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Mi primera orgía antes de ser trans
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Tiempo de lectura: 9 minutos

Tuve mi primera orgía cuando fui de viaje a Puerto Vallarta. Era nuestro viaje de graduación de CCH, en ese entonces tenía 18 años y mi sexualidad estaba siendo cuestionada, es por esto por lo que para comprobar mi “hombría” coqueteaba y salía con cualquier chica que me atrajera.

En el hotel pudimos ver que no éramos los únicos que tenían su viaje de graduación, se habían hospedado unos chavos que recién terminaban la universidad, vi varias chicas atractivas, pero ninguna me llamó la atención. El primer día pasó sin inconvenientes, ya para el segundo en la alberca me llamo la atención era morenita, estatura promedio, piernas y brazos delineados, delgada, cuerpo bien proporcionado, ojos y labios grandes, pero nariz fina; una chica perfecta. En mi mente pensó que era una chica sumamente atractiva.

Decidí hablarle, pero no sabía cómo, por suerte uno de mis amigos ya había tenido pláticas con todo el grupo de adolescentes, solamente era juntarme con él y esperar hablar con ella. No pasó como yo esperaba, hablamos con una chica muy agradable que se llamaba Miriam: una chica alta, blanca, delgada, pero con unas piernas largas y gruesas, cara ovalada, ojos y labios grandes, con lunares en su cara y cabello ondulado un poco largo, abdomen torneado, busto grande y un trasero carnoso.

Miriam nos invitó a un antro que iban a ir esa noche, como no teníamos nada planeado decidimos ir. Antes de subirnos a nuestra habitación, me di cuenta de que Miriam fue con la chica que me había gustado demasiado; eran amigas. Pase varias horas esperando ir a ese antro para por fin hablarle a ella.

Me vestí con una camisa blanca y unos pantalones negros con unos mocasines que me había llevado, tuvimos que esperarnos casi una hora afuera del antro para poder entrar. En el antro, nos sentamos en la mesa de Miriam, y fue ahí que la vi: usaba un pantalón de mezclilla y un top negro que solo cubría su busto. Mis amigos sacaron varias botellas y empezamos a servir varios tragos, ya con una cuba encima le hable.

La chica es muy simpática y nos llevamos bien, me dijo su nombre, Brenda, sus gustos y todo eso. Eran un poco después de media noche que sacaron unos shots de vodka para todos, nos los tomamos y a la media hora sentí el efecto del alcohol. Brenda se veía más desinhibida, para bajarle su peda decidí bailar con ella, bailamos por unos minutos cuando me jala y me dice vamos al baño, entra y la espero a fuera, se tardó varios minutos cuando salió con su amiga Miriam, me quedé confundido porque nunca vi a su amiga entrar en el baño; en mi confusión, Brenda me dijo que sentía algo por su amiga y por mí, que le gustaba sus labios y que se los quería probar, me agarró de la mano y fuimos con Miriam, ella estaba con mi mejor amigo, Brenda y Miriam empezaron a hablar y yo con mi amigo, ya estaba borracho, así que decidí juntos con los demás que se lo llevaran al hotel, me dieron dinero para pagar la cuenta y se fueron.

No pasó ni un minuto, cuando me quedé solo en el antro, vi que Brenda y Miriam se estaban dando unos besos apasionados, me excité demasiado, las dos me voltearon a ver y se empezaron a reír. Brenda va conmigo y me besa, después me dice en el oído: "quiero verga" la miro y me suelta una mirada pícara y sensual que se me excite aún más. Miriam, también se acerca hacia mí y me dice al oído que le gustaba más que a mi amigo. Me quedé en shock, no sabía qué hacer. Brenda me dice que hay que seguir la fiesta en su cuarto del hotel, ya casi cerraban el antro, pague la cuenta y junto con Miriam nos fuimos a su habitación.

Todo el trayecto del antro al hotel, los tres nos besábamos: ella con Miriam, yo con Miriam o con Brenda. Ya en su habitación del hotel los tres seguimos tomando, ellas tenían un tequila escondido en su maleta, nos seguimos besando cuando ellas se empezaron a desnudar entre las dos. Miriam usaba unos shorts negros con una blusa de manga larga de rayas horizontales blancas y rojas, Brenda se quita su top y Miriam le empieza a chupar sus tetas; yo me quitaba mi ropa cuando las dos se besaban y tocaban sus pechos mutuamente.

Los pechos de Miriam eran grandes, redondos y suaves, sus pezones de color café, en cambio, los de Brenda eran pequeños, firmes y sus pezones eran de un tono más claro. Los tres estábamos ya desnudos, a las dos les chupaba y tocaba con fuerza sus pechos, sentía sus gemidos cuando lamia sus pezones. Brenda era la que estaba disfrutando más ya que yo jugaba con sus tetas y Miriam le estimulaba su vagina con sus dedos. A ellas dos les besaba todo su cuerpo cada vez que podía, las acariciaba los más sexy que pude, las tocaba para excitarlas y hacerlas gozar. Me acosté en la cama con mi verga súper erecta, Brenda y Miriam me daban unas lamidas bien ricas, se turnaban para chupar mi pito, una mi pene y la otra mis huevos.

Las dos se notaba que ya tenían experiencia en chupar vergas, los movimientos de labios, lengua y manos de ellas son fríamente calculados para darme satisfacción; con sus expresiones me daban a entender que les calentaba la forma de mi pene, sentía sus labios y lenguas calientes en mi glande, llenaron con mucha saliva mi verga. Ya con mi verga tan lubricada, Brenda se monta en ella, mientras Miriam se empieza a masturbar. Brenda me daba unos sentones como loca, todo su cuerpo moviéndose y sus tetas rebotando y con los gemidos que soltaba me excitaba mucho; Miriam se tocaba con sus dedos su clítoris. Ponía mis manos en las tetas de Brenda o en su cadera, sus tetas eran suaves y me calentaba cada vez que se las chupaba.

Luego fue Miriam que me daba de sentones y a Brenda le metía mis dedos en su estrecha vagina. Los movimientos de Miriam eran más lentos, se veía que ella le gustaba lento, suave y a su ritmo. En contraste, Brenda disfrutaba del sexo duro y violento. A cada una le daba como ella quería, Brenda fuerte, con groserías, le jalaba el pelo, agarraba con fuerza su cuerpo; a Miriam lento, delicado, le decía halagos y tocaba con delicadeza su cuerpo. Fueron unas cogidas largas y sabrosas.

Se ponen de perrito y las empiezo a meter mi verga caliente en sus panochas húmedas, mientras a una le daba de perrito, a la otra le daba nalgadas y le metía mis dedos, cada vez que le daba unas metidas de pito a Brenda y a Miriam veía como sus nalguitas se les movía y su cuerpo se movía al ritmo de sus gemidos, el cuerpo delgado de Miriam era súper excitante y ni hablar de Brenda, era un sueño hecho realidad de hacer un trío con unas chicas súper guapas y mega sabrosas. Ya no pude aguantar y me vine en las caras de ellas dos.

Se limpiaron y se acostaron de lo cansadas que estaban; yo no tenía sueño y no quería salirme de ese cuarto. Decidí seguir cogiendo. Las convencí que las dos se acostaran una a lado de la otra con las piernas abiertas, Brenda estaba a mi derecha y Miriam en la izquierda, con mis respectivos dedos se los meto en sus puchas, me costó trabajo en que las dos no se durmieran, las estimulaba a la vez, metía mis dedos, los movía y las dos poco a poco se estaban excitando.

Pasaron unos minutos cuando vi que Brenda solita se tocaba el clítoris; vi eso y preferí dedicarme más a Miriam, le chupé su clítoris y empezó a gemir de placer. Las dos chicas estaban otra vez súper excitadas. Se detuvo de masturbar Brenda para lubricar con su boca mi verga, me cogí de misionero a Miriam mientras Brenda se masturbaba con la escena, pero a los minutos se pasó encima de Miriam para que ella le diera unas chupadas en su vagina de Brenda. Después, a la que me estaba cogiendo era a Brenda de misionero y la que estaba encima era Miriam; hacíamos un triángulo sexual delicioso, los tres lo estábamos gozando y gimiendo de placer. Nos intercambiamos cada vez que uno se cansaba, uno masturbándose o dando sexo oral a la otra persona. Recuerdo que eso duró bastante tiempo. Me vine en el cuerpo de ellas dos.

Quería seguir cogiendo, agarré dos desodorantes para usarlos de dildo, Brenda se da cuenta y me dice mejor por el ano, solo era lubricarlo: improvise usando agua con jabón. Miriam y Brenda se pusieron nuevamente de perrito, lentamente les metí el desodorante en su culo, las dos sufrían, pero lo disfrutaban, Miriam solo pudo a la mitad, pero Brenda si aguanto casi todo el desodorante en su recto. No sé con qué energía, pero seguía con una buena erección y les metí nuevamente mi verga en sus vaginas, les daba y les daba, metía fuerte mi verga y todo eso fue con desodorantes en el ano de Brenda y Miriam.

Esas cogidas solo duraron unos minutos cuando Miriam no pudo más con el dolor y gritaba que ya no podía más por el culo, Brenda llegó al orgasmo total cuando sintió mi última venida en si ano bien abierto, se lo llené de mecos. Eran casi las 8 de la mañana cuando los tres nos quedamos dormidos.

Desperté a las 11:30, vi el celular y vi que le había mandado mensaje a mi amigo que seguía de perro con Brenda y Miriam. No sé cómo pude salir de ese cuarto sin despertar a ellas dos. Llegué a mi cuarto y seguí durmiendo. Dormí otras 4 horas con cruda, se me movía el piso y tenía sed, nuevamente revisé mi celular y vi varios mensajes: de mis amigos que se habían ido a otra playa con Brenda y sus amigas que me decían que quería verme. Nos quedamos de ver en el lobby del hotel, me bañé, me arreglé, fui al restaurante del hotel para comer algo; ya en el lobby, Brenda me dijo que una de sus compañeras consiguió una fiesta de un chavo que tenía una casa en una zona residencial privada a unos 30 minutos del hotel, me invitó y acepté.

Me invitó nuevamente a su habitación, pero solo para que se terminara de arreglar. A los 10 minutos llegó Miriam con otras 3 chicas: Liz, Michel y Tania. Liz era la más chaparrita y delgada de ellas, media como 1.60, pecho pequeño pero unas piernas delineadas y anchas, cara fina con ojos y labios pequeños. Michel era un poco más baja que Brenda igual de flaca que ella, pero con menos busto, pero tenía un trasero grande, también tiene labios y nariz grande, cintura estrecha.

Tania era la más alta, de hecho, era más alta que yo y eso que no usaba tacones, del grupo era la que tenía más peso de ellas, pero tenía unos pechos más grandes de todas ellas, nariz pequeña y fina, ojos grandes y labios carnosos y era la que tenía caderas anchas. Para no interrumpir, fui por un six de cervezas para esperar mientras las chicas se terminarán de arreglar. Brenda usaba una falda negra con una playera de tirantes de rayas horizontales rosas y negras y usaba sandalias. Miriam llevaba falda recta gris con toques de negro y una blusa blanca y tacones negros. Tania llevaba un vestido negro de cóctel, algo escotado y con unos tacones de poca altura. Liz portaba un short de mezclilla y una playera negra y unos flats. Michel tenía un short negro con una blusa de tirantes gris y usaba tenis negros. Todas se veían súper sabrosas, trataba de no tener erecciones en frente de ellas.

Eran casi las 9 de la noche que nos fuimos a la fiesta. Al llegar, vi que era una fiesta normal de gente que tiene poder adquisitivo. Con Brenda hablaba o con Miriam y en ocasiones con su amiga, bebíamos y bailamos un poco. A la media noche, Brenda me lleva a fuera de la casa para decirme que disfruto mucho la cogida que le di y Miriam le encantó que le metiera algo por el culo, Miriam les contó a otras amigas la cogida que les di, además me pidió que, si me podía besar con sus amigas, acepté. Pasaron unos minutos cuando noté que sus amigas estaban pedas, fue el momento que entre jugueteo y las risas me besé con sus amigas, pero con Brenda fueron los besos más apasionados. Unos minutos después, por alguna razón, estaba hablando con Tania, ella me dijo en mi oído que Miriam le contó todo lo que había hecho con ella y que ella quería lo mismo, me puse cachondo cuando lo dijo, conteste que no había problema.

Mientras tanto Brenda estaba convenciendo a Michel que se fuera con nosotros al hotel debido a que ella conocía al anfitrión de la fiesta y se quería quedar con él, alcanzo a escuchar que Brenda le decía a Michel que yo tenía un pitote y que le iba a llevar al orgasmo, con esa frase cambió de parecer. En otra parte de la fiesta vi de reojo que Miriam y Liz se estaban besando. Se estaba prendiendo y poniendo caliente la situación. Brenda y yo decidimos que era momento de irnos al hotel porque ya había más chicos interesados en nuestras amigas, para protegerlas les inventamos que uno de sus compañeros tuvo un accidente y querían a todos dentro del hotel, con esa mentira pudimos irnos sin problemas de la fiesta.

En el Uber, ellas jugaban y decían muchas cosas sexuales entre ellas, esporádicamente se besaban, al parecer el chófer nunca les hizo caso y nos llevó al hotel. Nos fuimos al cuarto de Michel y Tania, porque según ellas tenían una sorpresa. No recuerdo como, pero conseguimos unas cervezas y entre todos nos empezamos a besar. Con esas cervezas fue me perdición, hay momentos que no los tengo claro, no supe en que momento Brenda me dio una mamada en el baño (tengo la idea que fui al baño pero dejé la puerta abierta y Brenda entro de sorpresa, me limpio un poco el pene y me la chupo), no recuerdo quién fue el primero que se desnudó, si alguien me puso condón, tengo nociones de la ropa de interior de ellas: Tania creo que era un conjunto negro, Liz usaba tanga, Michel unas bragas rosas y brasier gris, Brenda no usaba brasier y creo que se quitó su braga en el Uber. Recuerdo que Tania tiene unos pezones grandes y rosas, sus tetas son grandes y suaves, le rebotaban cada vez que daba un paso, también tiene una panocha apretada, grande y con pelos que apenas iban a crecer. Michel tiene pezones pequeños y tenía depilado brasileño en su vaginita que tenía. La que si estaba depilada era Liz, su vagina era la que estaba menos apretada de todas.

Lo que si recuerdo es lo después de la mamada de Brenda en el baño. Vi que ellas se tocaban mientras Brenda me la chupaba. La tenía súper parada cuando Brenda me lleva a la cama para que todas me la chuparan, la que casi no tenía ganas de mamar verga era Liz, ella mejor se puso encima de cara para que yo le chupara su panocha; una iba con Liz para besarla y seguir estimulando su clítoris con los dedos, así estuvimos minutos. Me levanté y fui a una silla para seguir cogiendo, Michel fue la primera que me daba sentones mientras que Brenda y Miriam se daban tijeretazos y Tania y Liz hacían un 69; se ponían de acuerdo para estar conmigo, hacíamos rotaciones. Recuerdo que Michel se volvió loca con mi verga, se movía súper rico, le rebotaban sus nalgotas bien sabroso. Tania me daba unas buenas rusas con sus tetotas, con ella tuve que trabajar más para que gimiera fuerte. Creo que Liz me rasguño mi espalda de la cogidota que le di en la silla. Los movimientos de Miriam eran deliciosos, parecía que no había recibido verga desde hace años. Lo que me hizo Brenda no lo puedo describir pero me sentí como en el cielo con sus movimientos, sus gemidos, su cara de excitación, su cuerpo y los ruidos de las chicas que hacían me viniera: llené a Brenda de mecos.

Fui al baño a recuperarme y beber algo de agua. Pase 5 minutos ahí a dentro. Cuando salí del baño vi que las chavas estaban de perro y Brenda tenía dos dildos y se los estaba metiendo a cada una de ellas. Sin dudarlo empecé a ayudar Brenda con esos dildos, se los metía por el ano a cada una de ellas. Todas se sentían estrechas del ano. Gemían y sufrían algo de dolor, pero lo disfrutaban. Cuando los anos de las chicas estaban los suficientemente dilatados fue cuando les metí mi verga, a cada una. Miriam cada vez más soportaba mi verga hasta el fondo de su recto. Liz y Tania les costó trabajo aguantar el dolor de mi verga en su ano caliente, pero al final lo lograron y empezaron a gritar como locas. Michel nunca pudo, mejor se puso a meterle otro desodorante por el ano a Brenda. Pinche cogidon por el culo que les di a todas, se veía que disfrutaba el dolor, no cabe duda que estaban en el orgasmo puro. Creo que me vine en el ano de Brenda.

Vi la hora y eran casi las 4 de la mañana, habíamos pasado más de 2 horas cogiendo entre todos. Me dolía algo el pito, pero seguía cachondo. Michel fue la primera que se quedó dormida después de todos la tocábamos y la masturbamos, le dejamos el ano súper rojo. Seguimos cogiendo entre todos, me cogía a cada una de misionero, ella arriba, de perrito, le agarraba las tetas con fuerza, les chupaba los pezones, las ahorcaba o les daba cachetadas, las trate como mis putas. Entre ellas se metían los dedos en sus vaginas calientes y en sus anos rojos y bien abiertos. Hasta el último quede cogiendo con Brenda, las demás se quedaron tan satisfechas y cansadas que se durmieron. La última cogida con Brenda fue parados en la regadera del baño. Mi última venida fue en la panocha de Brenda, le deje chorreando de semen. Me quedé dormido en el piso del baño.

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