Pues todo comenzó un día que visite a mi novio, llegue desde temprano a su casa, tenía días que no nos veíamos por lo que las ganas de estar juntos estaban muy presentes.
Fue un fin de semana cuando viaje a la capital, para ver a mi novio pues estaba con su familia, llegué y todo bien, almorzamos, estuvimos platicando con todos y se dio la tarde. Fui por un momento a su habitación, él me comenzó a besar y metió su mano dentro de mi pantalón, rozando mi vagina con sus dedos, en un momento me acosté así que el jaló un poco mi pantalón descubriendo mi semilla, recuerdo que se acercó lentamente y con su lengua comenzó a lamer mis labios vaginales, yo lo tomé del pelo guiando su lengua hacia mi clítoris, sentí súper rico.
El me preguntó:
– ¿Te está gustando?
Yo le contesté:
– Si demasiado, quiero que me lo metas.
Pero de pronto le hablaron sus papás así que no pudimos hacer más, después regresó y me dijo que si queríamos ir al parque que estaba muy cerca, que no había mucha gente, que ahí podríamos hacerlo, le contesté que si, vi que me llevaba un helado de chocolate (mi favorito) así que comencé a degustarlo. Cuando se me ocurrió una idea, le dije que se acostara sobre la cama y me dijo:
-¿Qué vas a hacer?
Le contesté: " ya verás"
El me hizo caso se recostó, yo me acerqué, con mi mano le baje el cierre de su pantalón, y saqué su pene que estaba flácido aún, rápido baje su glande, metí su miembro en mi boca y comencé a saborearlo, sentí cómo se hacía grande dentro de mi, comencé a chuparle rico, note su cara de excitación. Cuando su verga estaba bien parada tomé mi helado y le puse un buen tanto con mi dedo en la cabeza, después le empecé a saborear frenéticamente, mientras que con una mano lo masturbaba, pero le volvieron a hablar, así que cómo pudo lo volvió a meter en su pantalón, yo estaba muy excitada, en lo que él fue a ver qué quería su familia, yo me metí los dedos en el pantalón revisando lo empapada que estaba.
Cuando regresó mi novio, me dijo que fuésemos al parque que me había dicho, me puse una gorra y nos fuimos, estaba como a 5 minutos de camino, cuando llegamos fuimos a una parte donde tienen animales, pero yo no dejaba de pensar que quería su verga dentro de mi pero ya, él estaba igual de caliente que yo pues a cada rato me agarraba los senos o las nalgas, yo notaba su erección pues se le marcaba por fuera del pantalón. Después de todos el choro de los animales, me dijo que nos fuéramos más hacia arriba por donde había menos gente (era un parque muy grande y por lo usual a esa hora casi no había personas a excepción de los empleados que laboran ahí).
Estábamos en un lugar donde había unos arbustos, y un contenedor grande donde (era cómo los que llevan las pipas de agua) era el lugar ideal pues no estaba a la vista de los senderos, me dijo: "este es un buen lugar, no creo que nos vean" cuando dijo eso, mi calentura se elevó, así que me hinque enfrente y él se desabrocho su pantalón y lo bajo hasta sus rodillas, dejando ver ese pene rico, unos testículos grandes que colgaban y hacían una armonía de genitales con un erección apenas un poco desarrollada, me acerqué, abrí lo más que pude mi boca y con ambas manos sujetaba su cintura haciendo movimientos de atrás hacia delante, después en círculos. Me acuerdo que le dije: "aun sabe a helado" el sólo sonrió.
No pasó mucho tiempo cuando me levanto del suelo, me comenzó a besar la boca y me subió a una piedra que estaba atrás del contenedor que les mencioné (es que él está alto y yo chaparrita), me puso de espaldas a él, y con ambas manos me desabrocho mi pantalón bajándolo con mucha furia, eso me excito bastante, tenía mis pantalones junto con mis pantaletas en mis tobillos y me dijo: "empínate un poco" a lo que obedecí, cuando sentí bruscamente su pene metiéndose en mi pequeño orificio vaginal, sentí que me desgarraba cuando lo introducía con tanta violencia e instintivamente puse mi mano en mi vientre pues sentía que me atravesaría, mi otra mano estaba en el contenedor, mientras que el sacaba y metía su verga por completo haciendo mayor mi dolor pero también mi satisfacción, era un mar de placer, me tenía tan vulnerable que me temblaban un poco las piernas.
De pronto unos perros salieron de la nada, eran como 6-7 perros, él se volteó y rápidamente sacó su cinturón de su pantalón al parecer eran perros callejeros, yo no podía subirme mis pantalones pues siempre me cuesta trabajo incluso tengo que dar un par de brincos para que suba en la parte de las nalgas, el con una mano trataba de subirse el pantalón con una mano y listo con el cinturón en la otra, como pudimos nos fuimos alejando pero de lejos vi que venían unas personas, me da curiosidad si nos estuvieron viendo todo el tiempo, y que me hayan visto desnuda de la cintura hacia abajo.
Nos subimos al coche espantados pero después de un rato nos dio mucha risa, y quedó como una anécdota muy divertida. (Después de eso nos fuimos al motel a terminar).