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Mis últimos dos chicos
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Es muy difícil superar mi sexo adicción, trato de hacerlo pero es algo que forma parte de mi vida. Tener sexo con mujeres lindas en Colombia es complicado, debes tener dinero para ofrecer, la mayoría quieren que primero las invites a comer en un buen restaurante, o que las lleves a bailar en buenas discotecas, es una cultura feminista que lastimosamente tienen las mujeres colombianas, son pocas las de mente abierta que les gusta tomar la iniciativa y hacerlo por placer, no por interés.

Ellas siempre quieren ser conquistadas con regalos caros, y tienen el estúpido pensamiento que su cuerpo vale dinero y quien quiera sexo con ellas debe pagar un alto precio. Por eso tener sexo con hombres es más sencillo y más placentero, solo hablamos por redes nos mandamos foticos y nos vemos en el motel, ya sabemos a lo que vamos directo al grano y sin gastar dinero, yo sé que suena machista pero parecemos más inteligentes y disfrutamos al máximo los placeres del sexo sin poner barreras materiales o perjuicios sociales.

Hace dos semanas volví a salir con dos chicos, esta vez no fueron morenos: el primero un hombre de unos 40 con cuerpo atlético bien depilado, bien aseado, nos pusimos la cita y fuimos al motelito, se quitó la camisa y me beso apasionadamente, eso me puso erecto enseguida. Me tocaba me besaba locamente, yo tocaba su abdomen y apretaba sus nalgas atléticas, se sentía muy bien, yo estaba en pantaloneta sin bóxer, el tocaba mi cola y mi pene, me quite la camiseta para que él besara mi cuerpo, mis tetillas, él lo hacía muy rico con mucho morbo.

Me senté en la cama y saque su verga y la chupe rápidamente, tenía un sabor suave como si se echara algún tipo de crema para suavizar la piel, era delicioso, no muy larga pero gruesa, perfecta para mí. Chupe hasta que le dije que me quería sentar encima de él. Se puso el condón, me lubrique con aceite y me senté despacio, él sentado al borde de la cama y yo de espaldas hacia él. Olvide que antes de eso él me metió la lengua en mi agujero y fue delicioso, casi me hace venir, yo ya estaba dilatado.

Monte encima de él con mucho placer, no me dolía ya que no era tan largo, lo disfrute mucho, después me puso posición de pollo asado y me lo metió delicioso, yo viendo porno en la tv mientras él me comía ya estaba que explotaba, le dije que se limpiara y me lo echara en la boca.

Se acostó bocarriba y se empezó a masturbar, soltó sus chorros de leche y yo puse mi lengua para recibirlos, le lamí lo que cayó sobre su abdomen, al lado de su ombligo, yo parecía un perrito sacando la lengua y untándome de su leche, quede satisfecho él me dijo que nos volvamos a ver, yo le dije que sí, pero él pasaba ocupado trabajando todo el día y parece que también tenía pareja, entonces esa semana prácticamente no me volvió hablar.

En esa misma semana me habló otro chico más joven y gordito, por la red social, me mandó fotos, también era blanco bien depilado, a pesar de ser gordito tenía una verga gruesa y tentadora. Se repitió la experiencia, vino, fuimos al motelito, yo tenía un sentimiento de culpa pues ya era el segundo chico en una semana. Pero la calentura me podía más, quería salir de la rutina y olvidarme de tantos problemas económicos que tiene un hombre casado con hijos. Hace meses no tenía sexo fuera de casa.

El chico gordito tenía unas tetillas grandes como las de una mujer, sentía como chupaba unos senos jugosos, le tocaba y le chupaba sus pezones hasta mamar un rato su polla gruesa.

Hice un recordatorio, en los últimos 8 años me he chupado unas 30 vergas y me lo han metido unas 29 veces, chicos diferentes, me siento muy promiscuo eso no me hace sentir bien como hombre con hijos. Siento un sentimiento de culpa.

Pero me gusta escribir y me gusta el sexo, y lo hago con gusto, por eso cuento esto, me folle al gordito, le chupe su verga deliciosa y gruesa, mi ano me dolía del encuentro anterior que me unte un aceite y hasta me salió una verruga por la fricción, y sin importar eso, me senté encima del gordito todo grueso era muy cómodo y entro su verga dentro de mi fácil sin lubricante, puede saltar sobre él unos pocos minutos y sentir ese dolor placentero, hasta que me dijo para, me voy a levantar y se metió al baño. Su verga se encogió con el agua y su barriga la tapó por completo. Me dijo que se iba yo pensé que se había venido, pero me revise con mis dedos y no sentí rastro de leche, de pronto tuvo un orgasmo si botar semen pensé.

Se vistió y se fue, primera vez que me pasaba eso. Yo seguí viendo porno y me masturbe, me duche y salí al rato del motel con mi ano bien abierto y dolorido, todavía han pasado varios días y tengo la verruga y el dolorcito en mi ano. Por ahora no pienso acostarme con chicos hasta que pase un buen tiempo. Espero que les haya gustado, besos a todos y a todas.

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