Este relato es el comienzo de una serie de relatos y que ojalá pueda transmitir lo más real que pueda, ya que quiero que ustedes sientan la pasión con lo cual nos entregamos mi prima y yo.
Nuestros juegos adolescentes siempre fueron normales y sin vernos como objetos sexuales el uno al otro, mi prima Lore y yo siempre nos dimos mucho cariño y jamás pasó de eso durante años.
Simplemente pasear de la mano o hacernos cosquillas mientras mirábamos una película en su habitación, más de una vez quede en posición de misionero, haciendo que se retorciera de la risa mientras le generaba cosquillas o ella sobre mi pelvis tratando de forcejear para morderme o hacerme cosquillas, juegos que para nuestra edad de 18 años y la inocencia de la época no eran más que eso un juego.
Esa noche después del boliche nos dejamos llevar más allá de los juegos que nos hacíamos de niños, compartíamos habitación, siempre me gustaba pasar las vacaciones con ella y mi tía. Esa noche habíamos salido como cualquier adolescente a bailar y tomar unos tragos, parecíamos pareja ella me abrazaba y caminábamos de la mano por el boliche, me presento unas amigas, pero jamás digo el parentesco que nos ataba.
–prima, así no voy a poder ligar a ninguna de tus amigas si me abrazas y no me dejas bailar con ellas?
–tal vez no quiera que te lleves a alguna de mis amigas esta noche, no te parece?
–claro prima y yo me tengo que ir solo con el calenton de ver y no poder accionar jajaja
Esa noche paso así bailamos en grupo, bailamos juntos ella se pegaba a mi y yo tratando de poder escaparme de ella para poder ligar a alguna de sus amigas.
Al volver a su casa le reproche que no me había dejado ligar con ninguna de sus amigas. Había una que me había dejado loco pero que no pude avanzar ni un paso ya que ella se dio cuenta de mí intenciones y por eso mi reproche.
–tranquilo primo que la noche aún no termina me decía cuando ingresábamos a su casa mientras mi tía dormía.
–si, si la noche no termina decía yo maldiciendo entre dientes.
Tras los preparativos para ir a dormir yo fui el primero en estar en mi cama, dejando el baño libre para que ella se prepare para dormir, yo en bóxer dado el calor de verano me metí en la cama quedando tapado solo con la sabana de espalda a la cama de ella dando la intimidad que podía para que ella no se sienta incomoda.
La sentí entrar cuando al ingresar cerró la puerta muy despacio y puso llave, no me di vuelta al verla para que no se sienta incómoda.
De pronto siento que ella ingresa a mi cama por debajo de las sábanas y se acuesta detrás mío, tras unos segundos de quietud me dijo.
–estas enojado primito porque no te deje avanzar con Camila mi amiga?
Mientras empezó a hacerme cosquillas y yo sin poder resistir forcejeando para quedar de frente a ella siendo incapaz de poder soltarme de su forcejeo y cosquillas retorciéndome en una risa apagada para que mi tia su madre no se despierte.
Forcejeo y risa nos llevo a que ella gane la batalla quedando sobre mi montada y yo pidiendo piedad.
–pobre mi primito, no lo deje llevarse a ninguna de mis amigas, sentenció entre risas.
Yo abriendo los ojos tras el castigo disfrazado de juego, note por la claridad del día que entraba por la ventana, en que posición estábamos y como venía vestida mi prima.
Observe su sonrisa de burla, sus besos labios baje mi mirada y pude ver sus tetas traslucir bajo una remera de tiras ajustada a su cuerpo, no eran grandes más bien nunca fue su mayor atractivo pero eran llamativas, de tamaño medio casi más para pequeñas, apuntaban hacia el frente dejando ver sus aureolas medianas y sus pezones chicos dando el final a esas después comprobadas deliciosas tetas.
Su abdomen le dada ese estilo entre ni plano ni de algunos kg de más era justo, seguí observando más abajo de su cintura y al ver nuestras pelvis pegadas y esa transparente tanga que dejaba ver sus bellos púbicos y dos tiritas que adornaban sus cadera.
–que pasa primo no te gusta este juego?
No era que no me gustaba es que la vista había empezado a despertar mi hombría por debajo del bóxer ajustado, sin poder moverme, solo me quede en silencio mientras ella comenzó con un movimiento de pelvis suave y mi verga tomaba consistencia entre nuestras pelvis.
Yo solo dejaba hacer y ella con su sonrisa pícara sosteniendo mis muñecas contra la cama a la altura de mis hombros quedando inmóvil a su merced.
Su cara de pícara cambió, ella cerró los ojos y se dedicó a sentir como mis 20 cm de verga terminaban de ponerse duros. Se inclino un poco hacia delante, soltó mi mano derecha la cual fue derecho a su nalga, mientras con su mano liberaba mi extensión de ese bóxer. Ella seguía con su movimiento y solo entre mi verga y sus labios vaginales estaba la fina tira de su tanga que se perdía entre sus gruesos labios con el movimiento que ella ejercía.
Al sentir que mi mano masajeaba su hermoso y gran trasero y mi verga casi se introducía en su interior. Si no fuera por esa tira de tanga así hubiese sido, soltó mi otra mano la cual aparte de buscar su otra nalga fue la encargada de correr su tanga dejando su desnuda concha, para seguir con su movimiento.
En un momento mis manos abriendo sus nalgas, aprovechando el balanceo de sus movimientos, tensé mi verga y pude sentir como se introducía en su interior media verga, su cara de sorpresa, dolor y excitación, hizo una pausa me miró a los ojos como buscando el culpable de lo que había pasado, con su mano apago un grito, su cuerpo se tensó. Yo asumí las culpas, sentí como su concha se humedecía y tras un movimiento de pelvis dejé ir toda mi verga para que nuestras pelvis chocarán.
Ella callo sobre mi pecho, ahogando su grito mordió mi hombro y su cuerpo tembló, estaba teniendo un orgasmo sobre mi con tan solo sentirme dentro suyo. Tras un minuto su cuerpo dejo de temblar mi miembro sintió el calor de su cavidad, ella me miró a los ojos como diciendo que hiciste? Y busco mi boca para ayudarme a compartir culpa, nuestras lenguas se enredaron en una danza. Mi pelvis comenzó con un suave vaivén dejando salir con cada movimiento la humedad que había dentro suyo dejando mis huevos mojados de su flujo.
–prima que rica estas, tenías razón que la noche no había terminado.
–te gusta sentir mi conchita, porque a mí me encanta tenerte dentro mío.
Seguimos con nuestros movimientos de mete saca ella ayudaba con cada movimiento sobre mi, nuestras lenguas se buscaban apagando nuestras pasión para no ser escuchados.
Me pidió que cambiáramos de posición y de paso nuestros cuerpos quedaron completamente desnudos, aproveche que había bajado de la cama para deleitarme comiendo sus pechos su cuellos y boca parados al costado de la misma, éramos dos amantes, el fuego de nuestro cuerpo se dejaba encender cada vez más.
Ella se acostó boca abajo en la cama dejando sus piernas abiertas, lo cual pude ver la humedad que emanaba depositándose en la sabana.
–veni primito, quiero sentir que me penetres, quiero sentirte sobre mi.
Me arrodille entre sus piernas masajeando su gran culo dejando ver como se abría y cerraba esa concha, ella ayudó levantando su pelvis y colocando una almohada debajo de la misma, quedando a mi merced tan delicioso manjar. El cual me dedique a lamer y chupar cada rincón de su conchita que con cada lametazo emanaba más jugos para que yo tomara cual oasis en el desierto.
Mi lengua busco cada centímetro de su ser cada rincón de su entrepierna pero lo que más le gustó fue que le comiera el culo, mordí masajee sus nalgas, succione su clítoris y mi lengua se introdujo en su interior cuando su cuerpo se tensó, sus manos apuñaron las sábanas y su boca se ahogó contra el colchón, su orgasmo fue eminente sus líquidos salieron disparados mientras mi boca los buscaba para que no se desperdicie nada, eran deliciosos dulces y fue muy gratificante que allá llegado a eso con mi lengua.
Deje que su respiración se normalizara, ella miro hacia atrás, sus ojos delataban placer.
–veni por favor, cogeme, aunque no podamos gritar quiero que me penetres lo mas profundo que puedas.
Su desesperación se hacía notar, pero pensé quiero disfrutar un poco más, no voy a entrar en esa desesperación.
Acomode mi cuerpo sobre ella, con mi mano tome mi verga y jugué con un suave movimiento entre sus labios sin ser penetrada.
–me estas matando de placer penetrame de una vez te lo pido, no aguanto más quiero tenerte.
Algo en mi se despertó, cual demonio sabiendo que no podía gritar, introduje la cabeza de mi verga entre sus labios vaginales y de un solo golpe deje caer toda mi extensión dentro, ella ahogo su grito de dolor y placer en el colchón, tenso su cuerpo mientras mi verga salía de su interior casi por completo para luego volver a atacar sin piedad nuevamente.
Así estuve casi 10 minutos más mordiendo su cuello, saboreando su espalda, tirando de su pelo y buscando con cada penetración ir más y más adentro.
Arqueada su cuerpo montado sobre ella con mis rodillas sobre el colchón, apretaba su cuello en esa posición, ella se tensaba, sufría mis envestida respiraba agitada, sus pechos eran estrujados por mis manos, mi boca mordía sus hombros, mi verga buscaba con cada envestida arremeter más y más profundo.
Nuestros cuerpos se tensaron, era evidente que nuestros orgasmos llegarían, mi verga se hincho en su interior mi mano ahogo su grito mientras que mi boca se ahogó en su espalda, 2, 3 o 4 chorros grande de leche inundaron su cavidad mientras que sus flujos caían sobre la almohada, nuestros cuerpos se relajaron caímos sobre la cama, yo seguía sobre ella.
La reparación volvió a la normalidad mis brazos la rodearon, me gire junto con ella mi verga empezó a salir de su interior, ella lo noto apretó sus piernas dejando en su interior la cabeza de mi verga prisionera de su caliente concha, así nos encontró el sueño en posición cucharita, cuando despertamos con los golpes en la puerta de la habitación.
–levántense, ya está listo el desayuno.
Nos miramos asustados, nuestros cuerpos seguían unidos mi verga flácida aun dentro de ella, nos miramos nos dimos un beso en la boca nos reímos de nuestra picardía como sabiendo que esto era solo el comienzo y ella se levantó hacia el baño y yo hacia la otra cama para que no se notará que nadie había dormido en ella.
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