Posesión es una prosa que escribí hace unos años, trata de describir poéticamente la pasión entre dos. Espero lo disfruten.
Se habían bebido las aguas de todos los océanos, habían rodado por montañas como rocas pesadas, se desojaron pétalo a pétalo, se volvieron polutos y se lavaron por dentro, se exhumaron lentamente, exploraron los confines de sus gargantas, llevaron a su máxima exigencia sus cuerdas vocales, evocaron los llantos del infierno, migraron a cielos rosados, se pudrieron las manos rasgadas, clavaron las uñas en el terciopelo gastado del sillón.
La sujetó de su talle y ella mostró sus hombros como ciruelas, la mordió hasta que se quejó, sangró, la volvió inocente, la redujo a esclava azotada por su lengua de fuego.
Le hurgó el pelo y se aferró para usar su fuerza; ella reparó como yegua.
La tomó por la grupa y la calzó sin tapujos, la dejó caer, se confundieron sus senos desnudos en el edredón.
Las bocas le sabían a metal y sangre, a pasto y a polvo, a sudor y piel.
Se enfatizaron uno al otro, se consumieron los recursos del pecho y migraron al ombligo, se besaron las sombras del lóbulo, esgrimieron la libido inocua.
Ella se hincó a una plegaria sátira, miro hacia arriba y vio un Dios de saliva gozoso con ojos en llamas, lo desmitificó, lo insultó en su propio edén.
Se volvió una Diosa puta y le quitó poder.
Se bebieron mutuamente el cáliz, mordieron más de una manzana del árbol prohibido, pecaron perniciosos pero orgullosos, sin remordimiento, sin ataduras.