Tenía a mi madre en el hospital, enferma casi a punto de fallecer, me tocaba cuidar de ella cada noche ya que por mi trabajo solo podía hacerlo en ese horario.
Tenía un grupo de amigos con los cuales siempre me reunía para pasar ratos, conversando y tomar una que otra cerveza, pero una de mis amigas era declarada lesbiana, desde que fuimos adolescentes, notaba en ella algo diferente, desde su caminar hasta su manera de hablar conmigo, siempre sonriente y nerviosa.
Conforme las cosas se pusieron difíciles para mi con la salud de mi mamá ella se acercaba a mí para ser mi consuelo, yo estaba pasando por un proceso de separación con mi esposo y ella mostraba tanto interés en mi que empecé a confundirme, cada noche se quedaba conmigo chateando desvelándose, luego fue más allá, también llegaba al hospital a acompañarme.
Una de esas noches logré salir fuera del cuarto donde estaba con mi mamá y no encontramos en un pasillo en donde la luz era muy tenue, pronto la bujía cedió y se apagó yo me asusté y ella me abrazo, fue un momento tan dulce y a la misma vez excitante, sus manos rodearon mi cintura y acerco su cuerpo al mío, pude sentir su aliento y sin dudarlo más la bese, no separamos nuestras bocas hasta que escuchamos pasos y decidimos buscar donde escondernos.
Entramos en un pequeño callejón que formaban entre dos cuartos, un callejón estrecho que nos forzaba a estar pegadas la una a la otra fue inevitable no desearla mi sexo pedía a gritos que ella lo acariciara y me abalance sobre ella besándola como una poseída, empezó acariciar mis pechos y luego me despojo de mi sostén para dejarlos libres, comenzó a mamarlos con fuerza, yo con mi mano tapaba mi boca, entre mis torpes movimientos baje mi pantalón y mi ropa interior ella sin dudarlo bajo y empezó a darme uno de los mejores oral de mi vida, era tan dulce, así vez me preguntaba -estas cómoda, si no estás lista yo paro.
Yo deseaba tanto que me penetrara me puse de espalda y le dije penétrame, quiero sentir tus dedos dentro de mi ella sin dudarlo introdujo sus dedos y mientras lo hacía me corría sobre ella.
Lamentablemente unos pasos interrumpieron nuestro encuentro… pero después de ese día empezó mi descubrimiento el cual iré compartiendo en mis relatos.