Cuando llega la noche y la luna asoma, es el momento de liberar las bestias… llegó la hora de los demonios.
Devota a mi, me esperas para tu limpieza, sabes que para sesionar me gusta asearte. Te quito una a la vez cada una de tus prendas, lento, suave, con cariño y en cada roce de mi mano en tu piel, se ve como esta se te eriza.
Retiro tu remera, suelto tu corpiño y tus pechos desnudos, tu hermoso busto y tus pezones firmes, me generan una tentación de querer morderlos, chuparlos, pellizcarlos… pero me contengo, quiero jugar, y que sea una noche larga de juegos.
Mi cara es un poema, me veo en el espejo del baño y me delata, te das cuenta de mi deseo, y vos misma te tomas los pechos… te los masajeas y poniendo tus pezones entre los dedos índices y anulares, te los pellizcas al mismo tiempo que liberas un gemido… PLAF… tu merecida nalgada por tu rebeldía hace eco en el baño… pero no te importa… sos rebelde y la provocación te encanta.
Abro la canilla y dejo correr el agua de la ducha para que se caliente, luego te desprendo los botones de tu pantalón y hago que me des la espalda, te lo bajo lento, tu culo asoma como un obsequio para mi vista, otra vez mi debilidad, lo quiero morder, abusar de el, hacerlo mío. Es ahí, cuando tu rebelde astucia te domina y apoyas tu culo en mi rostro.
–Ups… perdón Mi Lord, me resbale! -con tono de picardía y con risa cómplice me seguís provocando… PLAF!!!… mi palma abierta vuelve a darte una nalgada, y tu respuesta es la misma que con la primera, tu gemido seguido a que mordés tu labio inferior… me parece que mis castigos no cumplen su cometido… vamos a tener que intensificar mi autoridad…
Firme, pero sin mucha presión, te tomo del cuello y te llevo bajo la ducha con tu tanga puesta, me acerco a tu rostro y te susurro palabras que, aun bajo el agua, se te vuelve a erizar la piel.
-Puta, no me provoques, no despiertes la bestia en mi… porque la noche es larga, y esta noche sos mía… vas a saciar todos mis caprichos y tu cuerpo va a sentir el rigor de mi excitación…
Coloco mi mano dentro de tu tanga y te toco tu entrepierna. Tu humedad es absoluta y mi dedo literalmente te penetra sin resistencia… tu cuerpo está listo, pero estas castigada y estas recibiendo una cucharada de miel cuando no la mereces.
Me quito la ropa y me meto en la ducha con vos:
-Por tu culpa moje la manga de mi camisa, espero entiendas las consecuencias –te advierto
-Si, entien… -No te dejo terminar tu respuesta que te interrumpo
-Si que?? -Exclamo
-Si Mi Lord. Lo siento Mi Lord, soy indisciplinada –me respondes con voz de “nena buena” mientras tu cara mira al piso, pero la elevas lo suficiente para mostrarme tu mirada picara y con sonrisa desafiante…
Vamos a tener una larga noche…
Tu desnudez me excita, el agua baja por tu cuerpo, las gotas dibujan el contorno de tus curvas. La espuma que hace el shampoo al enjabonar tu pelo, corre por tu cuerpo y hace un cuadro rotundamente erótico. Tu piel, el agua, la espuma, nuestras miradas se cruzan y por un momento perdemos el juego, nos besamos con pasión, te abrazo, mis manos en tu espala, la tuya en mi nuca, nuestras lenguas se funden y bajo la lluvia de la ducha nuestro cuerpos se unen. Tus pechos presionan contra mi pecho, mi erección se conecta en tu sexo y hace que reacciones poniéndote, casi como reflejo, en puntas de pie. Queres ser penetrada, tu mano busca mi erección y sostengo tu muñeca.
-Estas abusando de mi generosidad –te freno
-Perdón Mi Lord, usted me tienta –tu dulce respuesta me puede.
Salimos de la ducha, te seco el cuerpo con suavidad y cuidado. Amo como me entregas tu cuerpo para que lo seque. Extendés tus brazos, luego paso por tu espalda y tu bello culo. Aun a tu espalda te paso la toalla por tus pechos, tu vientre, bajo por toda la extensión de tus piernas. Me encanta sentir tu aroma, sutilmente mi nariz respira el aroma de tu piel recién bañada…
Nos dirigimos al cuarto, y sobre la cama esta tu ropa. Amo tu portaligas con los detalles de cadenas, con tu conjunto de vinilo que tanto me despierta mi deseo de tenerte.
Es tan hermoso ver como la tanga encaja en la hendidura que se dibuja entre tus glúteos. Te coloco el corpiño y las ligas las engancho en tu portaligas. Tu pelo, aun húmedo, lo peino con suavidad y te hago una cola de caballo alta, dejando tu cara completamente limpia para que nada tape tus expresiones.
Tu cuerpo esta sensualmente preparado, peinada, con tus ojos delineados, tu boca con el rojo vivo que nace del infierno, todo está listo para que seas mía…. una vez más…
Solo me visto con un pantalón negro y hago que me coloques mis muñequeras de cuero. Tus dedos junto al cuero de mis muñequeras se ve hermoso, al terminar tu labor te sostengo de la nuca y replico palabras que te toman por sorpresa
-Hoy tu cuerpo es mi placer, voy hacer que te mojes tanto que tu humedad se va a volver mi placer, tus gemidos serán la sinfonía que deseo escuchar… hoy sos mi puta… Mi Lady… -Con autoridad te menciono esas palabras frente tuyo.- El morbo me invade, y voy a compartirte mis pensamientos más oscuros… solo imaginar la noche que tengo pensado, me pone la pija dura…
Tu rostro cambia, pareces sorprendida de mi lenguaje vulgar, pero también curiosa, casi parece que te preguntas cuales serán mis límites. Tanto es tu duda que sorprendida preguntas, sabes que todo tiene un límite y existe el consenso.
-Que pensás hacerme? -Preguntas mirándome fija
-No te preocupes, no vas a necesitar la palabra “rojo”, al contrario, esta noche, Mi Puta Lady, me va a pedir todo -Con una divertida perversión en mi rostro, parece que mis palabras te convencen, confías en mi, sabes que no te haría nada que no te guste.
Tomo la cuerda de yute y te ordeno que me entregues los brazos, comienza la danza del bondage en tu piel, ella te acaricia, te abraza, la cuerda pasa por tus contornos, rodeando tu piel, apretando lo suficiente para que tu postura sea la que deseo, para que tu cuerpo este a mi merced. Desde tus muñecas comienzo tu inmovilización.
Cierro la puerta y con tus brazos extendidos sobre tu cabeza, ato el sobrante de soga al mosquetón que cuelga sobre el marco. La imagen es deliciosa, tu desnuda espalda, y muy natural en vos, quebrás tu cintura para resaltar las curvas de tus caderas y claro, no puedo contener mi deseo… PLAF… y tu gemido junto a mi nalgada –Esa fue gratis –te digo con malicia… De los juguetes exhibidos tomo primero la venda… no quiero que andes espiando para preparar tu cuerpo a cada capricho que se me antoje, así que te dejo a ciegas.
Tomo mi primer juguete, pequeño, elegante, y de seguro va a sorprenderte… te lo rozo por los labios, lo sentís frio, muy liso…
-Saca tu lengua!… chupalo!… Mojalo!… -y es cuando lo tenés en la boca que notas su forma triangular, te das cuenta que voy a usar un plug en tu bellísimo trasero, al mismo tiempo que dejo el plug en tu boca como un delicioso caramelo, escupo tu culo y con mi dedo mayor te penetro para dilatar tu ano… mmmm… uuufff ese gemido, rompe el silencio de la habitación, me encanta, me fascina excitarte así. Retiro tu plug de tu boca, mojado y lleno de saliva, lentamente comienzo a penetrarte, dejando una bella joya para el deleite de mi vista.
Escuchas que me desprendo el cinturón, el momento del castigo por tu rebeldía en el baño llego, lo paso por tu cuello, presionando suavemente, tu respiración acelera y aunque suene exagerado, hasta podría escuchar tu corazón. Juego un rato con el, lo coloco por debajo de tu culo, presiono para que te pongas de puntas de pie, y con la decoración de la gema puesta el cuadro es excitante… SAS!!!… mi cinto arremete el primer latigazo. Desde mi perfil, puedo ver como te mordés los labios, señal que te encanta… SAS!!!… el chillido del cuero al picar en tu piel, al mismo tiempo que abrís placentera la boca y levantas tu cabeza.
Me acerco a vos, apoyando mi firme excitación, que aun con el pantalón puesto lo notas perfectamente. Un tímido jadeo sale de tu boca, el hilo de la tanga ya corrida por el plug, me ayuda para correrlo más aun. Deseo tocarte… Deseo sentirte… Sos mía!… Mi mano izquierda encuentra tu humedad, te froto, te penetro, te saco mis dedos, te vuelvo a penetrar. Mis dedos danzan en tu intimidad y lo que antes era un tímido gemido, ahora de tu boca salen profundos jadeos.
Quizá por la misma excitación, tal vez por reflejo, intentas cerrar tus piernas. Solo juntando tus muslos hasta la rodilla dejando tus pies separados. Perdés altura y tus manos toman con fuerza la cuerda para no caerte. Dejo caer mi cinturón al piso y… PLAF!!!… recibís una nalgada que hace reincorporar tu postura.
-Mi Puta Lady está muy caliente? -Susurro a tu oído, mientras que con la mano que te di la nalgada sostengo firme tu glúteo al mismo tiempo que lo sacudo. -Mi Puta Lady, ya quiere acabar tan rápido?? -Te sigo susurrando con morbo, y mordiendo tu oreja.
-Mi Lord, quiero que me penetre… cogeme… por favor cogeme!!
Ni orden, ni deseo, suplicas por el placer de mis embestidas. Tus brazos se tensan, tu mano agarra con fuerza la cuerda, apenas si mis dedos rozan sutilmente tus labios vaginales y tu cuerpo es un coctel.
Me desprendo el pantalón, lentamente bajo mi cierre y mi erección se libera. Mi miembro cae sobre tu glúteo y tu reacción es de un pequeño salto de sorpresa. Retiro mi mano de tu vulva y uno a uno saboreo mis dedos… mmmm… Tu sabor… Tu aroma… La dulzura de tu excitación es exquisito, un manjar. Con esa misma mano, te tomo de tu pera, y con los dedos que te penetre y me chupe, te los meto en tu boca. Los chupas con devoción, aún queda en ellos tu sabor, mezclados con mi saliva, chupas, succionas, se siente tu lengua jugar con ellos.
Retiro mi mano de tu boca y la bajo a tu vientre. Presionando quiero que saques más tu cadera, quiero que tu sexo quede a mi merced, y como buena y complaciente putita de tu Lord que sos, te dejas llevar… Aaahh… un gemido asoma nuevamente de tu boca, sentís algo tibio apoyarse en tu entrepierna, pero no te penetro, me empiezo a masturbar. Sentís perfectamente el recorrido de mi puño en mi glande.
Mi acto egoísta te enloquece, te saca, querés placer, querés sentirme…Tu desesperación te hace suplicar.
-No… No!!… cogeme!! -seguís suplicando… PLAF!!… otra nalgada que enrojece cada vez más tu bello culo.
-Mi Puta Lady no me estará ordenando? acaso te olvidaste de tu inapropiado comportamiento en el baño? -Me masturbo sobre tu húmedo sexo sin penetrarte, mi cabeza te apoya y te separa sutilmente tus labios. Te tiras para atrás, querés obligarme a que te penetrarte.
-Por favor Mi Lord!!… Cójame!!… -La disciplina da sus frutos y ya no sos insolente, me llamas como corresponde y sin tutear. Como me gusta complacerte y me encanta sentir en la forma que me deseas, con fuerza te penetro, mi embestida es directa, tan profunda que te tomo de tu vientre para tirar de el y empujo mas fuerte con mis caderas.
Tus gemidos llenan la habitación, tu cuerpo quiere moverse porque desea mas, tu deseo me excita y comienzo a penetrarte con fuerza, puedo sentir el plug, meto mi mano por debajo de tu corpiño y puedo sentir la dureza de tus pezones, tus gemidos se sincronizan con mis movimientos y en eso, cuando tus jadeos son mas fuertes, uso mi otra mano para estimular tu clítoris… Otra vez cerras tus piernas juntando tus rodillas, tu orgasmo es inminente, tu espalda se arquea, tus gemidos se hacen mas fuertes… Tensión… Excitación… Lujuria… Y… Antes que puedas acabar, me retiro, me alejo, te suelto…
Noooo!!!… Nooo!!! no me dejes así…!!! -Tu voz, es poesía pura, tu excitación al borde del clímax que no pudo ser y disfruto ver tu cuerpo retorcido por no haber llegado… Claramente, encontré el castigo que merecías.
Suelto tus ataduras del mosquete, pero aun tenés tus brazos inmovilizados desde la muñeca. Te doy vuelta y puedo ver tu rostro frustrado, los roles se invierten y ahora el que disfruta soy yo.
Paso mi mano por tu nuca y tirando de tu pelo me acerco a tu oído
-Y ahora? Mi Puta Lady, mi sumisa rebelde, que paso?, no soportas el castigo?…
Estas palabras generan un gesto en tu boca que mezcla pacer y frustración, me doy cuenta que, si bien el juego no es del todo tu agrado, por alguna razón, los castigos te encienden. Sin soltar tu pelo, con mi otra mano te doy una nalgada mas, mi mano ya deja tu culo rojo, se puede distinguir como la piel tiene relieves y eso a vos, no parece molestarte. Ya es un clásico en mis oídos escuchar tus gemidos al tiempo que tu bello culo recibe mis “caricias”, es tan erótico ver como te mordés los labios, me calienta mucho tu gesto de perversión… Amo despertar tus demonios… Porque te amo a vos y también debo amar tu infierno.
Te siento en el pie de la cama, tu cara queda a la altura de mi erección aun desnuda, te quito el vendaje de tus ojos y al poder ver la imagen frente a tu rostro tu ojos se iluminan, rápidamente me miras y tu sonrisa de oreja a oreja y luego lo volvés a ver directamente, lo estudias, lo deseas…
-Lo miras mucho… Lo deseas? -Te pregunto esperando la respuesta obvia.
-Si Mi Lord, la deseo en mi boca. -Tu voz, no me engaña, querés hacerte la buena pero, si fuese por vos, me hubieses tirado a la cama para encargarte de mi, como el animal salvaje que te gusta ser cuando estoy en tus dominios. Pero esta noche, es mi turno, y estoy disfrutando cada segundo de vos.
Otra vez te tomo del pelo de tu nuca, y sin esperar la orden tu boca se abre para recibir un premio, que no mereces, pero mi deseo de vos, de tu erotismo, de tu sensualidad, me hace débil. El tibio aliento que sale de ella se siente suave y exquisito, tu lengua húmeda asoma lista para su devoción.
Con delicadeza llevas tu boca a mi sexo… sin dejar de mirarme, comenzás a devorar lo que tanto deseabas, suave, lento, casi saboreando, te movés rítmicamente… Aun con las manos inmovilizadas, querés tomarme, querés tocarme. Pero eso es mucho premio, y rápidamente tomo la fusta que se encuentra sobre el mueble cerca de la cama y recibís un sutil golpe que obligan a que los bajes… Fruncís el ceño, sos caprichosa, aun cuando te frustre el orgasmo, no dejas de ser desafiante… Tu rebeldía me despierta una lujuria inexplicable…
El sonido de la humedad de tu boca en mi falo es hermoso, lo disfrutas, es tanta la saliva que usas que desborda de tus labios… La retiras de tu boca, pasas tu lengua, la volvés a devorar, la besas… Un sin fin de danzas tus labios y tu lengua practican en mi, mis manos te toman de tu cabeza y te presiono buscando mas profundidad, mi excitación es absoluta y tu goce es total.
Desobediente como siempre, te aprovechas de mi debilidad, estoy en trance, mi excitación es tal que el dominio es tuyo. Tomás con tus manos mi glande, comenzás a masturbarme, apoyas la cabeza sobre tu ancha lengua. Tus movimientos son agresivos… bestiales… de tu lengua chorrea saliva, tus ojos son de una visionaria del sexo… tu mirada es pornografía… todo perdió control… se hincha… se tensa… con ambas manos te tomo del pelo… Aaaahhh… estoy muy cerca, quiero embarrarte con mi semen… pero… Perversa y vengativa… Me sueltas… te ríes… sin dejar de mirarme. Tu rebeldía no tiene límites, tu insolencia menos.
Mi rostro de pocos amigos, te advierte lo que viene, y claro, viene lo que quieres. Te subes a la cama, de espaldas, te deslizas hasta el centro de la misma y te das vuelta. Te pones en cuatro, apoyas tu rostro en el colchón y con tus manos te abres parte del culo dejando al descubierto la joya del plug. También se ve toda tu humedad, tanta que tu tanga esta toda mojada
-Acaso Mi Lord no va a coger su Puta Lady… No me va a enseñar a ser una nena buena?-
Tu voz de “inocente” me excita hasta el límite, me termino de desnudar y me subo a la cama. Me esperas sin perder tu posición y tomando de la joya al plug, comienzo a girarlo y poco a poco tiro de él. Vos comenzás a estimular tu clítoris al mismo tiempo que retiro el plug… gemidos… respiraciones aceleradas… el sonido te tus fluidos… Todo es sexo, perverso, somos animales salvajes que perdimos los estribos, ya no es una sesión de BDSM, ahora somos carne y deseo en un mar de lujuria queriendo naufragar en el clímax del otro.
Ya sin el plug tu dilatación es total, mi boca se tienta y no puede evitar besar, chupar y jugar en tu culo. No dejas de masturbarte y mientras tocas tu clítoris y te beso, te penetro tu vagina con mis dedos. Aun sensible de mi castigo, noto como aceleras tus movimientos. Tus caderas se sacuden y mis manos te arremeten con más intensidad – No pares!!! -me pedís, y no, no voy a parar, quiero sentir toda esa humedad en mis dedos, quiero escucharte gritar del placer, quiero que me regales ese orgasmo.
Tu cuerpo se tensa y tu chillido es estremecedor, tu excitación es tan intensa que te dejas caer a un costado, tus piernas se contraen y se cierran. Me impide poder seguir con mis juegos en tu vulva. Tu agitación delata la intensidad del orgasmo y sin darte tiempo para reponerte, vuelvo a colocarte en cuatro. Hago que separes un poco las piernas y acercando mi erección a tu sexo te embisto sin piedad, tus gritos son excitantes, mis jadeos te acompañan y la intensidad rítmica es imponente, el sonido de nuestros cuerpos al chochar se podrían escuchar desde kilómetros. Busco alcanzar tus brazos y tomando de tus muñecas, suavemente tiro de ellos hacia atrás, dejando el tronco de tu cuerpo suspendido y pudiendo ayudarme con tus brazos para que mis embestidas sean mas pronunciadas, potentes y profundas… Pero mi mirada esta fija en otra cosa, es esa manzana roja por mis azotes y nalgadas lo que deseo. Suelto tus muñecas y caes rendida a la cama, mis embestidas desaceleran. Agarro firme tus glúteos, los masajeo, los agarro con ganas, los siento míos. Chupo mi dedo pulgar y comienzo a acariciar tu orificio que tanta perversión me despierta.
-Acaso Mi Lord quiere su premio mayor? -Me preguntas como si yo fuese el castigado que por haber tenido buena conducta se ganó su premio. Por irrespetuosa te ganas que hunda mi pulgar en tu culo y con el dentro otra vez mis embestidas te atacan. Como si fuese un gancho mi dedo se traba dentro de ti y siento como mi sexo te frota por dentro. Estas completamente dilatada y es el momento de mi merecido premio, no porque me haya portado bien, sino porque soporte tu conducta caprichosa y rebelde, tal cual sos.
Retiro mi dedo, como también mi sexo. Este, mojado por tu excitación, es mi lubricación perfecta para conseguir mi cometido. Despacio, sin apuro, disfrutando, empiezo a penetrarte y a sentir como se abre camino mi rígida erección en tu hermoso y dilatado culo. Tan excitada, tan entregada, que empujas para tenerla más adentro. Me inclino hasta que mi pecho está casi apoyando tu espalda, y con mi mano acaricio tu clítoris. Aun sensible de tu último orgasmo, mis caricias hacen que te relajes aún más y mi miembro entre en toda su extensión… Ya sos mía…
Mis penetraciones te desarman, te dejas caer en la cama quedando boca abajo y mi mano atorada entre tu clítoris y el colchón
*Siii… haceme el orto… acabame adentro!!! -Tus palabras me llenan mis pensamientos, mi mano aumenta la intensidad de sus movimientos al compás de mis penetraciones. Tu respiración es agitada y acelerada, agarras con fuerza las sabanas, necesitas descargar tu energía, imagino que si pudieras, dejarías en mi espala las marcas de tus uñas. Una y otra vez te penetro, me excito, me acelero, nos tensionamos, gritamos y nos fundimos otra vez. Tu orgasmo, que es mío, mi orgasmo que es tuyo. Me desplomo, caigo sin fuerzas sobre tu espalda, aun puedo sentir que sigo acabando involuntariamente y los “latidos” de tu culo me siguen dando un dulce placer.
Mi boca sobre tu mejilla, maniobro para besarte, te volteas y mi boca está en la tuya, desde la ducha que no nos besábamos con esa pasión, pasión de amor, pasión de que entre nosotros, todo vale. Porque podemos tener sexo, pero sexo con amor y le sumamos pasión, hace que la piel arda y la sangre hierva…
-Mi Lady, Te amo… -Sutilmente pronuncio esas palabras en tu oído… palabras que me regalan la sonrisa más bella del mundo…
FIN