Este fue mi segundo encuentro con un moreno, era muy alto, grueso, y varonil.
Hace unos 6 años cuando trabajaba en una empresa en la ciudad de Cali Colombia, lo conocí por una red social, todo empezó con un hola como estas, le dije que yo estaba experimentando salir con chicos que si de pronto le interesaba el sexo casual, no lo dudo y me dijo que si, que le mandara fotos.
Yo le envié fotos discretas, no le pedía a él pues en su red social se veía un tipo alto y grueso y eso suficiente para excitarme pensando en ese momento de un encuentro. Nos pusimos de acuerdo un día en horas de la mañana que yo tenía que salir de la empresa para hacer una diligencia, en un pueblo cercano, entonces pensé que me podía escapar una hora y después decir que había mucho trancón. El chico se llamaba Cristian por, yo le calculo que tenía unos 35 años, yo tenía esa edad más o menos también.
Él me dijo que vivía en un apartamento acompañado pero ese día estaba solo y me podía atender, me dio la dirección y me dijo que me recogía en una moto. Yo fui y estaba muy nervioso, lo esperé en una esquina y él llegó en una moto grande y en pantaloneta, mostrando unas largas y gruesas piernas, con un casco y no le pude ver bien su rostro, de verdad era muy grande yo me sentí intimidado.
Me dijo súbete y me saludó. Dijo que estábamos cerca. Fuimos en la moto a unas pocas cuadras y entramos sin decir nada a un conjunto cerrado de edificios pequeños. Dejo la moto en el parqueadero y subimos por unas gradas a un tercer piso donde estaba el apartamento, abrió la puerta me hizo seguir y yo nervioso mire el lugar, era pequeño pero agradable, tenía un ventanal abierto en sala. Me hizo seguir a la habitación que estaba algo oscura y me senté en su cama, él se paró frente de mí y yo miraba su pantaloneta azul, y una camisilla blanca esqueleto que dejaba ver sus largos brazos, el frente de mi empezó a tocar su miembro por encima de la pantaloneta, mirándome yo no lo miraba a los ojos sentía algo de pena, estábamos en silencio. Me quité la gorra y la camiseta para sentirme más dispuesto, ese moreno tan alto de piernas gruesas me tenía intimidado, tocaba su pene que ya se veía grande a través de la pantaloneta azul, se bajó la pantaloneta y tenía unos interiores negros y pude ver ese gran bulto. Le mande mi mano para tocarlo y excitarme más.
Lo toque, lo apreté, me asuste de lo grande y grueso, yo solo había empezado a experimentar con tres hombres, no tenía mucha experiencia, y sabía que eso no me iba a caber, me iba a doler. Pero él la sacó y me puso a mamar verga, que cosa tan grande y gruesa color café muy oscuro, pero me sabía rico estaba recién bañado. Yo chupaba solo su cabeza que era lo único que me cabía en la boca. Chupaba con ganas y le pasaba la lengua. Yo me existe mucho y tuve una erección, empecé a tocarle sus largas piernas, él hacía gemidos de placer mientras yo le babeaba su grande polla… Yo la miraba y parecía de esas películas porno, grande no tan larga pero gruesa. Él se quitó la camisilla y se acostó en la cama boca arriba, me dijo sigue chupando, yo me quite el pantalón, quede en ropa interior y me lance encima de él a besar sus tetillas y le busqué sus labios gruesos, muy gruesos, y le empecé a chupar sus labios, eso me dio mucho placer. Le besé sus tetillas, abdomen, ombligo, y otra vez me metí su cosota a mi boca, sintiendo su calor en sus venas y su líquido saladito que salía de su glande. Al rato de chupar tanto yo sabía que era hora de ser penetrado, yo iba preparado compre un sobre de lubricante y condones.
Los saqué de mi pantalón, le puede el condón con cuidado, casi no entraba, me voltee encima de el para poner las nalgas sobre su cara, para que me dilata con su lengua grande y gruesa como la de un toro…me lamio, me metió la lengua y yo sentí que estremecía de placer. Mi trasero se lo comía el con su boca, que sensación más deliciosa, yo me agarraba de su verga con las dos manos, mientras el me metía su lengua y sus dedos en la puerta de mi ano. Entró un solo dedo era tan grueso su dedo que me dolió, le pase el sobre de lubricante para que me untara, así fue y me metió dos dedos ¡que dolor y que placer tan grande!, yo sabía que era ya era el momento de meterme su pene en mi trasero.
Me di la vuelta y el acostado bocarriba, yo acomodé mis piernas para sentarme sobre el suavemente. Incline mi cola y con la mano puse la cabeza de su polla en mi entrada, primero unte el lubricante sobre su miembro para que deslizara bien. Sentí que solo entro la cabeza y un poquito más, eso dolió y yo no me podía mover, quede como paralizado, cerré los ojos me daba pena mirarle su cara, el me cogía de las caderas y me empujaba un poco como para que entrara más, yo solo sentía un taco en mi trasero y una sensación de placer con dolor.
Me hice más hacia atrás, trate de moverme para que él también sintiera, entro más pero no toda, el empezó el saca y mete suavemente y eso era delicioso, yo me sentía como una puta de esas de las películas porno, se me venían a la mente escenas de mujeres montadas encima de un moreno ensartadas por su grande verga y eso me gustaba. Me agachaba y besaba sus labios carnosos, él estaba muy excitado, yo no podía mover mucho mis caderas, entonces yo hacía un sube y baja. Parece que él se cansó de esa posición y me dijo que saliéramos del cuarto. Al pararme con cuidado sentí como salió esa enorme polla dentro de mí, estaba dura y doblada hacia un lado, mire el condón pero afortunadamente no estaba sucio, me llevó a la ducha, estábamos desnudos, era un baño oscuro, empezó a mojar su verga con jabón él quería que yo le volviera a chupar, me puse de rodillas y le chupe sus huevos, yo miraba hacia arriba y veía lo alto que era, bese sus piernas gruesas, todo me sabía delicioso de él, los dos sabíamos que la posición en cuatro no iba a dar resultado, pues no iba a entrar bien y me iba a doler, lo mejor que hicimos era eso entrar a la ducha y chuparle hasta que se viniera. Le bese sus huevos negros, estaba bien depilado.
Se pajeaba y después metía su cabeza en mi boca, ya me dolían las rodillas de estar arrodillado en la baldosa del baño. Con su grande mano derecha empezó a pajear su miembro, yo sabía que ese iba a venir, yo abrí mi boca y saque la lengua pensando en cómo lo hacían las chicas en las películas porno, invitándolo a que me diera su leche, y así fue, boto un chorro grande y me callo en el ojo y la frente, le tome con mi mano su cabeza del pene y me lo lleve bien en dirección a mi boca, sentí el segundo chorro de leche espesa y caliente, que rico como llenaba mi boca, la mezcla con saliva y después la bote en la baldosa, lo lamí y podía ver el contraste blanco de su leche en su piel oscura de su verga, me unte en mi nariz para sentir bien su olor a semen y eso me tenía a mi con mi verga bien dura, me puse en cuclillas y con el olor y sabor de su leche untada en mi cara, labios y nariz, con mi mano en su polla que escurrida sus últimas gotas de esperma, me hice una paja y sentí un orgasmo delicioso. Eche mi leche en la baldosa del baño, y mis piernas temblaban de tanto rato arrodillado, mis rodillas estaban rojas y me dolía.
Nos duchamos con jabón nos acariciamos y nos besamos el me paso una toalla y me dijo sal espera en el cuarto. Me fui a su cama a secar con el sabor a semen en mi boca, me sentía muy satisfecho, el trasero me dolía y mis rodillas, me seque, yo estaba sentado en su cama el llego desnudo y con su piel mojada, su verga ya estaba flácida pero yo la veía grande y gruesa, me la puso en la cara y yo le volví a chupar un ratito, el tomo la toalla se secó y se empezó a vestir, yo también y sabía que debía irme, pues tenía que hacer mi diligencia de trabajo, él era muy callado yo también pero fue una gran experiencia, con un moreno tan grande, yo sabía que esos gustos no se los daba cualquiera y fui afortunado en conocerlo, la segunda vez nos encontramos en un motel, después le cuento como fue.
Todo esto fue 100% real, espero les guste mis experiencias.