Cuando terminé la facultad nos mudamos a otra ciudad porque no había opciones de empleo donde vivíamos, encontramos un bello lugar a las afueras alejado de todo, una preciosa casa con un río cerca.
Mi mamá buscó trabajo en una clínica y yo en una oficina de abogados y mi hermano se ubicó en una escuela no muy lejos de casa.
Nos acostumbramos enseguida a todo y cada uno tenía sus cosas para hacer.
Una tarde cuando llegué a casa aún no había nadie y sentí curiosidad por ver el río, porque desde que llegamos a ese lugar no había podido ver ni saber como era el lugar.
Como no había nadie me desnudé y me puse las sandalias porque mis pies los tengo bien cuidados, salí de la casa y caminé hasta el río, estaba algo alejado de la casa pero solo hay hierba y algunos árboles, caminé por toda la orilla del río para encontrar un lugar que fuera cómodo, no encontré nada y regresé hasta donde había llegado, lo único que había era un gran árbol con una buena sombra.
Regresé a la casa por mis cosas de bañarme y fui para el río, entré al agua y me mojé completa, me lavé el pelo, y me afeité la vagina, terminé de bañarme y salí del agua, me sequé completa con mucho cuidado y recogí todo y regresé a casa muy contenta porque me había bañado en el río y además me había quedado bien afeitada la vagina.
Durante varios días no pude regresar a casa temprano y el domingo en la tarde luego de comer me fui a dormir desnuda a la terraza, acostumbro a dormir boca abajo y luego de varias horas desperté y fui a mi cuarto, allí estaba mi hermano y me preguntó que hacía durmiendo desnuda en la terraza y le dije que era más cómodo hacerlo desnuda, le dije que me daba mucha vergüenza que me viera desnuda, él miró todo mi cuerpo y le gustaron mucho mis nalgas, eso me dio más vergüenza y él me preguntó porque y le dije que es porque nunca había hecho el amor por el culo.
Lo miré a los ojos y le pregunté si le gustaría y dijo que no sabía, sin decir más nada le tomé una mano y salimos a la terraza y le dije que se desnudara, me puse en 4 en el piso y le dije que con mucho cuidado fuera empujando su pene en mi ano, yo me relaje todo lo que pude y sentí que mi ano se tragaba poco a poco su pene largo, muy despacio comenzó a frotar y me dio mucho placer, pasó varios minutos moviéndose y cuando comenzó a echarme el semen llegó nuestra madre, él se vino abundante y nos pusimos de pie.
Ella nos pregunta que hacíamos y le dije que me estaba haciendo el amor pero por el culo y que no debía preocuparse, dijo que eso estaba mal y que éramos hermanos.
Yo le dije que nunca había hecho el amor por el culo y no confiaba en nadie más para hacerlo.
Me dio un beso en la frente y dijo que fuéramos para el cuarto a hacerlo mientras preparaba la cena.