Hola a todos, voy a contar mi experiencia como cornudo consentidor.
Tengo 45 años y cuando ocurrió lo que les voy a contar tenía 40, en ese entonces mi pareja tenía 25 años.
Al ser mucho más joven que yo me esforzaba en satisfacerla sexualmente, pero no sé qué se me cruzo que un día empecé a fantasear con hacer un trio.
Esas fantasías se fueron apoderando de mí y en especial fantaseaba que fuera con mi mejor amigo y paso a explicarles porque, mi amigo Marcelo tenía en ese entonces 38 años, casado con hijos, con varias amantes siempre lo considere un macho alfa ya que conocí a algunas de sus amantes y eran espectaculares por lo cual siempre estime que debía tener un buen rendimiento sexual.
Obviamente al ser amigos, él me contaba sus andanzas y el placer que le causaba coronar con cuernos a otros hombres.
Los dos trabajamos en la misma empresa, donde trabaja una mujer espectacular a la cual los dos la mirábamos con deseo, ella es casada pero no muy santa, yo no me animaba y le decía a mi amigo que era demasiada mujer para mí y el me contesto: raro que no te animes porque lo que tenés en casa también es tremenda mujer.
Me quedo en la mente como se había referido a mi pareja, aclaro que no estamos casados somos concubinos y relativamente en esa época llevábamos juntos poco tiempo.
Obviamente como amigos que somos nos juntábamos las parejas para almorzar o cenar, en un almuerzo en mi casa, haciendo un asado en la parrilla, viene mi pareja a traernos unos tragos y observó como mi amigo le observa la cola cuando ella se va y me hace un comentario que buena que esta, a lo cual le contesté que sí.
Después de esa charla más crecieron en mí, esas ganas de ver a mi mujer con mi amigo.
Un día tuve una discusión boba con mi mujer llegó al trabajo un poco compungido por la situación, mi amigo al darse cuenta me pregunta que te paso, se lo comento, se ríe y me dice en tono de broma si querés yo te la dejo mansita, a lo cual le contesté también en tono de broma que si y seguimos charlando de diferentes cosas hasta que en un momento me anime y le dije que tenía ganas de hacer un trío a lo cual prontamente se ofreció, yo ya no podía más las ganas de cumplir con mi fantasía y le dije déjame convencerla y lo hacemos.
Pasaron varios días y una noche luego de tener relaciones, le propuse a mi mujer hacer un trio a lo cual me responde rotundamente que no, seguí varios días jugando con esa idea hasta que luego de unas semanas cuando estábamos acostados ella me pregunta con quien sería ese trio al responderle con Marcelo no pone ninguna objeción y me pregunta como lo haríamos, le contesté que lo podríamos invitar a cenar, regar con bastante alcohol la cena y luego proponer un juego de cartas y que apostáramos por algo, a lo cual ella aceptó.
Al otro día ya en el trabajo le cuento a mi amigo que ella había aceptado y como lo íbamos a hacer, ya que ella quería que fuera como casual que la situación se había salido de control.
Ese fin de semana concurrimos a la casa de esta pareja amiga a cenar y ahí hago el comentario ya planificado con Marcelo de ir a una jornada de pesca con mi amigo, a lo cual la señora de él dice que si y ahí mismo coordinamos que sería el próximo martes aprovechando que el miércoles era feriado por lo cual podíamos pasar toda la noche supuestamente pescando, y yo a partir de ahí empecé a observar a mi amigo que miraba a mi mujer cada vez que iba o venia y me reía socarronamente.
Llegó el martes de nochecita, mi amigo me manda un mensaje por WhatsApp voy en camino, le digo a mi pareja, la cual se da un ducha, cuando sale del baño ya estábamos tomando una cerveza en el living, uniéndose mi pareja, hablamos bobadas y con mi amigo intercambiábamos miradas cómplices, cenamos y volvimos al living puse música y seguimos tomando cerveza, hasta que propongo jugar a las cartas y quien perdiera debería pagar una prenda, aceptan y como habíamos acordado con mi amigo hicimos trampa por lo cual prontamente mi mujer estaba de sostén y bombacha, otra mano más y vuelve a perder mi mujer por lo cual él le dice, te toca el sostén, vení que te ayudo a sacártelo, aprovechando para meterle varias manos en sus tetas y nalgas, yo ya había perdido el control de la situación y el la manejaba a su gusto, otra mano y mi mujer pierde la bombacha, a lo cual Marcelo le expresa si pierdes de nuevo vas a pagar tu prenda en la cama, y en esa mano que perdió se levanta mi amigo y comienza a besarle el cuello, las tetas y metiendo manos en todas las partes del cuerpo de mi mujer, mientras yo solamente miraba, fuimos al dormitorio, me tiro en la cama y mi mujer encima de mí, dejando su vagina para que la penetrara mi amigo, en ese momento él le dice te gusta tu prenda, contestando ella que sí, ahora te va a gustar más y procede a penetrarla con una fuerza inusitada y a bombear con una potencia que yo que estaba acostado debajo de mi mujer sentía la fuerza de sus embestidas.
Luego de garchar en varias posiciones la pone en 4 y le dice ahora te voy a hacer la colita, sacando un gel lubricante que había traído y procede a penetrarla analmente, los quejidos, gemidos y ruegos de mi mujer para que le diera despacio provocaron que yo acabara, mientras que Marcelo le seguía dando, mirándome y humillándome con su mirada, me había consagrado de cornudo y en la primera oportunidad ya le había roto la cola a mi pareja delante mío.
Las embestidas cada vez se vuelven más rápidas y fuertes mi mujer me agarraba la mano fuertemente observe que estaba gozando locamente y le rogaba a mi amigo que le diera la leche y en eso mi amigo la acuesta boca arriba y procede a acabar en las tetas de ella y así seguimos toda la noche teniendo sexo con mi mujer hasta que amaneció, cuando se despide nos dice que prontamente volverá a visitarnos a lo cual mi mujer le contesta que espera ansiosa, de sus visitas les cuento en mi próximo relato.
Hasta acá el relato de cómo me volví un cornudo, de cómo le entregue a mi mujer a mi amigo, veo en su mirada hacia mi como disfruta haberme hecho cornudo.