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Tiempo de lectura: 10 minutos

Ya tenía varios años de experiencia como Ingeniero y comencé un Doctorado y parte para completar el programa me correspondía ser conferencista en unos talleres de la Facultad de Postgrado, en uno de esos seminarios en que fui Tutor, me encontré a una amiga.

Karla estaba recibiendo el taller, fuimos compañeros de la universidad, hacía mucho que teníamos contacto, pero, hacia un tiempo la hermana menor de ella, era Edecán en un congreso de la empresa en que yo di consultoría, al final de una jornada la invité a tomar algo después del evento y después de unas copas, me dio una gran mamada en el estacionamiento del lugar, aún recuerdo lo buena que fue la mamada de verga que me había dado y que disfrute metiéndole dos dedos en su culito y acariciando sus tetas, como sucede hoy en día, en las redes sociales es donde todo termina apareciendo, cuando agregue a Karla, vi la foto de la hermana y que tenía novio, ya hacía casi 7 meses que había pasado, pero esperaba que ella no tuviera ni idea, porque tenía un carácter explosivo y no quería que me hiciera una escena recriminándome cosas. Para mi alivio, Karla me saludó muy alegre, además me presento a una amiga que recibiría el taller también, su nombre: Alejandra

Fueron días duros, no sé porque pero el debate se iniciaba apenas comenzaba con un tema, luego comenzaban a hacer comentarios de broma, distrayendo a todos. Durante las horas del taller me ponían difícil el mantener el orden en la sala, porque se aprovechaban de la confianza para coquetearme y ver como reaccionaba, siempre en primera fila, Karla el primer día llegó de tacones, tiene buenas piernas y lo sabe, porque usando falda corta se pasó columpiando una pierna cruzada sobre la otra, aquellas piernas bien torneadas visibles hasta los muslos, diablos, que difícil concentrarse… recuerdo que en la Universidad le gustaba ser “calientagüevos” (que les encanta provocar a los hombres solo por el gusto de dejarlos con las ganas), una vez que hicimos un trabajo juntos, se pasó toda una tarde encima arrimándome las nalgas e inclinándose para que le viera el escote, pero a la hora de la hora, solo me hizo quedar como idiota.

El segundo día Alejandra, la amiga, apareció con una blusa escotada, falda entallada, labios rojos y cabello suelto, al estar de frente a ella tenía que evitar irme por la curva de sus pechos, todo el día un botón se aflojaba y me daba más de ver por un rato, luego ella lo ajustaba hasta la siguiente vez que yo la veía, fueron 3 días pesados para mí.

El último día del taller, al finalizar, salimos a cenar en grupo, pasamos un buen rato, tomamos unas cervezas y brindamos, nada del otro mundo, cuando salimos y nos despedimos, quedamos solo Karla, Alejandra y yo… Ahora ya podemos ir de verdad a celebrar, me dijo Karla, tomándome del brazo y yo me quede desconcertado, dijo que aún era temprano, no me dejó mucha opción, dijeron que no me dejarían partir sin que fuéramos a un bar de verdad, pensándolo bien, no tenía ningún compromiso para la noche y tampoco quien me estuviera esperando así que me dije ¿por qué no?

Toda la semana me estresaron y por lo menos podría relajarme un poco o eso pensaba. Las dos mujeres tenían su encanto, la verdad es que Alejandra me atraía mucho, desde el primer día que la vi, con su 1.65 de alto, cabello castaño, una boca de labios finos y bella sonrisa, ojos verdes, con cierto aire oriental, algunas pecas en las mejillas, tenía un bonito cuerpo, no muy delgada, curvilínea de caderas pronunciadas, pechos muy llamativos sin ser exuberantes y unas bonitas piernas. Karla era un poco más pequeña, de 1.60, piel muy clara casi pálida, cabello muy claro, casi rubio, ojos café claro, una cara ligeramente redonda, con ligeros toques rosados en sus mejillas, era bonita, su boca era grande para lo que eran sus facciones finas, tenía también un mentón un tanto varonil, le daba un aire como agresiva, era algo ancha de caderas y algo más esbelta que Alejandra, ya que se tonificada en el gimnasio.

En fin, fuimos a un bar que tenía un estilo retro, con afiches de los 80’s y que siempre estaba lleno de clubes de motocicletas o de autos modificados, el ambiente se extendía a la calle, las mesas eran en terrazas al aire libre, las cervezas bien heladas y una alitas de pollo picantes y crujientes… el ambiente era muy animado. Comenzamos a hablar de cosas triviales, algunas historias de estudiantes y a medida que las cervezas se sumaban, también lo hicieron unos shoots de tequila, que nos fueron soltando más la lengua… la cuestión se fue poniendo más alegre, empezamos a contar sobre aventuras que habíamos tenido, dije que no era conveniente si una era casada y los demás estábamos sin pareja, Karla dijo que no fuera tan pendejo y Alejandra solo se rio y dijo que el lugar era muy público para contar sus historias (ahí ya me había enterado que era casada); me reí, estaba con ganas de saber más pero de repente me soltaron una bomba… ella se tomó otro tequila y me miraba con ansiedad cuando me soltó una bomba.

Alejandra: vos fuiste quien se tiró a la hermanita? A Gabriela, la excelencia académica, la virtuosa de la familia?

Yo: qué? De que hablas?

Karla: que maricón que sos… yo sé que te cogiste a la pendeja de mi hermana, ella me lo contó hace tiempo.

Yo: No, no… no fue así, yo solo la invite a tomar algo, las cosas después se pusieron algo calientes, pero no dormí con ella.

Karla: eres un puto, solo te puso el culo enfrente y te la cogiste! Ese día no llego al apartamento, hasta el día siguiente y después me conto que te la llevaste al hotel a coger, puto! y ella de zorra me lo restregó en la cara!

Yo: alto! Eso no cierto! Solo estuvimos un rato en el carro, no me la cogí, no paso a más! Solo fue una manoseada en el carro! Y la deje en el lobby del Hotel porque me dijo que la estaban esperando.

Alejandra: Será que solo te la chupo? No pareces de los que solo se queda con la probadita…

Mire a Alejandra y me sorprendió ver más rojos y brillantes sus labios, más brillo en sus ojos y… más llamativo su escote, pero también Karla reaccionó a lo que ella dijo:

Karla: Pendeja, deja de darle cuerda, que este perro se la cree… se siente el gran cabron.

La mire a los ojos y le brillaban de curiosidad, al menos eso pensaba.

Yo: solo me la chupo, lo más que hice fue manosearla bajo el vestido, luego ella se tenía que ir y no la volví a ver… no volvió al evento… pero ella fue quien se me lanzo!

Karla: farsante! Ella dijo que te la llevaste al hotel y te la cogiste hasta donde no, la cabrona me lo grito el día que se fue con el cornudo del novio pendejo, además una amiga era la que organizaba el evento y le consiguió ser edecán y cuando le pregunte me dijo con quien se fue esa noche!

Alejandra: te da pena contarlo, pero no habértela comido… jajaja!

Tenía a dos mujeres sobre mí, por un lado la enojada colérica y la otra disfrutando la situación y queriendo saber más, lo cual solo alteraba más a la otra…

Yo: que no! Yo solo la invite a que platicáramos un rato, ella después se me lanzó… además le deje frente al hotel, seguro se fue con el novio… y yo no sabía que tenía novio!

Así seguimos un buen rato, pero por fortuna Karla de repente dijo que se aburría y se levantó a bailar, yo hice ademan de quedarme, pero Alejandra no me dejo y me jalo por los hombros para levantarme, seguimos a Karla y nos pusimos a bailar los tres; el área para bailar era estrecha, estábamos muy pegados, primero Karla bailaba por su cuenta, la música era muy rítmica y movida, la de cierto calvo, música muy de moda y de ritmo muy sugestivo, yo bailaba muy pegado a Alejandra, aproveche a sentir sus caderas con mis manos y en eso Karla se puso detrás de mí, Alejandra giro y me dio la espalda, hicimos un baile juntos y sentí las caderas de Alejandra en mi cintura y los pechos de Karla pegándose a mí, con el ritmo tocaba irse para abajo, flexionando las piernas, el cuerpo de Alejandra se movía de manera tan provocadora y a la vez sentía las manos de Karla agarrándose a mi espalda, cuando volvimos a ponernos de pie, Alejandra se dio vuelta y me sonreía de forma maliciosa, ya sentía que se me paraba de solo verla; antes de levantarnos de la mesa se había quitado el blazer con el que anduvo todo el día, dejando al descubierto su blusa de hombros descubiertos y el escote destacando la forma de sus pechos, se recogió el pelo en un moño, con lo que resaltaba más su cuello, la falda era entallada hasta arriba de la cintura, la verdad que el saco cubría lo muy sensual que vestía; por otro lado Karla andaba de pantalones ajustados, blusa ceñida manga larga, resaltaba las formas curvas de su cuerpo. No podía estar más tentado esa noche. Las dos estaban agitadas y el calor del lugar hacia que brillara su piel por el sudor, Karla me dio vuelta hacia ella y comenzamos nuevamente un ritmo de bajada, ella pegando sus caderas a mi cuerpo, Alejandra se recostó sobre mi espalda y sus manos se deslizaron por debajo de mis brazos, esas dos mujeres jugaban a provocarme… al ponernos en pie, ya el calor era fuerte, yo me voltee a ver la cara de Alejandra, que me excitaba con sus ojos y esa sonrisa lujuriosa.

Creo que no le gustó mucho a Karla que me quedara estúpidamente viendo a la otra moviendo las caderas y no a ella, así que se fue al baño con expresión de fastidio y nos quedamos bailando solos, pero ya no tan pegados, al rato escuche unos gritos y vi a Karla que ya se estaba peleando con otras mujeres, al parecer le había tirado cerveza a otra encima, por lo que fui por ella, los de seguridad ya estaban jalándola, nos acercamos con Alejandra, aunque estaba también algo tomada, pero no tanto como Karla… con ella la logramos sacar, aunque a mí me arañaba el brazo, me fue insultando todo el camino hacia el carro, apenas podían caminar con tacones ya se le había subido el alcohol a la cabeza, la agarra de la cintura y casi que la agarre de todos lados, porque no se estaba quieta, como pude me zafe de ella y los de seguridad no se me despegaron hasta que fui a pagar la cuenta, al volver estaba Alejandra sosteniendo a Karla al lado del carro, me vio y me dijo que era un pendejo que no la defendió, sí que estaba borracha, la subimos al carro, entre las risas de Alejandra y que la otra comenzó con un largo lamento y recriminaciones, ya quería zafarme de ellas, me dirigí hacia el apartamento de Karla, esta no dejaba de repetir que yo era un pendejo, que era tan maricon que nunca me atreví a lanzármele a ella, que preferí cogerme a la cabrona de la hermana, que era un doble cara, la otra se reía y se recostaba en el asiento abriendo las piernas y haciendo que su falda se subiera… la loca de atrás terminó durmiendo llamándome puto y dando unas patadas a mi asiento mientras la otra repetía riéndose, que yo era una inocente víctima.

En lo que llegamos al edificio y estacione el carro dentro del parqueo, salí del auto y di la vuelta para abrirle la puerta a las dos chicas, abrí la puerta para que Alejandra bajara, ella giró hacia mí, su falda estaba muy subida sobre sus piernas, así que me dio un buen vistazo, ella no se inmuto, no encontraba como bajar, en ese tiempo yo tenía una camioneta que era muy alta, así que ella se agarró de mi hombro y se impulsó para salir, el roce con el asiento cuando bajo hizo que su vestido se subiera mucho mas y aun no alcanzaba el suelo con sus tacones, la tome de las caderas y la jale hacia mí, ella se estrechó conmigo y nos reímos, apreté su cintura y ella solo me lanzo un largo suspiro y hecho la cabeza hacia atrás logrando que sus pechos se vieran más altos. En eso Karla trataba de salir del auto, pateaba la puerta y apoyaba el pie en la ventana, con la pierna en alto mostraba que en el ajetreo se había roto su pantalón casi por la entrepierna, abrí la puerta y la saque como pude.

Me costó subir por las gradas con Karla, ya que se tambaleó por todo el camino, tardamos un rato en encontrar las llaves en su bolso, entramos al apartamento y la lleve hacia la sala, la recosté en el sofá y yo me acomode en un sillón a la par, la otra se fue a la cocina y volvió con una botella de vino y copas…

Yo: tomaste tequila, cerveza… ahora combinaras con vino? Te vas a enloquecer…

Alejandra: bueno, así lo quiero… es mejor…

Sirvió una copa y me la tendió, inclinándose mucho para darme otro vistazo de sus pechos, se puso de pie algo tambaleante y empino la botella tomando un largo sorbo, un poco cayo por su barbilla y bajo por su cuello y luego nos quedamos viendo un rato, se recostó en el brazo del sofá donde estaba Karla y le acerco la botella a la boca, aquella sintió el líquido y respingo y Alejandra se le acercó aún más, de hecho se inclinó sobre ella y le dio un beso en la boca y le dejo ir un poco de vino por la comisura de los labios, aquella se levantó de un solo, mientras Alejandra reía, yo también me reí, le dije que no sabía que se llevaran tan bien. Claro, a mí se me estaba poniendo dura viendo su descaro.

Yo: Uyy muy atrevida no? Y ella con malicia cruzo la pierna muy descaradamente mostrándome sus muslos,

Karla reaccionando al juego de excitarme que tenía Alejandra y dijo: No seas tan ofrecida vos! Menos con este, que se come lo que le pongan enfrente!

Yo me reí por su enojo, le dije que porque se molestaba si yo nunca le guste, se puso roja… ella no dijo más, pero tomo la botella de vino y también la empino como Alejandra, yo seguí con mi copa y con la verga bien parada dentro de mi pantalón.

Karla: deja de reír, si vos le traes ganas a este, y ese culero de tu marido solo de muy verga se tira y es un perro más pendejo que este de aquí!

Era obvio que ya estaba borracha a más no poder, estaba cargando con los dos, yo lo pensé y antes de que le diera un arranque de ira mejor me iba. Pero la otra me sorprendió con su respuesta

Alejandra: Pues hoy no soy ni soltera ni casada, soy mujer… y me gusta serlo! Jajaja!

Cuando dije que me iría y me puse de pie, a mi gran sorpresa, Karla se paró frente a mí y me empujo haciendo que me recostara en el sofá nuevamente, dijo que yo era otro Se paró frente a mí con la botella en la mano, la vacio sobre mi pantalón, sentí el frio espumoso de la bebida y trate de levantarme pero ella puso las manos sobre mi pecho y se sentó sobre mi, su cara estaba roja y tenía un brillo sudoroso, sus manos fueron bajando por mi cuerpo y rápidamente bajó hacia mi pantalón…

Karla: ya días quiero hacer esto perro… vas a saber cómo es una mamada de verdad!

Me jaló de un solo hacia abajo el pantalón, no pensé que tuviera tanta fuerza, porque de un solo me lo bajo a las piernas, me quedé asombrado de como lo hizo, la amiga solo se reía desde el otro sillón, estaba ebria y se divertía con la escena. Metió sus manos en mi entrepierna y agarró mi verga, sentí sus manos calientes empezar a masturbarme, no creí que lo hiciera, ya no me importo que estuviera borracha, me la saco y como la tenía tan dura, quedo como un asta a la vista de las dos, ella se abalanzó encima con fuerza, sentí su boca comenzar a chupar con energía, sus manos a frotarme los huevos, la sensación cálida y húmeda de sus labios deslizándose por el glande, el roce de las manos.

Alejandra miraba con curiosidad, la vi salir hacia la cocina y volver nuevamente con otra botella de vino, se recostó en el sofá de enfrente mientras su amiga me deleitaba con sus manos y su boca, nos quedamos viendo, ella con expresión lasciva y yo con el descaro de estar con los pantalones abajo y con una mujer mamándome divinamente la verga.

Tenía la cabeza de Karla sobre mi bajo vientre y sentía su cuerpo rozándose entre mis piernas, la blusa de tirantes de Karla se me hizo un estorbo, la jale por sus brazos y ella no lo impidió, se la saque por la cabeza en un momento en que se sacó mi verga de la boca para tomar aire, luego volvió a agarrármela con las manos y darme una mordida en los huevos, sentí los dientes apretármelos, me dolió un poco, pero luego su lengua fue cubriéndolos con su saliva cálida y me puso más a toque, sentía sus pechos frotándose contra mis piernas, pase mi mano por sobre su cuello y afloje el broche del sostén, afloje el cierre y como no era de tirantes, solo cayó, levanto la cabeza y su cara era una expresión de lujuria… se froto la cara con las manos, limpiándose toda la humedad que tenía después de estar pegada chupando, se recogió el pelo, sus pechos quedaron a la vista, no eran tan grandes, pero si redondos y formados, con pezones rosados y bien parados; los apretó contra mi verga, empezó a hacerme una paja con los pechos, a frotarlos de arriba abajo, a chocar mi glande con su boca y luego deslizarse hasta que los pezones rozaban mis huevos nuevamente, yo estaba a mil… tenía tan dura la verga que dolía, deslizaba su boca por todo el tallo, me lamia los huevos, estaba húmedo de sus lengüetazos, cuando me arque, ella volvió a lanzarse sobre mi verga, la chupo con más fuerza, aguante cuanto pude el correrme, pero ella me frotaba más rápido y fuerte, cuando salió el primer chorro salto sobre su cara, le pringo parte del rostro y el cabello, pero ella rápidamente pego su boca a mi glande y eso hizo que me corriera del todo, ella no despego su boca de mí, sentí su lengua moverse y sacarme hasta la última gota, por mi verga resbalaba semen y saliva, ella se frotaba la mezcla en sus pechos, alzo la cara y volvió a frotarse contra mi verga, sus pecho mojados tenía un brillo hermoso. Cuando ya no tuve más ella levanto la cara, la tenía roja y por su boca resbalaba semen, con una sonrisa de satisfacción y cansancio, se pasó la mano por la comisura de la boca, recogiendo esa mezcla de saliva y semen y se la paso por los pechos, mientras con la otra mano me agarro la verga ya algo flácida y se reía, se recostó en el sofá, agitada, extasiada, aun resbalaba semen por su cuello, su pecho subía y bajaba, sus pezones relucían con un color encendido, cerraba los ojos y decía que me iba a sacar toda la leche que tenía, que yo era suyo esta noche, no tardo en quedarse dormida… yo estaba por dormirme, pero aún seguía excitado, me seguí frotando la verga y la miraba dormida y desnuda, al rato yo me estaba durmiendo, pero había olvidado algo, no estábamos solos…

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