Hola a todos, este es mi primer relato (experiencia propia y real), espero que les guste.
Por cosas de la vida me comprometí muy joven, a eso de los 18 años ya estaba casada y esperaba que mi esposo pudiera calmar esa calentura que sentía recorrer por todo mi cuerpo, especialmente entre mis piernas, en mis recuerdos hay uno muy rico y excitante ya que me gustaba sobar (frotar) mi cuquita entre las almohadas de mi cama, la sensación era increíble y se me mojaba toda, se sentía delicioso y lo hacía muy seguido.
Bueno volviendo al tema, les cuento que ya estoy en los 40 y tantos años, de estatura mediana 1,65 m, piel color blanca y de cabello negro largo, figura esbelta (hago ejercicio seguido), de tetas pequeñas, culo mediano y redondo, una cuca peluda, jugosa y muy caliente.
Mi esposo era tan joven como yo y aun no teníamos nada de experiencia en el tema sexual así que empezamos a culear por instinto ya que ninguno de los dos tuvimos a nadie que nos enseñara o indicara lo que debíamos hacer en la cama, fuimos aprendiendo en el camino claro que después de un tiempo empezamos a ver películas porno (las rentábamos en formato VHS) y eso fue de gran ayuda, poses nuevas, ver otras vergas, hombres y mujeres desnudas, comenzamos a imitar lo que se hacía en esas películas, claro que yo aun no conseguía alcanzar el clímax, no alcanzaba a tener el orgasmo por ese motivo siempre estaba mas y mas caliente, siempre con ganas de mas y mas verga, cada oportunidad que tenía deseaba que mi esposo me la metiera bien rico y sentir como me abría la cuca y me entraba esa verga dura y caliente, el tenía su orgasmo pero yo nada, y al poco tiempo yo quería mas verga y así estuve por varios años.
Ahora regresando al tema central les cuento que yo tenía como unos 22 años y un día llego a visitarnos una tía mía y mi prima, vivían en otra ciudad, se iban a quedar con nosotros unos días ya que tenían que hacer unas diligencias (exámenes médicos) de mi tía, mi prima tenía unos 25 años edad y ella conocía algunos amigos que vivían cerca donde yo estaba, la habían invitado a bailar esa noche y me pidió el favor que la acompañara ya que no quería ir sola, hable con mi esposo y no le vio problema ya que era familia y él estaba muy cansado, además el día siguiente tenía que trabajar muy temprano, entonces nos arreglamos las dos, y esperando que los amigos de mi prima pasaran por nosotras.
Ya en la discoteca éramos dos mujeres y tres hombres, buena la música, buen el ambiente, muy divertido todo, además yo tenía muchos meses sin salir a bailar y no quería perder una canción sentada así que baile como nunca antes, tocaba aprovechar.
De los tres hombres había uno que solo se interesaba por mi prima así que los otros dos se pasaron todo el rato coqueteándome y diciéndome cosas bonitas, algunas veces con doble sentido, incluso trataron de besarme un par de veces pero les dije que estaba casada y que conmigo no pasaría nada, pero ellos insistían aún mas y ahí es donde se me empieza a calentar la cuca, los tragos hacen su efecto (cuando tomo licor la cuca se me calienta), mi prima siempre ha sido una buena amiga para mi ,así que hable con ella y le dije que si me veía haciendo algo con esos chicos me guardara el secreto y me dijo que bueno, que lo importante era que me divirtiera y pasara rico, que no me preocupara por ella, igual ella era casada y que me pedía lo mismo a mi, me hizo un guiño con el ojo y me dijo que ella también estaba con la cuca caliente y que lo mas probable era que se iba a culear con el amigo.
Ya entrados en confianza decidí que pasara lo que tenía que pasar, me iba a dejar llevar por el momento y por la calentura, mi cuca solo deseaba ser penetrada, tantos años sin sentir un orgasmo y de solo pensar que podía tener dos vergas ricas para mi sola en una noche loca ufff, me calentaba aún mas, me imaginaba en varias poses, besándome con esos chicos apuestos, sintiendo como me llenaban la cuca de leche rica y caliente.
Eran como las 2 de la madrugada y ya para ese momento me había besado con los dos chicos mientras bailaba y hasta pude sentir sus vergas duras rosando mis piernas y el culo, cuando mi prima me dijo que ya era hora ir a un sitio mas discreto para estar mas cómodos y haciéndome una señal entendí que íbamos era a culear al apartamento de uno de sus amigos, así que sin mas espera tome mis cosas y nos fuimos. Por el camino en el auto me fui atrás con los dos chicos mientras mi prima iba adelante con su amigo, atrás parecíamos pulpos, besándonos y tocándonos por todo lado, uno de los chichos saco su enorme verga y era tanta mi arrechera que me la metí sin pensar a la boca, se la chupaba con deseo, le besé los huevos, y no me la quería sacar de la boca cuando llegamos al apartamento.
Al entrar mi prima y su amigo se fueron a una habitación y se encerraron de una, mientras que los dos chichos y yo nos sentamos en la sala, uno de ellos puso música mientras el otro fue a buscar algo de licor que había en la nevera para tomar. “Ahora si es hora de seguir bailando” -dijo uno de ellos. Yo quede en la mitad como si fuera un sándwich, con un por delante y el otro por atrás, ese baile se puso bien caliente ya que empezamos a besarnos y a tocarnos por todo lado, poco a poco la ropa fue desapareciendo, sentía como me tocaban las tetas y me las besaban, mientras mi cuca cada vez se mojaba mas y mas, ya pude tocar y sentir esas ricas vergas en mi mano, estaban tan duras como un hierro, calientes y húmedas, pidiendo que me las metiera en la boca.
Me arrodille y empecé a mamárselas a los dos por igual, aunque por ratos solo a uno y después al otro, quería sentir lo rico que era tener dos vergas grandes, duras y gruesas para mi sola, les chupada las guevas, me las pasaba por la cara, quería sentirme como una puta, quería dejar salir lo zorra que llevaba por dentro y que con mi esposo no había podido, esa noche me iba a dejar hacer de todo y hacer de todo, nunca se sabe una oportunidad así cuando se vuelva a repetir, mientras deleitaba esas suculentas vergas, los dos chichos me tocaban las tetas y me decían cosas como: hoy serás nuestra puta, nuestra zorra, vas a gozar como nunca antes, te vamos a sacar orgasmos deliciosos, te vamos a comer el culo por zorra, y yo al escuchar todo eso sentía mas y mas deseo de ser la puta que siempre desee.
En la otra habitación ya se escuchaban los gemidos de mi prima como culeaba, parecía que la estaban pasando de maravilla y eso también me calentaba mas.
“Ahora si puta te vamos a comer la cuca y culo, ponte en cuatro” -dijo uno de los chichos, estando en cuatro sentía como me iba entrando la verga del chico que la tenia mas grande (unos 20-22 cm y bien gruesa), podía sentir como se iba abriendo camino en mi peluda y jugosa cuca, sentía su cabeza al entrar y luego ese tronco grueso terminaba por abrírmela toda hasta sentir el tope de sus guevas rozar con mi gallo, que sensación tan maravillosa, ya que la verga de mi esposo era mas pequeña (unos 16 cm y delgada), así que esta era una nueva sensación para mi, mientras sentía las embestidas de aquella rica verga, la otra un poco mas pequeña (unos 17-18 cm pero igual de gruesa a la de su a migo), la tenía por completo en mi boca, disfrutando su rica cabeza, sintiendo el roce de sus guevas por toda mi cara y esperando su turno para que también pudiera disfrutar de mi peluda y jugosa panocha.
Yo no paraba de gemir como perra en celo de tanto placer que estaba sintiendo, ahora era turno de cambiar de pose y de verga, el chico que se la estaba mamando se sentó en el sofá, y me dijo que me sentara en ese tronco duro, y yo con ganas de probar esa cosota tan rica no me hice esperar y me senté en esa maravilla de verga, que cosa tan rica, la podía sentir hasta el fondo, quería que me la metiera con guevas y todo, presionaba contra su pubis para que me entrara hasta el último milímetro y no quedara nada fuera, el otro chicho me manoseaba como la puta que me estaba sintiendo en ese momento, por ratos se la mamaba a él y me besaba con los dos también, ya mi calentura estaba al límite que sentía que iba escalando mi placer a un punto de no querer detenerme, solo quería mas y mas y mas rápido, así que no deje de moverme y seguí con mi movimiento sin parar hasta que por fin, tuve mi primer orgasmo después de tantos años, nunca pensé que se sintiera algo tan maravilloso y placentero, fue muy intenso que no tiene explicación posible lo que se siente, no paraba de gemir y hasta de gritar por unos segundos, mis caderas no paraban de moverse por si solas, y mi gallo me palpitaba de placer, eso me duro un buen rato pero mi panocha quería otra vez mas, así que le pedí al chico que no parara de metérmela y de moverse que lo quería sentir otra vez mas, era tanta mi calentura que no dure ni tres minutos cuando de nuevo sentí ese desborde de placer tan exquisito por todo mi cuerpo y especial por toda mi cuca, cuando estaba teniendo mi segundo orgasmo el chico tampoco aguanto y sentí como su chorro de leche caliente invadía toda mi cuca, podía sentir sus descargas de semen mojando toda mi panocha y como su verga se contraía, que sensación tan maravillosa.
Me estaba recuperando de ese par de orgasmos cuando me acorde que tenia al otro chico esperando su turno, así que sin mas espera le pedí que me diera su leche calientica también dentro de mi cuca, que me la terminara de llenar con su espeso semen, me acosté en pose de misionero en aquel sofá y el chico se me subió encima, mientras nos besábamos podía sentir lo mojada que estaba mi panocha y lo rico que era tener esa vergota dándome mas placer, mi morbo y excitación estaba al límite, hasta que sentí el bombardeo de mas semen caliente dentro de mi y no pude aguantar y llego mi tercer orgasmo, claro que menos intenso que los dos anteriores pero igual que cosa tan maravillosa.
De mi panocha salía semen como si fuera una fuente, pero tenía tanto morbo y calentura aunque no quería perder una sola gota, así que busque mis panties y me los puse para conservarlo, quería llegar a mi casa con la cuca llena de leche porque durante esa rica culeada se me había ocurrido una idea mas loca aun, pero ese es para otro relato (estén pendientes).
Bueno después de esa rica culeada y de mi primera infidelidad, quedamos los tres sentados y sudando, buscando agua para calmar nuestra sed, cuando fue saliendo mi prima y su amigo de la otra habitación también exhaustos de tanto culear, nos miramos mi prima y yo, mirada cómplice de que esta se tiene que volver a repetir.
Con cariño, Zorra Colombiana. (Zorra25)