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Mi tía la dentista
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Tiempo de lectura: 10 minutos

Esto empieza cuando voy al pueblo donde nació mi mamá, para ver cómo va una casa que estábamos construyendo ahí. Yo estaba estudiando arquitectura tenía 20 años y nos quedamos a dormir en casa de unas tías. Son unas primas de mi mamá son muchas y la más chica de mis tías me lleva 10 años y es dentista.

El día que llegamos me dejaron el cuarto de mi tía la dentista para quedarme a dormir, mi mamá le pregunto a mi tía si me podía revisar al otro día los dientes y dijo que sí, que tenía tiempo. Ya en la noche me metí al cuarto para cambiarme y dormir pero toca a la puerta mi tía que quería sacar su pijama, le dije que me salía para que se cambiara y me dijo que no, que mejor se cambiaba en el baño, le dije que mejor en su cuarto me salí rápido y ahí se cambió, al salir me empezaron a volar ideas por mi cabeza, era verano, así que su pijama era un short y una playera algo ligera, se notaba que no traía bra, tenía unos hermosos senos medianos y unas piernas bien torneadas.

Por la mañana escuche algo de ruido y me levante muy rápido pensando que quería entrar y cuál fue mi sorpresa y la de mi tía, ella ya estaba en el cuarto y se estaba cambiando de ropa, tenía puesta una tanga y vi esas hermosas pompas redonditas y se empezaba a poner el brasier, entonces solo se alcanzó a tapar con las manos los senos, yo quería salir corriendo del cuarto por la pena, pero mi tía estaba estorbando en la puerta, me quede helado y viéndola desnuda, al mismo tiempo me disculpaba diciendo que me salía para que se cambiara y me dijo que ya mejor solo me volteara, así lo hice y me dijo que sintió que estaba muy dormido y por eso decidió cambiarse ahí, pero que algo se le cayó y por eso me desperté. Ya termino de cambiarse y yo muy apenado no paraba de pedir disculpas y me dijo, ya olvídalo, vamos a desayunar.

Cuando terminamos de desayunar se fue a trabajar y me dijo que me esperaba en el consultorio al medio día. Fui a ver la obra y al medio día llegue al consultorio. Llevaba unos pantalones pegados de mezclilla que dejaban ver muy bien la forma de sus piernas, se marcaba muy bien la cintura, su blusa un poco floja dejaba ver algo de sus senos cuando se agachaba. Me paso al sillón y empezó a revisarme, me dijo que me tenía que arreglar un par de dientes, que en ese momento me arreglaba uno y el otro al otro día, no me puso anestesia por ser algo sencillo, me empezó a arreglar y yo no dejaba de ver esos hermosos senos cerca de mi cara, sentía que se acercaba de más ya no sabía si era mi imaginación de estar tan caliente o realmente se me pegaba mucho y sentía como me recargaba sus pechos, después de un rato baje un brazo y en eso sentí algo de dolor moví mi mano y me agarre de algo, claro era la pierna de mi tía.

Tía- te dolió mucho

Yo- no tanto es que me sorprendió porque no me había dolido nada

Tía- ya casi terminamos quieres anestesia o así le seguimos

Yo -si aguanto mejor ya así

Tía- bueno pues agárrate bien que falta un poquito

Ya con esa confianza le di otro buen agarrón de pierna con el pretexto del dolor.

Yo- otra vez tía discúlpame por lo de la mañana no me di cuenta y pensé en salirme para que te cambiaras

Tia – no te preocupes ya pasó, aparte no viste nada que hayas visto antes.

Yo- bueno algo tan bonito y tan cerquita no había visto.

Tía – gracias pero me vas a apenar, además las chicas de tu edad deben tener mejor cuerpo.

Yo- no creo tía, disculpa el atrevimiento pero que bonito cuerpo tienes.

Tía- gracias Fer que bueno que te gusto lo que viste pero ya mejor cambiemos de tema.

Ya cuando termino me dijo que yo era su último paciente y que si la esperaba para irnos a su casa. Con todo gusto la espere, se quitó su bata se veía mejor esa blusa sin la bata.

Es un pueblo pequeño así que casi todo está caminando, cada que tenía oportunidad la tomaba dela espalda para dejarla pasar y sentir su bra. En la tarde ella regreso a trabajar y nos volvimos a ver en la noche en la casa. Después de cenar vimos un rato la tele y se quedó recargada a mi lado, no podía dejar de buscar un espacio en la blusa para ver algo sus senos, después de un rato se levantó y dijo que ya mejor se retiraba a dormir.

Yo- si quieres te ayudo a cambiarte

Tía- Ya Fernando deja el tema en paz.

Yo- perdón por la broma es que me gustó mucho como desperté esta mañana.

Tía- mañana si te saco del cuarto antes de que me sorprendas.

Yo- ok. Buenas noches tía

Y se acercó a darme un beso en la mejilla. Esa noche no pude dejar de revisar su ropa interior, me imaginaba como se verían esas tangas y esos brasiers en el cuerpo de mi tía, revise que su bra era talla 34 c, no pude detenerme y masturbarme en la noche con esa ropa y el olor de mi tía.

En la mañana volvió a entra sin hacer ruido, pero sentí cuando entro al cuarto.

Yo- buenos días Tía

Tía- Buenos días ¿qué tal dormiste?

Yo- bien gracias, ya me salgo para que te cambies

Tía- no, estas todavía dormido, solo voltéate mientras me cambio.

Yo- ok

No pude aguantar las ganas y vi un poco mientras se cambiaba, otra vez logre ver sus piernas desnudas, esas ricas pompas, la espalda desnuda, un poco la silueta de sus senos, tenía unas ganas enormes de abrazarla por las espalda y sentir ese hermoso cuerpo.

Tía- Fer ya no estés volteando, todavía no termino.

Yo- no perdón es que pensé…

Tía- nada puros pretextos ya deja de voltear o le voy a decir a tu mamá.

Yo- Es que esto es demasiado, es mucha tentación, tenerte tan cerca y desnuda, es lo más emocionante que me ha pasado.

Tía- Hay Fer mejor debí cambiarme en el baño.

Yo – Hubiera sido una lástima haberme perdido este espectáculo.

Tía- ya terminé ya te puedes voltear y necesito si me ayudas a hacerle un nudo a mi blusa en el cuello.

Yo- claro que sí, con todo gusto.

Esta blusa tenía un escote por la espalda y los hombros descubiertos, su puso una falda que dejaba ver sus hermosas piernas.

Yo- que bonita te ves hoy, se ven tus piernas muy lindas.

Tía- ya Fer, ya no me veas así, soy tu tía, gracias por lo que me dices pero no está bien, aparte te llevo muchos años y tú debes pensar en muchachas de tu edad.

Yo- Yo no te veo grande, no me llevas tantos años, sé que eres mi Tía y no puede pasar nada, pero no puedo dejar de admirarte, te ves preciosa y después de lo que pasó me tiene más obsesionado el asunto, verte desnuda ha sido increíble.

Tía- bueno ya vámonos a desayunar y te veo otra vez más tarde en el consultorio.

Me abrazo y me dio un beso en la mejillas, yo no quería soltarla, sentir su cuerpo me prendía a mil por hora, ella no se quitó tan rápido y me dejo sentirla un rato más, al despegarse un poco la vi a los ojos y le di un beso en la boca, solo se hizo un poco para atrás y me dijo, creo que el tema no se ha terminado seguimos platicando en el consultorio porque se me hace tarde.

Otra vez al medio día me presente en el consultorio, me pasó y me empezó a atender, no sabía cómo sacar el tema de nuevo, empecé por bajar nuevamente mi brazo y a veces pasarlo tocándole la pierna, poco a poco sentí más confianza y dejaba mi mano tocando su pierna, apenas sentí un poco de dolor y le agarre la pantorrilla, esta vez directo con su piel por la falda, no me dijo nada y empecé a sobarle la pierna, se levantó por algo, pero solo con la intención de que la dejara de tocar, yo seguía sintiendo su senos muy pegados y de vez en cuando unos pequeños roces con mi hombro, volví a acercar mi mano a su pierna y seguí acariciándola lentamente.

Tía- ya casi termino, ya no debes sentir dolor pero sigues agarrado de mi pierna.

Yo- es que tu piel se siente tan rico.

Tía- ¿sí? Pero no está bien ya te estás pasando de mano larga.

Yo- lo siento no puedo detenerme y aparte tampoco me detienes

Tía- pues porque siento rico, pero luego caigo en cuenta y no está bien.

Yo- ¿Te gusta que te agarre las piernas? ¿Te gustó que te viera desnuda?

Tía- pues no soy de palo, me gusta que me acaricien, que me digan que me veo bien, siempre es agradable gustarle a alguien, que te roben un beso, cacharte viéndome los senos. Todo eso claro que me gusta, pero sigues siendo mi sobrino y no creo que este bien sentir estas cosas contigo, aparte nunca me ha atraído estar con un muchacho más chico.

Yo- ¿y si no fuera tu sobrino dejarías que siguiera insistiendo?

Tía- no lo sé, ha pasado todo muy rápido y no quiero ni pensarlo, ya me has puesto muy nerviosa y no me gusta, bueno si me gusta, pero no está bien, ya no se ni que decir, parezco chiquita jugando a las caricias y a que me espías y yo me dejo.

Me levante del sillón y la tome de las manos seguimos platicando y estaba temblando no podía creer que estaba cortejando a mi tía.

Yo- bueno tía, yo me voy en dos días, casi no nos vemos yo vivo muy lejos y solo vengo una vez al año por acá, muchas gracias por lo que ha pasado, lo he disfrutado mucho.

Me acerque a ella y la bese, pero esta vez no se quitó y poco a poco empezó a responder el beso, ahora si la pude agarrar de la cintura meter mi mano por debajo de la blusa y sentir su espalda, ahí si se hizo un poco para atrás, baje mi mano sobre sus pompas, las acaricie lentamente, le bese el cuello, ella me abrazaba muy fuerte y también bajo sus manos para agarrarme las pompas, la besaba más fuerte y me dijo que no tanto para no dejarle marcado el cuello, fui jalando lento la falda para poder meter mi manos por debajo, sentía esa tanga en mis manos, era hermoso sentir esas pomas desnudas, su lengua la sentía jugando con mi lengua, paso su mano por mi pene y me dijo, ya estas mojado, como no podía estarlo llevaba dos días súper excitado con todo lo que pasaba, la seguí manoseando, no sabía dónde más poner mis manos, le tocaba las piernas, las pompas y la gire para tomarla por las espalda y agarrar esos ricos senos, la seguía besando y metí mis manos por debajo de la blusa, ese brasier apretaba sus senos, sus pezones se sentía duros, metí mi mano en su bra para sentir sus pezones, estábamos muy excitados, y en ese momento suena el timbre, había llegado un paciente, mi tía de un salto se alejó de mí, empezó a acomodarse la ropa se metió al baño para acomodarse el cabello y me dijo, tengo otro paciente ya se me había olvidado. Me dijo si la esperaba, que solo tardaba una media hora para irnos juntos a la casa.

Tenía el pene todo duro, mi pantalón un poco mojado todo desarreglado, me metía la baño me lave la cara me acomode la camisa y salí del baño como si nada pero con la verga bien dura. Me fui a la sala de espera hasta que termino mi tía con su paciente.

Al terminar salió del cubículo y me dijo vámonos, yo me acerque para seguir y no me dejo, solo me dio un rico beso en la boca y nos salimos del consultorio.

Tía- me encantó como me tocaste, sé que nunca pensaste llegar tan lejos conmigo, y yo creo que eso fue todo. Besas muy rico pero estabas muy emocionado y yo también. Eres un muchacho que le falta mucho por vivir y a mí también y aquí dejamos esto.

Yo- no quiero tía, ahora me dejaste más picado que al principio, claro que nunca espere llegar tan lejos, pero sentir tu cuerpo me dejo más excitado que nunca.

Tía- yo también me quede muy excitada pero los dos necesitamos un baño de agua fría para bajar esta calentura.

Llegamos a las casa y toda la tarde la pasamos viendo televisión y platicando con todos, en ningún momento me pude acercar a ella o quedarme solo con ella. Llego la noche y me fui al cuarto para dormirme, después de unos minutos entro mi tía y me dijo, vengo a cambiarme y se empezó a quitar la falda, yo estaba sentado en la cama, se dio la vuelta y le veía su tanga preciosa con esas enormes pompas, se levantó la blusa y quedo en ropa interior siguió con el bra y la tanga, no lo podía creer, estaba totalmente desnuda enfrente de mí, quise acercarme y no me dejo, igual de rápido se empezó a poner su pijama. Cuando termino me dijo. Tu turno.

Yo- ¿Cómo?

Tía- yo también te quiero ver desnudo, así que te toca cambiarte delante de mí.

Me empecé a quitar la ropa y me quede en boxers, y antes de ponerme el pantalón me dijo.

Tía – no seas tramposo yo me quite todo, ahora haces los mismo.

Me quité los boxers y se me acercó.

Tía- es que en el consultorio tú ya me tocaste toda y yo no pude tocarte y me quede con las ganas.

Quise tocarla pero no me dejo.

Tía- aquí no se puede, nos pueden escuchar, solo quería darte un beso de buenas noches.

Se agacho, me chupo el pene y le dio un beso, luego me dio un beso en la boca.

Tía- no quiero ver mis sabanas sucias mucho cuidado con lo que hagas, dichoso tú que vas adormir solo y vas a poder atenderte tu solo.

Me dejo todo excitado nuevamente, esa noche me masturbe como tres veces, fueron demasiados recuerdos para un solo día.

En la mañana no sentí cuando entró al cuarto, acabe rendido por masturbarme, pero aparte era más temprano se veía muy obscuro afuera , me despertó mi tía y me dijo me voy a meter a bañar, pero antes vine a darte los buenos días. Me dio unos besos en la boca, me empezó a acariciar el pene yo le agarraba los senos, mi verga se puso dura muy rápido, la saco y me dijo, sin hacer ruido que todos están dormidos, y me dio una chupada espectacular, yo me aguataba las ganas de gritar, la manoseaba hasta donde la alcanzaba le alcance a quitar la blusa y me acercaba sus senos a mi pene, subía y bajaba, se lo sacaba de la boca y me tallaba con los senos o con las manos, me chupaba mis testículos, y repetía todo nuevamente, hasta que no aguate más y me vine en su boca, se sorprendió y la moje en los senos, me limpio todo lo que quedo de semen con su lengua, quede rendido. Se levantó se puso su blusa y me dijo, ahora si a bañarme con agua fría.

Cuando me levante mi tía había terminado de desayunar, era el último día de visita al otro día regresábamos temprano, antes de salir de la casa mi tía me dijo, enfrente de todos, te espero en el consultorio a la misma hora, me quede dudando y mi mamá preguntó ¿todavía no terminas?, y rápido contesto mi tía, ayer ya no terminamos falto algo, pero hoy terminamos y queda listo.

Era lo que esperaba desde la primera noche que la vi saliendo de su cuarto sin bra. Ese día hasta llegue más temprano, todavía no salía su paciente y yo ya estaba esperando, una vez que terminó, y despidió, me abrazó y me dio un beso.

Tía- Tienes razón, casi no nos vemos, toda la tarde de ayer me dejaste pensando y por eso me cambie enfrente de ti y gracias a eso toda la noche me quede pensado en las ganas que tengo de disfrutarlo, has sido algo atrevido y te dio resultado me has excitado, me has provocado y el morbo no me deja, ya te disfrute algo en la mañana, ahora quiero sentirte dentro de mí y lo quiero disfrutar sin estar pensando si está bien o mal, así que ahora sí se te va a cumplir tu deseo.

Y se empezó a quitar la ropa. La detuve y le dije, no a dónde vas tan rápido eso me toca a mí. Me tome todo el tiempo necesario para quitarle prenda por prenda primero unos besos en el cuello, luego baje por en medio de los senos, poco a poco le quite la blusa, ella me quito la camisa y sentía como me abrazaba y disfrutaba mi piel, le quite el bra y sentía sus senos en mi pecho, baje para desabrochar el pantalón mientras le chupaba sus pecho, baje su pantalón mientras disfrutaba la silueta de sus pompas, las curvas en sus piernas, pase mi mano por todo su cuerpo, le bese los pies le chupe las rodillas, metí mi lengua en su culo, metí mis dedos en su vagina empapada, me ayudo a estimular su clítoris, nos acostamos en el sillón de la sala de espera, el 69 fue delicioso, me chupaba súper rico mientras yo me chupaba todo los líquidos que salían de su vagina, estaba tan caliente que me dijo, ya necesito que me lo metas, ya no aguanto más, fue tan rico como entraba mi pene estábamos muy mojados, se sentía caliente por dentro, y ver su cara de cómo lo disfrutó me tiene todavía excitado cuando la recuerdo, la besaba, la apretaba de las pompas, le agarraba los senos, le acariciaba el culo, le dije que parara porque estaba muy excitado y no quería venirme todavía, cambiamos de posición y se la metí por atrás acostados de lado en el sillón, ella se arqueaba de placer, le jalaba un poco el cabello, parece que le gustaba, me pedía más duro, cambiamos y se hinco en el sillón y se la metí por atrás, acariciaba su espalda, le jalaba el cabello, gritaba de placer, fue el turno de ponerme abajo y ella arriba, verla brincado con sus senos al aire, me puso al cien y ella también, pedía más duro, más rápido, más fuerte, gritaba tan rico y en ese momento de vino, su cara de placer era lo más hermoso, hasta me enterró las uñas en la pierna de los excitada que estaba. Se levantó, se puso de nuevo encima de mí pero ahora veía su espalda, pero lo mejor era la vista de sus nalgas sobre mí, empezó a mover su cadera haciendo círculos, sus nalgas se veían deliciosas, hizo unos movimientos tan ricos que ya no aguante más, al instante me vine dentro de ella. La disfruté tanto que no lo podía creer, fue de las mejores experiencias en la vida.

Nos abrazamos un buen rato, nos besamos mucho rato y nos fuimos a la casa. Quedamos muy contentos los dos, ahora cada vez que la veo me excito mucho, de vez en cuando me da una nalgada o yo le pellizco las pompas o le doy un jalón de cabello, pocas veces nos volvimos a quedar solos y platicamos el tema, pero se ve que le da gusto verme y sueño con volverla a sentir como esa vez.

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