Tenía 18 años cuando entré a universidad, al poco tiempo conocí a un chico, él era mayor que yo, estaba unos semestres adelante que yo, luego de algunos meses de ser amigos, se me declaro y decidimos ser novios, no era muy simpático, pero era muy aplicado y estudioso, eso me llamaba mucho la atención, al estar unos semestres adelante de él podía ayudarme en los estudios además que me obligaba sacar buenas notas. Si bien había tenido algunos novios antes no habíamos pasado de besos y caricias.
Un día antes de los exámenes fuimos con unos amigos a estudiar a su casa ya que el dominaba esa materia ya en la tarde todos se fueron, quedándome sola con mi novio, fue un momento muy tenso para mí porque sabía que algo iba a pasar, yo lo quería mucho y ya íbamos algún tiempo así que me deje llevar. Después de muchos besos y caricias estábamos muy calientes, el tomo la rienda de todo y me pregunto si era mi primera vez, no se capaz lo noto por qué estaba muy nerviosa y si era mi primera vez, no sabía nada del sexo pero el si.
Así que me guía muy bien sabia donde besarme, tocarme y excitarme y lo hizo tan bien que no me negué a que pasara, me tomo de la mano y fuimos a su habitación donde me quito la ropa de a poco y lentamente y al mismo tiempo la suya, hasta estar completamente desnudos, mía senos al aire mis pezones erectos, me quito mi ropa interior todo eso sin parar de besarme, busco un preservativo pues era muy cuidadoso y se lo coloco rápido, continuo con sus besos muy excitantes, puso su verga a la entrada de mi conchita pude sentirla dura, estaba muy nerviosa de a poco y lentamente introdujo su verga dentro de mi, mis piernas temblaban y estaba muy asustada pero al mismo tiempo excitada, el no dejaba tiempo para que pudiera pensar o reaccionar pues sus caricias y besos eran tan intensos que me obligaba a dejarme llevar, además estaba sobre mi así que no quedaba tiempo para huir, así pasaron unos minutos hasta que se vino y desde ahí lo repetíamos cada vez que podíamos.
Esa fue la vez que perdí mi virginidad.