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Mi primera vez con Andrés
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Tiempo de lectura: 7 minutos

Era septiembre hace ya un par de años, tenía 21 años y una relación de 3 años con David, mi novio,  era un chico increíble, guapo, alto y delgado, estudiábamos en carreras distintas de la misma universidad, nos veíamos todas las tardes después de clases en su casa, prácticamente ya vivía con él, todo era increíble, hasta que las cosas comenzaron a ir mal, problemas en su hogar lo forzaron a dejar la universidad un semestre, se sintió fatal, él se fue a vivir a otra ciudad por un trabajo que consiguió, yo me quedé y seguí con mis estudios de manera “normal”, fue muy difícil para mi no estar con David, me hacía mucho falta y aunque todos los días hablábamos por teléfono, el sentimiento de vacío crecía cada vez más.

En la universidad trataba de no pensar sobre el tema, empecé a ser más cercana con mis compañeros de carrera, de pronto empecé a recibir muchísimas invitaciones al cine, a fiestas, a discotecas, y otras varias, supongo que verme sin David era una invitación para los demás chicos a cortejarme, sin embargo, no les prestaba mucha atención, en mi salón de clase había varios chicos con los que tenía una buena relación, uno de ellos era Andrés, físicamente era bastante atractivo, y no era solo mi opinión, en las últimas semanas se había acercado bastante a mí, y me narraba todas sus conquistas tanto en la universidad con fuera de ella, sin duda era un casanova, no obstante las cosas no empezaron a ir mal hasta que un día la historia que decidió contarme se subió bastante de tono y era sobre una compañera del salón llamada Kathy, me contó que habían salido a comer la noche anterior a un restaurant de comida china y tras ver la buena química que tenían decidió llevarla hasta su departamento, y para no hacer la historia más larga me confesó todo lo habían hecho con lujo de detalles, cosa que me tomó desprevenida, sobre todo porque mi novio David y yo una noche mientras jugábamos verdad o reto me confesó que Kathy le parecía increíblemente sexy, tema que en ese momento no me disgustó debido a que yo pensaba lo mismo, pero ahora, con David lejos, algo cambió.

Ese fin de semana tuve una visita de mi novio, pasamos una noche increíble y por supuesto que el sexo no faltó, ya pasada la medianoche mientras charlábamos desnudos sobre el sillón de mi habitación, le comenté un poco de la historia que me había contado Andrés, evitando un poco las partes explicitas y sobre todo quería ver su reacción cuando le mencioné que la chica de la historia era Kathy, de mi facultad, pero solo bromeó diciéndome que si no estuviera conmigo y si tuviera la oportunidad seguro también lo haría con ella, lo cual me molestó un poco, pero justamente también bromeo sobre mí y Andrés preguntándome si yo no desearía estar con él, yo le respondí inmediatamente que no!, molestándome aún más, aunque desde ese momento en mi cabeza nació esa loca idea de estar con Andrés.

Pasaron varias semanas y Andrés y yo cada vez nos acercamos más, yo empecé a frecuentar su departamento para realizar tareas de la universidad, y en una ocasión para tomar unos tragos con él y sus amigos, él seguía contándome las locas historias sus conquistas, a la vez que las cosas con mi novio cada vez se ponían un poco más difíciles por la distancia, comencé a sentirme mal, especialmente cuando no tenía nada que hacer y me encontraba sola en mi casa. Un viernes mientras salía de la universidad Andrés me alcanzó y me pregunto si quería ir al cine con él esa noche, yo pensaba en evadir ese sentimiento de soledad que tanto me afectaba y sin dudarlo le dije que sí. Al llegar a casa me sentí un poco nerviosa, algo dentro de mi veía de manera diferente a Andrés, pero no quería aceptarlo, en ese momento solo pensé en disfrutar su compañía y de la película, me puse una ropa bastante cómoda y abrigada porque esa noche hacía bastante frío, Andrés pasó por mi a las 7 y caminamos en dirección al cine, en el camino conversamos y nos reímos bastante, una vez dentro nos sentamos en las filas de arriba, casi no había personas en la sala, continuamos charlando hasta que comenzó la película, era una película animado sobre mascotas, no recuerdo el título, pasado los minutos iniciales de la cinta Andrés levantó el descansa brazo y me abrazó acomodando mi cabeza sobre su pecho, me pareció algo muy tierno, en momentos posaba su mano sobre mi cintura y la movía muy lentamente a mi cadera, lo hacía muy disimuladamente pero yo lo sentía muy claramente, pero tengo que admitir que no me disgustaba, la película fue bastante entretenida y salimos de la sala sin más, yo me dirigí al baño y le pedí que me esperara afuera, una vez en el baño sentí bastante calor, y note mis mejillas sonrojadas, lo atribuí a mi ropa abrigada, y salí a encontrarme con Andrés, le pregunté si me dejaría en casa y me contesto preguntándome si quería comer algo, le dije que sí pero que ya era muy tarde, él se ofreció a cocinarme en su departamento, entonces tomamos un taxi y nos dirigimos a su departamento.

Esperaba encontrarme con su rommie Sebastián, pero al entrar el departamento estaba vacío, lo que me pareció curioso, debido a que siempre en su departamento Sebastián nos hacía compañía, lo dejé pasar sin más, Andrés se dirigió a la cocina y se quitó su abrigo, bajo el cual llevaba una camiseta azul que dejaba ver sus grandes brazos, ignoré ese pensamiento y salí con rumbo a la sala donde me quite el abrigo y lo coloqué sobre el sofá, fui hasta el baño y lavé mis manos con agua fría, me acerqué muy sigilosamente hasta la cocina y metí mis manos frías debajo de la camiseta de Andrés el cual echó un grito quejándose del frío, yo salí huyendo de él riéndome descontroladamente, cuando volteé alcancé a verlo tomando un trocito de hielo de la nevera diciéndome -te jodiste-, salió en mi persecución y no tardó mucho en alcanzarme, no tenía escapatoria, me tomó por la espalda y con su mano helada por el hielo empezó a tocar mi estómago bajo mi ropa, yo grite bastante fuerte por el frío pero él no se detuvo e hizo recorrer su mano por toda mi espalda congelándola al instante, en mis intentos por intentar huir de él caímos en el sofá, él sobre mí y con su mano bajo mi ropa, nos miramos por unos segundos y sin saber que estaba pasando se inclinó y me besó.

Fue una sensación bastante inesperada pero satisfactoria al mismo tiempo, rodeé con mis brazos su cuello y le devolví el beso, olvide el frío en mi espalda y empecé a sentir su mano recorriéndome, me levantó de un impulso y me llevó hasta su habitación, allí se acomodó al borde de su cama, encendiendo una lámpara que tenía a mano y me atrajo a sus brazos, empezó a besar mi cuello con mucha pasión, y comencé a sentir sus manos recorrer mis piernas, mis nalgas subiendo poco a poco bajo mi blusa, quitándomela de un arrebato, yo llevaba un bralette color oliva que me fascinaba, él se quedó mirando mi pecho con la poca luz que había en el cuarto y continuó besando mis hombros, bajo hasta mi cintura y acometió con sus besos contra mi estómago muy apasionadamente, yo aproveche para llevar mis manos hasta la parte baja de su camiseta y la jalé hasta que lo obligué a quitársela solo, él no se quedó atrás y comenzó a desabrochar mis jeans, mientras yo lo besaba y mordía un poco sus labios, a la vez que yo me retiraba los zapatos por detrás de manera discreta para no perder tiempo, él se detuvo por un segundo y empezó a batallar para quitarme los pantalones, yo me quedé inmóvil por unos segundo hasta que los dejo bajo de mis rodillas entonces le ayudé quitando una pierna a la vez, él se puso de pie y se quitó el suyo, junto con su bóxer, quedando completamente desnudo frente a mí.

Mi corazón se aceleró, lo miré y lo empujé con mi mano, haciéndolo caer sentado en su cama con su pene completamente erecto, él me miró de pies a cabeza con una mirada de lujuria, lo cual me prendía aún más, no me pude resistir, crucé mis brazos y tome mi bralette quitándomelo completamente, él se acercó y tomó con sus manos mi interior y lo bajo de un solo tirón dejándome perfectamente desnuda a sus ojos, yo me lancé sobre él y lo besé mientras nos acomodamos en su cama, me colocó boca arriba y abrió mis piernas y se puso sobre mí, besando mis labios primero, luego moviéndose lentamente a mis oídos, besando cada espacio en el camino, luego bajó por mi cuello hasta llegar al espacio entre mis senos, yo dirigí mi mirada a contemplar la escena y vi su boca embestir mi seno derecho mientras su mano derecha estrujaba al otro con una fuerza increíble, solté un gemido, que también lo prendió bastante, podía sentir gotas sobre una de mis piernas lo que me hacía imaginar su pene completamente lubricado penetrándome, pero no quería apresurar las cosas, empecé a rozar su espalda con mis dedos, deslizando mis manos por su nuca llegando hasta su cabeza y su cabello, el cual tomé con fuerza y lo dirigí hacia mi otro seno el cual beso con más intensidad, haciéndome soltar un gemido aún más fuerte, seguí dirigiendo su cabeza por mi cuerpo haciéndolo bajar cada vez más hasta llegar a mi abdomen bajo, donde lo solté.

Él continuó besándome lentamente rodeando mi vagina, hasta que se detuvo en mis labios, por los cuales comenzó a pasar su lengua muy suavemente, se deslizo hasta mi clítoris y dio un pequeño mordisco con sus labios provocándome un pequeño grito y un brinco, él solo sonrió, y prosiguió mientras yo gemía cada vez más intensamente y apretaba con mis manos el cubrecama con gran fuerza, siguió así por unos minutos hasta que tomo mi mano y la reposó sobre en mi clítoris, entendí de inmediato y continué masturbándome, él se apartó por un momento y se dirigió al armario y volvió con un condón, yo jamás había tenido relaciones con condón, no sabía cómo se sentía, pero supuse que sería igual, vi cómo se lo colocaba mientras yo mordía mi labio inferior con muchas ganas, y de inmediato se puso entre mis piernas, se inclinó un poco y muy suavemente comenzó a penetrarme, definitivamente no se sentía igual con el condón, es una sensación que no disfruté, pero trate de no pensar en eso, él terminó de acomodarse sobre mí y continuó penetrándome una y otra vez, cada vez más fuerte, con mis piernas rodeé su cadera ejerciendo aún más presión en cada embestida, lo que me hacía gemir como nunca antes.

Empecé a decirle al oído si Kathy le había hecho disfrutar tanto como yo y él solo sonrió mientras jadeaba de placer, de repente se detuvo muy abruptamente y le pregunté qué sucedía, me dijo que no podía aguantar tanto conmigo, que había esperado por ese momento durante un largo tiempo y que había superado completamente sus expectativas, lo abracé y lo besé con tantas ganas, recorrí con mis manos toda su espalda y acaricié su trasero me sentía en el paraíso, le susurré al oído que lo quería detrás de mí, y lo empujé a un lado, me di vuelta y solo tardó un par de segundos en incorporarse, y me levanto tomándome de la cadera, estaba a su completa disposición y le pedí que lo hiciera fuerte, acto seguido me dio una nalgada y prosiguió a penetrarme lentamente una vez más, yo le grite -más!- y lo hizo por 5 segundos y se detuvo, había terminado.

Me sentí bastante decepcionada en ese instante apenas había empezado, se acostó a mi lado y pidió disculpas, dijo que verme en esa posición fue demasiado excitante y que no pudo controlarlo, me pareció gracioso, y solo lo abracé, nos metimos bajo las cobijas y nos quedamos dormidos.

Al día siguiente desperté un poco confundida, me vestí tan pronto como pude, y fue ahí cuando revisé mi teléfono, lo había dejado en el abrigo sobre el sofá, David había llamado varias veces, fue cuando realmente noté lo que había hecho, una pequeña lagrima recorrido mi mejilla, salí sin despedirme y volví a casa pensando que debía hacer. No pude llamar a mi novio en todo el día, no tuve el valor, en la noche cuando él volvió a llamar le confesé todo, le dije que salí con Andrés al cine la noche anterior y que tuvimos relaciones, le pedí perdón, aunque ni yo lograba perdonarme, pero no pude arreglarlo, esa noche terminamos.

Pasaron un par de días y Andrés me buscó, un poco preocupado, le conté lo que había sucedido y se lamentó, aunque podía notar claramente que no lo sentía, sin embargo, estuvo conmigo durante esos días difíciles, luego de algunas semanas me pidió ser su novia, petición que rechacé, pues aún estaba enamorada de David a pesar de lo que había pasado, Andrés no se rindió y terminamos acostándonos varias veces, dándonos cuenta al final que fue una mala idea, lo cual nos alejó por completo, aunque se convirtió en esa persona que me hizo cometer ese gravísimo, imperdonable e inolvidable error.

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