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Mi primera trans
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Había salido escapado de mi novia y me había encontrado con unos amigos y sus amiguitas en un bar, yo iba en plan amistoso, pero nunca se sabe.

Recapitulo en ese entonces tenía 24 años, mido 1,83, 75 kilos y era del montón tirando a lindo.

Había tomado 2 copas de ginebra con pomelo y ya estaba suficiente para mí, antes de ir a bailar.

Nos fuimos a un Antro, medio oscuro donde andaba mucha gente de trampa, en fin, era un lugar de levante y eso era lo que importaba.

Apenas llegamos me tome otra copa y se me fue el plan amistoso, ya estaba entrando en calor y sacando la caña de pescar.

Ya eran como las 2 de la mañana y de repente me mira una rubia con tremenda cola y pechos que vestía un jean gastado y un buzo de hilo tipo top que le dejaba la panza (bien chata) al aire con un piercing en su ombligo.

La miro, me devuelve la mirada con una sonrisa y cuando voy a acercarme, Marcela una chica de mal genio que andaba con uno de mis amigos me dice, cuidado que viene con sorpresa la rubia, a lo que me quedé helado ya que nunca había estado con una trans, pero me daba mucho morbo.

Traté de tranquilizarme, pero por dentro tenía una lucha titánica entre el morbo, los pre conceptos y el qué dirán.

En un momento que voy a una de las barras a buscar una cerveza se me acerca la rubia y me dice, te dijeron algo que te asustó, ¿o te cagaste? ¿no te gusta esta cola? Mira que puede ser toda tuya esta noche papito.

Se dio media vuelta y se fue con unas amigas con quienes estaba.

No sé si fue el alcohol o la calentura, pero le hice una seña, volvió a la barra y le dije, en 15 te espero afuera y nos vamos a tu casa.

Fui, me despedí diciendo que estaba cansado, le dejé la cerveza a uno de mis amigos y salí rumbo al auto.

Ella ya estaba afuera y apenas la vi fui derecho a besarla.

Ninguna mujer me había besado de esa forma y con esa pasión hasta el momento, nos subimos al auto y en 20 minutos estábamos subiendo en el ascensor que nos llevaba a su apartamento.

Casi no llegamos al octavo piso vestidos, entramos y me puso contra la pared, besándome y agarrándome la verga por arriba del

pantalón.

– Es tu primera vez no?

preguntó

– Si.

– Quédate tranquilo que la vas a pasar muy bien. Me dijo calmándome (como si fuera posible y necesario).

La agarré y la puse de cara contra la pared, refregándole el paquete el en culo, desabroché sus jeans, se los bajé quedando en una tanguita negra que le dejaba un culo hermoso. Seguí refregando el paquete casi como haciéndome una turca con sus nalgas mientras la besaba desde atrás.

Se dió vuelta casi que me arrancó el pantalón y los calzones, se agachó y empezó a pasarme la lengua por el tronco mordiendo despacio, hasta llegar a la punta, me pasaba la lengua por los gemelos y el tronco, me estaba volviendo loco voló mi camisa, la levanté y la terminé de desnudar, la agarré a voladas y la llevé a la

cama. La volví a besar y le chupé esas tetazas que si bien eran operadas no eran duras como 2 pelotas de basquetbol, se puso culito para arriba y me sumergí a comer esa cola con muchas ganas, perdí la cuenta del tiempo que estuve degustando ese culo y decía “me vas a enamorar papi”.

Me puso boca arriba y se fue directo a chuparla, se la tragaba toda, hacía arcadas, se la sacaba, me chupaba los huevos mientras me masturbaba bajaba la lengua rumbo a mis asterisco y me tenía cerca del clímax.

Volvió a besarme y me refregaba las tetas, mientras jugaba con mi verga en la entrada de su culo, se metía la cabeza y la sacaba de a poco y en un momento me dice ay, papi, ay, y se vino en mi pancita.

Agarró unas toallitas de la mesa de luz, me limpió, se limpió la verga que hasta ese momento no la había mirado, era de tamaño normal a chica.

Clávame por favor dijo, la di vuelta, se puso en cuatro y se la fui metiendo toda, hasta que hice tope con sus nalgas, era el mejor culo de mi vida y al cirujano hay que hacerle un monumento, empecé con el mete y saca despacito para no acabarme, hasta que controlé la situación y empecé más fuerte “hasta el fondo, si papi, que me duela” yo seguía sus instrucciones a punta de pija.

Tenía un espejo de cuerpo entero al costado de la cama, así que nos paramos y empecé a cogerla de parados, mirándonos en el espejo y ví que se le había parado de nuevo, no sé qué me pasó per la di vuelta, me arrodillé y se le empecé a chupar, era mi primera verga, no tenía ningún gusto en especial y por el tamaño me entraba toda en la boca, le chupé los huevos como a mí me gusta que me los chupen y al rato ya la tenía de nuevo en la cama, pero boca arriba con un almohadón debajo para levantar su cola, con las piernas en mis hombros y yo bombeando de nuevo ese culo hermoso, mientras ella se pajeaba, gemía y ponía los ojitos en blanco hasta que en un momento empezó a contraer el culo porque se estaba acabando de nuevo, el calor de esa cola me enloquecía, las contracciones eran demasiado para mí, ahí no pude más y le grité “me vengo, no aguanto más” “préñame papi” contestó, me miró fijo a los ojos y mientras se acababa me decía “sí, lléname toda la cola de leche”.

No aguanté más y largué la leche con mis últimos alientos.

Que lindo papi, como me cogiste… al final Marcela tenía razón, coges muy lindo y tenés aguante, tu amigo no aguantó ni 15 minutos

conmigo.

Recién en ese momento caí en cuenta que tiempo atrás había salido con una amiga de la amargada de Marcela y de ahí tenía referencias.

La miré, nos reímos y le dije

– Me voy o me quedo?

– En un par de horas viene mi novio que está trabajando, pero tenemos para divertirnos.

Me empezó a comer la boca de nuevo y en un santiamén ya estaba a tono nuevamente. Estuvimos haciendo un 67 (vos me chupas la pinga y yo el ojete), que después se transformó en 69 y por primera vez fui penetrado, más que nada por curiosidad, no me dolió, me gustó, pero tampoco me fascinó.

Lo que a mí me gustaba era esa cola y Agus me decía, “a mi se me para, pero soy re nena”, me gusta que me den, pero a veces también voy de activa.

Cógeme de nuevo mi amor que esa pija gordita me está gustando mucho y la quiero llenándome la cola.

No se cuánto tiempo pasó hasta que llegamos los dos, pero me tuve que ir corriendo de la casa porque su novio iba en camino.

No fue la última vez que nos vimos, ni mi única chica trans, pero eso ya es otra historia.

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1 COMENTARIO

  1. Que maravilla como me hubiera gustado ser tú en ese momento, a mí me gustaría que una chica Trans me destrozase y beberme hasta su última gota de lefa

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