Soy contador, y realmente laburo bastante, me voy temprano, vuelvo tarde y desde que me había mudado poco conocía a mis vecinos. El departamento vecino al mío encima estaba vacío hasta que una tarde regresé, vi la puerta abierta y gente acomodando bultos y paquetes. Una señora grande, 1,60 más. aproximadamente, rubia, casi 60 pero muy bien conservada se veía. No podía apreciar mucho estaba con un jogging ancho y un buzo grande, acomodando cosas.
Aparentemente buena posición porque tenía un equipo de gente de las mudanzas que le hacían todo el trabajo.
– Como le va vecino, Lucy, encantada, usted
– Raúl, soy el vecino de acá del A para lo que necesite
– Encantada, ya nos cruzaremos seguramente
– Espero, cualquier cosa que necesite no dude llamarme, le paso mi celu también.
Muy caballero bese su mano, un perfume cítrico, muy rico me embeleso, manos cuidadas, y muy hermosa piel, suave y la deje continuar con las tareas, al irme me miro y me guiño un ojo. No sé si era idea mía, pero medio que me tiro onda, intuía que podía haber algo por ahí abajo, veremos con el tiempo. Paso el tiempo y no nos cruzábamos, los sábados a veces le pegaba de largo y tampoco como que existía por la mañana.
Hasta que un viernes decidí quedarme haciendo home office porque estaba un poco engripado. Me preparé el mate y encendí la compu cuando sentí la puerta de al lado. Tentado me dirigí a la mirilla cuando la vi: la trola de mi vecina que llevaba una calza blanca hiper ajustada muy metida en el culo que traslucía una tanga hilo dental, un buzo ajustado corto, salió poniéndose una campera, pero la vi en el pasillo, unas tetas duras no sé si naturales o no, pero se veían buenísimas, unas zapatillas y medias largas tipo calentadores. Rubia llevaba el cabello atado le quedaba muy bien. Se calzo la campera y tapo todo lo que llevaba, me dejo caliente en realidad, muy.
Me puse a trabajar y me olvide, como dos horas después, voy a cargar el agua del mate y siento risas en el pasillo, vuelvo a la mirilla y veo a Lucy salir del ascensor con un muchacho alto, grandote con un jogging ajustado y un buzo. Mucho más joven que ella se rozaban, jugaban, de pronto el muchacho le metió una terrible mano en el culo, Lucy se rio, miro para ambos lados y lo beso, con lengua, descarado. El no dudo le metió una mano terrible bajo la calza un poquito y alcance a ver una tanga negra hilo dental, muy trola.
– Para Rey, aguanta que entramos… shhh
– Dale mamita no aguanto más mmmgh… – y le comió la boca, entraron riéndose y volví a sentir la puerta como a las dos horas. El muchacho se iba un poco despeinado y le estampo un beso antes de irse.
Así que esas teníamos mi vecina era una autentica milf le gustaba la carne fresca. Por la tarde decidí enviarle un WhatsApp.
– Hola Lucy, soy Raúl, tu vecino, pensé que como bienvenida me gustaría invitarte a cenar, puedo cocinar algo o pedimos lo que te guste así nos conocemos un poco.
– Ah. que galante Raúl, muchas gracias, bueno acepto, eso si yo llevo el postre puede ser
– Lo que gustes Lucy te espero a las 20 está bien, venite linda
– Mmmmh bueno veré que me puedo poner para vos lindo
– Dale venite bien rica total tenes que salir y entrar aprovecha
– Ayyy… que piropeador que sos. Bueno voy a pensar algo especial para vos, te parece, algo sexy
– Me encantaría si si. Te espero.
No hace falta decir que me agarro un empalme, una calentura. Así que nada iba a encargar sushi, rápido para comer, cómodo y después veríamos. Nuestros departamentos estaban casi pegados. Encargue sushi, tempranito así lo guardaba en la heladera, al salir a buscarlo sentí la ducha de mi vecina, se estaba preparando mmm… Algo sexy me dijo, que perra.
A las 19:30 ya estaba listo y ansioso, a las 20 puntual sonó el timbre, era Lucy
Abrí, venía con una botella de vino en la mano, unas botas de cuero marrones de caña alta, un pullover largo tipo campera que no mostraba nada.
– Raúl como estas lindo, que guapo estas todo para mi
– Obvio Lucy, y vos, un poco tapadita.
– Ah… me da pudor por las cámaras del pasillo, espera que me pongo cómoda.
Cómoda se puso ella, no yo que al verla me dio un empalme mal. Un vestido al cuerpo color arena que le llegaba ahí, ahí al ras de la cola, escotado, con las tetas al aire sin corpiño, descarada, que perra. Tiro el saco en el sillón y me dio una vueltita meneando la cola.
– Y que tal Raulito, te gusta
– Espectacular Lucy, te puedo preguntar la edad
– Decime vos
Siempre me resulta el juego de tirarme abajo, se veía 50 y pico, pero le tire un par menos.
– Cuarenta y cinco
– Ayyyy que amor que sos, no bebe, tengo 56, me veo bien
– Espectacular Lucy, un avión, mucho gimnasio
– Ayyy… si bastante, además tengo un personal trainer, Luciano que es un amor, me asiste, hasta es nutricionista a veces me acompaña a casa para ayudarme con las viandas y la dieta
– Mira que bien. Sentate por favor, ponete cómoda.
Al sentarse me confirmo que no llevaba corpiño y que llevaba una tanga muy chiquita negra.
Charlamos, mucha broma, y empezó con el doble sentido.
– Te gusta bailar, tenes alguna música para bailar, me encanta saber
– Si si tengo de todo, lo que gustes
– Algo de salsa pone, rico dale
Busque en Spotify, apenas sonó la salsa se paró y empezó a menearse. Cada movimiento se subía su vestido y mostraba el inicio de su cola, lo volvía a bajar, pero seguía bajando un poco y contoneándose. Se acercó a mí y empezó un contoneo tomándome de los brazos y envolviendo su cintura con ellos.
– Dale Raúl, que no muerdo
La abrace y empezamos a bailar, la hice girar y quede detrás de ella, la rodee con mis brazos y le pegue mi miembro a esta altura muy arriba.
– Mmmm… como estamos vecino, que rico mmmm…
No aguante la envolví con mis brazos y me puse atrás. Con una mano le descorrí el pelo y empecé a besarle el cuello al tiempo que subía una mano sobre sus tetas.
– Mmmm que rico contador mmmm… – no pudo terminar porque la giré y le comí la boca sin dejarla ni pensar.
Se puso delante mío y poniendo los brazos alrededor de mi cuello empezó a besarme mal, lengua por mi boca, bajaba por mi cuello mientras desprendía los botones de mi camisa, rápidamente quede en cuero y se abalanzo sobre mí, me empujo en el sillón y se trepo sobre mí, siguió con su lengua por mis pezones, mi vientre mientras con sus manos desabrochaba mi pantalón, ajustado con mi pija a punto de explotar. Me abrió el cierre y mi chota salió disparada.
– Raúl, vecino, que pedazo de pija tenes hijo de putammghh
No la deje terminar y le comí la boca mal. Empezó a moverse sobre mi pija como una boa constrictora, se quitó el vestido y quedo con una tanga hilo dental negra con un dije en la cola lo cual podía ver por un espejo que tenía en el living. Empecé a chupar sus tetas, firmes y naturales, nada de cirugía, algo caiditas pero pura carne, un manjar.
– Que pedazo de hembra que sos Lucy, te quiero comer toda mmgh…
Ahora fue ella la que me tomo las manos con la cara y me hundió su lengua jugosa en mi boca. Bajo una mano y empezó a apretarme la pija mal. Se deslizo un poco sobre la alfombra y empezó a comerme la pija mal.
– Veni hagamos un 69 preciosa
Giro y el culo quedo a mi disposición, un culo grande, lindo, redondo con alguna marquita, pero muy jugoso y sabroso. Extendí un brazo y tome un aceite que estaba sobre la mesita y la unte todo, ahora si quedo todo brilloso y separando los cantos inicie un ataque feroz, a su concha y su culo, subiendo y bajando con mi lengua, me quedaba en su clítoris y la sentí agitarse, aquí era, así que arranque con dedos y lenguas y sentí como se aceleraba mal, saltaba casi sobre mí, se retorcía, gemía y gritaba. Subí la música para que no se escuchara, pero no parecía importarle, aullaba prácticamente de placer ante cada embestida de mi combo dedos – lengua.
– Veni bombón, que te voy a coger
– Ayyy si papi, cogeme toda, mira que conchita estrechita que tengo para ese pijon.
La verdad que no era tan estrechita, lindos labios, tal vez algún retoquecito por ahí, pero rica jugosa, y para mi pija podíamos llamarla estrecha. No dude saque los dedos y la mande con todo hasta el fondo. Pego un grito de placer tremendo.
– Ayyy que hijo de puta que sos, mira que me cojo al profe del gym, pero vos tenes un aparato importante querido, que trozo, cogeme, cogeme toda, partime al medio mmghh
No la deje seguir hablando, le comí la boca y me puse sus piernas al hombro, unos muslos hermosos, pies muy cuidados, uñas pintadas de rojo que empecé a chupar mientras la embestía. Toda depiladita preciosa, la sacaba y le amagaba jugando en el culo.
– No te atreves turro, que esa parte hace mucho que no ahhhh
No la deje terminar, me rocié con abundante aceite y le metí un pijazo en el orto que se entreabría pidiendo verga
– Que decías Lucy, me parece que este culo tiene hambre
– Ayyy que guacho que sos, espera que me pongo en cuatro bestiaaa
Se la saqué despacio y la puse en 4 con la cola bien para arriba, bien parada, le di tres o cuatro chirlos y otra vez arremetí con lengua ahora directo al culo, dedos y lubricante.
– Ahora vas a saber lo que es bueno Lucy
Ahora si la tome de la cintura con las dos manos y se la empecé a mandar despacio pero profundo, para que sintiera cada centímetro en su culo maduro. La levante de los hombros y la pague a mí para poder magrearle esas tetas.
– Apretame dale guacho, tápame la boca como si me estuvieses violando mghhh…
Apretaba sus tetas con mis manos mientras la cogía fuerte pegada a mí, sacudía fuerte la pelvis hacia atrás para tomar envión y le daba toques cortos y fuertes sin sacarla. Sentía como su anillo me apretaba la verga y más me calentaba, ahora la agarre con una mano de los pelos y con la otra le apretaba fuerte el cuello.
– Si si así asfixiame gghhh
Dicho esto, entre en una calentura extrema, la saque, la volteé boca arriba y la empecé a coger de nuevo por el culo patita al hombro y apretando el cuello con las dos manos, mal. La veía ponerse colorada, pero al mismo tiempo movía su cadera frenética para cogerme ella. La posición más que la presión hacia que apretara más su culo sentí que venía, venia, venia la leche.
– Toda adentrghoo… apretame más guacho así asiii ¡!!ahhh… ahhh… aaaah
Deje salir cinco abundantes chorros de leche en su culo, solté su cuello y me abalance sobre su boca carnosa, entreabierta para asfixiarla ahora con mi boca, con un beso de lengua que la dejara sin respiración.
– Ayyy Raúl, que bueno, que HDP que sos, obvio que esta pija va a ser mía periódicamente no
– Por supuesto Lucy
– Querés venir mañana al gym, me invito Luciano a última hora que trajo unas máquinas nuevas, le digo que voy con vos amor, te va
– Si claro, voy a buscar algo de ropa
– ¿Dale bombonazo, yo me compre algo especial también, comemos?
La noche continuo, hubo un par de escarceos mas y ya tarde Lucy casi en bolas partió a su departamento. Ahora a esperar la visita al gym.