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Mi vecina, mi mujer y yo
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Este relato pasó el pasado viernes, pero todo comenzó desde el lunes pasado ya que mi vecina la que anteriormente me había cogido fue a visitar a mi mujer y comenzaron a platicar diario tomando café y pan.

Yo salía a trabajar temprano, mi mujer se quedaba en casa ya que ella no trabaja, y el miércoles que llegue de trabajar me metía a bañar y mientras estaba en la regadera empezamos a platicar.

E: amor fíjate que doña Elva a estado viniendo a tomar café por las mañanas y hemos estado platicando.

Y: pues qué bueno que platicas con alguien, pero qué interesante te puede decir la señora.

E: pues no me lo vas a creer lo que me dijo.

Y: a ver cuéntame.

E: pues doña Elva salió más caliente que nada, como la vez que me dijo que tenía ganas de tener intimidad que todavía se le alborota la hormona y me dijo “mi niña no me lo tomes a mal, pero me gustaría hacer un trío con tu esposo y contigo”, me quede en shock y le dije que es lo que dice doña.

Y: a poco eso te dijo (sin saber mi esposa que yo anteriormente me la había cogido). Que doña tan mas caliente, pero se me hace que le da un infarto si tiene relaciones.

E: ella insistió, pero le dije que lo iba consultar contigo.

Yo estaba muy caliente de imaginármelas a las dos, por lo que le dije a mi esposa que se metiera a bañar conmigo y ya estando ahí hacer el delicioso.

Mientras me cogia a mi mujer en el baño le preguntaba si quería hacer el trío y ella me dijo que pues le daba pena pero que quisiera darle una oportunidad a doña Elva.

Pasó el jueves y ella no me dijo nada solo platicamos de cómo me fue en el trabajo cenamos y nos acostamos a ver una película.

Llegó el viernes salí a trabajar como todos los días, y cuando llego a la casa cuál es mi sorpresa estaba mi esposa y doña Elva en la sala.

Y: buenas tardes qué milagro que nos acompaña.

Elva: pues ya ve vecino aquí visitándolos para cenar juntos (soltó una risa picarona).

E: mi amor pues de lo que te platiqué el otro día le dije a doña Elva que si haríamos el trío, es por eso que ella está aquí.

Me puse caliente en ese momento, pero no quería que notaran ellas.

Elva: ven acompáñanos aquí en el sillón

Fui y me senté en medio de ellas, doña Elva empezó a acariciarme la cara y a besarme la oreja, por otra parte mi mujer comenzó a besarme la boca, después doña Elva me quitó los zapatos y el pantalón ahí ya se notaba mi bulto que estaba ansioso y quería acción, me quitaron la camisa y mi esposa dijo vamos a la recámara y nos dirigimos al cuarto, llegando a la cama me acostaron doña Elva me quito el bóxer y comenzó a pegarme una mamada muy deliciosa, por otra parte mi mujer subió encima de mí y puso su vagina en mi boca y comencé hacerle sexo oral.

Mi mujer se notaba excitada por lo que jadeaba, gemía y después de unos pocos minutos tuvo un orgasmo que pude sentir su sabor en mi boca, Elva seguía mamándomela, pero llegó el momento en que me dijo ya no aguanto más y se montó en mi verga y empezó a cabalgar pude sentir su vagina húmeda y llenada de pelos, sus tetas aguadas rebotaban como pelotas, mi esposa le agarró una teta y se la empezó a mamar, Elva echo la cabeza para atrás y empezó a gritar y a gemir como loca, nos decía que no paráramos que le siguiéramos que estaba a punto de llegar al clímax, se escuchó un grito de alivio ella era gritando ahhh, ahhhh, no lo creerán pero de su vagina salió tanto líquido que pensamos que se había orinado, ella agitada nos dijo “no se preocupen siempre he tenido estos orgasmos”…

Yo no había terminado así que le dije que le iba dar por el culo, ella dijo que si, la coloque en la posición de perrito, agarre mi pene y le dije a mi esposa que me diera una mamada y qué me lo dejara lleno de saliva, ella hizo lo que le pedí y dirigí mi pené a la orilla de aquel agujero negro, se lo introduje sin problemas, mi esposa se acostó delante de ella con las piernas abiertas para que Elva le hiciera sexo oral.

Yo seguía dándole embestidas por el ano y sus tetas aguadas se movían para todos lados, la agarre de la cintura con una mano y con la otra le daba tremendas nalgadas que le deje marcada mi mano, después de unos minutos le dije que ya iba acabar ella me dijo termina dentro de mi, la inunde de leche, mientras eyaculaba y seguía con el mete y saca, la leche salía de su ano después de unos segundos me quede quieto con mi pene dentro de su culo, ella se hizo para delante y mi pene salió de su culo, me dijo te lo limpiaré para que ahora le des a tu mujer, se llevó mi pene a su boca dio unas cuantas mamadas y me dijo ahora si está como nuevo.

Así que acosté a mi mujer en la cama le levante las piernas y me las puse en mis hombros y comencé a penetrarla con una fuerza que se escuchaba como pegaban mis bolas en su culo, Elva se montó encima de mi mujer para que le hiciera sexo oral, hasta que los tres tuvimos un orgasmo casi al mismo tiempo, después de que terminamos nos quedamos acostados en la cama y Elva dijo: ay mis niños qué bueno que hicimos esto tenía mucho que no me la pasaba tan delicioso.

E: pues nunca imaginamos que lo fuéramos hacer.

Y: creo que fue una tarde maravillosa.

Elva: si quisiera repetirlo pronto, por lo pronto ya me voy que quiero descansar que estoy agotada.

Se puso su bata y salió de la casa, mi esposa y yo nos quedamos platicando y en la noche volvimos hacer el delicioso.

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