Mi nombre es Francisco, actualmente tengo 59 años y lo que les voy a contar sucedió hace muchos años cuando tenía diecinueve años apenas… una mañana nos pusimos de acuerdo con un mi amigo y compañero de estudio para ir a bañarnos a un rio que pasaba a un par de kilómetros del pueblo.
Era un día bien soleado, nos juntamos y nos fuimos caminando al rio, al llegar nos desnudamos y nos metimos al agua. Después de unos minutos mi amigo coge un jabón y me dice que le apliqué en toda la espalda hasta las nalgas y así lo hice. Luego el me aplico jabón a mí, y empezó a pasar las manos por toda mi espalda mis nalgas y mis piernas. Y eso nos gustó a ambos, así que seguimos tocándonos todo el cuerpo tanto por detrás como por el frente lo que disfrutamos muchísimo y nuestras vergas se pusieron bien duras y así nos la sobamos mutuamente. Nos quitamos el jabón y él me dice me gusta su cuerpo y yo le conteste y a mí el tuyo, estas bien rico y salimos del agua.
Tendimos nuestras toallas sobre la gramilla y nos empezamos a tocar todo el cuerpo. Nuestras vergas estaban a punto de estallar luego él me dice quiero besarlo todito y yo a ti le respondí. Empezamos a pasarnos la lengua por el lóbulo de las orejas, el cuello el pecho, el estómago, las piernas mientras que nuestras manos apretaban la verga del otro. Era tan delicioso y exquisito que ambos estábamos a mil y ya no podía más, sentía unos deseos inmensos de tener su verga en mi boca y le dije. Quiero mamarte tu rica verga, él dijo yo también y nos envolvimos en un delicioso 69. Y mientras gozábamos con las vergas en nuestras bocas que entraban y salían deliciosamente, nuestras manos tocaban todos nuestros cuerpos nos apretábamos las nalgas para que las vergas entraran aún más. Después ambos nos pusimos de rodillas y así le mame y chupe la verga a mi amigo, después el hizo lo mismo
Así estuvimos por varios minutos mamándonos, chupándonos y acariciando nuestros cuerpos desnudos. Después yo me recosté boca arriba con las piernas abiertas la verga super parada y mi amigo me la mamo divinamente que ya no aguante más y explote lanzando chorros de rico semen en mi cuerpo y el de mi amigo. Ahora te toca a ti le dije. Se recostó abrió sus piernas agarre su verga deliciosa y baje mi boca hacia ella y me le metí todita, disfrutando al máximo ese delicioso trozo de carne, el cual lo succionaba con mis labios y toda la boca, después de unos minutos me grito ya no aguanto voy a terminar. Le di un gran chupón me separé para ver como salían esos chorros de deliciosa lechita caliente. Nos besamos y acariciamos todo el cuerpo nos levantamos nos metimos al agua unos minutos donde seguíamos tocándonos las nalgas y las vergas.
Salimos del agua, nos vestimos y regresamos a nuestros hogares. Felicices y satisfechos de tan rica experiencia que para ambos era la primera vez. No hubo penetración. Pero fue hermoso rico y delicioso. Ese fue mi despertar al mundo bisexual.