El día de mi decimoctavo cumpleaños a las 12 de la madrugada, entraron a mi cuarto mis hermanos gemelos para felicitarme mi mayoría de edad.
Él Javier, ella Aurora. Me llevan dos años, y aunque tenemos muy buena relación, siempre han tenido una química brutal entre ellos. Son uno, Javier es rubio con ojos azules, de 1,80 de estatura. Aurora es morena también con ojos azules y mide 1,70.
Aurora entró con un pack de seis cervezas en una mano y un porro en la otra. Javier traía una magdalena marmoleada con una velita encendida en el centro. Nuestros padres estaban de viaje y decidieron celebrar la mayoría de edad de su hermanita pequeña.
Después de la respectiva canción de cumpleaños y soplar la vela, Javier destapó tres cervezas y brindamos a mi salud. Aurora puso música alta, y así entre bailoteos y cervezas fuimos pasando la noche. Nos turnábamos para ir a la cocina a buscar las cervezas. Sobre las tres de la madrugada ya estábamos un poco mareadillos de tanto alcohol, y fue entonces cuando Aurora propuso que jugáramos a confesar intimidades. Yo acepté, pero con la condición de que comenzara ella.
Entonces empezó a contarnos que llevaba mucho tiempo teniendo una relación con una persona prohibida. Javier y yo nos miramos y noté que se había enrojecido un poco, pensé que eran las cervezas y no le di más importancia. Aurora continuó con su relato "Javier y yo tenemos relaciones íntimas" Javier enseguida dijo "Cállate Aurora" y Aurora le replicó "Javi es nuestra hermana y ya está grandecita, sabrá ser discreta". Yo no pude evitar lanzar una larga carcajada… "De verdad te crees que me voy a creer eso?, ¿si sois gemelos como vais a ser amantes?" Y continué riendo.
Javier bajó a la cocina a por tres cervezas y yo encendí un porro que compartimos los tres. Aurora me dijo "Te toca hermanita, cuenta algún secreto" yo volviendo a reír le dije "No tengo mucho que contar, nunca he estado con nadie y además no me creo que ustedes estéis juntos. Me estáis vacilando" Aurora se acercó a Javier y empezó a besarlo en las mejillas, acercándose lentamente a su boca, Javi estaba un poco más cortado, pero ella continuó besándolo hasta que le metió la lengua y le metió la mano por dentro del pijama. Todo esto lo hizo sin dejar de mirarme a los ojos. "¿Me crees ahora hermanita?" Yo me quedé muda un rato y sin dejar de mirar el bulto que se dejaba notar bajo el pijama de Javier. He de reconocer que me excité un poco.
"¿Pero como habéis llegado a esto?" Javier no decía nada, se notaba que ella era la que llevaba el mando, en realidad siempre ha tenido mucho carácter. "Pues fue en una noche como esta, entre cervezas y maría, hablábamos, bailábamos, fumábamos. Y una cosa llevó a la otra y al final nos prendamos el uno del otro y ahora disfrutamos mucho de nuestra sexualidad" yo no podía creer lo que estaba escuchando, pero cada vez estaba más caliente por la forma como lo contaba mi hermana, se notaba que mientras yo estaba a dos velas, en la habitación de al lado se lo pasaban genial.
Aurora me dice "hermana yo perdí mi virginidad con Javier y me gustaría mucho que tu también lo hicieras" yo estaba sentada en la cama con la botella en la mano sin decir ni una palabra. Aurora cogió una silla, la puso a los pies de la cama y se sentó, le hizo un gesto a Javier con la mirada, y Javier se acercó a mi.
Javi empezó a acariciarme las mejillas con la parte posterior de sus dedos, acercó sus labios a los míos y me dio un divino beso que enseguida correspondí. Me separé un instante solo para decirle mirándolo a los ojos "házmelo bonito" Aurora seguía en la silla, con las piernas cruzadas, mordiéndose los labios.
En eso Aurora se levantó y se acercó a nosotros diciéndome "déjame ayudarte un poco" comenzó por quitarme la parte superior del pijama, dejando mis pechos a la vista, que a estas alturas tenían las areolas erizadas y los pezones duros como una piedra. Javier me quitó lentamente la parte inferior del pijama dejándome completamente desnuda, ya que yo para dormir nunca uso ropa interior. Comenzó pasándome la lengua suavemente por la yema de los dedos pulgares de mis pies y, tomándose todo su tiempo, comenzó a subir su lengua muy despacio por mis piernas deteniéndose en la parte posterior de las rodillas.
Aurora me acariciaba el cabello y me decía en el oído "relájate princesa, déjate llevar y disfruta". Javier se acercó a mi vagina y comenzó a besar toda la zona de alrededor sin tocarla. Quería que lo deseara mucho. Y yo no podía parar de gemir. Pasó su lengua por mis labios vaginales, bordeándolos hasta que me rozó el clítoris, y gemí un poco más alto, yo estaba muy acelerada, con sus dedos echó hacia atrás el capuchón del clítoris, y empezó a lamerlo con la parte inferior de la lengua. Mi hermano mayor me estaba mamando el coño y mi hermana mayor estaba arrodillada a mi lado acariciándome la cara y el cabello. Mi primer orgasmo lo tuve en ese momento en que Javier empezó a hacer movimientos circulares sobre mi clítoris, acompasados con la música que se escuchaba. "No pares Javi, no pares por favor que me estoy corriendo" cuando Aurora escucho eso me pellizco un poco los pezones para que sintiera más placer. Mientras mi vulva se contraía espontáneamente por consecuencia del orgasmo que estaba teniendo, Aurora le dijo a Javi en tono autoritario "penétrala"
Javier se quitó el pijama dejando ver su pene completamente erecto, no sabría decir el tamaño en centímetros, quizá quince o dieciséis, era bastante grueso, lo tenía circundado y su pelvis completamente depilada. Aurora le dijo "mírala, ya está lista" yo sentía toda mi intimidad empapada de flujos y saliva. Se subió encima de mí. Y empezó a rozar el pene en mi raja, sin penetrarme, mientras Aurora lo besaba en la boca y le acariciaba los testículos. Poco a poco fue introduciendo su pene en mi. Aunque estaba muy lubricada me dolía un poco. Aurora comenzó a acariciarme el clítoris para que no me centrara en el dolor. He de reconocer que eran todos unos expertos. Aurora me masturbaba y Javier me penetraba solo con su glande. "Me voy a correr otra vez!, ¡Aurora no pares por favor!" Justo en ese momento, mientras me corría, sentí como Javier me rompía el himen, penetrándome hasta el fondo. Yo lo abracé muy fuerte, no sé si por el dolor o por agradecerle por todo ese placer que me estaba dando.
Sin sacar su pene de mí, me dio un par de minutos y empezó a bombearme lentamente. "Que cosa más divina Javi! ¡Sígueme follando así! ¡No pares nunca!" Cada vez me bombeaba más rápido, sentía como sus testículos me golpeaban en el periné. Aurora me estaba chupando un pezón. "Ahhh, ahhh, ahhh, me estoy corriendo otra vez!" "Déjate ir" me dijo Aurora. Y en ese momento tuve un tercer orgasmo, bastante más largo e intenso que los anteriores. Javi retiró su miembro y Aurora se quitó la ropa. Javi estaba a cuatro patas sobre mí, Aurora comenzó a masturbarlo mientras le pasaba la lengua por el ano. Javier comenzó a jadear cada vez más fuerte, Aurora le chupaba el ano y lo penetraba un poco con la lengua, mientras con su mano derecha cada vez lo masturbaba más rápido. "¡Así mami, así! ¡Me viene la leche!, no pares! Ahhh, ahhh" Se derramó completamente sobre mí. Sus chorros de semen cayeron sobre mi abdomen y yo me lo froté con la mano por toda la zona pélvica, se sentía delicioso.
Javier y yo estábamos vacíos de energía. Ambos nos tumbamos en la cama, Mientras Aurora se volvió a sentar en la silla, y abriéndose completamente de piernas, comenzó a masturbarse, penetrándose con dos dedos y tocándose el clítoris con el pulgar.
Cuando acabó me miró y me dijo:
-Feliz cumpleaños princesa! Esta es la primera de muchas noches para nosotros tres…