Mi nombre es Max y el de mi novia, Rosario ambos tenemos 35 años de edad y tenemos unos 8 años de ser novios y vivimos juntos, pero no revueltos como dicen.
Rosario es una mujer de estatura promedio, de piernas y trasero muy bien pronunciado y de tetas medianas, lo que les contaré sucedió hace unas dos semanas, en nuestra ciudad en San Salvador.
Nosotros tenemos una relación muy abierta y nos cuidamos para no traer hijos al mundo por el momento, Rosario se inyecta con su ginecóloga cada mes para no quedar embarazada, pero hace dos semanas la doctora tuvo un quebranto de salud y no le pudo poner el anticonceptivo, ese día nosotros teníamos pensado quedarnos juntos y tener sexo como siempre, pero no sabíamos que hacer hasta que decidimos ir a una farmacia de nuestro municipio y comprar ahí la inyección y pedir que se la pusieran.
Luego de visitar algunas farmacias al fin encontramos una dónde había lo que buscábamos y Rosario se bajó del vehículo a preguntar yo ya estaba cansado de tanto buscar, ella se bajó y entro a la farmacia la cual sólo tenía un cliente y en un minuto ella regresó y me dijo amor al fin aquí la tienen y me la van a poner a lo que yo le dije, estoy cansado y aquí te espero en el carro, la vi por unos minutos por el vidrio de la farmacia que era transparente hasta que observé que el chico dependiente uno de los dos que atendía y vi cuando la llamó para inyectarla, ella lo siguió hasta un cuarto donde cerró la puerta.
Mientras eso paso puse algo de música y tomé mi celular para revisar mis redes sociales por un momento perdí la moción del tiempo hasta que me di cuenta que habían pasado como 10 minutos y me pareció raro hasta que vi salir a Rosario de la farmacia y luego me dijo ya estuvo vámonos, de ahí nos dirigimos directo al Motel dónde normalmente nos quedamos y al llegar nos bajamos rápido del carro y pedí un par de cervezas como servicio al cuarto. Cuando Rosario me dijo “voy al baño” y yo jugueteando la seguí y la abracé y metí mis manos en su tanga y la sentí muy mojadita y le dije “y esto amor” y ella me contestó son las ganas que te tengo de estar contigo y entró al baño.
Luego salió desnuda y comenzamos a acariciarnos y a besarnos de manera desenfrenada y cuando la penetre y se puso súper excitada me dijo “no pares que te quiero contar algo” y yo seguí con mucha intensidad y le pregunté “que me quieres contar amor” y ella sonrió y me dijo “sabes que hace un rato que me pusieron la inyección el joven que me la puso primero me dijo acuéstese en el canapé y bájese un poco su tanga y dígame en qué lado quiere que le ponga la inyección y yo le respondí al lado derecho y el respondió está bien, luego se quedó platicando mientras preparaba la inyección y me preguntó tú no habías venido antes verdad y yo le respondí no está inyección siempre me la pone mi doctora, pero ella está vez no puede por eso estoy aquí, el joven sonrió y dijo estás en buenas manos y cuando me dijo que relajara el cuerpo para no sentir mucho dolor sentí que bajo de un solo mi tanga hasta las rodillas y me dijo hago esto para tener más espacio a lo que dije no hay problema”.
Cuando Rosario me contaba eso a mí se me ponía más dura y le daba más fuerte y ella estaba bien caliente luego le dije “sigue contando”, ella me dijo que el chico le puso el algodón con alcohol y luego inserto la aguja y ella se quejó con un pico de dolor pero él le dijo voy a masajear para que le pase y ella sólo respiraba profundo cuando de repente sintió los dedos del joven a un lado de su vagina y ella sólo intento darse vuelta y el metió sus dedos, ella me dijo que por unos segundos se sintió confundida pero comenzó a mojar mucho y él le hizo abrir las piernas y la masturbo durante un par de minutos y luego paro bruscamente y le dijo ahora sí vas lista ya con inyección y preparada para todo, él se lavó las manos con alcohol gel y le subió su tanga y le dijo eso es todo y salió del cuarto ella un pico desconcertada salió rápido y se subió al carro, eso me hizo tener sentimientos encontrados y terminé cogiéndola muy rico.
Está historia es real y nunca pensé que le sucedería a Rosario algo así.