Erika y Román, este es nuestro relato escrito con mucho amor de nuestras aventuras, romance, exhibicionismo, infidelidades consentidas, entre otras cositas. (parte 3)
Continuando en donde dejamos el último relato…
Llegados la noche de volver a ir a los sectores asignados nos pusimos en marcha con dos cajas de colchas, mi suegro nuevamente nos prestó la camioneta, a todo esto, aún no sabía lo que mi novia se había comprado, cuando ya íbamos a medio camino finalmente mi novia se empezó a quitar la ropa, y sacando de la mochila un sujetador en forma de tubo sin tirantes blanco, ella suele comprar media talla más pequeña por lo que los pezones se le mercaban para chupar directo de la tela, su mini falda de cuerina negra al ras de culo, y sus tacones de 10 cm, se miraba sexy lista para recibir cualquier embestida de verga en su culo.
Habíamos llegado tipo 10:30 pm entonces no queríamos perder tiempo y empezamos a repartir rápido, mi novia como siempre dejándose ver el culo cuando se inclinaba o acercando mucho los pechos en la cara de los vagabundos para alcanzar las colchas, al final dejamos a 5 vagabundos que estaban más o menos cerca al grupo de ayer.
Nos dirigimos con el auto y lo estacionamos detrás del grupo que queríamos y nos bajamos, dos estaban acostados y uno sentado, tan pronto el que estaba sentado nos vio llegar empujó a los otros dos y se sentaron, al que nos vio llegar de primero en voz alta le dijo a los otros dos: ¡¡Eehh mira es a la que tenían con el culo abierto ayer!!
El vagabundo que no conocíamos dijo: ¡¡Ohh con que ella es!! Así de hermosa quien no la tuviera así y empezó a reír
Mi novia se cortó un poco, y les preguntó cómo estaba y ellos respondieron: Ahora que has venido super bien, como dicen, en alegrón de la noche. A lo que yo le alcanzó la colcha al que no tenía, a la vez nos presentamos, les dijimos que éramos novios y ellos de igual forma se presentaron: Los dos de ayer, uno se llamaba Héctor y el otro quien le había intentado coger a mi novia se llamaba Antonio, y el que no conocíamos se llamaba Adrián, nombres que nunca olvidaremos.
Entonces nos dieron 2 cubetas al revés para sentarnos, mi novia se sentó frente a los tres para enseñarles su vagina a propósito y yo me senté a la par de ellos, mientras hablábamos los otros tres miraban un rato los ojos de Erika, otro rato los pechos y otro rato la vagina de ella, y así jugaban con la mirada, hasta que Antonio (el que intentó penetrar a mi novia) dice: ¿Por cierto, se fueron a disfrutar de la cogida que te estaba dando tu novio? A lo que ella responde: Si claro cogimos, solo que mi novio me tuvo que limpiar las nalgas por los dedos marcados que dejaste…
Antonio quedó de cierto modo sorprendido y me vio de un solo pensando en que le iba a decir algo, pero jamás lo haría ya que no quería desaprovechar la oportunidad que la siguieran manoseando, por lo que le respondo con una risa: Jaja igual solo bastó una pasada y Antonio agarró confianza a raíz de mi respuesta y se aventuró a responderme: Es que tenía que aprovechar pues no se ve un culo así toda la vida y menos para nosotros, ¿verdad? Y los otros dos responden que si…
Entonces mi novia interrumpe y dice: Al menos lo disfrutaron, puedo hacerlo de nuevo si quieren (aunque lo dijo dudosa).
Héctor el segundo indigente le dice: Sería lo mejor de la noche y los otros dos asintieron con la cabeza.
Yo secundé lo que dijo mi novia y le dije: Esta bien amor quítate la parte de arriba, para mientras iré al auto… y mi novia me dice: Espera amor, que ellos me ayuden.
A lo que respondo: Esta bien corazón. Los vagabundos ni bien escucharon eso se olvidaron de sus dolencias e inmediatamente se pararon y le dicen a mi novia: ¿Para qué somos buenos? Y ella nomas ríe y les dice: Agarren uno cada lado del tubo y súbanlo, el sujetador en forma de tubo al ser media talla más pequeña al subirlo sus pechos subió y cuando fueron liberados rebotaron, creo que en ese momento los vagabundos y yo seguimos el ritmo de los pechos.
El tercer vagabundo Adrián le dice: Ya está princesa, puedes tomar asiento, pero Adrián le dijo: Espera, hagámonos más para adentro.
Entonces le pregunto a Adrián porque y el me responde: Es que estamos a orilla de calle, solo queremos hacernos más adentro solo para disfrutar nosotros y le digo: Ohh bueno está bien.
Entonces mi novia a propósito camina y se detiene en medio de la calle con las tetas a la vista de todos: Es verdad estamos muy afuera y se regresa a donde estábamos.
Recordé lo que mi novia me dijo de dejarla sola por lo que digo de manera general: Bueno, como dije iré al auto sacaré más colchas para seguir repartiendo, los vagabundos desilusionados dijeron: ¿Ya se van?
Yo solamente les digo: No nos vamos todavía, amor si quieres quédate con ellos hablando, yo iré a repartir esto y luego me les vuelvo a unir. Ella a sabiendas me dice: Esta bien mi amor aquí te espero.
Justo cuando estaba sacando las cosas del carro se acerca mi novia y me dice: Mi amor una pregunta. Si dime –le respondí–. ¿De verdad me puedo dejar tocar?
Y le digo: Mi amor ya lo hicieron ayer, y ahora también al quitarte el tubo, no hay problema, como te dije ayer me hubiese gustado ver eso.
Entonces ella me dice: Si mi amor lo sé –dice con una sonrisa. Y me vuelve a decir: ¿Pero que tan lejos debo de llegar?
Ante esa pregunta me quedé con las manos en la caja, me quedé en blanco, pero tenía que dar una respuesta rápida, otra vez a tratar de mover las cosas a mi favor…
¿Ser demasiado sincero y decirle que de mi parte que esos tres se la cogieran hasta decir ya no? Pero luego recordé que cuando Antonio se empezó a acomodar entre las nalgas de mi novia ella se quitó, entonces en mi mente pensé que probablemente no era el momento, pero si ponía un límite sé que ella lo iba a respetar e iba a perder una futura oportunidad de mi siguiente objetivo: ¡Ser cornudo al menos una vez en mi vida!
Mi mejor respuesta al instante fue: Amor estas cosas no se dan toda la vida, deberías de aprovechar y que disfrutemos hasta donde quieras – Sinceramente me arriesgué mucho con esa respuesta, pero fue la mejor, pues le daba luz verde de llegar hasta donde quisiera, a la vez permitirle detenerse cuando ella quisiera, además de decirle de manera indirecta: Si quieres que te cojan aquí mismo hazlo, pero, dicho con otras palabras.
Mi novia me responde: Esta bien mi amor estaré platicando con ellos y ni creas que me voy a cubrir en toda la noche –me diría guiñando el ojo.
Me subí la caja al hombro pues era absurdo mover el carro a media cuadra, y salgo de la parte de atrás y voy a donde están sentados y le digo a los tres vagabundos: Bueno se las encargo mientras dejo eso.
Y ellos tres me dicen: Si claro, no te preocupes, igual no dejaremos que nadie se acerque. Eso último me gustó pues me dio a entender que serían protectores a alguien ajeno.
Cuando llegué a media cuadra vi para atrás y ahí seguía mi novia, un poco más atrás por lo que se movieron, pero aun podía verla, aún seguía con las tetas al aire y los otros tres como zombis viéndoselas. Continué repartiendo hasta casi llegar al último y este me detuvo y me dijo: ¡Oye! –Volteo mi rostro hacía abajo y le respondo: ¿Si?
Ese indigente me dice: Buena putilla se han encontrado esos tres verdad. Inmediatamente le seguí el juego: ¿Si tienen suerte, has logrado verla?
Entonces me responde: Pues claro salió con las tetas al aire en plena calle, buena vista me di, bueno al menos ellos tendrán con quien coger hoy.
Su comentario nuevamente me volvió a poner erecto el pene, aprovechando quise saber más de ellos por lo que le pregunto: ¿Y ellos suelen traer mujeres así a menudo?
El indigente nomas dice que no con la cabeza y me dice: Las putas son más finas que nosotros. Le interrumpo y le pregunto: ¿Por qué dices eso?
Y el me responde: Primero que nada, las putas ni nos voltean a ver, segundo solo míranos ni les antojamos y tercero ellas saben que no andamos absolutamente nada que ofrecerles, y por eso te he dicho que han tenido suerte esos tres de allá, esa ha de ser una marrana cogiendo con vagabundos.
Obviamente él no sabía nada, pero su comentario me lleno de excitación saber que mi novia llegó a un punto tan bajo de ser tocada por gente de la calle, que como el otro me lo confirmó, ni las putas les hacen caso.
Había terminado de darle la última colcha a una mujer que era sin hogar también, cuando ella me estaba agradeciendo escuché carcajadas más fuertes pues se lograba escuchar a 3/4 de la calle y eso que era un tanto larga la calle y escuché que alguien tiro un beso era un vagabundo que casualmente iba pasando en ese momento pero siguió de largo, cuando vi en dirección a donde estaba mi novia, ya a ese punto no la podía ver porque se habían metido más sin que yo me diera cuenta, por lo que me hice más a la derecha y cuando pude ver finalmente, mi corazón dio un vuelco pues ella estaba de pie, pero su pecho apoyado justo sobre un borde de un muro con el culo parado y sus tacones solo hacían resaltarlo más.
Se me vino a la mente cuando la estaba cogiendo ayer que así mismo la tenía
Y vi cómo los tres se acercaron y empezaron a bajarle la falda despacio y su culo quedando al aire libre. Llegado a ese punto me quedé congelado… Creí que finalmente se la iban a coger ahí mismo a la vista de algunos, entonces apresuré el paso pues era algo que no quería perderme, pero a la vez me invadían muchos pensamientos, pero cuando iba de camino vi que ella se puso recta otra vez y camino junto a ellos a sentarse de nuevo…Cuando llegué solo reían y llegué con una sonrisa y dije: ¿Tenías calor mi amor? –dije en forma de sarcasmo y riendo por la adrenalina y la excitación.
Mi novia se rio y me dijo: ¡¡No mi amooorr!! Es que estábamos hablando de cómo me encontraron ayer –dijo riendo–. Y me pidieron si podía repetir la escena para ellos entonces acepté, de todas formas, desnuda ya estaba –dijo riendo nuevamente.
Entonces Héctor (el segundo vagabundo) interrumpe y dice: A fin de cuentas, esa falda nada que le tapaba. Y los otros dos asintieron con la cabeza.
En ese punto mi trabajo era seguir generando confianza para el bien de mi novia porque lo disfrutaba con mucha sinceridad y para el bien mío porque moría de excitación.
Entonces dije en forma de aprobación: Si es verdad amor, para eso mejor no te pongas nada –y les di la falda a ellos– pueden quedárselo –les dije.
Cuando íbamos a sentarnos mi novia a apoyar su culo iba sobre la cubeta, entonces Antonio: No te sientes ahí princesa, eso esta sucio, mejor hazlo aquí –dijo abriendo sus piernas.
Adrián lo interrumpe y le dice: Pero si ahí está más sucio. Y todos reímos ante lo cómico del momento.
Pero luego vi las piernas de Antonio y definitivamente si estaba bien sucio el pantalón, era de tela delgada desgastada, bastante flojo amarrado con cuerda, con hoyos, y disimuladamente vi su entrepierna pude ver que ni disimulaba el bulto, al ser un pantalón bastante flojo se abultaba bien y se miraba en qué dirección apuntaba su pene, pero no sabía si era grande o normal.
Mi novia ante todo eso dijo: ¡Calma! –riéndose–. Cuando a Antonio se le duerman las piernas voy a escoger un asiento nuevo –dijo poniéndose de espalda frente a Antonio.
Antonio como dije, era el más lanzado en lo que mi novia iba bajando para apoyar sus nalgas en su entrepierna, rápidamente se metió la mano adentro del pantalón y puso su pene hacía arriba, pero adentro del pantalón y sacó la mano.
Cuando mi novia terminó de sentarse pude notar que ella sintió el pene a través de la tela apoyarse en su vagina, por lo que ella astutamente con su culo empujo para atrás y luego se hizo hacia adelante, dejando su pene viendo para abajo. Mi novia le había ganado el juego pues el pene de Antonio había quedado en otra posición.
Empezamos a hablar de diferentes temas, les dijimos que éramos enfermeros, ellos se sorprendieron por eso, tocamos diferentes temas, hasta llegar a los temas sexuales, obviamente ellos eran los más curiosos al respecto, en lo que íbamos hablando mi novia ya había cambiado y se había sentado en Héctor, solo quedaba Adrián.
El tema iba un poco así: Nos preguntaban si habíamos hecho sexo anal y nuestra respuesta fue que si solíamos hacerlo varias veces. Héctor era quien tenía a mi novia en sus piernas y le pregunta muy cerca de su boca: Oye… ¿Es cierto que el culo crece?
Ella nomas alcanza a reír y responde sin pensarlo: ¡¡Noo!! ¡Pero el ano si cambia un poco de forma!
Eso último fue el detonante para ellos pues se mostraron eufóricos y no querían desaprovechar la oportunidad y Héctor dice: ¡A ver muéstranos!
Y mi novia la responde: ¿Y cómo piensas comparar si no me has visto desde antes?
Entonces Adrián los interrumpe y me dice a mi: Seguramente tú tienes fotos de ella así, no seas malo, muéstranos por favor.
Entonces para seguir con la intriga le digo a mi novia: ¿Amor se los muestro? –dije con mirada cómplice.
Mi novia siguiéndome nuevamente el juego: Esta bien muestrales cuando recién empezábamos. En lo que buscaba las fotos vi la hora 12:30 am, supe que se nos acababa el tiempo, pero yo quería saber hasta dónde llegaba todo.
Finalmente la encontré y se la mostré a ella en 4 abriéndose las nalgas con la mano, en esa foto recién habíamos terminado de coger, esa foto la tomé en realidad para tenerla de recuerdo de las primeras veces que terminaba adentro de su vagina.
Les pasé el teléfono para que la vieran, uno se lo pasó al otro. Para ese momento mi novia ya se había pasado a las piernas de Adrián, y cuando el vio la foto dijo: ¡¡Pero es que si la tenés bien cogida mírala!!
No me había percatado que habían visto las demás fotos, y precisamente la que estaban viendo era ella con mi semen en su boca y se volvieron a pasar el teléfono y al final todos vieron esa foto igual, entonces Antonio le pregunta a mi novia: ¿Te encanta el semen verdad? Y ella responde con una sonrisa diciéndole que sí. Antonio solamente le dice: Así debes de ser siempre tomar todo lo que te ofrezcan.
Mi novia con voz pícara le responde: Por supuesto. Después de eso Héctor vuelve a interrumpir y dice: Total no nos mostraste el cambio de tu culo, digo, de tu ano.
Ella nomas se levanta meneando su culo y dice: Esta bien, para los curiosos –dice poniéndose en 4 en la tierra frente a ellos, los tres se levantaron de un solo y acercaron la mirada para ver mejor y me devuelven el celular.
Adrián luego dice: Queremos comparar bien… me ve a mí y me dice: Puedes acerca el celular y fue precisamente lo que hice. Entonces Antonio le abrió sus nalgas con sus manos y deja ver al máximo esplendor su ano y su vagina.
Yo quería eyacular adentro de mi short sin haberme tocado mi calentura era enorme, tener a mi novia en 4, que alguien más le abra las nalgas para que puedan ver todo, es solo algo que deben de experimentar para comprender semejante bendición.
Entonces ellos en tonos de burla le dijeron: Mira esta que se incendia el culo de ella, te apuesto a que pones algo ahí y con toda esa lubricación se va de paso, y se atrevieron a pasar un dedo cada uno de ellos en medio de la vagina de ella y con los mismos líquidos vaginales dedearon un poco el ano de mi novia y se pusieron a reír los tres.
Mi novia al sentir los dedos pasar solo cerro los ojos y dio un jadeo excitada, y luego giro su vista por encima de su hombro y respondió a la burla de ellos aun estando en 4: Mucho se ríen, pero desde que vine tienen bien paradas sus vergas, no creas que me di cuenta de tu erección Antonio y por último sentenció: No me lo nieguen que ustedes también estarán hasta con liquido preseminal de afuera, así que sáquense sus vergas para que no sea la única sin ropa.
Sus palabras me llegaron a lo profundo y por segunda vez me puse a pensar realmente: ¿Que tan lejos realmente piensa llegar?
¡Bravo! ¡Bravo!