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Mi novia y sus amigas me enseñan a ser mujer
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Tiempo de lectura: 9 minutos

Después de la “follada” que me dio Diego la noche anterior, el domingo, Tania y yo la pasamos conversando: hasta donde llevar esto, cuáles son los siguientes pasos, entre otras cosas decidimos que solo los sábados sería para que Sandy saliera del closet. El lunes, Tania me llevó temprano a su gimnasio, me presentó a su instructor, en su oficina le explicó mi caso, que quería desarrollar un cuerpo de hembra, pero sin tomar hormonas. Gianfranco se llamaba, nos dijo que no había problema, tomó mis medidas y nos dijo que iba a hacerme perder un poco de músculo en las pantorrillas, definir mi abdomen para tener una cintura más delgada, iba a trabajar en desarrollar mis caderas y muslos femeninos, y finalmente perder entre 8 a 10 kilos.

-con la dieta y los ejercicios, ummm, dos meses vas a empezar a ver la diferencia, 6 meses vas a estar en otra dimensión y ahí re evaluamos.

Nos puso contentas eso, decidimos que iría en las mañanas y siempre con un maquillaje ligero, el gimnasio tenía por lo menos 4 chicas fit y otras físico-culturistas, así que se me vería como otra chica más de las fits. Compramos unos juegos de leggins deportivos con sus tops, y otros de shorts igual del material de leggins y otros accesorios. Lo otro que hicimos fue conversar con el manager general del trabajo de Tania, y me dieron un trabajo en la tienda de ropa de hombres al frente de la suya en el centro comercial. Con eso, este verano iba a ir a mil por hora.

Toda la semana la pasé vestida de mujer, Tania me dio licencia ya que el fin de semana sería mi momento. Fui al gimnasio y me dieron una golpiza, estaba ejercitando músculos que no sabía que existían en mi cuerpo, la dieta era lo más pesado, también me la pasé en casa practicando mi caminada, perfeccionando mi baile, empecé a experimentar la técnica de tucking de mí paquetito, y sobre todo con ayuda de videos (gracias YouTube), estaba perfeccionando mi voz de mujercita. Todos los días me maquillaba para ir a hacer ejercicio y después de bañarme lo retocaba, Tania me compró un tapón anal (butt plug), para que vaya dilatando de a pocos mi culito, yo lo empecé a usar por horas cada día.

El jueves me envió en la tarde a un spa para que me hagan una depilación completa de mi cuerpo, me dejaron divina, pero…no sé cómo hacen todas para soportar algún dolor por aquí y por allá. Al día siguiente regresé y me sentí más cómoda que ya me conocían, me hicieron un bronceado, no escogí la cama, sino el rociador manual, lo más incómodo diría que fue quedarme parada desnuda en casa por 3 horas hasta tener el color perfecto, al menos veía mis videos instruccionales en el portátil. Ya para la noche me había bañado y estaba lista para una noche de chicas y de aprendizaje, Tania quedó con Claudia y Franchi en el local “La Suave” para contarles lo que estaba ocurriendo.

Tania me prestó una de sus faldas de spandex, de color negro y que a ella le llegaba hasta un poco arriba de las rodillas, a mí, ummm, me llegaba a cubrir el culo y un poco más, pero se sentía muy sensual, no me puse medias, mi piel se veía bien linda y morochita, pero con el dolor de la depilación y el bronceado, decidí ponerme un panti clásico con brillo y modelador de cintura. Improvisé una de mis camisas, dejando 3 botones abiertos para que se vea mi brasier con relleno de silicona y lo amarré justo a la altura de mi ombligo, usé los mismos zapatos de la semana anterior de talón cerrado conectado a una correa con hebilla, los mismos aretes de aros y unos brazaletes de Tania, me maquillé yo misma y salimos en taxi.

El plan era que vaya a la barra mientras que Tania se juntaba con las chicas y les contaba todo, Claudia y Franchi ya estaban sentadas en una mesita, después de unos minutos Tania le pide a Franchi que al día siguiente regrese a la casa para maquillarme otra vez para una reunión.

F: ¿qué? ¿tienen otra fiesta de disfraces?

T: no exactamente, les voy a contar un secreto, mi novio está experimentando su lado femenino y le estoy apoyando totalmente, la semana pasada vinimos acá y bueno, Franchi tú la viste esa noche, es una mujer preciosa

F: también te dije que si lo soltabas quizás no lo recuperabas

T: bueno, hemos tomado la decisión y la apoyo 100%, en su alter ego femenino su nombre es Sandy y quiero que la conozcan y que aprenda de nosotras a ser más femenina

C: pues a mí me encanta la idea, te felicito Tania por ser tan comprensiva, wow, ¿dónde está la mina?

Le costó un poco a Tania en convencer a Franchi, definitivamente le chocó un poco. Mientras tanto, sentada en la barra ya habían desfilado un par de chicos ofreciéndome algo de tomar o alguna conversación, les dije que estaba esperando a mis amigas y que no estaba interesada. El último, Walter, era un hombre ya de 36 años, simpático y cuando le dije que no, me dio su tarjeta para que lo llame algún día. Le pregunté si su esposa sabía, se extrañó, le apunté a su dedo anular y le dije que se veían las marcas de que ahí había estado un anillo hasta hace unos 20 minutos atrás. Se sonrojó y sonrió, la verdad es que me excitó mucho que un hombre casado este interesado en mí. Cuando vi que las chicas se reían juntas me despedí de Walter con un beso en la mejilla y me fui donde ellas.

Al llegar me paré al costado de Tania, inmediatamente me presentó como Sandy, Franchi me dio un beso en la mejilla y Claudia me dio un fuerte abrazo, un beso y me hizo dar vueltas para que me pueda apreciar por completo. No entramos en discutir del cómo o del porqué, me trataron como una más del grupo, los tragos empezaron a desfilar. Una vez más, me encontraba entre chicas bailando juntas, me sentía tan liberada, tan aceptada. Un par de chicas trans se acercaron y empezaron a bailar con nosotras, una era una morena alta, dominicana, la otra era local y blanconcita, la morena se le veía pasable y con unos implantes de tetas increíbles, la otra chica no tanto, definitivamente yo era la más pasable y la más linda de las 3, de verdad, ¿no me creen? Bueno, poco a poco la morena se le tiraba encima a Claudia y viceversa, Tania me decía que nunca la había visto con una trans antes, pero que Claudia es de las que no le dicen no a una buena verga, sea de quien sea.

Todo este proceso de descubrimiento era excitante, yendo al baño y sentarme para hacer lo mío, me hacía sentir muy mujercita. Justo cuando estaba terminando escucho que entran al baño, al abrir la puerta estaban ahí Claudia y la morena trans en un morreo increíble. Traté de no mirarlas y me empecé a lavar las manos, Claudia volteó y le dijo a la morena: “mira que tenemos público”. Sonreí y me dirigí a la puerta, a la cual ellas habían puesto el seguro, y Claudia me pide que me quede, “sería bueno que te quedes a observar y aprender Sandy”, no me dio tiempo a pensar mucho y veo como Claudia con tremendos tacones se pone en cuclillas, ya las dos tenían sus minifaldas arriba a sus cinturas, puso sus pies juntos y abría un poco las rodillas, con una mano se estaba sobando su chochito y con la otra le bajó el calzón a la morena hasta los tobillos, dejando a la vista una verga de unos 18 cm, dura y venosa. Me apoyé contra el lavatorio, no sabía que hacer, Claudia me miró y con los ojos me invitó a acercarme para observar.

Dejó su concha y con las dos manos empezó a masturbar a la morena la cual comenzaba a gemir y a jadear con sonidos gruesos, le estaba metiendo una buena paja, rápida, una mano en la tranca y la otra acariciando los huevos. En un minuto ya se veía líquido pre seminal y animó a Claudia a chupar esa vergota, me miró otra vez, me acerqué más, Claudia me daba las instrucciones con sus ojos. Puso sus dos manos detrás de ella, como si tuviera esposas que la aprisionaran y la miraba a los ojos a la morena, ¡y qué mirada! De verdad que se le veía muy puta, pero a la vez súper sexy. Era una combinación de mamada de garganta profunda y de la morena follando la boca de Claudia, la cantidad de saliva era increíble y chorreaba por la garganta de mi amiga, cayendo por sus pechos y al piso, de pronto toda esa suciedad me causaba mucho morbo, pensaba en lo rico que debe ser actuar tan puta.

Después de un minuto así, Claudia volvió a pajear y mamar a la vez a la morena trans, de ahí cogió con una mano esa barra de carne rígida y con una mano se daba golpes en la cara, en cada mejilla y en los labios, mientras la miraba fijamente a la dominicana. Esto ya me dio una excitación brutal, veía lo entregada que estaba Claudia y me daba un poco de envidia, a la vez se me hacía agua la boca…quería mamar ese pene negro, sobre todo cuando Claudia me invitaba con los ojos a compartir esa mamada juntas. Si bien Diego no era mi novio oficialmente, aún, quería ser sola de él. Claudia sacó un condón de su carterita y con gran maestría se lo puso como solo había visto alguna vez en pelis pornos, y con gran agilidad Claudia se levantó, se empezó a besar durísimo con la morena, ella le dio la vuelta y Claudia se puso en ¿90 grados?

Apoyando sus manos en el lavatorio y agachando su cuerpo, mientras que su chochito estaba a la merced de la trans. No hubo mucha pasión ahí, la penetró de golpe, esa vagina debe haber estado muy mojada, la morena le comenzó a dar un mete y saca brutal, mi amiga gemía y gritaba con cada golpe que seguro llenaba su vagina hasta el borde de partirla, mmmm, que delicia. El sonido de las inmensas bolas de la morena golpeando la concha de Claudia reverberaba en el baño, no pude más y me acerqué por detrás de la morena, me puse en cuclillas y podía gozar con la belleza de aquella tortura, iba a acariciar esas pelotas con mis manos, pero Claudia me llamó.

– ¡Sandy!, ven putita, ahhh, aahhg, libera las tetas de esta negrota, mira lo lindas que son!

Me acerqué, la morena seguía follando a mi amiga y ni me miraba, abrí su blusa por completo, no llevaba brasier, pero ahí saltaron ante mí un par de senos perfectos. Para mi sorpresa, no eran implantes como pensé originalmente, eran unos breast forms de silicona, iban por el cuello de la morena, con el maquillaje el color era exacto a su piel, no sabía en esas épocas como se mantenían pegadas al cuerpo de ella. Las acaricié y me encantó la textura, se veían y sentían de verdad, me dejó pensando.

Me tuve que mover ya que Claudia levantó su pierna izquierda y la apoyo en el lavatorio vecino, exponiendo al máximo su chochito y le daba más espacio a la morena para maniobrar, me regresé al lavatorio donde me estaba apoyando y levanté mi falda, moví mi calzón a un lado y saqué mi polla para masturbarme. El morbo era demasiado, estaba a punto de correrme cuando Claudia empieza a jadear durísimo y se corre con fuerza, de su coño salió un chorro fuerte de squirt, la morena tuvo que sacar su falo y dejarla correrse. Un par de segundos después volvió a follarla y se vino en menos de un minuto, las dos estaban agotadas, yo empecé a gemir, mi orgasmo estaba cerca, la morena se acercó rápidamente y se arrodilló frente a mí.

Quería chupar mi verga, pero le moví la mano, así que abrió su boca y sacó la lengua, agggg que morbo, empecé a correrme, el primer chorro le cayó en el cabello y su ojo izquierdo, los siguientes encontraron su destino en la boca de la morena, chorreándose por su garganta. Apenas terminé y Claudia ya estaba al costado de la dominicana, limpiando mi semen de su cara y compartiendo mi leche con ella.

Salí del baño y las dejé para que terminen lo suyo, afuera del baño estaba la amiga de la morena, había estado diciendo a la gente que iba al baño que lo estaban limpiando y que vayan a otro. Al llegar donde Tania me preguntó por la tardanza y le dije que le contaría después, cuando llegaron las demás chicas nos quedamos bailando un rato más. Ya en el taxi le conté casi susurrando lo ocurrido, el taxista no dejaba de mirarme por el espejo, de cuando en cuando volteaba y me daba una sonrisa pícara, la verdad es que me gustaba mucho eso, atraer a los hombres así. Ya en casa, Tania me dijo que no le sorprendía lo de Claudia.

– No sé cómo es que hasta ahora no se haya contagiado de algo, quiero mucho a mi amiga, pero la verdad es que es toda una ramera, jijiji. Tania me ayudó a quitarme el maquillaje, siempre aconsejándome de quitármelo antes de dormir, sobre todo los ojos, a menos que vaya a dormir con un hombre, en ese caso que me despierte temprano para retocarme. Una vez que estaba desmaquillada y sin ropa, Tania me llevó a la cama, me recostó y comenzó a acariciar mi paquetito.

– Presta atención, quiero que aprendas como hacer una buena paja, con estilo

Puso su mano izquierda encima de mi paquetito, cubriendo el escroto y mi periné, con la otra puso aceite encima de su mano y comenzó a masajearme, intercalando el movimiento de arriba para abajo, de una mano con la otra, se sentía muy rico, mi pene ya estaba totalmente duro con esto. Cuando el aceite iba bajando después de un minuto o dos, con una mano apretó la base y con la otra cogió el glande usando solo los dedos, y le empezó a dar vueltas, me dijo que era como sacarle el jugo a una naranja, eso ya empezó a darme una reacción nueva, no era la paja tradicional, había más fricción entre sus manos y la piel de mi paquetito. Recogió un poco del líquido pre seminal y con 3 dedos le daba vueltas al glande, rozando el frenillo, Tania me miraba asegurándose de que esté aprendiendo.

En eso estuvimos un rato y de ahí pasó a apretar con ambas manos mi falo, una mano en la parte de abajo y la otra arriba, con bastante aceite empezó a mover ambas manos, apretando fuerte en dirección para arriba 10 veces y de ahí para abajo, estaba a punto de estallar, que delicia. Cuando vio que estaba a punto se detuvo, me empezó a besar, dejó que me enfríe 10 segundos y de ahí con una mano cogió mi escroto en su totalidad, usando 2 dedos, como si fuese un anillo testicular, lo apretaba hacia abajo, mientras con la otra mano cogió mi verga debajo del glande, con fuerza y ahí me empezó a masturbar normalmente, aaahh, que gusto de verdad. Otra vez, cuando estaba por estallar, se detuvo y me dejó ahí, echado.

Esta vez Tania se puso en cuatro en la cama,

– ven cariño, lame mi culito, disfruta de ese ano que está virgen

Nunca me había dejado darle por el culo, así que me puse a besar, lamer, chupar y acariciar con mi lengua su agujerito, uummm, que delicia,

– así cariño, mójalo bien, déjame bien lubricada, aahhh, mete tu lengua poco a poco

No tenía que decírmelo 2 veces, metí la punta de mi lengua, seguía sus órdenes al pie de la letra, comencé a penetrarla con un dedo, primero que entre, dejarlo ahí y de a poco metérselo y sacárselo un poco. Empezó a gemir, y me pidió que le meta un dedo más, y repetimos lo mismo, ya para el tercer dedo Tania estaba gimiendo y moviendo su colita para atrás, tratando de capturar lo más que pueda de la follada que le estaba dando.

– ¿ya ves amorcito?, me tienes bastante dilatada, saca tus dedos, pon un poquito de esa crema ahí, y un poco en tu verga, ya sabes lo que se viene, ¿verdad corazón?

Puse mi verga en su orificio y empecé a empujar, Tania trajo sus manos a su colita y ella misma empezó a abrir su culito, la verdad es que tomó un tiempo en que entré hasta que mi glande la penetró y Tania soltó un pequeño grito.

– para amor, para, déjala ahí, no la muevas… deja que me acostumbre y empiezas a meter de a poco

Me di cuenta de que tenía que dejar que ella lleve el ritmo, cuando me decía que empuje lo hacía despacio, sus quejidos fueron transformándose en gemidos pequeños, de pronto sentí como mis huevos chocaban con su concha, ya la tenía completamente penetrada.

– ¡dame amor! Dale a tu mujercita, vamos, métemela toda

Comencé a darle lento pero profundo primero, Tania gemía con cada clavada, se sentía realmente apretado, poco a poco le empecé a dar más rápido, ya una vez que ella se había acostumbrado a esa verga dentro de ella, ya todo era placer. Probe poniendo mis piernas a cada lado de ella y darle con un ángulo desde arriba para abajo, eso la hizo gritar de placer, otra vez movía sus manos a su culo para abrirse más, estaba gritando como una posesa. Aceleré lo más que pude y le empecé a dar latigazos en las nalgas, ella no podía decir nada, solo gemir y gemir, me percaté que con una mano se estaba masturbando y estaba a punto de tener su primer orgasmo con un falo en su culo

– ¡aahhg! Aaahhg! ¡me corro! ¡me cooorro!

Cayó totalmente exhausta en la cama abandonando mi verga, me senté encima de su culo y me masturbé, no demoré mucho y me corrí en su espalda y culo, ella seguía gimiendo de su orgasmo.

– ¿ya viste amor?, ya sabes lo que te espera, te amo.

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