Hola. Para quien aún no me conozca me llamo David soy un joven de 24 años. Mido 1.70, de complexión normal, no soy flaco, pero tampoco gordo, tengo cabello negro y soy velludo de las piernas y buenas nalgas también velludas, mi pene es moreno venoso de 17 cm.
Una tarde que salí de mi trabajo más temprano de lo habitual decidí ir a un sauna gay que estaba por el sector, ya había ido antes por lo cual me sentía seguro al ir a ese lugar, cuando ingresé por el costo de la entrada se incluye una toalla, la llave de un casillero para guardar tus objetos personales y un condón, en este lugar debes desnudarte por completo y es tu decisión si recorres el lugar desnudo o con la toalla envuelta en la cintura, personalmente me gusta andar desnudo ya que me encanta el morbo del exhibicionismo y el sentir las miradas de otros hombres viendo mi cuerpo, además que en ocasiones algunos más atrevidos deciden nalguearme o cogerme las nalgas pero me gusta porque me hace sentir como putita, en aquella ocasión recorrí el lugar desnudo buscando algún acercamiento o charla con algún hombre para concretar algo; sin éxito debido a que como era una hora temprana casi no habían hombres visitando el lugar y los pocos que habían no parecían estar interesados en mi.
Cuando decidí entrar en el cuarto del sauna solo estaban dos hombres los cuales ya se estaban dando sexo oral entre ellos, aunque me empecé a masturbar viéndolos no sentí señales de que quisieran que me uniera por lo cual decidí salir y como último recurso me dirigí al piso de arriba donde están ubicadas una cabinas de madera y donde los hombres por lo general ingresan para tener sexo, cuando subí pude escuchar en una de las cabinas unos gemidos de un hombre el cual por la forma de gemir creo que estaba siendo penetrado de una manera muy satisfactoria, seguí recorriendo el pasillo de las cabinas y cuando llegue a una de las cabinas del fondo estaba un hombre recostado sobre una silla de posiciones masturbándose con la puerta de la cabina abierta lo cual claramente era una señal de invitación para el que decidiera entrar en la cabina con el, por supuesto la invitación la recibí yo ya que al ver a este hombre masturbándose, mi instinto me llevo a masturbarme también viéndolo y que ya venía erecto debido a los gemidos que escuche anteriormente, cuando ingresé decidí dejar la puerta de la cabina abierta por si se ponía interesante más tarde, el era un hombre de unos 32 años velludo, tenía barba, corte de cabello bajo y una complexión delgada, un pene de aproximados 15 cm, moreno y velludo, no tuve que mediar palabra alguna ya que estaba claro que quería tener sexo y yo también; me acerque y metí mi pene en la boca de aquel hombre a lo cual empezó a chupármelo muy rápidamente como si lo hubiera deseado desde hace mucho tiempo, se levantó de la silla y me senté yo para el continuar chupando, me lamió muy rico todo mi pene y se metió mis huevos a la boca para relamerlos con la lengua, dándome sexo oral duro cerca de 15 minutos luego me dijo la primer frase dicha hasta ahora en todo el momento de placer que llevábamos, el se levantó y me dijo "quiero que me penetres" a lo cual yo me levanté tambien y el se puso en posición de perrito sobre la silla, pensando que lo iba a empezar a penetrar, me gano el morbo de verle las nalgas grandes además de peludas y decidí pasarle la lengua por el ano, empezar a darle un beso negro para lubricarselo, cuando le pasaba la lengua por toda la aureola del culo y lo escupía para seguir lamiendoselo el gemía tan rico que me ponía totalmente excitado; ya cuando sentí el ano bien mojado decidi ponerme el condón para empezar con la penetración, cuando se lo metí sentia el calor y lo estrecho de su culo, como las paredes del ano me apretaban mi miembro dandome una sensación de placer tan increíble, lo penetre de perrito por cerca de 10 minutos y luego cambiamos donde el empezó a montarme poniéndose encima mío, me monto cerca de otros 10 minutos más y cuando ya decidimos que era hora de finalizar los dos nos levantamos y como si le fuera a hacer una revisión, se inclino contra la pared sacando y levantando las nalgas en clara señal de deseo, empecé a penetrarlo en esa pocision y el placer de sentirle ese culo hambriento era tanta que no dure 5 minutos así cuando sentí el placer máximo y decidí venirme dentro de el con el condón puesto, él sentía como yo me venía y además que cuando llegó ese momento también di unos gemidos de placer total lo que indicaba lo espectacular que habia sido venirme con el, continúe penetrándolo bajando el ritmo y la velocidad a la que movía mi cintura, cuando ya le saque mi verga de su culo, se volteó y decidió besarme muy apasionado a lo cual no me negué para nada respondiendo a su beso, nos comíamos las bocas y nos sentíamos las lenguas mientras que el me quitaba el condón y yo le apretaba las nalgas, cuando me quito el condón lo arrojó a la basura y salió de la cabina no antes diciéndome en tono seductor "gracias papi" yo también salí atrás de el pero él se dirigió hacia la piscina donde se sentó con el agua a la medida de la cintura y yo continúe hacia las duchas, al salir de las duchas como era habitual venía un hombre maduro el cual al verme desnudo y sin pensarlo dos veces me agarró mi pene y me dijo "ya te vas amor?" A lo cual respondí que si, el me dijo "lástima" y me soltó mi miembro, fui hacia mi casillero me vestí para luego ir a mi casa, en la noche pensando en lo sucedido decidí masturbarme para recordar ese momento con placer, me volví a encontrar con aquel hombre pero me invitó a que nos reuniéramos en donde trabajaba, próximamente en otro relato contaré está historia.
Gracias por leer mi segundo relato, aclaro que estás experiencias son reales y cuento momentos que he vivido hasta el momento siendo un joven curioso el cual continúa explorando este mundo de placer.