Siempre me pregunté qué se siente al penetrar, pero nunca tuve la menor idea acerca de cómo o qué sucede en ese momento.
Con mi novia nunca lo habíamos hecho, aunque creo que ambos teníamos el mismo deseo.
Normalmente solo nos besábamos, pero muy pocas veces nos tocábamos, yo le agarraba sus pechos; y ella tocar mi pene, pero sin meternos las manos dentro de la vestimenta, sino simplemente sentirlo desde afuera.
Te imaginas las ganas con las que nos quedábamos.
Pero un día, la fui a visitar en la casa de sus padres, y nos dejaron solos en su cuarto. Hablamos y nos besamos por mucho tiempo.
Me animé con lo caliente que estaba bajar mi mano en su pantalón y sentí que ella estaba húmeda. Ella al no decir nada seguí metiendo mi mano.
Y cuando sentí ella estaba poniendo sus rodillas en medio de mis piernas, tratando de sentir lo duro que tenía el pene.
Al no aguantamos más, ella me empujó sobre la cama y subió sobre mí, y entonces le dije. "Déjame meterte mi pene", ella respondió: "no, pueden entrar mis padres".
Le insistí y entonces dijo: "está bien, pero solo un rato y hazlo rápido".
Yo al no saber qué hacer me levanté, levanté su vestido y le bajé su calzón. Cuando vi, estaba totalmente mojada y muy mojada.
No sabía qué hacer, si tocarla o quedarme viendo, y ella me dice: “saca tu pene y hazlo ya, mis padres pueden vernos”.
Así que saqué mi miembro bien duro y ella se acostó abriendo sus piernas, yo me puse sobre ella y le quise penetrar, pero no entraba, puesto que no sabía cómo hacerlo.
Ella al ver que no sabía penetrar, agarró mi pene y se lo colocó en su vagina y digo: "allí está, empuja y entrarás dentro de mí", así que lo hice y al hacerlo ella dijo: "ah que rico".
Cuando entré dentro de ella no pensé en otra cosa más que sentir lo rico y caliente que estar dentro de ella. Mientras ella decía: "sii, está rico, sigue y hazlo más duro decía".
Esa vez no terminé de eyacular porque ella dijo: “pare, pare, está muy rico, pero mis padres pueden entrar en cualquier momento”. Así salí dentro de ella.
Me quedé con el pene erecto y duro, así como ella con las ganas.
Pasaron algunos minutos y ella me dice: “amor, me duele la vagina, pero es porque tu pene está grande, quiero hacerlo otra vez, pero no aquí, sino vayamos a un hotel, allí podremos desnudarnos y hacerlo sin que nos sospechen mis padres” decía.
Así que planeamos irnos al hotel…
Esta historia seguirá, en la parte 2.