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Noches de donación y exhibicionismo
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Tiempo de lectura: 11 minutos

Erika y Román, este es nuestro relato escrito con mucho amor de nuestras aventuras, romance, exhibicionismo, infidelidades consentidas, entre otras cositas. (parte 2)

Cómo había mencionado en el relato anterior, estamos tratando de narrar todo de manera cronológica, que sea detallado y lo más entendible posible debido a que en algunos momentos llegaríamos a cambiar del pasado al presente en el mismo relato. Agregar también una disculpa por lo extenso de este relato, pero era necesario incluir ambas cosas porque una lleva a la otra, espero lo disfruten.

Continuando con las andadas con ese momento mi novia Erika, ya habíamos quedado claro que en el tema de exhibicionismo íbamos totalmente en serio, tan afortunado era en ese momento, pero mi novia aún más eufórica.

Desde que aceptamos realizar el tema de exhibicionismo mayormente andaba sin ropa interior cuando salíamos pues le gustaba que la dedeara de manera discreta o que algún hombre distraído llegase a fijarse que no llevaba ropa interior, para ello se ponía mini faldas o vestidos al ras del culo, pero siempre se ponía esa ropa en mi carro, pues no podía salir de su casa de esa forma.

Para comenzar nosotros estábamos en el parque, ya anochecía habíamos estado caminando y platicando, disfrutando de la fuente y comiendo helados de los vendedores ambulantes, pero como repito, ya era noche técnicamente, por lo que decidimos irnos de ahí, no sin antes proponerle un juego, aprovechando pues la nueva etapa que estábamos iniciando.

Le pedí que del estacionamiento hasta llegar a su auto se bajara el cuello de la blusa para enseñar los pezones, ella vio para todos lados y aceptó, caminó de esa forma hasta llegar al auto, pero nosotros que nos subimos al auto y guardia del parque aparece, creí que nos iban a multar, pero no fue así, es más, pasó de largo, después de ese pequeño susto, ella me fue a dejar a mi casa ya que mi auto estaba averiado, entonces ella andaba el auto de la mamá.

Al día siguiente asistimos a clases, para ir a la universidad se viste más normal y con ropa interior pues es un lugar donde no queremos destacar y menos que se enteren de nuestras andadas calenturientas, entonces así pasó sin novedad la semana.

Para lo siguiente que debemos de contar retrocederemos un poco al momento cuando estuvimos en el parque, cuando ella fue a dejarme a su casa conoció a mis padres, ellos a diferencia de los padres de ella, mi papá es abogado defensor y mi mamá licenciada en administración empresarial pues ostenta el cargo de gerente, mis padres son iguales de tranquilos, serviciales pues siempre me han inculcado el respeto a las personas y brindar apoyo si se puede, tanto así que participamos seguido en colectas materiales para indigentes o apoyo a las iglesias a pesar de no tener ninguna religión, únicamente creemos en hacer el bien con acciones.

Mientras que los papás de Erika profesan religión católica y gracias a sus profesiones ayudan a ONG a planear albergues u hogares, y una familia así es una de las muchas cosas que me llamó la atención de Erika para hacerla mi esposa.

Llevando ya un año con 9 meses, y casi finalizando tanto nuestro servicio social de lunes a viernes y nuestro proyecto de graduación, decidimos finalmente presentar a ambos padres, mi casa es grande pero no como la de Erika, entonces decidimos que ese sería el lugar, esperanzados a que ambas familias se llevasen bien finalmente nos reuniones un fin de semana, al principio una formalidad ahogante y protocolaria pero a medida pasaron las horas iban conectando hasta que descubrieron sus actividades de ayudar a las personas, de parte de Erika ayudar desde una parte religiosa y de mi familia simplemente porque el buen accionar reduce el estrés social.

Entre conversación y conversación, Erika se levantó de la sala de estar y se fue a la segunda planta, llegados a un punto en que ya la formalidad se fue y el papá de Erika ya en manera amistosa le empezó a pedir consejos legales respecto a construcciones a mi papá quien es abogado, y a partir de ahí dieron rienda suelta y dije en mi mente: Perfecto se juntaron las tuercas con los tornillos, luego pedí permiso para levantarme pues ya habían pasado 10 minutos desde que Erika se fue a la segunda planta y la mamá de Erika de nombre Cecilia me dijo: Si claro hijo ve y dile que en un rato servimos la cena, solo asentí la cabeza.

Subiendo al segundo piso me acerqué a su habitación y no estaba, luego fui al baño y no estaba, me acerqué discretamente a la habitación de su abuelo, y él estaba acostado en la orilla de su cama y en la justa mi esposa (novia en ese entonces) se iba levantando a nivel de la ingle de su abuelo, toqué la puerta y ella se terminó de levantar se giró y vi que tenía los zapatos de su abuelo en sus manos, me sonrió vi un ligero de movimiento de garganta en ella y luego me explicó que su abuelo quería dormir ya y que siempre le quitaba los zapatos para evitar que se tropiece con ellos…

Pensé por un momento en algo excitante, pero lo descarté por tratarse de su abuelo, pero por un momento se me pasó por la mente ¿Cómo se vería mí novia chupándole la verga a un anciano? Pero no haciendo alusión a su abuelo, si no, a algo general, pero reí en mi mente, le di las buenas noches a su abuelo, me respondió con una sonrisa, se giró y se dispuso a dormir.

Ya estando en la cena, o más bien casi finalizando la cena para mi sorpresa el abuelo iba bajando y niña Cecilia o sea la mamá de Erika le dijo: Oh abuelo Julio lo hacía dormido ya, a lo que el responde: Sentí el olor a comida y quise agarrar un poco, procedió a tomar un poco de comida, comió en silencio pues aún estaba medio dormido, terminó de cenar, fue por un poco de agua y se lo llevo a la sala de estar, al rato regresa al comedor, se sienta a la par de mi novia y le dice a mi novia: Ten hija no tomé agua toma tu para que no se desperdicie, mi novia ve el vaso y sonríe y asiente con la cabeza y termina de tomar todo el agua, al tomar el agua hizo una pequeña expresión de cerrar los ojos pero luego disfrutar y le pregunté:

¿Estas bien? A lo que me responde: Sí, solo que casi me atraganto dice riendo.

A lo que el abuelo agrega: Es que le gusta beber agua demasiado rápido dice riendo también, pero con una risa burlona no se si por la situación o dirigida a mí.

Luego la cena dio por finaliza, nos despedimos la noche y la reunión había salido de lo mejor, pues ambas familias se habían llevado realmente bien.

Pasaron cerca de 3 semanas de una forma relativamente rápida entre la universidad y salidas al parque o cosas sencillas, siempre aprovechando el tema exhibicionismo, a los días nuestro “oportuno” (nótese el sarcasmo) señores del clima avisan un día y medio antes de un frente frío, de parte de la familia de mi novia para ese tipo de situaciones siempre la iglesia a la que ellos asisten brindan asistencia, no suelen dar abasto pero hacen lo que pueden, el plan o más bien la asignación que la familia de Erika tenía era repartir colchas a los indigentes y se lo comuniqué a mis padres y de inmediato aceptaron colaborar en la repartición.

El plan era sencillo los adultos es decir los más viejos tomarían el centro de la ciudad pues había indigentes que a veces causaban problemas entonces querían mandar personas mayores, y a nosotros el grupo de los jóvenes la periferia de la ciudad pues eran las zonas más tranquilas, eso fue comunicado por whatsapp en la mañana, a Erika y a mi nos asignaron la parte Sur-Este era la zona más pobre por lo que el trabajo iba a ser cansado y se iniciaría a las 9 pm pues el tráfico a esa hora disminuye y es cuando los sin hogar suelen reunirse para dormir.

Al pasar las horas caí en cuenta que íbamos a estar a altas horas de la noche y en la calle, mi mente inmediatamente empezó a maquinar situaciones calientes, por ejemplo… nosotros cogiendo en la calle, ella mostrando sus pechos o que salga del auto nuevamente desnuda, agarré el celular y le dije mi plan, a lo que ella aceptó pero que la ropa la llevaría a parte pues era un trabajo de la iglesia y le dije que estaría bien.

Llegada la noche ella iba vestida con un pantalón y blusa con manga ¾ de acuerdo a la ocasión y en su mochila llevaba la ropa, como las colchas iban en cajas medianas mi suegro nos prestó la camioneta para que lleváramos las cajas atrás, partimos al otro lado un poco tarde tipo 9:30 o 9:45 de la noche, y casi llegando a la zona donde se solían reunir los indigentes ella empezó a cambiarse, se puso una mini falda tipo jeans y una blusa de tirantes holgada lógicamente sin bra y le pregunté cuál era el propósito de una camisa holgada pues cubría todo, a lo que me responde: Espera y verás.

Finalmente llegamos a la zona llamada Exconstructora pues solo había paredes a medias y muros por igual que al final sirvieron para que los indigentes hicieran sus puntos de descanso, la zona en sí no es tan transitada, pues la cantidad de indigentes lo habían hecho poco atractivo para circular, tanto así que el Gobierno decidió cedérsela a ellos, la zona además estaba dividida por 6 calles, en cada hilera estaba ocupada por ellos, entonces nos estacionamos en un espacio abierto tratando de visualizar donde estaban y era fácil de reconocer pues estaban en grupitos de 3 a 5 personas cada quien “en su zona”.

Nos bajamos, baje una caja del baúl de la camioneta y la abrí con una navaja, luego la tire al interior de la camioneta, mi novia con la confianza en alto y con la buena motivación del morbo, se inclinó sin flexionar las rodillas con su culo en dirección al primer grupo que estaban a unos 10 metros y como ella estaba al frente mío entendí del porque la camisa holgada…

Pues al bajar la parte superior la camisa al ser de tirantes y holgadas pues caía demasiado por lo que podía ver perfecto sus pechos y pezones, al ver eso me reí y le dije: Ahora entiendo porque la blusa holgada, pero ¿Y cómo te queda la falda? Se giró y se volvió a inclinar sin flexionar rodillas, mis ojos se abrieron como platos ya que la falda se le subía a manera que se podía ver en efecto más allá del inicio de sus nalgas, probablemente unos 5 centímetros más, es decir donde inicia la curvatura de su culo.

Ya eran las 10:15 pm debíamos de darnos prisa pues la hora de retorno por tarde sería a la 1:30 am, agarré 3 colchas, pero los indigentes al verme se asustaron un poco, pues claro, caras que no eran conocidas y ver a un hombre acercarse de un solo a esa hora de la noche era para alarmarse, cosa que lo noté y le dije que venía de parte de un grupo de ayuda y que íbamos a entregar colchas y pues me vieron con las mismas en las manos y se las di, entonces los demás grupitos al ver eso empezaron a reunirse en sus respectivos sectores, eso me dio a atender que no era la primera vez que se hacía una actividad similar.

Había un grupito que estaba acostado que no dejaba de ver a mi novia, ella me lo hizo saber ya que no me había dado cuenta y me dijo: Haré mi primera movida, fíjate me dijo con una sonrisa, va hacia ellos en dirección opuesta a 10 metros, yo me fui a sentar en el baúl para disfrutar el espectáculo, el grupito permanecía acostado solo uno se sentó en el suelo, llegó mi novia con las colchas, los saludó y se puso de cuclillas dejando su vagina a la altura de la vista de los que estaban acostados.

Ellos no sabían que hacer, no sabían a donde ver si a la vagina que seguramente estaba jugosa de la excitación o ver las colchas, ella solo sonrió y les dijo que les daría esas colchas, las agarraron pero viendo la vagina de ella, los indigentes notaron que no le importaba que la estuvieran viendo entonces se centraban más en ver que en lo que ella les decía.

Al final casi todos los grupitos vieron algo de ella, o la vagina o los pechos, más de alguno le soltaba alguna frase adulándola: “Que hermosa mujer” “Bonitas piernas mi amor” “Que rico culo” a estos ella solo les agradecía. Y a los que decían cosas sin pelos en la lengua tales como: “Menea el culo eso también calienta” “Entrégame la colcha gateando puta” “Con esa falda en vez de estar entregando colchas deberías de estarme entregando el culo” ella solo les sonreía.

A todo esto, se hicieron las 11 pm, esperamos 30 minutos más por si aparecían más personas sin hogar, pero al parecer no, solo logramos vaciar una caja así que la caja vacía y la sellada las puse en el asiento trasero, ya después de ese tiempo mis ganas de coger con Erika eran grande, y por lo visto la urgencia era la misma de parte de ella, rápidamente salimos de lugar y subimos 2 cuadras hacia arriba para adentrarnos más en la zona, llegamos a la calle 3, apagué las luces del auto por si alguien andaba por ahí no viera el movimiento, me salí del asfalto y entré a una zona de tierra, estacioné y apagué el auto a la par de un muro, es decir, entre en forma de L, por lo que no podían vernos de ningún punto, el único testigo era la lampara de alumbrado público.

En ese ese mismo instante Erika empezó a quitarse la falda y la blusa quedando totalmente desnuda, en ese momento solo se me venía el recuerdo de la primera vez que hizo eso, me desabrocho el pantalón y los bajó un poco, sacando así mi pene y lamiendo para lubricarlo y sin perder tiempo procedió a sentarse sobre mi y empezó a el sube y baja con mejor movimiento pues la camioneta era más amplia que mi sedan, para seguir dentro del juego pensé en quitarme la ropa por igual pero ella no lo permitió a la vez diciéndome: Aquí la puta soy yo! ¡Y a mí es que me vas a coger sin ropa en la calle y es a mí a quien tienes que exhibirme!

Solo respondí: ¡Entonces es lo que tendrás! – Procediendo a abrir la puerta del conductor y sacándola del auto y la llevé a la parte trasera de la camioneta abriendo la cajuela, le agarré la cabeza con fuerza posando su pecho en el suelo del maletero, quedando así de pie en la parte de afuera y con el culo parado, y le dije: Será tu problema si gritas – terminando de decir eso y empujé con fuerza mi pene en su vagina penetrándola de una manera rápida, pesada y tosca sin pensar en el disfrute de ella, hasta que reconocí los signos típicos cuando ella está por tener un orgasmo ya que empezó a emitir pujidos y a tener escalofríos y supe que al final si había terminado pues se le notaba como temblaba de las rodillas y su vagina empezó a humedecer aún más.

Siguiendo en la faena hasta que repentinamente escucho por detrás mío: Disculpen, e inmediatamente ambos paramos en seco. Eran dos indigentes que se me habían acercado por detrás y que en ningún momento nos percatamos, mi novia en ese momento quiso taparse, pero con la misma se quedó en seco pues era demás porque no tenía nada a la mano con que hacerlo así que ni modo…

Los dos indigentes nos preguntan lo siguiente: ¿Ustedes son los que andan repartiendo colchas?

Y yo por los nervios y a la vez con la adrenalina a tope: Si nosotros somos.

Los indigentes entonces dicen: Es que queríamos saber si aún tienen colchas. A lo que yo respondo: Si aún tenemos, pero precisamente solo me quedan dos, dije mintiendo.

Los indigentes me indicaron que no importaba pues solo era para ellos dos, por lo que fui a la parte delantera a buscar la navaja mientras me guardaba la verga, hasta que finalmente la encontré entre medio de los asientos delanteros, me fui al asiento trasero y empecé a quitarle los sellos a la caja, hasta que luego caí en cuenta de algo… Había dejado a mi novia en frente de los 2 indigentes justo en la misma posición que la estaba cogiendo, con su culo levantado, entonces inmediatamente levanto la mirada y veo que simplemente estaba levantándose para sentarse al borde del maletero y hablando con ellos…

Fui con las dos colchas y se las di a los dos vagabundos y mi novia me dice: Mi amor ellos me comentaban que dos calles más arriba hay otro grupo que necesitaran, pero les explicaba que ya no teníamos más. A todo esto, mi novia seguía totalmente desnuda sentada y los dos indigentes con sus ojos bien clavados en las tetas de ella y tratando de ver su vagina. Finalmente se había conseguido lo que queríamos, que la vieran totalmente como vino al mundo totalmente desnuda.

Cuando los 2 indigentes me dijeron que era en la sexta pensé: Estos andan ebrios. Y les dije: ¿6 calles? Pues solo hay 5.

Uno de ellos me dice: Es que ese es el problema, siempre todos piensan que son 5, pero en realidad son 6, por eso siempre nos toca bajar a pedir cosas cuando vienen a repartir.

Me sorprendí pues siempre creímos que eran 5, entonces les dije que no se preocuparan porque de todas formas son 2 noches de entregas y que íbamos a regresar, por lo que ellos se retiraron y nosotros con la adrenalina al full nos subimos al auto y nos retiramos no sin antes pasar por la dichosa sexta calle y era verdad lo que el indigente nos dijo, entonces nos trasladamos hasta el punto de reunión, en lo que íbamos de camino ella se iba cambiando a su ropa normal con la que salió de la reunión, entonces en medio de eso me dice:

¡¡Amooor me dejaste ofreciéndoles mi culo!! Y yo me río y aprovechando que se tocó el tema le pregunto: ¿Y se los diste? Y su respuesta no me la esperaba: Pues claro que he dejado que me manoseen las nalgas. Al escuchar eso se me encendió la sangre de la excitación pues en ese instante supe que se había roto el límite entre ver y tocar, y en mi razonamiento si ella se dejó tocarse las nalgas, ¡entonces capaz en algún momento se dejaría coger y poder cumplir mi otra fantasía de ser cornudo!

Tenía los dados tirados en la mesa, primero porque realmente me encantó que haya hecho eso, segundo fue por su propia iniciativa y tercero tenía una manera de darle una aprobación y hacerle saber que no me molestó que la tocaran.

Entonces a su respuesta me río y le digo: ¿Tienes pruebas?

Por lo que ella encendió la luz del interior y me mostró sus nalgas, estaban rojas por las embestidas que le di, pero ella me dijo: ¡¡pues siii aquí están los dedos marcados por la suciedad de sus manos!!

Entonces tratando de hacer la movida a mi favor para que supiera que me gustó que la tocaran le digo: Pues a mí me hubiese gustado verte como te tocaban el culo – dije arriesgándome.

Agregué también en tono desafiante pues quería provocarla para que en algún momento repitiera la acción: ¿Entonces porque vi que te sentaste?

Y ella me responde: Es que en la posición en que estaba no miraba bien, pero sentí que uno de ellos dejó de tocarme el culo y se puso precisamente detrás de mí, creí que solo quería ver aún más de cerca porque abrió mis nalgas para separar los labios de mi vagina entonces vi que se tocaba abajo pensé que se estaba acomodando el bulto, ¡¡pero noooo!! ¡Tenía su verga de afuera no se la vi bien, pero se que era su verga y a acomodarse iba para penetrarme! Por lo que me senté de una manera disimulada y a la vez conversando para demostrar naturalidad para que no se sintiera rechazado.

Con eso que ella me dijo me mató, mi respiración se volvió pesada, me sentía mareado por la calentura excitante que circulaba por todo mi cuerpo, pero a la vez estaba con la espada contra la pared ¿Cómo debía de responder a eso? ¡Tenía que encontrar la salida a eso, pero YA! En ese momento mi cabeza era como un juego de ajedrez.

Entonces le dije: Bueno, pero no lo hizo, tal vez solo a cambio quería mostrarte su pene erecto al ver semejante culo parado. Además, agregué: Así que dale las gracias nuevamente mostrándole tus pechos o tu jugosa vagina cuando lo veamos y si se vuelve a sacar su verga, estarán parejos.

Y de esta forma le demostré que estaba de acuerdo con que él se sacase la verga, que no me molestaba que la tocaran y que a la vez no me molestaba que el vagabundo haya intentado penetrarla.

Finalmente llegamos al punto de reunión para entregar las colchas restantes e informar sobre la sexta calle, solo éramos 2 grupos que íbamos a ocupar ir por segunda vez, el grupo de los adultos pues el centro de la ciudad es muy complicado de cubrir y nosotros al enterarnos que hay más grupitos sin hogar, yo me despedí de mi novia y cada quien fue a su casa.

A llegar a casa ella me escribe y me dice: Amor mañana iré a comprar algo al centro comercial, ya tengo en mente lo que usaré mañana en la noche

A los 10 minutos le respondo: ¿Ah sí? ¿Qué comprarás?

Casi al instante me responde: Será un secreto, pero será algo que me facilitará mostrarle los pechos al vagabundo que se sacó la verga, de todas formas, dijiste que así se lo agradeciera, a la vez me manda un emoji de fuego. A lo que se despide y hago lo mismo.

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