Hola, sé que ha pasado bastante tiempo de que dejé esta historia, pero recientemente he leído una historia similar y me he propuesto a ahora si terminar esta saga que tan lentamente he ido construyendo. Si desconoces mi trabajo te invito a leer los demás relatos que están en mi perfil, así podrás estar al tanto de lo que en esta historia se ve a tratar, disfrútenlo.
Tollan había estado en sus aposentos, descansando, pues después de complacer a Ishtar se sentía agotado, miró su muñeca y observó el brazalete de oro que le había dado su ama tras penetrarla una y otra vez por horas, intento quitárselo pero no funcionó, una magia extraña se lo impedía y lo hacía brillar con cierta malignidad.
-Tollan- dijo una voz que venía de la ventana y que lo sacó de sus cavilaciones
El héroe se acerco a la ventana y miró para abajo, descubrió a Lambdamy en su forma de catfolk colgando de la ventana, de un ágil salto logro ingresar, tomando a Tollan por sorpresa y haciéndolo caer hacia atrás. Al verla bien Tollan vió que llevaba un conjunto muy simple y descubierto, una tela semitransparente color durazno le cubria sus pechos suaves, aparte de eso no llevaba nada mas en la parte superior del cuerpo, cosa que la hacia ver sumamente deseable. En su sexo llevaba unas bragas del mismo material que su "bra" solo que estas estaban decoradas con unas cuantas cuentas doradas y estaban amarradas con un nudo por un costado.
-Sé que dije que te esperaría en el bosque, pero me he enterado de noticias urgentes- dijo Lambdamy con su sensual voz- he encontrado la hoja sagrada de Kadath, o bueno, he encontrado a alguien que sabe donde se encuentra dicha ciudad
Tollan, recobrándose y ya parado le preguntó: -Pues bien, dime, ¿Quién es esta persona? –
-Es el gobernador mercenario de Zolost, ya sabes, el pueblo bárbaro al norte del camino entre Nigurathlán y Ox- dijo la gatita y comenzó a caminar alrededor de Tollan mientras tocaba sus brazos, su pecho, su espalda y lo miraba lascivamente
Tollan no reaccionó, en su mente estaba buscando la excusa para ir a esas regiones heladas de Xanadú. Al estar detrás de él Lambdamy lo abrazó y deslizó su mano hacia le entrepierna del héroe, hecho esto preguntó – ¿He sido una buena gatita?
Tollan, molesto, le respondió – Ahora no, estás en Deathtouch, es peligroso que los demonios (en la mente de Tollan se escuchó amos) te encuentren aquí, tanto para mi como para Elina y para ti-
Elina, la recordó, sintió el dolor de aun no poder verla y que a pesar de todo lo que había hecho estaba lejos de volver a abrazarla. Lambdamy hizo caso omiso a las advertencias de Tollan y le sacó el pene del pantalón, Tollan protestó, se cubrió y le dijo – ¿Estás loca? Si vienen y te ven nos matarán y de paso a mi esposa- Lambdamy soltó una estridente carcajada lo soltó y le respondió – Por favor Tollan, se que te acaban de dejar ir, no hay ningún riesgo, además, se ve a leguas que necesitas un poco del cariño que nos otorgó Visaerys, un poco de sexo con amor, Arno ha influenciado demasiado su poder en ti-
-Aun así, sabes que tengo una esposa en alguna parte de este castillo y si lo hice contigo es solo porque necesito esa información que me provees- replicó el humano dándole la cara a la catfolk
Pues será una lastima para ti saber que si no me das lo que requiero no te volveré a ayudar, y eso que hasta hubiera podido encontrar la localización de tu esposa en este tétrico castillo- espetó Lambdamy con desdén pero sonriente
Tollan suspiró y se aproximó a Lambdamy – Bien, pero prométeme que averiguarás la localización- Lambdamy no replicó nada, solo se dejo caer sobre el héroe y besándolo comenzó a despojarse de su muy ligera ropa, es decir, la tira de tela que cubria sus voluptuosos pechos y sus bragas. Tollan comenzó a chuparle sus pechos blancos, mordía y lamia los pezones que se notaban erectos en las enormes tetas de la catfolk, instintivamente Lambdamy gritó y apretó la cabeza de Tollan entre sus atributos aún más.
-¡To- Tollan, Visaerys, que rico! – gimió la gatita
Tollan ya bastante duro comenzó a magrear el culo de Lambdamy, lo apretaba, daba ocasionales nalgadas y rasguños, a lo que Lambdamy respondía restregando su ya húmeda vagina en donde pudiera del escultural cuerpo del héroe. Tollan finalmente no pudo más y dijo:
-Déjame hacerte el amor-
Palabras raras pues después de todo lo que había hecho, hacer el amor sonaba cursi, ridículo, sin embargo con una gran delicadeza la catfolk lo llevó al lecho, bajó sus pantalones y comenzó una lenta mamada. Saboreaba cada parte de la gran verga de Tollan, la lamia, le escupía y mientras la metía hasta el fondo de su garganta veía a los ojos a Tollan, en aquellos ojos se encontraba el deseo, la lujuria, pero también un extraño amor. Hipnotizado por su mirada Tollan estaba llegando al clímax y de no ser porque la mujer gato saco el pene de su boca, Tollan le habría dado de beber una cuantiosa cantidad de leche.
-Venga, penétrame ya, deseo sentirte adentro, calentando todo y dejándome bien rellenita- rogó la catfolk y posó en cuatro patas, levantando el culo y dejándolo a merced del humano
Tollan mas que aturdido por el erotismo de la escena se colocó atrás de ella, y lentamente comenzó a penetrarla
-¡Ahhh¡- gimió Elina que en ese momento se encontraba dos pisos debajo de la habitación de Tollan, recibiendo la enorme y demoniaca verga de Velimount
-¿Acaso no se siente bien? ¿No te encanta sentirte deseada? – pregunto sonriendo maliciosamente el demonio
-S-sí, me, me encantahhh- balbuceó la pelirroja
-Dime que te gusta mas que la verga de tu esposo, que prefieres cogerme a mi que a Tollan- ordenó y le clavó mas a fondo su mástil
-Yo-ohh- yohh no…- replicó confundida- no sé eh ah ah ¡ahhh!
Elina se levantó de la cama, su sexo estaba muy caliente y mojado, tenia ganas de coger, semanas de solo mamar verga la habían puesto muy cachonda y su encuentro con Ur’ruk solo la puso más. Sin embargo solo podía pensar en lo que dijo en su sueño, no sabía por qué pero se sentía cada vez más atraída a Velimount y comenzaba a reconocer un desapego a su esposo, cosa que la carcomía por dentro pero a la vez encontraba muy excitante, el erotismo de engañar a su esposo y volverse a sentir amada, aunque fuese amor de un demonio.
Lambdamy se corrió estrepitosamente, tuvo espasmos y dejo chorreando la caliente verga de Tollan, sin embargo como pudo se levantó y vistió, dejando al héroe con un calentón de huevos tan terrible que le dolía. La gatita solo le dijo:
-Lo siento Tollan, pero oigo que vienen a tu habitación, los escucho, debo irme, vendré en los próximos tres días para informarte de tu esposa, cuida esa verga que espero mi recompensa- y con una risita pícara salió ágilmente por la ventana que entró. Tollan, semidesnudo, empalmado y claramente confundido solo escuchó pasos por el corredor una vez que la ventana se cerró.
-¡Knock knock!- tocaron y sin dar tiempo a Tollan de cubrirse, la puerta se abrió de par en par.
(Continuará)
Espero lo hayan disfrutado, se siente bien volver y les prometo esta vez que si acabaré este relato, si les gustó voten y no olviden estar al pendiente, en unas horas subiré el siguiente capitulo.