Ya había pasado un mes y medio de esa culeada con doble penetración orquestada por Ágata, como ya tenía su número telefónico la llamé sin decirle quien era, mi plan era amarrarla y meterle 2 dildos grandes que tenía mi esposa y al mismo tiempo meterle mi verga para reventarle el culo como ella lo hizo conmigo, quería acabar 20 veces en una vaso para que luego se lo tragara, tenía todas las intenciones de que sufriera lo mismo que me hizo sufrir a mi, les confieso que eso pensé hacer y de hecho me llevé todo para realizar mi venganza en el hotel, lamentablemente ese día terminé sucumbido ante sus encantos y dominio siendo nuevamente clavado por su duro pene en muchas posiciones, me cogía muy rico y con mucha maldad, luego de este encuentro repetimos varias veces con la misa dinámica porque ella tenía un total y absoluto control sobre mi, debo decir que a pesar de estar varias veces con ella el dolor nunca pude controlarlo me estuvo clavando varios meses y jamás pude consumar mi venganza, yo pagaba para ser humillado una y otra vez, su leche era divina y a ella le encantaba que yo me la comiera.
Tuve la idea de que fuera mi compañera en el trio que quería realizar con mi esposa pero su malicia y su actitud dominante me daba algo de miedo porque a pesar que compartimos mucho y sexualmente me hacía suyo a diestra y siniestra ella sabía que yo la quería joder porque nunca olvidaré esa reventada de culo que me hizo junto a Sandra y Camila.
Mi esposa quería un encuentro conmigo y una transexual quizá con la intención de cumplir ese fetiche que ya en varias oportunidades me había comentado pero yo debía ser cuidadoso y tratar de que ciertas cosas no sucedieran por lo menos en la primera cita, por otro lado me aterraba que Ágata me delatara y mi esposa me matara, todas estas circunstancias me daban un morbo increíble y decidí dar el paso.
Luego de Coordinar con Ágata para que me colaborara con el trio bajo ciertos términos económicos y que solo por ese día no me tratara como una perra sino como a una pareja de clientes normales, venía lo complicado que era buscar una situación para que mi esposa me lo volviera a proponer sin que fuera yo el que insistiera.
No sabía si proponer el tema de la nada o debía mostrar algún indicio para que mi esposa se motivara, no fue tan complicado porque un día estábamos haciendo un trío con Pedro quien era un compañero de trabajo de ella, ese día me estaba comiendo su desgastada y sudada mientras la penetraran, al parecer eso la excitó mucho y cuando ya estábamos en casa conversamos sobre eso.
Me preguntó a que sabía, que se sentía y esas cosas como cualquier conversación post-encuentro swingers entonces yo aproveché y le dije:
Yo: menos mal que no tuve contacto directo con el pene de Pedro.
Ella: pero eso sería rico, hay gente que lo hace sin prejuicios
Yo: estás loca? Pretendes que me mame un guevo o que?
Ella: me gusta la idea!!! A ti no?
Yo: estás loca, le dije.
Ella: no lo harías por mi? Lo dijo con ternura y risa a la vez
En ese momento sabía que mi objetivo se estaba consumando, solo me faltaba dirigirlo hacia mi terreno, quedé pensando un rato mientras nos mirábamos y nos reímos al mismo tiempo.
Ella: En serio quiero verte mamando guevo… y tragando leche!!
Yo: me da asco mi vida, a mi me gustan las mujeres.
Ella: mmmmm, exclamó y luego dijo: “Y una mujer con pene?”
Yo: te refieras a tu idea loca con una transexual?
Ella: claro!! La contratamos y me cogen entre los dos, tu te la puedes coger a ella y podemos hacer que te acabe en la boca (soltando carcajadas)
Yo: ahora si te volviste loca, primero era que tuviera contacto con un pene, luego que lo mamara y ahora que me llenen en la cara, lo que falta es que me digas que quieres que me preñen… que locura!!
Ella: quiero todo eso!!!
Yo: hablas en serio?
Ella: SI, y quiero que empecemos a buscar.
Luego de la última conversación acordamos que solo probaría lamerle la cuca mientras la penetran y “a lo mejor” pudiera intentar hacerle sexo oral a la chica transexual pero que por ningún motivo me dejaría penetrar. Mi esposa aceptó las condiciones y decidimos empezar a buscar a la candidata, en un principio me hice el novato en internet hasta que encontramos una página de clasificados (que yo conocía a la perfección) y obviamente estaría Ágata publicada.
Hicimos una lista y fuimos descartando basándonos en su cara, piel, piernas, tetas, culo y obviamente su pene, desde que hicimos la primera lista Ágata estaba como candidata, mientras fuimos viendo y analizando a todas la fui convenciendo que esa chiquilla blanquita era la mejor, obviamente mi esposa se dio cuenta que esa transexual tenía un miembro enorme y me sugirió cambiarla en varias oportunidades pero yo debía insistir y usé el argumento que la quería con pene grande para ella (mi esposa) y verla disfrutar, además que si ella quería verme comiendo un pene tenía que ser muy grande (ella se reía porque pensaba que yo estaba jugando).
Llegó el día, mi esposa y yo estábamos es una habitación esperando a la chica la cual era nada más y nada menos que Ágata, yo estaba un poco asustado porque Ágata debía asumir un papel como si no me conociera pero temía que me traicionara, cuando sonó el timbre abrimos la puerta y allí estaba Ágata quien llegó muy sexy, aseada y peinada como toda una damita hermosa, olía divino y mi esposa la felicitó quedando sorprendida por su apariencia 100% femenina y le preguntaba continuamente que si de verdad era transexual, entre risas y tragos rompimos el hielo, Ágata y se desnudó mostrando sus atributos y preguntó como sería el servicio, yo respondí que era para mi esposa y mi esposa a su vez dijo: “es para los dos!!!” Yo insistí y dije: “es más para ella porque yo nunca he hecho esto” y Ágata respondió con risas: “así dicen todos”.
Me senté en un sillón insinuando que ellas comenzaran y así fue, Ágata besó a mi esposa y se la llevó a la cama como lo hubiese hecho un macho cualquiera, se hicieron sexo oral y luego un 69 con mi esposa abajo en donde mi esposa empezó a sentir la potencia del miembro de Ágata, luego sea costó boca arriba abriendo sus piernas para darle paso al pene de nuestra invitada, ella empezó a hacerle el amor con bastante intensidad donde mi mujer tenía orgasmos intensos uno tras otro porque Ágata le estaba echando una buena cogida, la puso en 4 patas y de nuevo introdujo el pene en su vagina dándole una cogida brutal hasta que lo sacó y lo apuntó en toda la entrada del culo de mi esposa peor al darse cuenta dijo en voz alta: me dejo coger el culo si luego te dejas tú, en ese momento Ágata la tomó fuerte por la cadera y la clavó sin compasión por el culo haciendo que mi esposa gritara desgarradoramente, esa era mi Ágata y así le gustaba clavar a la gente con mucha maldad, a decir verdad disfruté mucho ese momento donde mi esposa sufrió la culiada sin haber dilatado su ano previamente (era la especialidad de la casa).
Como puede me metí por debajo para caer en un 69 con mi esposa mientras Ágata seguía taladrándole el culo, ya mi boca estaba en su cuca y mis ojos en las bolas de Ágata viendo como le reventaba el culo a mi mujer mientras ella intentaba comerse mi pene pero con las embestidas de Ágata le costaba mucho mantener un ritmo.
Mi esposa gritaba de dolor y placer por semejante palo en su culo y mi lengua en su cuca, decía cosas increíbles como “deberías intentarlo amor tiene el guevo durísimo” o me decía “tienes que probar este bate de beisbol amo”, entre la euforia y los movimientos me fui acercando a las bolas de Ágata mientras mi mujer me lo chupaba y frotaba mi culo con sus dedos, yo empecé a lamer las bolas pero creo que mi esposa no se había dado cuenta aún, luego de un ratico mi esposa se echó para delante sacándose el pene de su culo y parándose porque ya no aguantaba más el dolor, en ese momento vio que las bolas de Ágata estaban en mi boca quedando sorprendida por un minuto, Ágata con mucha maldad se sentó completamente en mi cara dejando que su ano quedara exactamente en mis labios, mi esposa se quedó viendo como le mamaba el culo a Ágata, yo no le podía ver la cara a mi esposa pero sé que ella me estaba viendo a mi y procedió a quitarle el condón a Ágata para chuparle el pene mientras se sentó en el mío.
Así es, mi esposa me cabalgaba mientras le mamaba el guevo a Ágata, todo fue excitante y mejor de lo que pudiese haber planeado, en esa posición acabé dentro de mi esposa mientras le chupaba el culo a mi querida Ágata (que aún no había acabado).
Luego de eso, mi esposa se sentó en un sillón a descansar de esa faena y me hizo señas para que se lo chupara al ver que ya me había comido sus bolas y el culo sospechando que el final del encuentro era que me comiera su leche, me arrodillé y estuve chupándome esa verga por largos minutos como todo un puto mientras Ágata decía: “tu esposo parece un experto porque lo chupa mejor que tu”, con esa expresión empezó a bombearme más duro mi boca como lo hacíamos habitualmente, luego me levantó y me acostó en la cama boca abajo diciéndole a mi esposa: al parecer tu esposo es un perra mientras se me montaba encima y me restregaba su enorme pene de arriba abajo por toda la raya del culo, mi esposa se acercaba un me daba besos en la boca a mi y a ella para luego decir con una voz muy macabra: reviéntalo!!!
Sin más palabras Ágata empujó con toda su furia el pene dentro de mi culo sin haberlo dilatado y con mucha maldad, la venganza ahora era de mi esposa al parecer lo disfrutó porque yo grité de dolor creo que es algo que siempre quiso ver, ella siguió bombeando mi culo mientras mi esposa decía cosas muy sucias, fuimos tomando ritmo y me fui acostumbrando pero debía seguir aparentando sufrimiento porque para mi esposa era “mi primera vez”.
Debo aclarar que a pesar de mus múltiples experiencias siempre me duele como un novato, de hecho ese dolor es el que me da morbo.
En algún momento mientras estaba siendo embestido sospeché que Ágata no se había puesto preservativo y en plena culiada me puse nervioso preguntando en voz alta en reiteradas ocasiones “te pusiste condón?”, al parecer Ágata le dijo que no con la cabeza a mi esposa (eso me lo contó mi esposa después).
Pasó lo que tenía que pasar, la muy puta me llenó el culo de leche acabando chorros dentro de mi culo y humillándome delante e mi propia esposa, honestamente me gustó mucho y fue una sensación que nunca había vivido en más de 20 años estando con transexuales y que quisiera repetir de nuevo porque es algo indescriptible sentir como un ser humano llega al clímax del placer con tu culo, el problema es que todo pasó delante de mi mujer y sin avisarnos creo que Ágata no solo me había ganado otra batalla sino la guerra, antes de irse le dijo a mi esposa que ya habíamos estado juntos muchas veces, que habíamos hecho tríos con otras transexuales y que me gustaba tragar leche.
Esta última conversación entre ellas no influyó demasiado porque siempre lo negué y mi esposa pensó que la Ágata lo había inventado, ese día disfrutamos como nunca pero no volví a ver más a Ágata porque sentí que me traicionó (hoy en día trabaja en España y obviamente no se llama Ágata), sin duda la experiencia de sentir leche en el culo fue única pero me sentí traicionado por mi esposa ya que no pasó bajo mi consentimiento y ella lo sabía.
A veces me hago la pregunta si mi esposa aceptó todo este encuentro por diversión o quería utilizar esto en mi contra en un futuro, siento que no solo fui traicionado por Ágata. Pasado los días me hice exámenes por descarte y todo salió bien.
Mi esposa a veces me decía “quiero ver de nuevo como te preñan”.