Un día viernes llegué a casa de mi suegro porque me había mandado un mensaje diciéndome que tenía algo que enseñarme, yo supuse que era su gorda verga porque siempre que iba a su casa era para ser usada por tan apetecible miembro viril, Armand no sabía de estas visitas ya que sus papás se habían separado y no lo visitaba con frecuencia.
Don Octavio y yo manteníamos estos encuentros privados en secreto; Armando creía tener el control de nuestros coitos ya que hasta donde él sabía su papá solo cogia conmigo cuando montábamos el trío hijo, novia y papá. La realidad es que por lo menos una vez por semana era duramente envergada por su papá e incluso me llegué a quedar a dormir con él, bueno, no exactamente dormir.
Ese viernes como siempre llegué a casa de mi suegro con mezclilla y una playera tipo polo, nada demasiado atrevido pero, abajo traía un conjunto de lencería en color rojo y unos tacones atados al tobillo del mismo color. Cuando toque inmediatamente abrió la puerta y pase, apenas la cerro nos besamos como dos amantes necesitados.
-Qué es eso que me querías enseñar?- le pregunté
-Ven pasa, fuimos caminando hacia la cocina y allí empezó a revisar su celular, mientras lo hacía me dijo que me pusiera cómoda, pero en nuestro idioma que habíamos ido desarrollando después de horas y horas de fornicar como maniacos, eso significaba que me pusiera sexy.
Empecé a quitarme la ropa para quedar en conjunto y tacones. En eso estaba cuando Don Octavio se acercó enseñándome su celular y lo puso, el vídeo de mi profesor Andrés cogiendo conmigo en aquella práctica. Yo me sentía entre furiosa y apenada
-Armando es un pendejo! Grité preocupada llevándome la mano a la cara
-Fanny! Ven no tienes nada de que avergonzarte, me fascina verte disfrutar a plenitud, sabes que yo no te voy a juzgar y lo sabes perfectamente…
Obviamente no me iba a juzgar. La razón de porque seguía teniendo sexo con el papá de mi novio era el morbo de pensar en mi suegro compartiendo mi cuerpo y la otra razón es que había resultado un depravado sexual con quién tenía la oportunidad de hacer todo lo que nos venía en gana, era siempre diferente, siempre depravado y sucio lo que sucedía entre nosotros.
Octavio me abrazo
-Es un pendejo! Para qué me pide el vídeo si lo va a estar divulgando!- grite
-Solo me lo dio a mí, él quería compartir conmigo lo excitante que es verte disfrutar. Pero solo es entre nosotros, jamás te haríamos algo malo, eres nuestra chica- dijo
-No te preocupes, sólo fue una noche- le dije abrazándolo, no quería que pensará que me cogía a cualquiera.
-La traigo escurriendo desde que vi el vídeo, necesito que me drenes toda la noche- me dijo deseoso
-En serio que no puedo creer lo nuestro- le dije pasándole la lengua por sus labios- si quieres deslechar tus testículos úsame
Entonces no empezamos a besar delicioso, me acariciaba por todo el cuerpo, especialmente por el abdomen y las nalgas. Yo sobe todo su pitote por encima de su pantalón, así permanecimos unos minutos hasta que me tomó y nos fuimos hacia su cuarto, era el lugar donde habíamos vivido tantos momentos de placer y depravación sexual. Entrando de se empezó a quitar toda la ropa y sin más me acostó se subió encima de mí, apenas nos besamos un poco hizo a un lado mi tanga y me la metió. Yo me quedé asombrada y lo vi con mi cara roja debido a tal falta de juego previo
-No mames ya te urgía! – le dije roja y haciendo esfuerzo por mantener la compostura
-Te dije que ya la traigo escurriendo! Ohhh! que rico- me dijo cogiéndome con verdadera desesperación
-Te excitó ver cómo me cogían?!- no podía creer que estuviera hecho un toro al ver como otro me había hecho suya
-Casi me arranco la verga con las veces que me la jale viendo tu vídeo puta! Ohhh!
-Pues dame! Deslechate cabrón! Ahh!- yo gemía escandalosamente pero mantenía la pose y el contacto visual con él, era mi oportunidad de llevarlo al límite- Báteme mi coño si de verdad eres un hombre! Ah!
Así seguimos, el ya no hablaba, solo se mantuvo metiendo su verga con mucha energía.
-Te gustaría verme coger?! Eh?! Te excitaría verme jadear mientras otro me penetra?!- le decía entre jadeos y provocándolo
-Quiero que vean cómo te la meto! Quiero que vean a la que es mi puta! – dijo jadeando, estaba al límite
-Pues invita a alguien y que vea el espectáculo! Ahh! Que vea tu vergota entrándome!- le dije para que ya se viniera, pero también me excité al decir eso
Entonces ya gritando me la saco y se vino en mi tanga, todavía jalándosela y gimiendo me la quitó y me la metió en la boca. Después de eso se acostó respirando profundamente mientras yo lo veía con admiración, nunca se había venido tan rápido. Me sentía orgullosa de haber doblegado a tan potente amante, entonces me senté en la cama y mientras mi suegro me veía yo me saque la tanga de mi boca para comenzar a pasarle mi lengua hasta dejarla limpia.
-Te gustaría de verdad que nos vieran tener sexo?- le pregunté
-Con solo imaginar me pongo duro otra vez
Entonces lo abrace y lentamente fui bajando mi mano hasta tomar su gorda herramienta, estaba medio flácida pero igual empecé con una lenta masturbación mientras le chupaba los pezones.
-Hoy me quedaré a dormir contigo, si consigues a alguien podemos hacerlo- yo
Eran las 6 de la tarde así que supuse que había tiempo pero era poco probable que alguien quisiera sólo observar.
-Pásame mi celular- me pidió- lo tomé de la mesa de noche y se lo dí
Empezó a escribir y después de 5 minutos aproximadamente me dijo que un amigo suyo se había animado y que ya venía en camino
-Todo lo que hacen hacer- le dije con una sonrisa
-No puedo saber que me acuesto con mi nuera y de lo demás menos, vamos a decir que te conocí en el gimnasio- Don Octavio
-Y por qué no dices que soy de tu trabajo?- pregunté
-Es que este cabrón es del trabajo, se llama Manuel, es de mi edad más o menos, es casado y tiene dos hijos- Don Octavio
Mi suerte con los hombres maduros parecía clara.
-Mientras sea de confianza no hay problema- yo
Nos bañamos y aproveché para hacerme un enema, ya que mi suegro muy excitado la mete por donde puede.
Salí de bañarme y Octavio me dijo que me quedara en conjunto y tacones, Manuel estaba al tanto, me vestí y al cabo de unos 10 minutos ambos entraron a la habitación. Manuel era un hombre bofo, como un cuerpo ancho pero no definido, tenía rapado el cabello y una barba de candado que lo hacía ver varonil. Mi suegro había escogido bien
-Manuel te presento a Jessi, Jessi te presento a Manuel- me cambió el nombre al momento por el de mi amiga
-Mucho gusto!- dijimos al momento lo que nos hizo gracia, nos saludamos con naturalidad aunque yo estaba en ropa interior y él había ido a verme copular con su amigo
-Les parece si empezamos?- preguntó Octavio empezando a quitarse la ropa
-Perfecto- dijo Manuel mientras empezaba a hacer lo mismo
Si hubiera sabido la brutal cogidota que me iban a dar probablemente lo hubiera pensado dos veces pero ingenua creí que Manuel solo iba a ver. Ya desnudo Manuel tenía un pene bastante decente sin llegar a la talla de mi suegro, su cuerpo ancho y su panza me hicieron sentir que era un oso jaja
Desnudos nos pusimos a jugar en la cama Octavio y yo, mientras en una silla Manuel se empezó a masturbar lentamente.
-Ustedes hagan de cuenta que no estoy- dijo Manuel
-El chiste de esto es que veas y nosotros lo sepamos- contesté
-Ufff! – Manuel
Entonces mi suegro se puso de pie en la cama y yo empecé a mamar como una puta bien pagada, golpeaba con su glande mi lengua y hacia mucho ruido sobre todo cuando escupía para lubricar bien su poderosa verga. La verdad tener publico me tenía muy animada, me sentía con la capacidad para doblegar a dos hombres que casi me doblan la edad.
-Te gusta cómo te la chupo?- pregunté
-Lo haces bien, se nota tu práctica- dijo provocando
-Pues he encontrado un hombre que me tiene practicando todos los días- le dije- pero necesito variar de hsghft!
Dije lo último mamándole su macana
Así estuvo ese triángulo de placer aproximadamente por 10 minutos, yo en alguna ocasión tuve la curiosidad de voltear hacia donde estaba Manuel pero me resistí, entonces Octavio me dijo que ya me quería penetrar. Me acomodo de misionero, me quitó la tanga y empezó a llenar su verga de mi lubricación pasándomela por toda la vulva y masajeando con su glande mi clítoris. Yo caliente como una perra empecé a voltear hacia un lado y otro hasta que termine volteando a ver como Manuel se masturbaba disfrutando el espectáculo y eso me puso más caliente. Tener a dos hombres al pendiente de mi y disfrutando conmigo me tenía húmeda y más porque eran dos maduros
-Ya quiero que me cojas, demuéstrale como se destruyes una chavita- le susurré en su oído- házmelo como si fuera una puta
-Eso quieres?! Toma!- me dijo esto metiendo toda su carne hasta el fondo de un solo golpe
Empezó un metesaca brutal, yo solo hacía un esfuerzo por verlo a los ojos mientras lo sujetaba de sus antebrazos. En la habitación se escucha claramente plaf plaf plaf! Cada vez que me metía de golpe toda su hombría, afuera solo quedaban los huevos pero ojalá hubieran intentando meterlos
-Dale! Dale! Ahhh- gemia
-Ahhh! Que buena vagina tienes!- me dijo excitado
-Úsame! Mmm! Deslechate Octavio!
-Te gusta como te se me para?! Tengo más sangre en mi verga que en todo el cuerpo!- Octavio
-La siento! Te gusta como te abro las piernas tan solo con verte?! Mmm! Ehh?
-Toma! Tragatela toda! Ohhh! Que rico se ve tu cuerpo!
Ayyy! Así! Así! Que rico!- gozaba del miembro erecto de mi suegro
Entonces me la saco, me tomo de las caderas y ya sabíamos que hacer, horas y horas de práctica nos tenían al tanto de los ademanes del otro durante el sexo, me coloque de perrito viendo a Manuel y mi suegro continúo con su desesperada ansia de cogerme mientras otro veía. Yo me sentía muy excitada, la vergüenza se había ido con las primeras metidas de la tarde.
Mi cuerpo se balanceaba de forma violenta por la fuerza con la que era penetrada, yo me empecé a sentir exageradamente caliente al punto que empecé a sudar y mi cabello se pegaba a mi piel morena, mis jadeos se hacían más fuertes y mi contacto visual con Manuel me hizo empezar a decir cosas de una mujer depravada por el sexo
-Te gusta como me la mete? Si escuchas como chocan nuestras partes?!- pregunté a Manuel muy provocativa
-Se ve que estás riquísima de tu coño!- Manuel
-Es de las vaginas más ricas en donde la he metido, caliente y mojada la perra- dijo Octavio con un tono que parecía ensimismado
Volteé a ver el miembro de Manuel y estaba escurriendo exagerado, la mano con la que se masturbaba estaba escurriendo de líquido preseminal. Volteé a ver a Octavio y él estaba absorto en ver como su verga se perdía entre mis nalgas entonces, regresé la mirada hacia Manuel y mirándolo a los ojos le dije casi en un susurro
-Sigues tú
-Que rico nos ve Manuel! Ahh! Ya viste como la tiene escurriendo por el espectáculo! Mmm! Ayyy! Así métemela mi amor!
Octavio me tomó de los senos y empezó a llenar con más desesperación mi vagina, mientras yo me puse a gritar como una puta
-Dale!! Llena a tu perra! Lléname profundo! Lo deseo!
Entonces Octavio empezó a gritar y darme metidas secas y profundas, cada metida de verga era un chorro de semen directamente en mi útero. Mientras yo era llenada por Octavio de esa manera, Manuel y yo manteníamos las miradas acompañadas por las sacudidas violetas de mi cuerpo resultado de cada metida. En la habitación los gritos de Octavio eran terribles, sólo se podía escuchar eso. Octavio se recostó sobre mi espalda, ambos respirábamos de manera agitada, mientras tanto yo mantenía la mirada con nuestro voyerista invitado, sabiendo Manuel y yo, que su verga iba a terminar bien metida en mi.
Manuel se paró y se ofreció a traernos agua, yo haciendo un esfuerzo por levantarme le dije que lo acompañaba, para todos era obvio lo que iba a pasar pero Octavio solo se limitó a decir que nos tomáramos nuestro tiempo
Bajamos y nos fuimos hacia la sala, él se sentó y yo me coloque encima
-Quieres que te traiga un condón?- le dije masturbandolo
-Yo no tengo problema, me gusta más al natural- Manuel
-A mi también pero, estoy sucia no use condón con Octavio
-Mejor, así ya te resbala mejor- dijo
Entonces dirigí su rígido pene a la entrada de mi vagina, fui bajando poco a poco hasta que lo tuve todo dentro. Empezó a besarme y yo me movía suavemente, me chupaba los senos y nos acariciábamos con calma, parecíamos un par de novios, a mi me gustó variar, estaba acostumbrada al sexo duro.
-Por qué a los hombres les gusta cogerse a la misma chava?
-Creo que es caliente cogerse a una que sea tan abierta- Manuel
-No te da asco remover la leche?- le pregunté y después me puse a lamer su oído
-No, es lo mismo que nos sale a todos- me contestó tomándome del rostro para besarnos
-Quiero que me lo hagas anal
Me puse de pie y sobre el descansabrazos del sillón me recosté quedando mi culo totalmente expuesto, abrí mis glúteos con mis manos y el se puso a darme un oral en mi ano, la limpieza que me había hecho resultaba más agradable su labor y no notaba en las ganas que le ponía. Escupía en él y me metí un dedo, en una de esas paso su lengua a lo largo de toda mi vulva hasta mi ano, cosa que me hizo gemir y él al notarlo empezó a alternar su lengua entre mis vagina y mi ano con sus dedos que parecían un puto pulpo metiéndose por dónde encontraban espacio. Me siguió haciendo oral por unos 10 minutos hasta que le pedí su verga
Él la tomó y mientras yo abrí mi culo él la fue metiendo, cuando la tuve toda adentro me incorporé un poco con mi brazos y le pedí que me diera. Tomando mis caderas empezó a moverse lentamente, cada vez que su verga quedaba afuera es escupía para lubricar bien el sexo y empezar a cogerme más rápido.
-Te gusta mi cuerpo? – le pregunté
-Ohhh! Estás riquísima!
-Pensé que no te daba asco la leche de otros
Entendió lo que quería decir y me la saco del ano para meterse en mi vagina, yo lo volteé a ver y me mordí los labios. El continúo alternando mis orificios para el gusto de ambos
-Quiero que me lo des por el ano, pero dámelo con todas tus fuerzas, quiero que Octavio escuche- le pedí gimiendo
Entonces el empezó a darme como un adolescente y se escuchaba el sonido de nuestro coito como si estuviéramos aplaudiendo plaf! Plaf! Plaf! Yo empecé a gritar y fue cuándo Manuel me metió una nalgada que seguramente Octavio escuchó
-Ayyyy! – grité – yaaa!
Lo empecé a empujar con una mano pero él me sujetó de ella y siguió culeando unos minutos más hasta que visiblemente cansando saco su miembro y me libero. Lo tomé de mano y sin darle oportunidad a sentarse me lo lleve al cuarto de Octavio dónde el seguía desnudo y con una erección en pleno seguramente de haber estado escuchando la pitisa que me daba. Senté a Manuel y viéndolos les dije
-Quiero coger con los dos al mismo tiempo. Se animan?
Seguramente fue música para sus oídos escuchar a una jovencita de 25 haciéndoles tan bonita proporción.
-Si!- Respondieron al unísono
-Pero antes quiero verlos masturbándose- les pedí para incrementar la excitación del momento
Ver a dos adultos hacer lo que les dices y machacar sus vergas era una visión que me hacía sentir caliente y poderosa. Iba a ver cuánto podía sacar de esa enervante lujuria, así que les pedí que hicieran una tijera para poder mamar los dos miembros mejor, los hicieron, juntaron sus huevos y sus manos se rozaban mientras masturbaban sus veteranas salchichas. Entonces me subí a la cama y les pedí que se acostaran para disfrutar de mi blowjob. Junté sus penes y los lamía al mismo tiempo, hacia el esfuerzo por meterme ambos glandes a la boca, escupía y pasaba mi lengua por la uretra de cada uno. De vez en vez los volteaba a ver y ellos estaban disfrutando mi trabajo oral sin ninguna vergüenza de tener sus miembros escurriendo fluidos juntos y sintiendo la dureza del otro mientras eran mamados por una juvenil y muy puta mujer. Por eso creo que me gustan más los maduros, por alguna razón están más dispuestos y sienten menos pudor que hombres más jóvenes.
-Han dado doble penetración alguna vez?- Les pregunté
-Si!- Respondieron
-Quieres que te llenemos por los lados?- Octavio
-Tengo curiosidad, me gustaría saber que se siente- les dije mientras se desacoplaron
-Pues anímate, ya estamos esperando a que te animes. Te vamos a coger bien rico, vas a gritar hasta quedarte afónica?- Manuel
-Pero y si me duele?
-Pues le páramos y te cogemos uno a la vez, anímate! Ve como nos tienes sabrosa- Octavio
-Está bien pero Manuel por atrás y tú por enfrente va?- les dije
-Te vas a ir escurriendo leche mamacita!- Manuel
Octavio se acostó y tomo su verga invitándome a montarlo, pase mi muslo sobre su cadera y me ensarte su rico camote mientras lo veía con una sonrisa de lujuria, entonces Manuel me empuja ligeramente hacia Octavio y cuando estoy recostada temblando del obsceno acto que estaba a punto de realizar, Manuel empezó a empujar su lubricada macana a través de mi caliente recto. Yo torcí la cara y abrí los ojos como plato mientras veía a Octavio, me estaban partiendo dos hombres al mismo tiempo, además mi calentura aumento al sentirme tan vulgar, empecé a perder el poco juicio que me quedaba. Ambos permanecieron quietos con sus sendas vergas mientras mi cuerpo hacia un esfuerzo por acostumbrarse a una sensación así de fuerte.
-Tú nos dices cuando estés lista perrita- Manuel
-Dale… despacio, por favor- dije con mucho esfuerzo
Empezaron a moverse lentamente pero con profundidad, sentía como me removían todo por dentro, era una sensación de náuseas y placer. La visón de aquella sesión creo que hubiera resultado alucinante para un observador, tres cuerpos unidos por su carne siendo yo el puente, los tres moviéndose con sus penes sintiendo el movimiento del otro, los gemidos, las caricias, la puta y sus machos.
Yo comencé a gritar y a encadenar orgasmos como nunca había imagino que se podía, sentía una especie de calor exagerado en toda la zona baja de mi pubis, tanto calor me tenía sudando a gotas que escurrían por mi frente, en el pecho y el culo, me sentía escurriendo de sudor. Y al aumentar la velocidad de sus metidas ya perdí la conciencia. Solamente sé lo que Octavio y Manuel me contaron después. Octavio me dijo que empecé a gritar tanto que ya no cerraba la boca y el noto que la saliva se empezó a escurrir así que él me empezó a meter la lengua de forma obscena al mismo tiempo que me amasaba las tetas a su antojo.
-Vamos a cambiar- dijo Manuel mientras sacaba su hinchado miembro de mi recto
-No me dejen de coger, no paren chinga- les dije con desesperación
-Tranquila puta, ahorita te seguimos macaneando- Octavio
Entonces Octavio me montó de espaldas a él y me empalo.
-Ayyy! Que gorda, me partes!- me quejé
Manuel se quedó viendo por un momento mi cuerpo en esa posición, con mis piernas abiertas y la vagina disponible, mis pechos escurriendo de sudor al igual que todo mi vientre y mi cara de degenerada. Para él fue un afrodisíaco dijo después. Se acomodó y me la metió de golpe esta vez el coito fue intenso desde el comienzo.
-Te gusta perra?! – Manuel
-Ahhh! Ahhh! No paren! Ahhh!- gritaba pidiendo más
-Qué culo!- Octavio
Estuvimos así cerca de 10 minutos en los cuales no paré de gritar, cosa que Manuel aprovechó para admirar como poco a poco iba poniendo mis ojos en blanco mientras yo estaba perdida en un mundo de interminable éxtasis, mi vagina estaba muy contraída y ahí fue el principio del fin para mis vigorosos vergudos, quise decir verdugos.
-Me voy a venir! Ohhh!- Manuel
-Aguanta! Mira como la tenemos ahhh!- Octavio
-Así se coge a una puta bien pagada! Ahh! Ayyy! Manuel la tienes bien venuda!- les grité
-Ya no aguanto, me está apretando mucho la verga!- Manuel
-No es a propósito Manuel, te lo juro! Ah! Ah!- le grité como pidiendo una disculpa mientras con una mano me apretaba un pecho con todas mis fuerzas
-Llénala! Que sienta leche en la vagina!- Octavio
-Ahhh! Me vengo! Ahhh! Toma mi leche puta!! Ahh
Manuel empezó a llenar mi vagina de su semilla de vida, lo jalé hacia mi y como pude lo comencé a besar mientras sentía cada potente chorro llenando mis ovarios, su sudoroso cuerpo se fundió aún más con el mío. La acción parecía haber perturbado la concentración de mi suegro Octavio porque empezó a jadear en el tono que conozco bien, un tono de inminente eyaculación. Dos minutos después me tomó de las caderas y con el espasmo de su eyaculación me alzó con la fuerza de su cintura mientras vaciaba una primera carga del contenido de sus pesados huevos.
-Ahhh! Ahhhh!- gritaba Octavio mientras se vaciaba dentro de mi
Fue bajando el ritmo y su cintura, quedando los tres aún en esa posición pero ya sin movimientos. Dentro de mi podía sentir sus morcillones penes aún con contracciones del orgasmo. Manuel se salió y yo me acosté en medio de ambos.
-Les gustó, papitos? – pregunté
-Si te digo que hay que repetir- Octavio
-Claro que si, sólo déjenme avisar que llegaré tarde- Manuel
-Y si mejor no llegas y te quedas conmigo- le susurré
Total que Manuel habló con su esposa y le dijo que no llegaría esa noche de viernes, pedimos pizza y comimos desnudos, la intención era recuperar fuerzas y seguir adelante con nuestro coito.
-Me podrías cumplir una fantasía Fanny?- preguntó Manuel mientras comíamos
-A ver dime- dije
-Podría masturbarme frente a ti mientras comes y venirme en tu comida?- Manuel
-Si, hazlo- acepté, si Manuel supieras todo lo que he hecho con Don Octavio ni siquiera me hubiera pedido permiso
Para mi sorpresa ambos se pusieron a masturbarse frente a mi, yo seguía comiendo y les sonreía. Tome el pene de Manuel y lo chupé, después el de Octavio y seguí comiendo, llegó el momento y eyacularon dejando mi rebanada de pizza cubierta de espeso y blanco jugo de hombre. La comí con cierta calma para darles un buen disfrute.
Terminando de comer nos fuimos hacia la habitación y seguimos macaneando, aquella sesión fue intensa y larga porque el Viagra que mi suegro tenía guardado fue de uso común. Se vinieron en mi boca, mis tetas, pies y vagina. No les importaba besarme después de que me habían llenado la boca, siempre y cuando ya me lo hubiera comido. Me cogían aunque tuviera semen del otro. La cama quedó hecha mierda igual que yo, de sus vergas ya solo salían unas gotas pero su excitación los mantenía con ganas de metesaca. A veces me cogía uno nada más, mientras el otro bajaba a la cocina un rato, otras los dos me daban por dónde podían. La doble penetración la repetimos 2 veces más esa noche, cuando por fin ya no pudimos seguir copulando eran las 2:47 am. Despertamos por las 10 de la mañana del domingo, nos levantamos y nos bañamos los 3, en la regadera les hice un oral hasta que se vinieron como muestra de agradecimiento.
Manuel se fue y yo me quedé con Octavio. Ya no hubo sexo, platicamos varios temas entre ellos la posibilidad de hacerme una doble penetración con mi novio, su hijo. Yo ya no tengo remordimiento por eso, creo que me excita sexualmente tener relaciones sexuales con dos hombres de lazo sanguíneo tan directo, y si a ellos no les importaba menos a mi.
Besos.