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Mirá las cintas
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Tiempo de lectura: 20 minutos

Una mujer morena de 20 años se encuentra luchando por conectar un viejo reproductor VCR a su televisor, su nombre es Erika Reyes una Blogger especialista en música conocida como “ la zorra musical".

Ella había recibido un misterioso paquete con varias video cintas por correo, aquel paquete había permanecido sobre el escritorio de Erika durante aproximadamente una semana antes de que finalmente hiciera algo con él.

No lo había hecho intencionalmente, pero hace años no usaba un reproductor de VCR y le tomó un tiempo encontrar uno en la tienda de segunda mano local.

Además, si ella había aprendido algo durante estos últimos dos años, era que las cajas sin remite no contenían nada bueno. Desde que había abierto su blog muchos idiotas habían enviado cosas desagradables a su dirección.

Era el precio de ser una blogger de música y atacar en sus palabras a los “ídolos de plástico modernos".

El paquete no contenía más que un par de casetes de video sin etiqueta y una nota garabateada a mano que decía: “Míralas" generalmente no tendría ninguna esperanza de una primicia al estilo de “Garganta Profunda" con algo de suerte solo sería una caja llena de pornografía.

La videograbadora de segunda mano solo le había costado cinco dólares, la compró la última vez que había ido a comprar ropa barata en una tienda de segunda mano a la que era asidua finalmente después de varias horas la conectó a su televisor. Sacó las cintas de la caja de correo y pasó unos minutos tratando de averiguar cuál mirar primero antes de finalmente elegir una al azar y colocarla.

La calidad no era muy buena, parecía que había sido tomada con una vieja cámara de vídeo portátil, Sin embargo, el metraje no podía ser tan antiguo; Erika reconoció a la chica en las imágenes como Piper Laramie, una cantante pop fabricada que tuvo su primer éxito en las listas el año pasado con una canción horrible.

Era la típica niña rubia de ojos verdes que se presentaba como el sueño húmedo de cada adolescente en el país.

—¿Cuál era?— ella revisó su teléfono rápidamente buscando dicha melodía.

— Aquí está, "Una rebelde como yo"— dijo con un tono sarcástico—Porque nada dice rebelión como vender tus productos con el sello más nacionalista del país.

Había escrito un artículo sobre Piper hace un par de meses, otra estrella del pop con cara de bebé de diecinueve años haciendo giras por centros comerciales y tocando para preadolescentes que gritaban mientras su sello discográfico. trataba de venderla como la próxima Miley Cyrus. Más allá de eso, a Erika no le había importado demasiado. Ella ya tenía demasiadas estrellas del pop para trabajar por varios meses.

Sin embargo, esto no parecía provenir de su publicista. Era un video de ella en una oficina, usando únicamente una camisa pequeña y sus bragas de diseñador, estaba tumbada en una silla mullida con una pierna en el apoyabrazos y la otra en el piso, y escuchando algo en unos auriculares.

Parecía el ideal de la celebridad adolescente típica insípida y absorta en sí misma: su boca colgaba ligeramente abierta en una expresión completamente vacía, estaba mostrando sus bragas directamente a la cámara y sus ojos miraban a la nada con la inteligencia de un Cocker spaniel, así era más o menos como Erika se imaginaba a Paris Hilton estando sola.

Después de un minuto más o menos, entró otra persona. Erika también lo reconoció; era Saul Compton, manager de Piper y alrededor de dos docenas de otras adolescentes intercambiables que se remontan a los últimos treinta y cinco años.

La revista Rolling Stone lo había llamado “el Anticristo de la música”, pero eso no le había impedido ganar más dinero que Dios a costa de los quince minutos de fama de músicos mediocres.

Piper pareció reaccionar al ver al sujeto entrar.

—¿Cómo estás, cariño?—le preguntó él a Piper con una voz melosa, sonaba como si la hubiera perfeccionado hace mucho tiempo el viejo arte de complacer a los adolescentes petulantes. Le dio unas palmaditas en el hombro de una manera que probablemente pensó que no era espeluznante.

—Bien—, dijo Piper, su voz sonaba monótona y con absoluto desinterés. Erika se preguntó si no estaría bajo la influencia de drogas o algo así.

¿Quizás eso era lo que la persona que le había enviado estas cintas quería que ella viera? Tal vez pensó que a ella no le importaría obtener una exclusiva de un productor de discos de renombre que entrega píldoras para controlar a su protegida apenas legal. Si ese fuera el caso, pensaron bastante bien.

Pero Saul no le dio a Piper ninguna pastilla.

Simplemente le quitó los auriculares de la cabeza y se inclinó para susurrarle algo al oído.

Ella asintió con la cabeza, su expresión en blanco se volvió lentamente en una sonrisa soñadora mientras se sentaba en la silla.

—Entiendo, señor—, dijo, todavía en ese mismo tono somnoliento y monótono.—¿Cómo te gustaría que complaciera?—

Las cejas de Erika se alzaron cuando escucho eso.

—¿Complacer?—De acuerdo, muchas veces asumió que la mayoría de los adolescentes en Hollywood tenían algún tipo extraña relación con sus mánager, pero nunca esperó confirmarlo con evidencia de video.

No era ilegal ni nada. Piper siempre vestía como si tuviera trece años, pero Erika estaba bastante segura de que tenía diecinueve o veinte. Pero incluso si en realidad no se estaba aprovechando de un menor, el abuso de poder era obvio. Esta cinta podría causar un daño real.

Y estaba empeorando.

En la pantalla, Saul tomó la barbilla de Piper con su mano y dijo con la misma voz infinitamente dulce

—¿Por qué no me das una mamada ahora, gatita?— Erika se estremeció: el uso de la palabra "gatita" en el dormitorio tenía que ser, como mínimo, un crimen de guerra.

Pero Piper gimió como si acabara de tener un orgasmo se arrodilló frente aquel sujeto y le bajó la bragueta con evidente entusiasmo.

Ella esperaba que la cinta se cortara en ese punto, pero siguió corriendo mientras Piper deslizaba su mano en los pantalones de Saul y sacaba la polla de aquel hombre.

Erika detuvo la cinta, sintiéndose bastante avergonzada, de alguna manera era peor ver aquel cuadro congelado, la mirada fija de Piper en el falo semi erecto de su manager era un poco perturbadora, así que presionó 'Reproducir' nuevamente. Tenía que admitir que Saul se veía bastante rígido y grande para un tipo que tenía que estar cerca de los cincuenta; probablemente tenía unas pastillas azules en su botiquín.

La cámara se enfocó en las bragas de Piper que se estaban volviendo translúcidas por la exitacion, cuando se enfocó nuevamente al rostro de la chica está envuelve con sus labios la polla de Saul y comenzó a moverse hacia arriba y hacia abajo con un entusiasmo impresionante.

— Hmm, ¡Tú sabes cómo dar una mamada gatita!— dijo Saúl acariciando suavemente la cabeza de la chica.

—Oh, gracias, señor—, gimió cuando sacó la polla de su boca en un movimiento ascendente. — Gracias, gracias, hmmm—…Piper tragó nuevamente el falo de su manager con gozo entusiasta.

Erika estaba un poco aturdida, por decirlo suavemente. Se consideraba bastante buena en la cama: estaba soltera en ese momento, gracias a un pequeño incidente que involucró una tarjeta de crédito "prestada" y doscientos dólares en cargos de juegos en línea, pero le gustaba pensar que los hombres de su vida darían constancia de su autoevaluación como amante. Dejando a un lado la falsa modestia, sus mamadas eran generosas. Pero Piper…

Piper estaba sorbiendo la polla de Saul como si tuviera un segundo clítoris en la garganta, tragándose aquel falo hasta el fondo de su garganta y ronroneando como un gatito bebido de leche antes de deslizarlo hacia afuera para mover la lengua por toda la cabeza. Todo el tiempo estuvo gimiendo y moviendo la palma de su mano libre contra su entrepierna.

—Gracias señor, me encanta obedecer señor— Cuando hablaba, solo decía el mismo balbuceo de una y otra vez.

Debería haber sonado estúpido saliendo de la boca de una chica cuya experiencia sexual eran videos porno, pero no fue así. Era demasiado sincera para parecer tonta. Ella realmente quería complacerlo.

—¡Eso es una buena chica!—, dijo Saúl, sujetándole la nuca con las manos. Sin embargo, no la estaba obligando ni nada; no parecía estar usando ninguna fuerza en absoluto. El sujeto acababa de pedirle una mamada y ella actuaba como si fuera lo mejor del mundo. Erika podía ver una mancha húmeda en el lugar donde Piper estaba arrodillada.

—¡Así es, cariño!— dijo Saul mientras Piper lamía todo el camino a lo largo del eje de su pene como si estuviera cubierto de caramelo. —Sabes lo que tienes que hacer para correrte ¿no?—

—Uh-huh—Piper asintió mientras gemía, su voz era excitación pura.—Por favor, señor, por favor …—Ella envolvió su polla con su boca nuevamente, tragándose profundamente el pene hasta la base antes de deslizarse hacia afuera.—Por favor, señor, yo solo, lo necesito, por favor señor, por favor, necesito que usted, ohhh …— Su mano estaba atascada bajo de sus bragas, entrando y saliendo de su coño. La tela estaba tan mojada que en este punto era prácticamente transparente. — Por favor, señor, por favor, por favor— …

—Buena chica— gruñó Saul mientras se corría, salpicando la cara de Piper con espesos y viscosos mechones de semen. —Ahhh, sí, buena… ahhh… chica…—Sus palabras se desvanecieron en un gruñido de placer mientras salía a borbotones por toda su cara y boca.

El efecto en Piper fue asombroso. Tan pronto como él se corrió, ella apretó los muslos con fuerza y arqueó la espalda en un aullido orgásmico. Erika pudo ver el líquido saliendo del coño de Piper, fluyendo a través de sus bragas y empapando la alfombra debajo de ella. Erika nunca había tenido un orgasmo como ese. Ni siquiera había visto uno. Pero aquí estaba Piper, corriéndose con la fuerza de un huracán solo por recibir un facial. A Erika no le gustaba admitir que tenía envidia, pero sentía una pequeña punzada aquí y allá.

Piper se desplomó en el suelo, reluciente de sudor y semen. Sus ojos estaban vidriosos por la felicidad post orgásmica, y sus piernas se abrieron como si no tuviera fuerzas para cerrarlas. Saul se acercó a la chica y dijo: —Esa es mi chica, justo antes de que se cortara la cinta.

Erika apretó el botón para detener el reproductor. Luego apagó la televisión y se dirijo a la cocina de su apartamento para preparar una taza de café y pensar seriamente en lo que estaba pasando.

* * *

La mujer esperó un momento hasta que el agua estuvo lo suficientemente caliente para diluir el café instantáneo y mientras lo veía disolverse no pudo evitar pensar.

Ella había basado gran parte de su carrera como Blogger avergonzando a las "perras" y a las "zorras'' del mundo de la música.

Se había burlado por cada error que cometieron y no habían sido pocas las veces que su blog tenía la noticia de que alguna de ellas había dado el espectáculo de su vida cuando no llevaban ropa interior. ¿Esto no era básicamente "Una mujer joven se divierte con un hombre mayor"?

Y estaba el hecho de que no sabía, de dónde venían las cintas. Alguien sabía que esto arruinaría una carrera o dos, incluso una vida o dos, y lo había dejado caer en sus manos como una pequeña bomba de tiempo.

No le gustaba la idea de que alguien pensara en ella como un peón, como una cretina de la prensa sensacionalista que arrojaba cualquier porquería a Internet.

Por otro lado, esa vocecita fría seguía susurrando en su cabeza, "Alguien va a publicar esta historia y hacer una carrera con ella… ¿Que pasa si no fuiste la única a la que le enviaron las cintas? ¿por qué no puedes ser tú?"

Erika miró su taza vacía.

Esto no la estaba llevando a ninguna parte, literal o figurativamente. Necesitaba algo que la ayudara a tomar una decisión, que inclinara la balanza de una forma u otra.

Necesitaba ver otra cinta.

Horas más tarde…

Después de varias horas Erika había ordenado finalmente las video cintas en orden cronológico había visto lo que a su parecer era “la creación pornografíca de una estrella pop".

Ahora estaba completamente convencida de que algo antinatural le había pasado a esa chica ya que en la primera cinta una castaña de 17 años de ojos cafés qué se había identificado como Melissa Harper de Arizona hizo acto de presencia , eso confundió bastante a Erika quien no podía entender que tendrían en común una rubia desabrida de los Ángeles y esa chica de ojos soñadores de Arizona, realizó una búsqueda rápida en personas pérdidas y encontró que esa chica había desaparecido hace dos años

Regresando a esa primera cinta le pidieron que se colocará los audífonos y que empezará a interpretar una canción, la letra era sosa y la interpretación mediocre, pero lo que pasaría después de unos minutos la dejo boquiabierta la chica dejo de cantar y empezó a recitar "Mi nombre es Piper Laramie" constantemente.

Erika tuvo que contener un gritó de sorpresa que aparentemente se hubiera escuchado por todo su edificio, trató ella misma de calmarse y continuar con el vídeo.

La chica simplemente continúo con ese extraño mantra hasta que hubo un corte en la cinta pudo ver qué el metraje continuaba al día siguiente por la fecha en la esquina todo parecía ser igual hasta que empezó a desvestirse mientras continúa repitiendo constantemente "Mi nombre es Piper Laramie" hasta quedar completamente desnuda.

Tras el siguiente corte la chica ahora usaba un conjunto que incluía una corta falda y una blusa que decía California slut ahora abría las piernas de forma vulgar dejando ver su ropa interior con descaro mientras seguía repitiendo "Mi nombre es Piper Laramie" así por tres cintas completas.

En las siguientes tres cintas estaban llenas de sesiones de masturbación que parecían irreales, juguetes, verduras, paletas heladas cualquier cosa parecía entrar en la vagina de aquella chica, cuya mantra había cambiado a "Soy propiedad de American récords" además de que hay ella ya había cambiado a la rubia que ella siempre criticaba en su blog.

El vídeo que había empezado todo esto era el primero de una serie de tres donde no solo el "anticristo de la música" había recibido sexo oral de parte de la chica, otros tres hombres que no pudo identificar pero que claramente serían miembros de American récords debido a los elegantes trajes que usaban también recibieron felaciones por parte de la completamente transformada Piper Laramie.

Solo faltaba una cinta en la caja Erika no sabía realmente si podía continuar con esto, había luchado internamente la última hora intentando no masturbarse viendo como la estrella pop realizaba todas las pocisiones sexuales exóticas conocidas y como le daban un fabuloso anal de casi 40 minutos tres hombres diferentes.

A Erika le temblaban las manos no por nervios si no por excitación podía sentir como sus bragas en ese momento estarían completamente empapadas y como sus pezones erectos constantemente rozaban el interior de su sostén.

—¡Solo una más tú puedes!— se dijo a sí misma para darse ánimos mientras introducía la última cinta al reproductor VCR y pulsaba el botón de play.

*****

La última cinta comenzó con un siseo de estática que fue bajando lentamente por la pantalla para revelar lo que parecía una cinta de video de mediados de la década de 1980.

Después del clásico conteo regresivo con cinco, apareció una palabra: “Sistema de estimulación subliminal Wyman-Morris”.

Cortó a una mujer reclinada en un sofá largo.

Llevaba unos auriculares grandes que le cubrían los oídos y sus ojos estaban vidriosos y distantes como los de Piper. Exactamente como el de Piper, Erika comenzó a atar cabos.

Diferentes auriculares, pero exactamente la misma mirada vacía. Esta mujer estaba desnuda, y mostraba el mismo abandono despreocupado que tenía Piper mientras se masturbaba.

Tenía las piernas abiertas sin ninguna aparente preocupación de que una cámara pudiera ver su coño con detalles casi ginecológicos, y también había una pequeña mancha húmeda debajo de su entrepierna.

Aunque a juzgar por el coño peludo de la mujer, el video claramente proviene de una época anterior a la depilación con láser.

Un narrador en off interviene.

“El sistema de estimulación subliminal Wyman-Morris comenzó como una creación de dos científicos: la doctora Carol Wyman y el doctor Abraham Morris. La doctora Wyman tuvo el avance teórico inicial al determinar cómo el cerebro procesaba las señales auditivas de baja frecuencia, pero fue el doctor Abraham Morris quien transformó la teoría en un efecto práctico. Creando el primer sistema de aislamiento auditivo, un par de auriculares que cortaban las señales externas y permitían que la programación subliminal ingresara al canal auditivo sin interferencia de otros sonidos ".

Un hombre de mediana edad vestido con una bata de laboratorio blanca entró a escena, y lentamente le quitó los auriculares a la mujer desnuda. Ella empezó a mirarlo con una expresión de plácida indiferencia, que cambió a una exultante felicidad cuando él se inclinó y le susurró al oído.

“La doctora Wyman actuó como uno de los sujetos de prueba para el sistema Wyman-Morris, y es debido a la meticulosa documentación fílmica del doctor Morris que tenemos un índice para medir exactamente cuánto tiempo es necesario para que un sujeto sea susceptible de sugestiones. Este video fue tomado durante la séptima sesión del archivo experimental Wyman-Morris, aquí se muestra como la Doctora Wyman ya está aceptando actividades a las que antes había negado".

En la pantalla, la mujer le había quitado la ropa al hombre y estaba acariciando sus genitales con la misma expresión de satisfacción soñadora que Piper había mostrado en la primera cinta que Erika había visto. Esto le produjo un profundo escalofrío; si hubiera visto esto en un principio, podría haber sospechado que todo esto era una broma complicada o una parodia porno, pero esto no era ninguna broma. Había visto esta cosa, estos auriculares de lavado de cerebro subliminales en acción, y como habían convertido a una mujer en una máquina de mamadas. ¡Esto fue real! Oh Dios.

"El trabajo de Morris y Wyman es esencial para el desarrollo de un sistema portátil de 'enseñanza instantánea' que podía producir resultados con sólo unas pocas horas de acondicionamiento", continuó el narrador con calma, ajeno a la escena pornográfica en rápido desarrollo en pantalla.

Donde la doctora Wyman montaba la polla del doctor Morris en una “ vaquerita invertida" con gran energía

“En este punto, preparamos el escenario para el gran experimento que hemos comenzado a emprender”.

—¿Grande que? Dios mío—murmuró Erika en voz alta.—¿Qué edad tenía esta cinta?—

La voz del narrador continuaba.

“El siguiente paso fue desarrollar un método para transmitir las señales subliminales, así como fabricar una técnica de enmascaramiento que nos permitiera entregar el condicionamiento sin ser detectado por el colectivo".

La siguiente toma es de un Walkman descansando sobre una almohada de terciopelo giratoria.

"Afortunadamente, nuestros buenos amigos en Japón desarrollaron un sistema que satisfaría todas nuestras necesidades ".

Erika se mordió los nudillos para no gritar, esto tenía que ser una broma, una jodida broma pesada.

Su lado más lógico entró en acción si era una broma era realmente elaborada, un montón de personas dispuestas a arriesgarse a la ruina profesional y la humillación pública por bromear con una periodista de Internet que escribe artículos sarcásticos sobre Miley Cyrus, porque la alternativa se estaba volviendo demasiado aterradora para contemplarla. 1979. El Walkman salió en 1979. Todo esto, todo esto, todo eso tenía que ser una broma, pero realmente no lo era, había estado sucediendo desde 1979.

La pantalla se cortó a otro título de una palabra.

"Implementación."

“El sistema Wyman-Morris se ha adaptado satisfactoriamente al sistema japonés sin menores consecuencias Se espera que, en el futuro, la tecnología se perfeccione y actualice aún más para incorporar avances tanto en la calidad del sonido como en el condicionamiento subliminal".

“Se ha contactado a productores clave de música y están dispuestos, a cambio de ciertas consideraciones financieras y de otro tipo, a incorporar los mensajes en la mezcla de sonido en sus lanzamientos comerciales”.

—Financiero y de otro tipo— Érika casi dejó escapar un grito —Así que eso explica cómo Saúl se mantuvo grande en el negocio de la música durante treinta y cinco años.

Y por qué siempre parecía tener mujeres jóvenes en su lista de talentos. Maldito hijo de puta.

Erika ya había borrado el artículo que había escrito en su cabeza antes y estaba escribiendo uno nuevo. Sin embargo, todavía estaba trabajando en un titular que no involucra blasfemias.

La pantalla cambió a lo que parecían imágenes de archivo de un anuncio de Walkman, tomás de personas que realizaban actividades cotidianas mientras usaban sus auriculares portátiles.

Erika nunca había pensado en eso como siniestro hasta ahora.

Nuevamente la voz del narrador continuaba con la explicación.

“A medida que el sistema Wyman-morris se expande en la sociedad americana moderna podemos confiar en lo que el doctor Morris denominó 'modo pasivo'. El modo pasivo dirige sutilmente los pensamientos del sujeto, fomentando la aceptación de las normas sociales existentes, la indiferencia hacia el activismo político y el interés en seguir las tendencias culturales y económicas”.

"Y en el caso de que el modo pasivo resulte insuficiente para un propósito particular, determinadas personas podrán habilitar el 'modo activo' mediante el uso de una frase clave específica".

La toma cambió a una mujer corriendo frente a la cámara, vestida ropa deportiva y un par de audífonos. Esta toma no parecía material de archivo; parecía que había sido filmada con lo que fuera el equivalente gigantesco y torpe de una cámara de vídeo portátil a principios de los 80.

Un segundo corredor apareció en escena y se colocó a la par de la mujer.

La corredora se detuvo cuando aquel hombre se acercó a ella y le dijo algo, pero estaba de espaldas a la cámara y no había sonido. La mujer se detuvo en seco, y se volteó a la cámara, su rostro se veía relajado y sus ojos vidriosos miraban directamente a la cámara.

“El modo activo permite el control directo del sujeto, haciéndolo completamente abierto a los comandos verbales durante el tiempo que se desee. En este momento, generalmente se necesitan más de siete horas de exposición a las señales subliminales para lograr la máxima efectividad, pero anticipamos que para la década de los 90 esta cifra se reducirá a la mitad".

Erika quería gritar por la revelación recibida, Estas personas habían estado cerca de ella toda su vida. Habían estado influyendo en las elecciones, controlando los movimientos culturales, dando forma a toda la sociedad …

Ella veía como la corredora en el video se acercó a una banca del parque donde estaría realizando sus ejercicios matutinos, se quitó los pantalones deportivos y se empezó a acariciar su sexo con los dedos hasta llegar al orgasmo mientras el hombre a su lado había empezado a susurrarle palabras al oído que ella parecía aceptar sin vacilacion.

Estas personas habían estado literalmente décadas eligiendo a cualquier mujer que quisieran y convirtiéndola en un juguete de cuerda con los ojos en blanco para su diversión. Piper fue la última de una larga lista.

La pantalla se cortó en un lavado de estática que bajó lentamente antes de que la cinta se pusiera azul.

Erika se derrumbó en su sofá y se quedó mirando la pantalla azul por un largo tiempo.

Había algo que la inquietaba desde que había visto el primer video no solamente era ese debate ético ya que se había dado cuenta de que aquella joven cantante era sólo una persona manipulada y al exponerla podría arruinarle la vida más que nada por la voracidad de las personas en la internet pero algo algo en el video le incomodaba.

Y esa inquietud se mostraba en la ligera humedad que tenía el intimidad no podía quitarse las imágenes de la felación de su mente, de cómo esa chica la hacía de manera tan torpe y descuidada y de cómo pensó que ella podía hacerlo mejor que podía superar a la superestrella pop sin dificultad alguna.

Pero aquellas ideas fueron inmediatamente descartadas, no comprendía porque se sentía… ¿"celosa"? Tenía una inquietante deseo de demostrar su superioridad sobre esa chica era como si ese video la estuviera retando como si el manager de aquella joven, estuviera diciendo la cara que ella no valía como mujer

Ya estaba planeando su próximo movimiento.

Un par de días más tarde.

Erika se había presentado en “American récords" estaba usando su traje sastre más elegante compuesto por un saco y una falda recta en un sobrio gris con una blusa blanca con sus mejores zapatos de tacón.

Se acercó a la recepcionista con la mayor confianza que pudo reunir.

—Estoy aquí para ver al señor Saul Compton—, dijo Erika con los dientes apretados. Trató de mantener la rabia fuera de su voz, pero sospechaba que todo lo que estaba haciendo era enfocar ese sentimiento. —Me temo que no tengo una cita—

—Bueno—, dijo la recepcionista—el señor Compton es un hombre muy ocupado, me temo, pero le diré que está aquí—Tocó un botón para activar el intercomunicador.

—Dígale que me envió la doctora Carol Wyman —intervino Erika antes de que la recepcionista pudiera hablar.

Había hecho una pequeña investigación donde descubrió que los doctores Wyman y Morris eran profesores reales, aunque poco conocidos en el campo de la neurología. habían publicado algunos artículos académicos menores y se retiraron en 1978. Ella se había casado con él un mes después.

La recepcionista frunció el ceño ligeramente, pero hizo lo que le pidió Erika. Cuando escuchó la respuesta su cara cambió a asombro.

—Estás de suerte— ella ni siquiera trató de ocultar la confusión en su voz. dijo. — Da la casualidad de que ahora mismo tiene una vacante en su agenda. Um, ¿puedes entrar?— su vacilación dejó en claro que esto no le sucedía a nadie.

La recepcionista apretó un botón y la puerta de un elevador se abrió.

Erika se sorprendió un poco al ver….

— Es el elevador personal del Sr Saúl, debe ser alguien muy importante para que el pida esta clase de trato— dijo la recepcionista al ver la confusión en la mirada de la chica.

Erika entró en el elevador con gran desconfianza, se sentía como si estuviera en una película de espías cuando la puerta se cerró, se preparó para lo que fuera pero nada ocurrió no hubo una misteriosa nube de gas que la noquear a el piso del elevador no se abrió dejándola caer a una trampa mortal.

El elevador siguió su camino hasta llegar al piso de la oficina del Sr Saúl Compton.

Cuando la puerta se abrió se dirigió a la oficina que tenía marcada "Saúl Compton" en la entrada, entró sin la menor ceremonia y encontró al aludido sentado detrás de su escritorio, sonriendo diplomáticamente. Erika contuvo su impulso de salir y golpear con su puño la nariz de Saul y se detuvo justo frente al escritorio.

El hombre de negocios se levantó de su escritorio y se proponía a dar la mano a la recién llegada a lo que Erika solo respondió.

— Vi las cintas, sé todo sobre su sistema Wyman-Morris ¿Me entiendes? Lo se todo. Sé lo que están haciendo, usted y sus compinches. — dijo Erika azotando sus manos sobre el elegante escritorio.

Saul mantenía su rostro contemplativo. Eso preocupó a Erika. Ella esperaba que él entrara en pánico, que le suplicara que no derramara los detalles en uno de los sitios de chismes más grandes de la Web, pero en cambio él parecía estar pensando en qué tipo de carne quería para el almuerzo.

—Viste las cintas, entonces— dijo con calma el productor —Me estaba preocupando. Porque, ya sabes, las cintas de video son para viejos como yo—el sujeto parecía sonreír con confianza—Pensé que tal vez no tenías un VCR o algo así, pero luego pensé, puedes comprar uno por diez dólares en cualquier tienda de segunda mano, ¿verdad?—

—Um… cinco— admitió Erika, su ira se convirtió en confusión—¿Usted fue quien envió esas cintas?—

—Sí— dijo Saul con una sonrisa— Leo tu sitio todo el tiempo, escribes bien, y pensé, esta es una señorita que sabe del mundo de la música— mientras decía eso se levantó y caminó a su mini bar— Apuesto que sería fabuloso tenerla como parte de nuestro grupo de prensa—

Mientras decía todo eso sacó una botella de un buen escocés y sirvió dos vasos.

—¿Me está ofreciendo un trabajo?—Erika gritó—¿Crees que voy a … ayudarte con esta mierda?— La ira había vuelto incluso más grande que antes—Quizá no lo comprenda, señor Compton. ¡Vi todas las cintas!

Ajá— asintió Saul—¿Disfrutaste del trabajo de mis padres?

Erika quedó helada con esa revelación algo en las palabras la hacían sentir un poco inquieta, pero Erika no pudo establecer la conexión.

— El proyecto Wyman-Morris fue abandonando tras un incidente en California— dijo él con gran calma— si es tan estudiada como dice, lo conocerá como Halloween rojo

Erika sabía que ese incidente fue bastante comentado en su momento, cuando en un vecindario de los suburbios de California dos hombres fueron brutalmente asesinados por los vecinos tras descubrir que abusaron sexualmente de varias mujeres.

— Después de eso yo y mis padres fuimos reubicados en una especie de protección a testigos— musitó el hombre.

—Me enteré del trabajo de mi padre muchos años después— dijo calmado el productor— y me reuní con algunos sujetos que vieron el gran potencial para hacer dinero de esto—

Mientras decía eso se volvió a sentar tras su escritorio y continúo hablando con la confundida chica.

— Pero… usted… el proyecto Wyman-Morris— dijo Erika tratando de razonar la situación.

— Crees que realmente nos interesa un comino cosas como la política y cosas así— dijo Saúl mientras daba otro trago a su vaso— cosas como esas no ponen dinero en mi cuenta bancaria—

—¡Cuando el mundo se entere de esto!— dijo ella mientras sacaba su celular.

—¿De qué cosa gatita?, Dime qué tienes preparado — dijo el hombre calmadamente.

En ese momento Erika balbuceo para sí misma, no había preparado nada para respaldarse, ni una publicación programada para en caso de no regresar a cierta hora o algún amigo que avisara a las autoridades.

Ella está sobrecogida. Se sentía como una tonta, como una novata; ahora su idea de amenazar al productor le pareció tan estúpida que en ese momento pensó ¿que ganaba con venir? ¿Salvar a esa mocosa que ni de hacer una buena mamada es capaz?

—¿A que te sientes como una tonta verdad?— dijo el productor con aplomo- Si viste todas las cintas, Olli subridens succubus.

Cuando esas palabras llegaron a los oídos de Erika tuvo una extraña reacción en su cuerpo su mirada se volvió vidriosa su cuerpo adoptó una posición erguida antinatural como si estuviera esperando órdenes.

—Supongo que realmente miraste esas cintas hasta el final, ¿eh, cariño?— se levantó nuevamente de su escritorio era notoria una erección dentro de sus pantalones de diseñador.—Continúa, dime qué vas a hacer, ahora que lo sabes todo—

— Lo que sea que ordene, señor—respondió Erika, ya no se podía escuchar ningún tipo de enojo en su voz. Todo se había convertido en una tranquila y embriagadora dicha— Me encantaría ser una buena niña para usted, señor. Obedeceré todas sus instrucciones— en ese momento la voz de Erika sonaba extremadamente feliz.

Saúl Compton se acercó a la mujer con la mirada de un niño que recibe un juguete nuevo, acercó sus manos al saco Erika y apretó con descaro sus senos.

—Muy bien—dijo Saul mientras empezaba a desabotonar la blusa de la mujer—Eso es lo que pasa con este negocio, cariño, todas las chicas son prácticamente piel y huesos— en ese momento abrió la blusa develando un sostén negro de encajes— Es tan agradable ver a una chica con algunas curvas en ella de vez en cuando— Saúl saco los senos del sostén—Tú, cariño … guau. Tienes tetas como jodidas montañas—

—¡Gracias, señor!— dijo Erika, sonrojándose, mientras Saul le estaba quitando la ropa—Estoy tan contenta de poder complacerlo, señor—

—Oh, definitivamente me estás complaciendo, gatita—dijo Saul mientras desabrochaba la falda de la chica dejando al descubierto sus pantimedias y bragas de encaje negro.

Saúl Compton se colocó frente a la mujer y simplemente se desabrochó el pantalón y saca su erecto miembro frente a la mujer.

— Creo que sabes muy bien que hacer— dijo Simón mientras empezaba a mover su miembro.

—Uh-huh— gimió Erika, en ese momento sintió como si tuviera un río corriendo entre sus muslos de repente, y entendió exactamente qué hacía gemir a Piper en esos videos.

Se inclinó y apretó sus pechos alrededor de la polla de Saul,apretando sus pezones mientras lo hacía y sintiendo una oleada tras otra de placer fluir a través de su cuerpo. Le recordó algo, algo que había visto recientemente, pero no podía pensar en eso. No podía pensar en nada. No necesitaba pensar, no cuando podía seguir instrucciones simplemente.

—Buena chica—dijo Saul, con un tono lleno de excitación a lo que Erika gimió en respuesta.

Se sentía bien ser una buena chica, venir aquí era parte de ser una buena chica, Todo lo que Saúl le dijo se sintió tan bien por hacer, y todo lo que él quería era exactamente lo que ella quería ahora.

—Oh, oh joder, buena puta, buena puta … ¡nnh!— las embestidas de Saul se volvieron irregulares por un momento, luego Erika sintió un líquido húmedo salpicando sus tetas.

No pudo evitarlo, en el segundo en que lo sintió correrse en sus tetas sintió un orgasmo masivo explotar a través de todo su cuerpo, más grande que cualquier cosa que hubiera experimentado antes, quitando toda su resistencia y dejándola completamente en blanco.

Compton simplemente estaba acariciando suavemente la cabeza de la mujer, ese momento fue interrumpido por su secretaría quien abrió la línea de su intercomunicador

— Sr Compton, el Sr Monte negro está aquí y quiere verlo— dijo la mujer que salía del aparato.

— Hágalo pasar , lo estaba esperando— respondió el sujeto mientras se guardaba el pene en el pantalón.

Tras unos minutos la puerta de su oficina se abrió y un hombre afrodescendiente entro con toda calma al lugar.

— Saúl, amigo veo que te estás divirtiendo— dijo aquel hombre al mirar a la mujer que aún seguía de rodillas en aquella oficina.

— Solo una pequeña entrevista de trabajo, para el área de prensa Mark— respondió Saúl.

El hombre recién llegado miró a la morena con detenimiento.

—¿Te molesta?— dijo Marck señalando a Erika.

— Para nada amigo— respondió Coptom.

— Ok puta, levántate y muéstrame tu culo— dijo Mark directamente a la mujer.

Erika obedeció la orden sin la menor objeción, con la misma naturalidad con la que se levantó se inclinó ligeramente como ofreciendo su bien formado trasero al recién llegado.

Mark no lo dudo y le azotó el trasero con sus propias manos un par de veces para luego sujetarlo firmemente con sus manos.

— Saúl, creo que estás desperdiciando este material— dijo Mark mientras continuaba amasando el trasero de la indefensa mujer.

—¿A qué viene ese comentario?— dijo Saúl intrigado por la aseveración de su compañero.

El hombre lo miró un momento confundido pero razona el porqué.

—¿No recibiste el último memo de la empresa?— dijo Mark suspendiendo su descarado manoseo.

El rostro de Saúl se mostró intrigado por la afirmación de su compañero.

—¡Sabes que tú secretaria tiene más usos que sólo vaciarte las pelotas! ¿Verdad?— dijo el hombre mientras sacaba su celular y le mostraba el documento.

En este se indicaba que buscaban a una nueva adición a su marca discográfica

— ¿Estás sugiriendo que ella?— dijo el hombre un poco incrédulo.

—¡No! Seguramente la otra mujer en ropa interior en esta misma habitación— fue la respuesta que recibo.— Con el entrenamiento adecuado está zorra será un éxito—

—¿Y qué hay de mí?— dijo Copmtom con el tono de un niño que pierde su juguete.

— Tenemos un catálogo con más de mil putas, ¡Solo escoge una!— fue la respuesta que recibió.

—¡Hasta tu tienes una perra personal!, ¿Por qué no puedo tener yo una?— dijo Copmtom.

— Acaso quieres discutirlo con la mesa directiva— respondió Mark— Estoy casi seguro que usaste un truco mental con ella sin permiso, ¿O me equivocó?—

Compton sabía que tenía todas las de perder si esto llegaba a sus superiores y tendría que explicar el uso de su tecnología subliminal sin el conocimiento de sus superiores, así que vencido solo pudo decir.

—¡Está bien!, Sabes que eres un miserable cuando te lo propones— respondió Compton.

— Mira hay que presentar candidatas hasta el lunes—dijo el hombre de piel oscura—así que puedes jugar todo el fin de semana con ella—

Eso mejoró ligeramente el ánimo del productor quien mostró una sonrisa torcida.

Penthouse de Saul Compton…

Piper Laramie estaba sentada en una silla en una esquina escuchando música, su cabeza se balanceaba levemente con un ritmo inaudito a través de un par de auriculares de última generación.

Fue entonces que se abrió la puerta de aquel elegante lugar y vio entrar a Saul Compton y a una mujer morena semidesnuda.

—Piper querida traje una amiga para que puedas jugar— dijo el hombre con un tono meloso en su voz.

La rubia parecía entender lo que le estaba explicando ya que se había levantado y se dirigió a ellos.

Erika vio a Piper acercándose a ellos, desnudándose mientras lo hacía, cuando llegó a ellos se arrodilló frente a ella y colocó su rostro entre los muslos de Erika y empezó a leer con gusto el sexo húmedo de la morena.

Mientras Piper realizaba eso Érika gemía con gusto su mirada vacía y vidriosa parecía cobrar vida por la acción de la lengua de Piper, mientras realizaba eso Saul Compton decidió unirse a la diversión por lo que saco su erecto miembro y sin más penetró analmente a Erika.

Cuando Erika sintió eso sufrió un orgasmo tan violento que Saúl la tuvo que sostener para evitar que se cayera.

—¡Tranquila mi puta!, Tenemos mucho tiempo para divertirnos— le dijo él al oído.

Tiempo después…

—¡Y con esto terminamos el podcast de hoy! Se despiden sus amigas Evelyn y Mako y esto fue The Pussy Hour.

Una chica afrodescendiente dio por terminado la grabación de su podcast.

—¿Y como estuvimos hoy?— dijo Evelyn la chica afro.

— Superamos la marca de ayer 45 personas nos escucharon— respondió una chica de clara ascendencia asiática.

—¡Estás de broma!— dijo Evelyn mientras se acercaba a la computadora.

Hay vio la lista de los escuchantes que marcaba un claro 45.

—¡Maldita sea!— dijo ella saltando varias veces como niña pequeña— un niño en un pueblo perdido en massachuset tuvo más espectadores que nosotras—

— No crees que deberíamos tomar otro enfoque— respondió la chica asiática mientras abría una lata de refresco— esto del potcast feminista no está resultando—

— Solo necesitamos algo— dijo la chica de piel oscura—un buen escándalo y seremos un éxito—

—¡Te juro que eso no nos llegará a la puerta!— fue la respuesta de Mako.

Inesperadamente su puerta es tocada cuando la desganada Evelyn sale a revisar quien se lleva la sorpresa de que un repartidor sosteniendo una caja frente a la puerta de su apartamento.

—¿Señorita Evelyn Stuart?— dijo el mientras revisaba la orden de embarque.

— ¿Sí qué quieres?— respondió ella con la típica mala gana con la cual se expresaba con todos en general.

El repartidor acostumbrado a los tratos de los clientes solo extendió el recibo pidiendo la firma de ella para poder retirarse.

Evelyn entró a su departamento con la caja en brazos mirándola por todas partes para darte una idea de lo que podía contener.

La dejo en la mesa de su sala junto a su compañera de habitación.

—¿Qué rayos es esto?— dijo Mako al ver la caja.

— No tengo la menor idea— fue la respuesta de la mujer mientras abría el paquete.

Ambas miraron el contenido un juego de videos en VHS con una nota garabateada a mano que solo decía "Míralas'

EL FIN

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