Con mi sobrina Mariel, que sigue viviendo en casa, desde aquella vez no hemos tenido grandes encuentros. Ya pasaron más de 6 meses y cada vez son más espaciados, ya que yo “casi” estoy en pareja con Majo.
Si fueron varias las noches que ella se juntaba con amigas en su cuarto y yo con Majo en el mío. Y era un recital de gemidos, algunos gritos y mucho sexo. Lo cómico que muchas mañanas nos encontrábamos desayunando solo en ropa interior todos.
Un jueves por la noche estábamos en casa cenando y me pregunta:
“Martin, vos cumplís años mañana?”
“Si, mañana”
“¿Y no vas a organizar nada, ninguna cena formal, fiestita, algo?”
“No, hasta ahora nada. Quizás el fin de semana”
“Bueno, como vos quieras”
La verdad era que esta vez me pegaba cumplir años. No sé por qué, pero me sentía más viejo. La noche de mi cumple Majo quiso cenar afuera, y fuimos a un restaurant de moda. No nos habíamos acomodado que llegaron Lilian, Juan, con quien convivían hace 5 meses, y Mariel.
Obviamente todo organizado por Majo. La pasamos bien, y realmente me levantaron el ánimo.
“Che, este cumpleaños tiene poco festejo. Mañana los espero en la quinta al mediodía, tenemos que festejarlo en forma. Yo ya organicé todo, solamente tienen que ir. Ah, y con muchas ganas de pasarla bien”
El resto me convenció y termine aceptando.
“¿Juan, puedo ir con dos amigas??
“Si, claro, qué problema hay.”
Después fuimos a bailar, y nos acostamos cerca de las seis de la mañana. Nos levantamos y al salir encontramos una nota de Mariel que ella iba por su lado. Llegamos a la quinta, verdaderamente de lujo, y Juan nos mostró un dormitorio para cambiarnos y por si queríamos pasar la noche. Minutos más tarde llegó Mariel con las amigas. Saludaron y fueron a cambiarse. Eran dos chicas muy menudas, no llegaban al metro sesenta de altura, parecían agradables pero de poco hablar.
Estábamos tomando un aperitivo cuando las tres, Mariel y sus amigas, pasaron corriendo a la pileta y se tiraron.
“Hay algo raro con las amigas de Mariel” dijo Majo.
“Si, que son competencia para vos” le retruco Juan
“Son dos chiquitas, no me duran nada” dijo Majo
Salieron del agua, se cubrieron con toallas, anudándolas al pecho, y se sentaron con nosotros. Juan hizo un asado estupendo, muy bien regado con vino, y nos quedamos en una galería a la sombra por un rato.
Nos cambiamos y fuimos a la pileta. Las dos parejas estábamos en la pileta cuando vimos que Mariel y sus amigas jugaban tiradas en el césped. A lo lejos podíamos ver que las dos amigas “atacaban” a Mariel y ella se dejaba hacer.
Cuando salimos de la pileta, y nos tiramos en las reposeras, Mariel las trajo de la mano.
“Majo, si no te enojas, este es mi regalo para el “tiito querido”, mis dos amiguitas”
“Si que sos osada, traer chicas para que él se divierta, y yo”
“En realidad, son para el tío, pero las puede compartir con Juan, si mamá se engancha con nosotras un rato”
“No me gusta mucho la idea, dijo Lilian, pero por ser el cumple de Martín voy a estar de acuerdo”
“Entonces vengan, pongámonos acá en el césped y veamos que hacen.”
Las dos chicas realmente eran lindas, buenos pechos, aunque algo chicos. Vinieron ambas a mí, empezaron a besar mi pecho, mis pezones mientras acariciaban mi entrepierna. Me besaban el cuello una a cada lado, y fueron metiendo sus manos bajo mi short de baño. Mi pija fue aumentando de tamaño, poniéndose dura por los mimos y las manos de las chicas. Giré la cabeza y Juan ya tenía la verga en su mano, miraba a las chicas que estaban conmigo y a Lilian y las otras, que estaban empezando a tocarse mutuamente, sin dejar de mirarnos.
Me sacaron el short y ambas empezaron a pasar su lengua por mi pija. Se alternaban para chupar mi pija y mis bolas.
Se sacaron los corpiños de las mallas y pude apretar esos pequeños pechos. Según Mariel nos había dicho, las dos tenían 19 años. Majo chupaba las tetas de Lilian, y Mariel las de Majo. Sus manos estaban entremezcladas en sus sexos.
Le hice una seña a una de las chicas y fue a chupar a Juan. Era muy placentero sentir la forma de chupar, tomándose todo el tiempo, se notaba que ella misma gozaba. Majo se me acercó y me habló al oído
“Es muy notorio que estas gozando la chupada, podrías disimular un poco desgraciado”
“Por toda respuesta tomé su cabeza y la atraje para besarla, mientras metía dos dedos en su concha húmeda y la masturbaba con ganas”
“En realidad ahora estoy gozando bien, y vos también”
Lilian disputaba chupar la pija con la otra chica, mientras Mariel, ya si malla, nos miraba con las piernas abiertas y masturbándose.
Al rato Mariel se acercó a mí y me dijo:
“Vos sos muy degenerado y te gusta romperle el culito a las chicas, te apetece el de mi amiguita”
“Hijo de puta, ahora vas a cogerte un culito bien estrecho” dijo Majo.
Mariel se puso detrás de la chica que me chupaba, se chupó un dedo y metiendo su mano por debajo de la bombacha de la malla se lo metió en el culo
La chica dio un leve salto y empezó a mover el culo
Mariel hizo parar a las chicas, y les ordenó quedar desnudas.
Y la sorpresa fue grande al ver que eran dos travestis, con penes muy pequeños, no más de cinco centímetros. Juro que me quedé congelado, lo mismo que Juan y nuestras parejas.
“Este es mi regalo, Tío. Dos chicas trans muy, pero muy femeninas y muy putitas.”
Majo solo dijo: “Les dije que había algo raro”. Pero inmediatamente, se puso a chupar ese pequeño pene. Lilian la imitó. Mariel iba de la pija de Juan a la mía chupándolas.
“Flor de trolas resultaron ser mi mamá y Majo, miren como les chupan las pijas y les meten dedos en el culo”
“Vení chiquita, vas a disfrutar a mi macho y su pija” le dijo Majo y la sentó enterrando mí pija en su culo de una.
La chica dio un grito, porque no estaba lo suficientemente dilatada. Dejó que se acostumbre mientras le volvió a chupar la pija.
Juan en cambio, la fue enterrando de a poco. Lilian estaba a su lado y le decía obscenidades. Majo seguía con su tarea de chupar pijas.
Pasaron unos minutos y Juan me hizo una seña. Puso a las chiquillas haciendo 69 y las forzaba para que se chupen mutuamente. Nos pusimos detrás y las volvimos a penetrar. Explotamos dentro de sus culos e hicimos que nos limpien la pija.
Lilian y Majo se revolcaban y se sacaban orgasmo tras orgasmo, mientras que Majo se satisfacía a si misma.
Descansamos un rato, Majo llevó a las chicas al baño tomadas de las nalgas. Se había quedado caliente.
“Es sabido que soy la más puta de las putas, y ahora quiero que me satisfagan” dijo Majo.
Majo y Mariel, comenzaron a chupar las pijas de las chicas, cuando estuvieron bien paradas, lo mismo que las de Juan y mía, me pidió que me acueste boca arriba, se metió mi pija en su culo y llamó a Juan para que la penetre por su concha.
“Estos son machos, que lindo me cogen, por favor. Y Uds. denme a mamar sus pijitas”
Nosotros nos movíamos y ella también. Su cuerpo era una anguila moviéndose entre nosotros. Lilian y Mariel tocaban y chupaban sus pechos,
“SI, así los seis haciéndome gozar, que hermoso, soy la puta mayor!!!” gritaba.
Cuando sintió que las pijitas se derramaban en su boca tuvo un tremendo orgasmo, y quedó rendida.
Nosotros todavía estábamos para más.
“Juan, vos no te acordaste, pero yo sí, ayer cumplimos 5 meses juntos…” dijo Lilian
“Desde aquella noche, nunca más te di el gustito, tenés ganas de hacerme la colita, mira que está bien estrechita, apretadita, te va a costar”
“Cinco meses me tuviste deseándolo, ahora vas a ver, mierda te voy hacer, Martín, vos a la boca, Mariel, vos a las tetas”
La puso en cuatro, y le escupió el ano. Se lo fue metiendo de a poco hasta que entro la cabeza, Allí empujó con todo y se la enterró hasta el fondo. Esto hizo que al ir hacia adelante, mi pija le llegue a la garganta. Le empezó a dar palmadas cada vez más fuertes, su culo se fue enrojeciendo
“Tremenda puta que sos. Como te gusta que te hagan el culo, y chuparla”
“Si papi, pero mi culo es solo tuyo”
Juan la tomó de los cabellos mientras la fajaba y se quedó quieto.
“Movete puta, ahora te vas a mover hasta que nos hagas acabar, dale”
El tirón de cabellos, las nalgadas y sentir las dos pijas la llevaron a calentarse al máximo. Apretaba mi pija con los labios y me masturbaba al mismo tiempo. Cuando notó que llegaba, aumentó el ritmo haciendo que le llene la boca. Saque mi pija toda manchada de semen y se la restregué en la cara. Juan vio eso y se volvió loco.
“Como te gusta la leche de tu hermano, que puta” y en dos bombazos le llenó el culo.
Nos quedamos a la noche y siguieron los cruces. A Majo le gustaba tener a las dos trans con ella. Después le pediría a Mariel que le lleve otras a casa.