, las paredes de su vagina se contrajeron, sentí en ese instante como sus jugos mojaban mi verga y mis muslos, no pudiendo contenerme más, dejé escapar mi semen dentro de su vagina, mezclándose con sus jugos, me dejé caer sobre el escritorio encima de ella para recuperar el aliento, así permanecimos durante unos minutos, respirando agitadamente, ella me dijo que había aprobado el examen con sobresaliente, pero que la evaluación continuaría.
Ya recuperados, nos levantamos, me dijo que antes de vestirnos nos limpiáramos un poco, ella sacó unas toallitas húmedas de su bolso me ofreció unas, pero antes de que me limpiara ella se agachó y metió mi verga en su boca para lamer todo lo que tenía, al igual que mis bolas, me dijo refiriéndose a mi verga, que se merecía algo más, pero que si continuaba, nunca íbamos a salir de ahí.
Finalmente, terminamos de vestirnos, la acompañé a su auto, subí al mío y la seguí a la fiesta a la que me había invitado, pero eso es otra historia.
Hola me gustaría unirme a los relatos
Jajajajaja a la orden para complacerte!!!
Me gusta interactuar con mis lectoras, espero leerte pronto.
Puedes recuperar tu usuario y relatos anteriores, yo tuve problemas y pensé que los había perdido, pero me ayudaron los administradores de la página.
Saludos
Puedes recuperar
Mi estimado Kazador, tienes que responder a los comentarios dándole a “responder” en el comentario que quieres responder. Joder, cuántos responder seguidos. Si no lo haces así, sino como un comentario más, no se sabe a quién o qué comentario respondes. Ponte las pilas, guapetón, y no pretendas darme esquinazo.
Así lo hice Luz, o creí hacerlo así. Nunca fue mi intención darte esquinazo, todo, menos eso.
Saludos!!!
Yo espero que mañana quede publicado, agradezco y considero tu opinión, en los siguientes relatos dejaré un breve adelanto.
Saludos
Jajaja… Ya te tengo dominado; ya eres mío. jajaja… Es broma.
Me gustan los autores que interactúan con los usuarios y se muestran complacientes.
Yo antes tenía relatos publicados. Los perdí con el cambio. Ahora me toca subirlos de nuevo, lo que me da la oportunidad de revisarlos, mejorarlos y darles un enfoque más actual. Y acortarlos, porque eran interminables. Ahora que han acotado el número de palabras me parece mejor. Nada es para mal, suele decirse.
Vaya con la profesora. Quién pillara una de esas. Buen relato.
Gracias, ya viene la segunda parte.
Me ha gustado mucho. Gracias por compartirlo
Me encanta que te haya gustado, ya viene la segunda parte.
Ansiosa me hallo. Me tiene intrigada esta profesora.
Por cierto, estaría bien que el relato no terminara justo después del acto, con un simple nos fumamos un pitillo, o nos vestimos. Puede que estuviera bien un pequeño adelanto de lo que se viene en el siguiente relato. No sé, tres o cuatro líneas para animar la espera.