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Morbosearon desnuda a mi mujer en un probador
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Para quienes se perdieron nuestro primer relato, les recuerdo como es mi esposa, el sueño de cualquiera, piel morena, nalgona, culona, y tan exhibicionista que siempre me trae durísimo con sus minifaldas y escotes, bueno, no solo a mí me pone duro.

El día de este relato era su cumpleaños así que fuimos a un mall que está en la calle de reforma en ciudad de México a regalarle más putifaldas y un vibrador que tenía tiempo pidiéndome para metérselo por su culote.

Ese día llevaba la mini que más me gusta, una de jeans que de por si ya era pequeña pero se la recorté para que quedara al ras de su culote, y obviamente tiene prohibido usar ropa interior con esa falda, la última vez la castigue por hacerlo, pero eso se los contaré en otro relato. Arriba se puso una blusita de tirantes que le levanta más las tetas y se ve más pechugona aún, y como hace la función de levantarle las tetas, no la usa con bra lo que me permite meterle la mano en la blusa y casi sacarle la teta donde sea, me encanta. Para terminar llevaba unos tacones rosas con los que se ve potísima.

Después de que el taxista la morboseó todo lo que quiso, llegamos al mall, donde, como siempre, llamaba la atención de todos. Después de varias horas de visitar tiendas viéndola probarse todo tipo de putifaldas y vestidos de zorra, entramos a una tienda llamada C&A, donde encontré el vestido perfecto para ella, era de color vino, con escote no tan llamativo pero que de ver lo corto que era me imaginé que le quedaría al ras por culpa de su enorme culo. Se lo di y le gustó, pero me dijo, "este lo tendré que usar con ropa interior del mismo color porque se va a transparentar" eso no me convenció mucho pero igual le dije que se lo probara para ver qué tal le quedaba.

En la entrada del probador estaba el típico chavo afeminado que trabaja en estas tiendas, al cual no le presté demasiada atención, después de unos minutos salió mi esposa con el minivestido y casi me vengo ahí, obviamente le queda a ras de nalga como me gusta, pero yo no recordaba que abajo de la mini y la blusa no llevaba ropa interior, así que se le transparentaba todo, estaba prácticamente desnuda y se veía deliciosa. Obviamente el chico de la puerta no le prestó atención, después de modelármelo con un par de vueltas aprovechando que estaba casi vacía la tienda, regresó al probador.

Hasta ahí todo normal, hasta el momento en que mi esposa sale del probador ya con su microfalda y escotazo puesto. La veo que se queda charlando con el chico de la puerta un poco molesta, después me toma de la mano y fuimos a pagarlo. Ahí le dije que me había encantado el vestido, y ella me dijo, "claro que te gustó, si se transparenta todo, ahorita prácticamente salí desnuda a enseñártelo", para ese momento ya estaba con el pito durísimo.

Cuando salimos de la tienda le pregunté qué le había dicho al tipo del probador, ahí me contó algo que me dio más morbo todavía, y es que resulta que cuando salió a mostrarme el vestido, había un tipo de intendencia "barriendo" la zona de probadores, y el tipo se topó a mi esposa de frente, con ese vestido que le transparentaba las tetas, el culo y su vagina, y el sujeto aprovechó para decirle de todo y morbosearla. En ese momento recordé haberlo visto salir del probador con escoba y recogedor en mano mientras yo esperaba a mi esposa.

Esa morboseada despertó en mi toda clase de perversiones, pero mi mujer estaba tan molesta que mejor le seguí la corriente.

El día transcurrió normal con su dosis de morbo al ir a la sex shop por su vibrador, me tenía durísimo verla escogiéndolo, haciéndole preguntas al vendedor que seguro estaba igual de duro que yo imaginando a esa morena chichona de minifalda usando el producto que tenía en las manos. Después de que eligió uno, decidimos irnos a casa a probar el juguetito. Esa noche, cuando la tenía más excitada, le confesé cuanto morbo me había dado lo que le pasó en los probadores, y le hice prometerme que usaría el vestido sin nada abajo a lo que ella aceptó en medio de jadeos.

Para el fin de semana siguiente ya tenía el plan listo, necesitaba ir a Home Depot a comprar una puerta, y esa era la oportunidad perfecta para que estrenara su minivestido. Ese día le dije que yo escogía su look, y casi se desmaya cuando solo vio el vestido transparente y los tacones rosas.

Se lo puso y no dejaba de verse en espejo y la veía incomoda. Decidí ser condescendiente y le di a elegir, "tu escoge qué prefieres ponerte abajo, pero solo 1, un bra o una tanguita". Ella lo pensó mucho y me dijo, prefiero que me vean las bubis a que me vean desnuda de abajo", tomó una tanguita morada del cajón, se la puso, se vio en espejo una última vez y me dijo, "estás seguro que quieres que salga así a mediodía?", le dije que claro, sino para qué habíamos comprado el vestido, y ella solo me dijo, "conste, solo quería asegurarme, vámonos".

A partir de ahí viví una tarde morbosísima, desde el primer momento que salimos a la calle empezaron a sonar silbidos y claxon de auto, creo que ningún automovilista se guardó algo esa tarde, ya que todavía caminamos alrededor de calle y media hasta ir a una esquina a pedir taxi.

Obviamente cuando subimos, el taxista estaba en el cielo, de hecho el tipo hizo como que desconocía la zona ya cada dos o tres calles volteaba a pedirle indicaciones a mi esposa, seguro no tenían que ver las chichotas que exhibía casi desnudas a través de ese vestido, incluso me di cuenta que sus pezones estaban durísimos, entre la fricción de la tela y lo morboso de la situación.

Después de un rato de dar vueltas, el taxista nos llevó a nuestro destino. Ahí lo envidie un poco ya que seguro tuvo una imagen perfecta del trasero de mi mujer que se veía tremendo enmarcado por la tanguita que se había puesto. De hecho pensé que mi esposa había conseguido el efecto contrario al que ella quería, porque con la tanga se resaltaba mucho más su trasero a que si no hubiera llevado nada abajo, después entendí que lo hizo para que la vieran más.

Durante el recorrido en la ferretería no hubo un hombre mujer o niño que no la viera, sí hasta los niños sintieron curiosidad, y en cada pasillo los vendedores se desvivían por "ofrecernos" productos, ajá.

Después de un rato de provocar, encontramos la puerta que necesitábamos, pero me di cuenta que la caja era muy voluminosa, y de inmediato pensé que sería un problema llevarla en taxi. Es más, se me ocurrió que mi esposa fuera la que les hiciera la parada para que no se negaran a llevarnos, pero salió peor, se detenían, le veían las tetas, decían que no y se iban.

Cansado de recibir negativas, caminamos hasta una parada de buses, y resignados nos subimos al bus con todo y la caja enorme. Y obviamente mi esposa fue el centro de la atención durante todo el trayecto. Peor aún, ese bus nos dejaba como a 5 calles de casa, así que ya se imaginan el alboroto que volvió a causar verla caminar por ahí, es más, había un adolescente en bicicleta que solo iba detrás de nosotros, y de pronto nos rebasaba, le veía las tetas a mi mujer descaradamente, le sonreía y se devolvía atrás de nosotros para seguir viendo ese culo expuesto.

Esa noche estuve muy cachondo de recordar lo que había pasado, y después de meterle mano por todos sus orificios y con el vibrador ya en su culo, me puse en plan de amo y le dije, "quiero ver lo que todos gozaron hoy en la calle, vamos a salir a esta hora (3 am) a la calle, vas a ir vestida exactamente igual, y te voy a hacer lo que todos querían hacerte".

Mi esposa estaba tan caliente que de inmediato se volvió a poner el vestido, la tanga y sus tacones, y se encaminó hacia afuera. La hice caminar hacia la esquina donde tomamos el taxi mientras le tomaba fotos. Ahí entendí el revuelo por verle el culo, lucía perfecto, redondo enmarcado por la tanga.

Después llegamos hasta una especie de banco de piedra que está en la avenida donde tomamos el taxi, la cual es una de las más transitada en ciudad de México. A esa hora pasaban autos, pocos pero sí había.

Cuando llegamos ella se sentó ahí, cruzó las piernas como sabe que me gusta, y me dijo, "que sigue". Le dije que tenía que quitarse el vestido y quedarse en la tanga. En ese momento nos dimos cuenta que como a media calle había un tipo en su ventana. La verdad por la oscuridad no supe si nos estaba viendo o no, y yo le dije "hay un tipo en esa ventana", y ella me prendió más diciendo, "está lejos, y ya me lo quiero quitar", así que al momento se levantó y de una se quitó el vestido.

Y así, en topless, solo con su tanga y tacones cruzó esa avenida en la que en el día había provocado tantas erecciones. Siguió caminando y de pronto escuchamos un silbido, Ella volteo a verme sonrojada pero jamás se cubrió, siguió adelante hasta la banca que está en la calle que estaba frente a nuestra casa donde solemos coger en la madrugada.

Cuando se sentó en mis piernas me di cuenta del regalito que traía, la muy puta había traído todo el tiempo el vibrador en su conchita, así que estaba chorreando. Ahí me dijo, "ya cógeme, llevo muchas horas de puta caliente", lo que más me sorprendió fue que no me dejó sacar el vibrador, y me hizo metérselo por detrás.

Nunca la había visto tan caliente, gemía a todo pulmón diciendo "que todos escuchen que soy tu puta y me estás cogiendo por el culo, que todos me desean pero solo tú me puedes coger", eso me tenía al borde del orgasmo, hasta me temblaban las piernas, así que seguí cogiéndola como si no hubiera mañana. Después me dijo, "te gustó cómo me veían todos hoy, cómo me deseaban?" "Que mal que nadie me manoseo en bus, hubiera sido rico, que vieran que traía un vibrador dentro", ahí me di cuenta que desde que se puso la tanga a mediodía se la había puesto con todo y vibrador. En ese momento no pude más y terminé dentro de su culo, ese mismo que seguramente provocó muchas chaquetas esa tarde.

Yo estaba exhausto, pero quería que ella terminara, así que la senté en mis piernas y empecé a hacerle dedo lentamente, le subimos al vibrador y no demoró mucho en terminar con un grito delicioso que silenció besándome en la boca.

Los dos exhaustos, medio nos arreglamos la ropa y regresamos a casa a seguir jugueteando, que un culo así debe cogerse varias veces.

Estaremos atentos a los comentarios a ver si se la jalaron fantaseando con mi esposa.

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