Sonará algo extraño para alguien que ya ha contado muchas experiencias vividas, pero casi todas fueron o en alguna casa (ya sea mía o de alguna otra persona) o en lugares públicos, pero mis experiencias en cabañas son pocas es la verdad.
Recuerdo la primera vez que fui a una, estaba con esta chica con la que ya habían pasado una que otra cosa pero no había tenido la oportunidad de penetrarla hasta dicho día… quedamos en juntarnos en una plaza pública ya que ella es casada, así nos iríamos en el mío, y ninguno tendría que dejar el vehículo fuera del lugar donde tendríamos sexo. Al llegar fue casi al mismo tiempo, yo llegué me estacione y la llame al celular, y ella me dijo que ya había llegado también, pero que buscaba donde estacionarse, al cabo de unos minutos nos encontramos en el parqueo subterráneo y sin perder mucho tiempo nos subimos a mi vehículo y pusimos marcha.
La verdad yo estaba algo nervioso, nunca había ido a una cabaña y pues no sabía precio, ni siquiera cual cabaña elegir, y terminé llevándola a un motel de mala muerte pero era el único que conocía, ella al ver el lugar me dijo que no, no se sentiría comida ahí y me indicó a cual podríamos ir, un poco avergonzado le pedí excusas explicándole que nunca había ido a una y que no sabía cuál elegir, ella me dijo que no había problemas, pero que el lugar era algo feo y prefería mejor otra de las que conocía con su esposo.
En el camino yo le pedí que mientras conducía me hiciera un poco de sexo oral (no sería algo nuevo entre nosotros) y ella un poco nerviosa me dijo que sí, pero que había mucho tránsito y alguien podría darse cuenta a lo que yo respondí que eso ponía la situación aún más excitante (solo pensaba, estoy manejando en casi un embotellamiento, mientras me lo mama una mujer casada), y ella sonrió y descendió su cabeza para hacerme un poco de sexo oral, ya llegando al lugar ella me explicaba cuáles eran las diferentes opciones que teníamos, habían ejecutivas (con jacuzzis, música y cosas por el estilo) y regulares, todas las ejecutivas estaban con la puerta del estacionamiento cerradas así que entramos a una regular, ya en el estacionamiento ella me explicó cuál era el botón de bajar la puerta, yo salí del vehículo y presione el botón, cuando este ya estuvo cerrado entonces ella se desmonto y subimos a la habitación, creo que ella estaba algo excitada al ver que era la primera vez que yo estaba en una cabaña y entre risas me explicaba lo de los botones para las luces y la tv, y la pequeña ventana por donde vendrían a cobrar, a los pocos minutos ha yo estaba desnudándome y escuche el timbre de cuando llegaron a la ventana y yo pagué, estaba algo desesperado por entrar a la acción y no lo disimule, ella sonreía al verme y yo me sentí algo infantil al darme cuenta de mi “entusiasmo”, ella se acercó a mi, me besó y se colocó enzima de mis piernas mientras nos besábamos, me dijo, “vamos a darnos un baño para jugar un poco” y así lo hicimos, en la ducha nos besábamos y tocábamos y yo seguía con mi desesperación por penetrarla.
Ya en la cama, comenzamos con el sexo oral, ella se recostó y yo me incline para darle placer, ella siempre usaba una línea de pelos desde el pubis hasta la punta de su vagina, ya la había visto por fotos, pero ahora estaba totalmente depilada, y me dijo “como dijiste que no te gustan los pelos, te la traje así” y los dos reímos, comencé a besarle la vagina y a darle placer con mi lengua, ella gemía delicioso, era la primera vez que yo le daba placer sexual, ya que las otras veces solo era yo quien recibía pero al poco rato me incorpore y ella comenzó a hacerme sexo oral a mí. Era un poco fuerte con las arremetidas, sentía mucha presión de su boca en mi glande, y sentí cuando iba bajando hasta mis testículos, me asusté un poco porque mis experiencias pasadas habían sido un poco dolorosas cuando me lamian, chupaban y besaban mis bolas pero, cuando ella llego a ellas fue exquisito, vaya sorpresa no me contuve y se lo dije, “wao, que delicioso lo haces” fue súper delicada y me dio bastante placer ahí y ella sonrió y me respondió ”sé que ahí es algo muy delicado” y siguió, en ese momento tomé mi celular para comenzar con las fotos, era algo que lo habíamos hablado y ella estaba de acuerdo, y me dijo que quería una foto específica, le pregunté que como quería esa foto y ella me explicó “que se vea tu pene en mi boca, sin que se vea mi cara”, comenzamos a hacer las fotos y fue gracioso porque tomé algunas 5 o 6 fotos mientras ella posaba con mi pene en su boca abierta, me decía “esa no porque se ven loa dientes y parece como si mordiera” y así, hasta que tome la que le gustó y me pidió que se la enviara, y yo pensé, “estoy en una cabaña, con una mujer casada, haciéndole fotos mientras me hace sexo oral y ella me pide que se las envíe”… jeje.
Ya nos incorporamos para por fin penetrarla y tome un condón, nunca me ha gustado usarlos, le quita la sensación a mi pene casi por completo, pero ella me dijo que no tenía sexo sin condón con nadie que no fuera su esposo, así que me puse uno y comenzamos, la coloque boca arriba y sus tetas brincaban con las arremetidas que le daba, pero el maldito condón no me dejaba sentir nada y al poco rato terminé por perder mi erección, me sentí súper avergonzado y ella entendía cuál era la situación, nos comenzamos a besar y mi erección volvió, me puse otro condón y a los pocos minutos fue lo mismo. Ahora estaba molesto conmigo mismo, y ella me dijo, ”descuida, entiendo” y comenzamos a besarnos de nuevo, entiendo que el calor del momento nos agarró y pues dejó que la penetrara sin condón, ahora sí, sentía el calor y humedad de su vagina, era exquisita, me encantaba y escucharla gemir me ponía más excitado aún, la penetre boca arriba y nos hicimos fotos en el espejo del techo, luego la puse de perrito y al ver ese enorme culo que tiene, me encanto, la sujete fuerte del cabello y la penetre bien fuerte, ella gemía y me causo gracia que decía palabras en inglés como “yeah, oh fuck”, pero me encantaba, la seguí penetrando por un rato hasta que sentí que me iba a venir, ella nunca había recibido semen en su cara así que quería hacerle eso por primera vez, pero ella hizo un movimiento que me hizo venir casi de inmediato y terminé roseándole el semen en su pubis, nos reímos pero ella me dijo que se sentía un poco culpable porque aunque su esposo sabía que ella tenía sexo con otras personas, ella nunca había tenido sexo sin protección con otro, yo me sentí alagado por eso, por esa confianza que mostraba conmigo y se lo deje saber, nos recostamos un poco y fuimos al baño, mientras ella se duchaba yo la observaba me e cantaba ver ese enorme culo desnudo frente a mi, me acerqué la bese y la puse hacerme sexo oral otra vez, la apoye en un espacio en la bañera y la comencé a penetrar de nuevo, gemíamos de placer y le pedí volver a la cama, quería penetrarla de perrito de nuevo y así lo hicimos, recuerdo que de camino a la cama recibí una llamada de una amiga, con la que había quedado ir a cenar esa misma noche y se me había olvidado cancelar esa cena, ella me preguntó que donde andaba mientras yo ponía a mi nalgona casada en cuatro y comenzaba a penetrarla, yo le hice notar con el sonido de las nalgas chocando con mi pelvis donde estaba, y ella solo sonrió y me dijo “es enserio?” y yo le dije que si, y que si quería podía quedarse escuchando, ella volvió a preguntarme lo mismo y me dijo entre risas, “está bien, termina y después me cuentas”… jeje…
Ya después de nuestra segunda sesión de sexo, el tiempo en la cabaña se había agotado, nos bañamos juntos, nos vestimos y mientras hablábamos de las fotos y videos que hicimos, nos reíamos con lo de la llamada de mi amiga, cuando llegamos a la plaza donde dejamos su vehículo nos dirigimos a comer algo, y hablar sobre otras cosas, ella quería hacer un trio con su esposo y me dijo que yo era el único candidato con quien le interesaba hacerlo, le dije que me interesaba, pero que no me llama la atención hacer nada con alguien de mi mismo sexo, ella me dijo que era obvio en mi eso, pero que a su esposo tampoco le interesaba eso, más bien, quería ver como se cogen a su mujer frente a él, yo le repetí que si estaba dispuesto, pero ya eso es algo para contar en otro momento.