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Mi segundo y último encuentro
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Tiempo de lectura: 2 minutos

Solo habían pasado 2 semanas desde el primer encuentro, cada vez que lo pensaba moría de ansias por tocarla y sentir su delicada y caliente piel junto a la mía.  No fue hasta que entonces volvimos a quedar para este segundo encuentro. Duré varios días sin eyacular para ahorrarme esas ansias e ir con todos mis cartuchos. La noche anterior le mandé mensajes diciéndole que quería cogerla y darle toda mi leche, que me moría de ganas por chupársela y ya la tenía bien caliente, me dijo que me necesitaba en su cama a las 7 a.m. y sin perder tiempo estaba a esa hora exacta tocando su puerta apenas abre…

Me da un buen halon y tira la puerta, rápido vamos a su cuarto y ahora tenía ella todo el control.

Esta vez la devoré arrancando sus ropas, besándola mordía sus labios y chupaba su lengua mientras la volteo para que sienta mi guevo bien duro y con la izquierda tomo sus tetas y con la derecha pasaba mi dedo por su clítoris. La tiro sobre la cama y me como su culote dándole nalgadas, también ella excitada se voltea y me tira en su camita individual, pero de muy buena calidad porque en verdad que aguantó mucho…

Yo tumbado en la cama, ella roza la cabeza de mi guevo en su clítoris empapado de aquel fruto jugoso y me decía cosas sucias, eso me ponía como toro mientras comienza a meter mi guevo en su cuca y pega un leve grito al sentir que entra ese huevo de 18 cm, pero con una mini manzana en la cabeza para describirlo mejor y en eso sujeto sus nalgas mientras ella se movía como perrita (dicho por ella misma) llené mi dedo de mi semen y fui metiendo mi dedo en su ano y eso la mató, se puso como loca y gritaba “ah que rico! No pares” y yo disfrutando aquellas expresiones hasta que sacó mi guevo lleno de leche y cuca y comenzó a mamarlo metiendo hasta la garganta, sentía lo caliente quemar mi glande hasta que me dijo “ahora quiero toda esa leche en mi boca”. Entonces la tomé por su cuello y le acabé bien adentro hasta que se le salía la leche pero aun así no dejo nadita.

Nos vestimos y no me imaginé que fuera a ser el más triste adiós, ella debía irse del país porque su ciclo escolar había terminado…

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