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Tiempo de lectura: 2 minutos

Hola queridos, soy Tania Love, travesti de closet y me gusta contarles mis experiencias por esta página.

Esta vez les contaré lo que vivo actualmente, ya con mi edad casi no me visto pero he encontrado otro tipo de placer, si bien disfruto al máximo vestir de nena, sentir las medias rozar mis piernas, sentir el placer indescriptible de calzar unos tacones altísimos, ahora gozo saberme deseada también vestida de "hombre".

Es rico saber que aún vestido de hombre hay hombres que te desean, que ese deseo es diferente al que percibo cuando estoy vestida, que esos hombres no buscan una trans, que buscan un "hombre" a quien penetrar… Y si, descubrí que soy yo.

Como dije antes, ya no soy la misma, la edad ha hecho su trabajo y ya no me transformo muy seguido, pero descubrí que puedo ser muy sensual así y lo he comprobado muchas veces.

Todas las mañanas rumbo a mi trabajo voy en busca de un hombre que necesite una caricia, que necesite mi mano para comenzar bien su día y que mejor lugar que el metro.

Ahí he descubierto que no necesito vestirme de nena para demostrar que lo soy, he acariciando muchos hombres ahí y me han manoseado todo lo que han querido y descubrí que me encanta, adoro esa sensación de ser deseado, saber que me cogerían en ese mismo momento y que de ser posible me entregaría completo a ese macho en turno.

Un día, mientras iba al trabajo encontré un macho, barbón, alto y fuerte, desde que entré al vagón lo vi y se dio cuenta, yo estaba a un metro más o menos de él, me miraba y yo no podía quitar mi mirada de su entrepierna, él lo notó y comenzó a agarrarse la verga sobre su pantalón, yo ya sin disimulo me pasaba la lengua por los labios y mordía mis labios haciéndole saber que se me antojaba mucho.

Entonces me hizo una seña para que me acercara, así lo hice y quedé frente a frente con él, muy cerca, nuestros cuerpos se rozaban, podía sentir el calor de aquel cuerpo grande y fuerte frente a mi y sentí como una descarga eléctrica recorría mi cuerpo entero, principalmente mi ano, que para ese entonces ya pedía a gritos probar aquel macho delicioso.

Comencé a acariciar sobre su pantalón y me sorprendió el tamaño de aquel miembro, se sentía fuerte muy fuerte y duro, ya no me importaba que hubiera más gente, bajé el cierre de su pantalón y metí mi mano apresuradamente, con prisa por conocer su tacto, su tamaño, su olor… Se la saqué de un movimiento, él muy sorprendido pero no se negó, yo estaba muy caliente, aquel pedazo de carne era hermoso, fuerte, venoso y ya estaba húmedo por el líquido preseminal que al sentirlo no dude en bajar a probar, era delicioso, su cabeza grande entró unas tres o cuatro veces en mi boca, no me importaba que me vieran si al fin eso es lo que me gusta.

Desgraciadamente llegó el momento en que él tenía que bajar y suavemente tomó mi barbilla y me indicó que ya iba a bajar, se guardó aquel divino trozo de carne y acomodó su pantalón mientras me pedía mi número porque le había gustado mucho y quería cogerme.

Le di mi número y por la tarde se comunicó conmigo diciendo que le había gustado mucho mi boca, que quería meter su hermosa verga en mi culito…

Continuará…

Gracias por leer queridos como siempre dejo mi correo para que me mantengan calientita con sus mensajes [email protected].

Besos! Tania Love.

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