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Primera vez amada después de 50 años
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Nos conocimos de jóvenes y él la deseaba, pero un día ya no le volvió a ver en la escuela y tuvo que vivir sin ella. Él y ella vienen de matrimonios, desamores, hijos, distancias, divorcios. Escondiendo sus almas pudieron sobrevivir hasta este momento.

Él viaja de lejos regresando a Durango, le llama y quedan de tomar un café. Ella espera ver su amigo, su cómplice de infancia y platicar, él espera su hembra, la sabe suya, pero hasta ahora le dirá cuanto le ama.

Ella hermosa pero con su caparazón de protección se sienta y empiezan a charlar, y él le revela lo que la quiere y que no importa el tiempo. Ella no puede evitar sonrojarse, siguen platicando más están muy lastimados, ella toma con calma las cosas. Así deciden retirarse y como todo caballero y dama se despiden. Ella no sabe qué hacer con esos sentimientos, todo es nuevo. Acuerdan viajar juntos a comprar material para un negocio.

El pasa por ella y se siente como la tensión está en todo el camino. El desea tomarla, hacerla suya, pero la aprecia tanto que prefiere esperar. No la quiere perder. Así llegan al destino, ríen y caminan por la calle de la mano.

Llegamos a ese cuarto de hotel, después de mucho tiempo sin saber que es la piel nos hemos encontrado en el momento decisivo de nuestras vidas. Compramos un vino y lo abrimos, tomamos una copa para relajarnos. No podemos ocultar nuestros nervios, ambos temblamos y parecemos niños. Tomamos el vino, pero por tu forma de ser no pides lo que deseas, no te atreves a dar el paso.

Vas al baño a alistarte, ahí decides cortar el pasado, y volverme tu presente; más no es fácil, tienes miedo y no está segura de querer hacerlo. Claro, ya eres una mujer madura, con muchos dolores en tu corazón, con muchas vivencias no gratas en la cama; ¿para qué hacerlo si sabes que es doloroso? Querías correr, tienes miedo.

Pero te da ánimo el estar conmigo, me sientes y te doy seguridad, confianza. Me ves único, diferente.

Te beso, ya sabes que serás mía, te toco, disfrutando cada uno de los poros de tu piel, te abrazo, queriendo pegar a ti mi alma y te monto, entro en ti y empiezo a ver tu cuerpo reaccionar, se comprime, me abrazas, siento que somos uno, así empezamos a movernos disfrutando cada uno del otro intensamente. Hay fuego, pasión, amor y felicidad, es un éxtasis vivirnos cada segundo. Es increíble, tus ganas superan las mías, siento como revienta tu cuerpo en orgasmos una y otra vez, siento cuanto necesitabas ese amor y yo igual, tiemblo de placer, me siento un jovenzuelo, no puedo resistir y baño tu vientre.

Seguimos, es momento de seguir, nos abrazamos, me pego a ti, siento como tu cuerpo vibra pero ahora de felicidad. Te sabes amada. Poco a poco recorro tu cuerpo, mis manos me van describiendo tu belleza, tu temblor ante esas manos que embisten sobre tu piel, suavemente recorren tus caminos conociendo ese cuerpo para mi nuevo, delicioso.

Me dices de la forma que tú me has enseñaado que hacer el amor y el sexo es totalmente diferente, es limpio y bonito y se pueden lograr muchas cosas. No tienes miedo o temores, Te sientes totalmente desinhibida. Y lo que sientes te gusta y motiva a todo y a descubrir mas cosas porque te hago sentir plena y satisfecha.

Hoy por distancia no puedes tenerme de carne y hueso pero te sientes mía y bien. Duele la separación, y querías que me quedara, pero sabes que debemos preparar nuestros mundos para un nuevo momento, el momento de ya no separarnos más. Me dices que recuperas tu confianza en ti misma, y parte de tu vida.

A pesar de la distancia nos seguimos viviendo buscándonos por teléfono, por cámaras, provocando uno al otro hasta lograr seguir con nuestra sexualidad. Te pienso cada momento, no puedo concentrarme en mis quehaceres y tengo siempre el teléfono a la mano. He revelado a mis hijos mi amor y he dicho que pienso volver a mi tierra a con mi mujer.

Yo busco sentirte a como dé lugar, no puedo permitir que me quites ese fuego de tu vida, sé que puedo mantener viva la chispa y no me importa el precio pues al final de cuentas solo seremos en adelante tu y yo, y los demás serán instrumentos de amor. Eres mía.

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