Esto es algo que me pasó hace mucho tiempo, siempre me he sentido muy caliente al sentirme observada, y me encanta cuando me dicen morbosidades, que me digan que soy suya, que soy una perra, puta, zorra… Todos esos comentarios siempre me calientan, así que un día, decidí hacerme una cuenta falsa, y comencé a subir fotos mías, me calentaba mucho leyendo los comentarios que me dejaban, diciéndome que era lo que querían hacerme, y muchos me mandaban mensajes en privados, otros ni siquiera un hola decían, simplemente me mostraban su pene y yo al instante me calentaba y me masturbaba mirándolos.
Un día, alguien me mandó un simple hola y de igual forma le respondí, después me ofreció a jugar un juego de roles al cual yo acepte.
Amo: muy bien, pues entonces perra, de aviso que desde ahora, tú haces lo que yo te pida y como te lo pida, no me gusta que me han esperar y espero que seas buena niña si no quieres un castigo.
Cuando dijo aquello, me espante un momento, pero me gustaba el juego, había algo en el que me llamaba la atención así que seguí hablando con él.
Yo: está bien
Amo: respóndeme bien perra, necesitas mucha educación… A mí te debes referir como tu señor o tu amo, y quiero que respondas pronto, sino verás las consecuencias.
Perra: si amo
Amo: bueno, tu primera clase de modales comienza, te quiero bien concentrada.
Perra: si amo
Amo: bien, ya vas entendiendo, quiero que me mandes de cómo estás ahora
Al instante me levanto de dónde estaba y me tomo una foto completa frente al espejo, únicamente cubría mi rostro con el teléfono, llevaba puesto una sudadera dos tallas más grades a la mía, me llegaba poco más abajo de los muslos y mis bragas. Le envío la foto y al instante me responde.
Amo: llevas mucha ropa, quítate esa sudadera, quiero ver tu cuerpo.
Al instante me quito la sudadera y me tomo otra foto, quedando en bragas, mis pechos si bien eran medianos, ni muy grandes ni muy chicos, y ahora estaban a la vista.
Amo: que hermosa perrita me vine a encontrar, esas bragas estorban, te quiero sin nada.
Obedezco y ando otra foto.
Amo: me gusta el cuerpo de puta que tienes, pero no me gusta el vello púbico, necesito que lo afeites ahora, arruina la vista, así que te quiero bien depilada en menos de media hora.
Al leer el mensaje, no supe que hacer, nunca me había depilado la parte del biquini, pero aquello me estaba gustando y no quería que terminara
Amo: respóndeme perra!
Perra: si amo, ya lo hago
Amo: nunca te atrevas a dejarme en visto, creo que estoy siendo muy dócil con tu entrenamiento, depílate ahora, pronto conocerás tu castigo.
Perra: si amo, perdóneme
Amo: de eso nada, andando que se termina el tiempo
Perra: si amo
Fui al baño corriendo y como pude y con mucho miedo me depile, la sensación desnuda era muy rara, pero me gustaba. En cuento estuve lista, le mandé foto a mi amo, si bien me había pasado de unas minutitos, seguro se enojaba.
Amo: ya era hora perra
Perra: perdón amo
Amo: lista para tu castigo?
Perra: si mi señor.
En si, ya había entendido el juego, debía ser sumisa y listo
Amo: así me gusta, quiero que te pongas dos pinzas en los pezones
En cuento leí aquellos, me entró un pavor horrendo, por qué en primer lugar, aquello dolería mucho y en segundo, mis pezones eran inversos, así que necesitaba sacarlos primero y eso me daba miedo.
Perra: no… amo… Por favor, no puedo hacer eso
Amo: acaso te lo pregunté? Lo vas a hacer, y quiero vídeo de cómo lo haces.
Perra: pero mi señor…
Amo: es que acaso quieres un castigo más por desobediente?
Perra: no mi señor
Amo: bueno, pues acabo de cambiar de opinión, haremos llamada, pobre de ti dónde no respondas.
Lo dude un momento, aquello ya era muy intenso, pero para ser sincera, estaba bien caliente, tanto que hasta me dolía y quería más.
Perra: si amo
Al instante entro una video llamada, al responder observé a un señor de mediana edad, bien podría ser mi padre.
Amo: estoy esperando perra
Escuchar aquello era otra cosa, al instante reaccione y sin pensarlo respondí.
Perra: si amo, una disculpa.
No sabía que hacer exactamente, tenía las dos pinzas en la mesa de mi computadora, justo delante de mi, pero el problema eran mis pezones, comencé a masajearlos sin saber que hacer, así que mi amo decidió ayudarme.
Amo: comienza a masajearlos, de abajo hacia arriba y juega con las aureolas, en círculos y empieza a jalar el pezón.
Hago lo que dice y puedo ver cómo se asoman mis pezones, pero no saben por más que los jale, quizás no lo hago tan fuerte por miedo a que me duela.
Amo: esto no están sirviendo, busca una botella ahora.
Por suerte frente de mi había una botella casi vacía de agua, tomo el poco contenido y mi amo sigue dándome órdenes
Amo: ahora por lo en tus pezones y succiona, pero fuerte antes de que me desespere más.
Al instante siento el tirón de mis pezones hacia afuera, la sensación me roba un gemido de mi boca y siento mis pezones arder un poco, miraba a mis pechos raros, los pezones estaban duros de la succión y el roce dolía un poco.
Amo: pero que belleza, lástima que estás castigada, a que hora piensas ponerle las pinzas?
Perra: si amo, perdón
Al instante colocó las pinzas en mis pezones, ardía y dolía como no tenía idea, al instante quise quitarlas pero mi amo me detuvo al instante y me dijo que debía quedarme así, que era mi castigo.
Amo: quiero ver tu vagina, anda, que ya se me estás aburriendo
Perra: si amo
Busco mi silla, y me acomodo frente a la cámara con las piernas bien abiertas.
Amo: abrete mas, quiero verte bien mojadita
No sabía si eran sus palabras, o el que me mirara, que me tenían bien caliente, mi vagina se abría y cerraba sola, y podía ver cómo escurrían todos mis flujos, mi amo al verme saco su verga, era grande, y gorda, y al instante comenzó a jalársela y por instinto también lo hice.
Amo: quién te dio permiso de tocarte, venga que serás una perra en celo, tienes prohibido tocarte el colo.
Perra: pero…
Amo: pero nada, aunque… Puedo permitirte jugar con tu clítoris, pero si tienes un orgasmo antes que yo, ten por seguro que esas pinzas estarán abajo…
A decir verdad después de un rato me acostumbré a las pinzas, dolían si las rosaba, pero por lo menos las podía soportar.
Perra: gracias amo
Amo: así me gusta, abrete mas.
Comencé a frotar mis dedos por mi clítoris sin llegar a ser muy fuerte, de lo contrario terminaría pronto, de vez en cuando, mis manos se movían solas y me apretaban solo donde yo sabía cuánto me gustaba y los espasmos provocaban que cerrará mis pies, a lo que mi amo me regañaba.
Amo: menuda perra desobediente, dónde están tus bragas?
Al instante recojo mis bragas del suelo y las enseño.
Amo: meterlas en el coño
Aquello me dejó en shock, y mi amo lo noto
Amo: ahora!!
Al instante abro las piernas y paso dos dedos por mi coño, por lo mojada que estaba no fue difícil que entrarán, pero cada que estiraba mi entrada tenía unas ganas inmensas de correrme, poco a poco fui metiendo mis bragas en mi coño, y cuando estaba en el último empujón, no pude más y terminé teniendo uno de los mejores orgasmos que pude haber tenido, y mi amo también.
Amo: serás una perra estúpida, te dije que no te corrieras antes que yo.
Perra: perdóneme amo, por favor
Amo: de eso nada, ahora deberás quedarte con las bragas en el colo hasta mañana, así que te quiero ver dormir ahora, así como estás, para que tus cobijas queden impregnadas con el aromas de perra en celo, y así asegurarme que no te quitarás las bragas, y… mañana por la mañana me llamaras para ver cómo las sacas, entendiste?
Perra: si amo, pero puedo por lo menos quitar las pinzas?
Mi amo me observo dudoso, pero después de un rato me lo permitió, quitármelas fue más doloroso, habían tomado la figura apretada de las pinzas y dolían apenas más rozará.
Me fui a la cama adolorida pero emocionada, dejé la computadora encendida, me dirigí a mi cama y me quedé dormida al instante.
Seguí hablando con mi amo por un tiempo, y seguimos haciendo muchas cosas locas, que me encantaron, si quieren que les cuente más, déjenlo en los comentarios.
