Todo mundo cree que el control o la dominación mental se da mediante la hipnosis o alguna máquina especial que te permitirá tomar el control de otra persona. Qué es tan fácil como dar un clic y tener una esclava sin mente propia a tus pies. Y aunque la hipnosis es real, la persona que está bajo ella, jamás hará nada que vaya en contra de sus principios, deseos y/o voluntad.
Entonces… ¿Cómo satisfacemos esa necesidad de tomar el control de otra persona? De dominarla y hacer con ella lo que queramos?
Para lograr esto, se requiere tener fuerza de voluntad, poca moral y una falta de remordimientos. Pero seamos francos también, la mitad de las mujeres que pasean por la calle no harán nada de su vida, solo transitan sin tener metas ni objetivos. ¿Por qué no darles ese propósito en la vida?
Solo es tener la idea clara, y ser como un veneno para ella. Entrar por un punto débil y avanzar lentamente mientras destruimos toda resistencia que se pueda presentar. Esparcir nuestros valores, gustos y poco a poco sobrescribir su moral, percepciones y su propio ser.
Si atacamos la mente de esa mujer, jamás presentará resistencia alguna, ni tendrá la fuerza de voluntad siquiera para poder cuestionar nuestras palabras.
La mente…. La psique…. Es lo que deseamos moldear y transformar.