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Cómo contar esta historia, sé que la persona de la cual voy a hablar la leerá así que le contaré cómo viví aquel día.

Fuimos novios por una semana, porque me recordaba a mi ex novio, cuando lo acepte fue que terminamos. Les puedo decir que conocer a un chico, besarlo y empezar una relación en menos de una hora, no es una buena idea.

Durante esa semana lo único que hicimos fue besarnos, apenas si hablábamos, recuerdo que el primer día me pidió que agarra su pene, estábamos afuera de la metro enfrente de una central de autobuses, lo que quiere decir que estábamos rodeados de personas, además en ese momento aún era tan inocente como para hacerlo.

Pues ese fue el inicio y el final de nuestra relación como novios, pero nuestros encuentros siguieron.

Después de más de un año sin saber nada del otro, nos encontramos como por arte del destino, justo de frente, así que comenzamos a hablar nuevamente, desde el principio él me dejó muy claro que aún tenía un interés en mí, así que de cierta manera me aproveche de eso.

Un día que íbamos a vernos le dije que tenía que llenar unas encuestas con estudiantes de secundaria, en ese entonces aún estudiaba la carrera de Psicología, así que eran para una clase, él se ofreció a ayudarme. Así que me recogió en mi facultad fuimos a sacar copias e ir en buscar secundarias, la misión falló, así que me dijo que por su casa había una que chance teníamos más oportunidades.

Así que nos fuimos a su casa, debí saber que era una mala idea, cuando llegamos me di cuenta que faltaron copias, así que en su casa sacamos las copias, llegamos y no había nadie, su casa era muy bonita.

Sacamos las copias, fuimos a buscar la secundaria, nos aceptaron, se quedaron con todos los cuestionarios y nos los darían hasta la próxima semana, así que nos fuimos de regreso a su casa. Ya en este punto me sentí muy agradecida con él pues me acompañó, sacó mis copias y consiguió la secundaria, así que tendría que encontrar la forma de agradecerle.

Llegamos a su casa y me recordó un trato que habíamos hecho, algún día veríamos hentai juntos, pues ese era el día, para nuestra suerte su madre llegó, no me imagino que debe haber pensado de verme en su casa sola con su hijo. Solo nos saludó y nos dijo que se tenía que ir en unos minutos. Una parte de mi no quería que se fuera porque si ella no estaba cualquier cosa podría pasar.

Se fue y solos otra vez, puso el hentai en su computadora, era uno en una biblioteca, yo estaba sentada en el comedor, él estaba de pie a un lado. Lo que veíamos comenzó a excitarnos, era evidente que algo pasaría.

Después de un par de minutos, él comenzó a tocar mi cuello, sus dedos eran largos, se sentían rasposos, me encantaba y eso me excitaba cada vez más. Poco a poco bajó hacia mi pecho, sus manos cabía perfectamente en mi pechos primero los tomó por completo y los apretó tan fuerte que quería gritar, pero me negaba a qué se diera cuenta cuanto estaba disfrutando lo que hacía, luego se fue a mis pezones con uno de sus dedos empezó a darle vueltas hasta que se puso duro, ahí fue cuando llegó el momento de que los chupara. Se acercó rápidamente y empezó a besar mis pechos todo alrededor y al llegar al pezón lo mordió lentamente que fue inevitable gemir de placer, así descubrió lo mucho que estaba disfrutando de todo lo que hacía.

Me volteo a ver y con una sonrisa pícara continuo a mi otro pecho esta vez mordió mi pezón con más fuerza, mi respiración era entrecortada, yo solo podía alborotar su cabello, mientras besaba mis pechos puso su mano sobre mi pantalón a la altura de mi vagina, yo ya estaba mojada, así que lo noto y rápidamente metió su mano debajo hasta llegar a mi vagina.

Eso me sobresaltó pero yo quería que continuara, quería sentir sus manos, primero comenzó jugando con mi clítoris, con dos dedos lo movía de un lado a otro de forma rítmica, ya en este punto a cada movimiento hacia un gemido, cuando de un momento a otro metió sus dedos dentro de mi vagina, grite de placer, se sentía tan bien.

Él se detuvo en seco y fue a su cuarto por condones. Me llevo a la cama pero yo no quería, me negaba a tener relaciones sexuales, solo pude decirle que no quería, él ya me había bajado el pantalón y veía mi vagina enfrente de él, ya con su pene todo erecto, vio como me negaba a hacerlo y lo acepto.

Me agarró de la mano, me subí el pantalón y nos levantamos de la cama, ya en el comedor me dijo que si al menos se la mamaría, eso sí lo puedo hacer pensé, así que le dije que sí.

Aún seguía muy excitado pues su pene estaba muy bien parado y duro, lo metí a mi boca, comencé solo sacándolo y metiéndolo, después seguí con mi lengua la pasaba por arriba y por abajo, cada vez que entraba y salía, cuando estaba afuera ponía mi lengua encima y formaba círculos alrededor de todo el pene.

Después de unos minutos se vino, fue mucho, por alguna razón sabía mal y no me lo pude tragar, cuando terminó fui a la cocina y lo escupí en la tarja. Se subió el pantalón y nos preparamos para irnos, pues él tenía que ir al cine y yo a mi casa.

Él siempre me pregunta porque no quise que nos acostáramos ese día, la respuesta es simple, yo me sentía en deuda con él por todo lo que había hecho en el día, así que pensé que era una forma de agradecerle pero cuando estábamos a punto de hacerlo me arrepentí y por eso no seguí adelante. Perdón, pero mis motivos no eran los correctos.

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