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Mi secreto mejor guardado
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Tiempo de lectura: 5 minutos

No quiero que mi marido se entere de esto o algún conocido así que no pienso dar nombres alguno porque tengo un cagazo total de que se entere y que se me venga el mundo abajo. Lo único que quiero que sepan de mi es que soy una mujer de unos 37 años de edad, que estoy casada y que tengo tres hijos. Soy una mujer rubia de cabello rizado y mi cuerpo es un tanto exuberante, es decir, tengo pechos grandes debido a que fui madre tres veces y mido 1,77 cm, no soy una mujer pequeña en comparación con el 80% de las mujeres.

Vengo acá a contarles que tengo una amiga pelirroja y muy bonita de mí misma edad casi (tiene 35 años y nunca fue madre) que desde ya hace un tiempo se dedica a vender contenido erótico a través de una plataforma. Al principio solo vendía fotos en ropa interior (ella es pequeña y tiene un buen cuerpo, tiene tetas medianamente grandes), pero luego a los que abonaban un poco más les vendía cierto contenido exclusivo, es decir, les vendía fotos desnuda. Tiempo después con su pareja (ella está en pareja con un morocho enorme y hermoso) empezó a vender videos de ella teniendo sexo con él.

Les cuento todo esto porque ella me escribía para decirme que quería hacer alguna producción de fotos conmigo. Yo obviamente le decía que no pero ella es muy pesada y me insistió tanto que luego de decirle varias veces que no le dije que si para que dejase de molestarme. Entonces fui a su casa una siesta (mi marido está en el trabajo y mis hijos en el colegio en ese horario) y me hice varias fotos con ella en ropa interior, que luego monetizo y subió a su cuenta. Obviamente ella me pagó una parte de lo que recaudo con esas fotos.

Esto no termina acá, ella luego de esta producción que hicimos me siguió invitando a que hiciéramos más contenido juntas y yo ya no le decía que no, me había sentido cómoda haciéndolo y había ganado dinero, así que le decía que si. La cuestión es que esas producciones que hicimos después de la primera fueron diferentes, al principio eran similares por el tono de fotos que nos hacíamos, pero luego lo llevamos a un terreno más sexual. Primero nos hacíamos fotos con ella tocándome las tetas y yo a ella, y cuando me anime a desnudarme (a enseñar los pechos) hicimos fotos con ella chupándome los pezones.

Luego empezamos a hacer videos juntas y al principio eran videos tranqui, en donde ella y yo nos paseábamos por su habitación en ropa interior y con un cierto toqueteo mutuo ya al final. Después esos videos se volvieron también más sexuales porque enseñábamos las tetas en cámara, ella luego me las tocaba y yo a ella, luego también me chupaba los pezones y nos dábamos besos en la boca.

También ambas nos poníamos a lamer un pene de plástico que ella tenía. Todo esto a mi me divertía por eso lo hacía, también ganaba dinero porque ella me pagaba una parte de lo que recaudaba como dije anteriormente. El que nos hacía las fotos y el que nos grababa era su pareja, este moreno enorme y hermoso que les conté.

Después de todo estas fotos y videos que hicimos juntas me hizo una propuesta, ella quería que yo participará en los vídeos que hacía ella con su pareja, es decir, tener sexo con ellos. Esto ya no era hacer unas fotitos o unos videos enseñando las tetas, esto era ya pasar a la acción, entonces yo lo pensé durante varios días hasta que tomé una decisión. Sabía que mi marido no se iba a enterar salvo que yo se lo contase y que embarazarme ya no podía quedar (me ligué las trompas), entonces le dije a mi amiga que si, que quería participar en sus videos.

Ese primer video que grabé fue un vídeo en dónde mi amiga no participó y que tampoco se encontraba en su casa, es decir, fue un video mas intimo con este morocho y que se tituló “mi amiga prueba el pene de mi pareja”. Antes de grabar este primer video hubo como una previa entre él y yo, el primero me enseñó su enorme pene y yo que estaba alucinada por el tamaño que tenía estando muerta debía hacer que se ponga erecta así que me desnude por completo y me coloque a su lado, ambos estábamos en su habitación y sobre la cama, el sentado en la punta y yo de rodillas y apoyada sobre su hombro.

Entonces para que su poronga se ponga erecta me agarro de la cintura con su brazo y se puso a chuparme y mordisquearme las tetas y los pezones. Al mismo tiempo que hacía esto me tocaba/apretaba y me cacheteaba mi cola con la mano que tenía detrás de mí. Yo también lo ayudaba para que su miembro crezca de tamaño, a la vez que el hacía todo esto yo le masajeaba el pene con mi mano. Todo esto contribuyo a que su poronga reaccionará rápidamente, en cuestión de minutos esa cosa duplicó de tamaño, era más de 20 cm y se le marcaron todas las venas a su alrededor. Se veía realmente deliciosa y apetitosa.

El ya con su pene erecto me invitó a que yo se la chupara así que como yo tenía ganas de hacerlo me incline sobre la cama y baje la cabeza hasta llegar a su pene. Entonces abrí lo más que pude mi boca, su pene era como una morcilla, y me tragué todo lo que pude. Saboree todo ese pedazo dentro mío y luego de unos segundos de disfrutarla me la saque de la boca. Me tomé un respiro y volví a metérmela en la boca e hice el típico movimiento de subir y bajar la cabeza succionado todo el tiempo su pene.

Minutos después me acomode mejor sobre la cama y agarre su poronga con mi mano. Entonces le pegue no sé cuántos lengüetazos por todos lados, era el mejor pedazo que me había comido en todo mi vida. El me siguió cacheteando el orto mientras yo le hacía esto a su miembro y me consulto si me gustaba chupársela.

-¿Te gusta chupármela? -dijo el.

-Me encanta -dije yo.

-¿Querés que te la meta? -pregunto el.

-Metemela toda papi -conteste yo.

-Ponete en cuatro que te voy a romper el orto -dijo el.

Entonces me coloqué en cuatro patas sobre la cama, literalmente me entregué a él, y antes de metérmela se puso a lamerme la raja. El con su lengua la pasaba desde arriba hacia abajo y la introdujo dentro de mi cuerpo, esto me hizo explotar de placer y de satisfacción, mordí la almohada de lo rico que me lo hizo, mi marido nunca me había dado tal placer. Después de esto él acercó su enorme y venoso pene a la entrada de mi raja y lentamente me la fue introduciendo. Era algo impresionante y un poco doloroso al principio, su majestuoso miembro se fue abriendo paso por dentro mío agrandando mi agujero cada vez mas.

Cuando me la metió por completo, su más de 20 cm, se empezó a mover despacio hacia delante y hacia atrás. El dolor de a poco se fue convirtiendo en placer y el interior de mi cuerpo se fue adaptado a su tremendo pedazo. Con el correr de los segundos su velocidad de empujé fue acelerando cada vez más, mi cuerpo fue sintiendo cada vez más placer y llegado a cierto punto empecé a soltar mis primeros “ah ahh ahhh”.

Su empuje se convirtió en embestidas fuertísimas que eran como puntas de lanzas que me perforaban por dentro. Sus testículos me golpeaban cada vez que el iba hacia delante, la cama empezó a rechinar y de fondo se escuchaban cada una de sus embestidas contra mi cuerpo mezclado con todo tipos de gemidos que empezaron a salir de mi boca. Sus manos estaban aferradas fuertemente de mi cintura con sus dedos clavados en mi piel, ese era el secreto de semejante potencia.

Fue un no parar durante 5 minutos, todo ese tiempo se mantuvo al mismo ritmo y ningún momento redujo la potencia de sus embestidas, era toda una bestia. Tuvieron que pasar 5 minutos para que el aflojara y redujera su velocidad para luego detenerse, fue entonces que yo quise agradecerle de alguna manera así que me levante un poco, tenía todavía las rodillas sobre la cama y su pene dentro mío, di vuelta mi cabeza hacia un costado y le dije lo siguiente.

-Acércate que te quiero besar -le dije yo a él.

Él se acercó hacia mí, no saco su pene de dentro de mí, y así de esa manera nos empezamos a besar, con el detrás mío y yo con la cabeza de costado y con mi cuerpo arqueado hacia atrás. Estos besos no fueron unos simples besos sino que fueron apasionados con lengua y todo. Mientras esto sucedía el aprovecho que yo había arqueado mi cuerpo para tocarme las tetas también, y de repente el tipo recupero su energía y empezó a moverse hacia delante y hacia atrás, primero despacio y luego volvió a agarrar ritmo de nuevo como antes.

Entonces me volví a colocar de nuevo en cuatro patas y el a cogerme como si no hubiera un mañana. Pasado un rato el tipo ya cansado termino la faena con unos tremendos gritos, yo también hice algunos, y con una tremenda eyaculación dentro de mí, nunca había tenido tanta leche dentro. Después de esta sesión/práctica de sexo nos limpiamos, él y yo estábamos transpirados, y pasado media hora grabamos el video “mi amiga prueba el pene de mi pareja”. Este video no es más que yo chupándole la pija y haciéndolo acabar sobre mis tetas.

Todo esto mi marido no lo sabe y quiero que permanezca así de este modo. Si le dan like y me escriben algún comentario les contaré una segunda parte ya que esto fue hace año y desde entonces he hecho bastante contenido sexual con ellos y con otras personas también. Besitos y adiós.

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